Phichit triste.
Como otras veces en esa semana Seung se encerró en la biblioteca, en compañía de Milo y terminó acostado en aquel sillón con el Husky a un lado y bastante tirado sobre él.
Escuchó su celular sonar varios veces pero lo ignoró, quería pensar y sobre todo descansar, pues estaba seguro que en cuanto Sara llegara se desataria el caos.
Estaba decidido a terminar su relación, hacía días que no veía a Phichit y no podía sacarlo de su cabeza, estaba todo el tiempo pendiente de sus publicaciones y si le mandaba algún mensaje respondía en cuestión de segundos, cosa extraña en él que siempre había tenido una gran facilidad para ignorar su teléfono y a las personas que le escribían… pero esos últimos tres días el moreno casi no publicaba fotografías ni mandaba mensajes y su explicación para eso era que estaba demasiado ocupado con un trabajo. Seung no estaba del todo convencido de eso, pero no podía hacer nada, no podía encararlo y ordenarle que le diga la verdad… después de todo hacía poco que se conocían y a penas si eran amigos… “Amigos”¿Por que le molestaba tanto usar esa palabra con Phichit?
El sonido de una canción lo despertó, en algún punto se había quedado dormido y ahora le estaba costando reaccionar no sabía dónde estaba o qué sucedía.
Busco su celular y lo encontró sonando en el piso junto al sillón, era esa canción la misma que el moreno le había pasado para que la usará como tono para él, “Say yes.”
Toma el teléfono y la foto que apareció en pantalla sólo le confirmó lo que ya sabía, Phichit estaba llamando, dudo un momento y un ladrido del husky hizo que volviera en sí y atendió la llamada.
—¡¿Seung?! —La voz del tailandés sonó extraña y eso preocupó al coreano.
—Phichit ¿Sucede algo? —se apresuró a preguntar mientras volteaba buscando el reloj sobre el escritorio, el cual marcaba las 21:55.
—Ahhh… a… ayúdame —murmuró y en ese momento fue mucho más evidente su sollozo.
—¿Qué pasó? ¿Dónde estás? —preguntó el pelinegro poniéndose de pie y encaminándose hacia la puerta—, voy a tu departamento —agregó el coreano al no obtener más que sollozos del otro lado. Lo último que escuchó de Phichit fue un “ajá" y la llamada se terminó.
Tomó su campera, las llaves, la billetera y salió del departamento seguido por Milo.
Al salir del ascensor se dió cuenta que había olvidado la correa de Milo, pero al ver al cachorro supo que no la necesitaría, el husky estaba tranquilo y atento a sus movimientos, no como otras veces en las que saltaba y correteaba por todos lados preparado para salir disparado en cualquier dirección.
Seung salió del edificio con paso presuroso. Se detuvo en la esquina a esperar que cambiara el semáforo, miró su celular para ver la hora, pero ni sé fijo en eso al notar la cantidad de mensajes que el moreno le había enviado en la última hora, ni se molestó en revisarlos, el semáforo acababa de cambiar y Seung ya se encontraba corriendo hacia el departamento de Phichit, seguido muy de cerca por Milo.
Al llegar al edificio casi choca con una pareja que salía del mismo y sin decir nada aprovecho que la puerta todavía no sé había cerrado y entró. Subió al ascensor con Milo, apretó el botón del cuarto piso y mientras ese cubículo de metal subía intentó recomponerse un poco, para no verse tan exaltado. Tomó el celular para revisar los mensajes del moreno, pero antes de que pudiera abrirlos, el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron. Caminó por el pasillo hasta encontrar la puerta que anunciaba 4A. Golpeó la puerta y esperó.
Luego de unos minutos escuchó que quitaban la llave y el seguro. La sorpresa lo invadió en cuanto vio a Phichit abrir la puerta, en verdad no sé esperaba eso.
El moreno tenía una curita en la mejilla derecha cerca del ojo, también se notaban alguna marcas que pronto se convertirían en moretones y sus manos también parecían lastimados, en la derecha se veían varias curitas y la izquierda tenía una venda que parecía muy floja y a punto de caerse.
—¡¿Phichit que te pasó?! —preguntó inmediatamente el coreano, antes de ser jalado por la temblorosa mano del moreno al interior del departamento.
Inmediatamente la puerta se cerró detrás de ellos y un instante después Seung sintió como el moreno lo abrazaba e interna esconder el rostro en su pecho, lo escucho sollozar y sintió el temblor de ese cuerpo, lo que lo llevó a rodearlo con sus brazos, mientras Milo se restregaba entre las piernas de ambos.
Seung dió una rápida mirada alrededor y pudo ver la mesa ratona hecha añicos en la sala, los vidrio estaban medio amontonados hacia un rincón, pero todavía había muchos esparcidos por el lugar.
—Phichit, está bien, estoy contigo… no llores —pidió en un susurro Seung acariciando la espalda del moreno, pero se detuvo cuando esté dió un pequeño respingo—… Phichit…
—Lo siento… duele —murmuró el moreno alejándose un poco del pelinegro—… disculpa que te moleste, pero me sentía solo y no puedo con esto —agregó intentando dibujar una sonrisa mientras guiaba al coreano hacia la habitación.
Seung dió un rápido vistazo al lugar, decorado con colores alegres, pero su atención fue atraída por los elementos médicos que estaban esparcidos por la cama. Volvió a mirar a Phichit que se acababa de sentar en el borde de la cama intentando ajustar la venda de su mano izquierda.
—Te ayudo con eso y me dices que pasó.
El moreno asintió, aunque eso no había sido una pregunta, Seung se sentó junto a él y comenzó a quitar aquella venda.
—Hace días que Chris se volvió más insistente que antes, lo estuve evitando porque en verdad no tenía ganas de tratar con él y estos últimos tres días fue peor no he podido hacer casi nada porque a cada lugar que quería ir estaba él, por suerte tengo muchos conocidos que me avisaban y podía evitarlo… ayer y hoy optó por instalarse en la entrada del edificio, lo que me molesta a mí y a mis vecinos por lo que hoy acepté hablar con él…
“—Pasá, di lo que tengas que decirme y luego me dejaras en paz —dijo el moreno guiando a Chris hasta la sala.
—Phichit, por favor, piénsalo… tú sabes muy bien que somos el uno para el otro… nunca me pasó algo así, estoy enloqueciendo por ti —dijo Chris tomando una de las manos del moreno, para dejar un suave beso en el dorso de la misma.
—No creo que sea así —respondió Phichit quitando la mano—… solo nos llevamos bien mientras cumpliamos nuestro acuerdo, pero tú lo rompiste… y parece que no entiendes eso… no quiero que me estés controlando ni que me celes por cada cosa que público o digo… tú lo propusiste así —agregó el moreno mirando serio al hombre frente a él.
—Lo sé… sé que yo lo propuse, creí que sería como cualquiera de mis relaciones, pero en verdad no espere llegar a sentirme así... me desespero por tocarte y tenerte cerca todo el tiempo —dijo el rubio intentando tocar al moreno, pero este retrocedió.
—¡Desesperarte!... Yo no usaría esa palabra…
—Phichit… yo en verdad… Lo siento…
—¡No! deja de decir eso… no sé qué pasa por tu mente, te pedí que te detengas… ya no puedo confiar en tí —dijo el tailandés retrocediendo sin dejar de estar atento a cada movimiento que Chris hacia.
—Tú sabes que no soy así... fue el vino había bebido demasiado —replicó el rubio sujetando a Phichit por los brazos para que dejara de alejarse—… Sabes que jamás haría nada que te lastime…
—¡Casi me violas en el baño de ese restaurante! —vociferó el moreno intentando zafarse del agarre de Chris, con lo que inició un forcejeo.
—Ya te lo dije, fue el vino, los celos y... eres hermoso y me enloqueces —Chris hablaba cada vez más fuerte y el forcejeo se intensificó… de repente Phichit lo empujó y Chris lo soltó, en ese momento Phichit intentó alejarse, pero tropezó y terminó cayendo sobre la mesita ratona, rompiendo el vidrio y el soporte, golpeándose bastante y haciéndose unos cuantos cortes en el cuerpo.”
—Llamamos un doctor que limpio mis heridas y me puso una inyección… finalmente Chris se fue prometiendo que no volvería a molestarme… y no sé luego comencé a sentirme solo y triste… y no he podido hacer nada y las vendas se me mojaron y… intente cambiarlas…
Las manos de Phichit temblaban, Seung ya había terminado de vendar la mano izquierda y ahora inspeccionaba la otra mano y siguiendo con la vista una curita que estaba cerca de la muñeca, notó que otra venda adhesiva se escondía debajo de la manga de la remera del moreno.
—¿Te lastimaste mucho más? —preguntó Seung metiendo los dedos bajo la manga y acariciando la venda, que era más grande de lo que imaginaba.
—Unos cuantos cortes, sobre todo del lado derecho —murmuró el moreno bajando la mirada para encontrarse a Milo sentado a sus pies mirándolo con la cabeza inclinada—… lo siento, creo que los preocupe a ambos —agregó acariciando la cabeza del cachorro con la punta de sus dedos, la única parte de su mano que no estaba cubierta por vendas.
—Eso es lo de menos, lo importante es que estés bien —dijo Seung acariciando con cuidado la mejilla del moreno, quien se sonrojo un poco—… ¿Te parece si limpiamos un poco el caos que quedó en tu sala?
Phichit sonrió y asintió como respuesta. Luego de un rato cuando ya habían juntado los restos de vidrio y lo que quedaba del soporte de la mesita, Seung se encontraba barriendo para asegurarse de que no queden vidrios, mientras Phichit ordenaba comida.
Cenaron hablando un poco de todo y finalmente ambos se acomodaron en el sillón de la sala con Milo acostado en el regazo del moreno, y volvieron al tema de la relación de Phichit y Chris.
—Inició como un juego en una fiesta y luego él me llamó, tuvimos varios encuentros como amigos y en uno de ellos Chris dijo que teníamos buena química y que podíamos intentarlo…
—Seguro usó su clásico, que sea una relación abierta y con el tiempo vemos qué sucede —dijo Seung interrumpiendo al moreno.
—Si… yo venía de una mala relación y su propuesta no me pareció mala, al menos no tendría a un apersona controladora detrás de mí… íbamos bien, nos divertíamos estando juntos pero en un momento yo comencé a cambian, sentía como si algo faltara, había algo mal y no sabía que era… le pedí un tiempo y no le gustó, insistió y comenzó a presionar… intento algo que no me gustó y terminé con él —continuó Phichit con una expresión triste…
—Lo siento, debe ser difícil…
—En verdad lo único que me molesta es que me siento un tonto… no tengo una sensación de dolor por pérdida… creo que es evidente que nunca lo ame… pero me duele lo que hizo.
—Oye, está bien… Chris suele ser un gran tonto, solo le importa él mismo, jamás se fija en las personas que puede lastimar.
Ambos sonrieron ante el comentario del coreano y siguieron hablando ya centrándose en otros temas, hasta que el sueño comenzó a vencer a Phichit, Seung lo acompañó hasta la habitación y lo acostó en la cama, dejo un beso en la frente del tailandés y cuando estaba por irse sintió que Phichit sujetaba la manga de su camisa, volvió a centrar sus ojos en él…
—Quedate conmigo —murmuró el moreno y Seung no pudo hacer más que asentir antes de acostarse al lado de Phichit.
...
Seung sintió un leve quejido y algo que se movía un poco buscando acurrucarse más junto a su cuerpo. Abrió con algo de pesadez los ojos e inmediatamente notó que esa no era su habitación, miró a la persona a su lado y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Phichit pegado a su cuerpo, abrazándolo y con el rostro casi escondido en su cuello. Sintió que algo se movía en sus pies y con una rápida mirada encontró a Milo que comenzaba a despertar y por ende a moverse.
El coreano se sintió muy bien ante esa situación… se sentía feliz, algo que muy pocas veces le pasaba a ese nivel. Por lo general no le gustaba que Sara se pegará de esa forma a él, pero ahora sentía el deseo de despertar así cada día de su vida… y entonces lo supo, eso que estaba dando vueltas en su cabeza y que tanto lo preocupaba, esa extraña sensación era amor, estaba completa y perdidamente enamorado de ese moreno que ahora dormía tranquilamente junto a él con una preciosa sonrisa en su rostro.
—Buen día —murmuró el moreno sin abrir los ojos.
—Buen día, ¿Cómo te sientes? —preguntó Seung acomodando el suave cabello del pelinegro con los dedos..
—Muy bien —respondió Phichit antes de centrar sus ojos en los orbes grises de Seung—… gracias por quedarte conmigo.
—No tienes nada que agra… —las palabras del coreano quedaron ahí pues fue interrumpido por un corto beso qué Phichit dejó en sus labios.
—Gracias y no digas que no, me ayudaste mucho… ¿Te parece si nos levantamos y desayunamos?
Seung solo asintió y en menos tiempo de lo que imaginaba se encontró intentando ayudar al moreno, a preparar el desayuno. Luego de quemar varias tostadas y de hacer una extraña.mezcla de tés Phichit envío a Seung a que sacará a Milo a la vereda para que haga sus necesidades y cuando volvieron el desayuno estaba listo. Seung nunca había tomado un té tan rico y jamás creyó que algo tan soso como las tostadas, aunque no estaba seguro de que fuera eso, porque no se veía para nada como una tostada, pudiera parecerle la cosa más deliciosa que había probado.
—¿Cómo hiciste esto? Es imposible que esto sea una tostada —dijo el coreano antes de volvieron a morder su tostada.
—Es que no es una simple tostada… pero es mi secreto… puedo hacerlas para ti siempre que quieras —respondió Phichit con una de sus enormes y hermosas sonrisas antes de tomarle una foto con su celular a Seung, algo que este no notó por estar demasiado concentrado en el interior de su “tostada.”
Luego de desayunar fueron a visitar al doctor para que vuelva a revisar los cortes de Phichit, los cuales parecían estar muy bien, por suerte ninguno fue demasiado profundo, el doctor le dió una crema para usar en los cortes y evitar que queden cicatrices. Pasearon y jugaron en un parque con Milo, luego hicieron unas compras y volvieron al departamento del moreno.
Seung encontró su celular en el sillón de Phichit, en el mismo lugar donde lo había dejado la noche anterior cuando limpiaron, ni siquiera se había dado cuenta que no lo tenía consigo, lo revisó y se sorprendió por la cantidad de notificaciones, mensajes y llamadas perdidas que tenía, lo que le hizo preguntarse ¿Desde cuándo se había vuelto tan popular? Aunque al fijarse bien notó que la gran mayoría eran de Sara y entonces soltó un suspiro pesado al solo pensar en la discusión que le esperaba en cuanto llegara su departamento.
Se despidió de Phichit con la promesa de verlo al día siguiente y se encaminó a su departamento acompañado por Milo, pensando en que el lado positivo de todo esto era que finalmente sabía que era lo que sentía y sin importar lo que Sara diga ese día terminaría esa relación.
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Bien al fin después de tanto tiempo puedo actualizar esta historia... No prometerme nada porque después las cosas se complican y no puedo cumplir, pero haré lo posible por no tardar tanto en actualizar.
El tema del multimedia es el que Seung tiene de tono para Phichit, porque él se lo envío, lo puse por si alguien tenía curiosidad.
Espero que les haya gustado.
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