La noche era iluminada por las estrellas y la luna llena, la puerta de la habitación fue abierta sin causar mucho ruido para no despertar a quienes estaban dentro.

Una pelirroja no podía dormir porque tenía un extraño presentimiento, como si algo fuera a ocurrir y estaba sola en la habitación, esperando por su pareja que se encontraba en una de las fiestas de sus compañeros. Se lo había dicho antes de que se fuera y él le dijo que durmiera, que quizá se debía al estrés de los últimos días.

—Pf, claro. — bufó al recordar lo tranquilo que estaba él al decirlo eso mientras ella se moría de nervios.

Dio varias vueltas en la gran cama antes de decidirse a levantar por una pastilla para dormir, tenía tiempo que no las tomaba pero la situación lo ameritaba. Cuando estaba por llevarse la pastilla a la boca, un ruido en el pasillo la hizo sobresaltarse.

—¿Cariño, ya has regresado? — miró el pequeño reloj de noche. A penas era media noche, era temprano para que su esposo regresara. Se acercó poco a poco al pasillo pero no vio nada, sólo una fotografía tirada, se agachó a recogerla, era la de ella con... no alcanzaba a distinguir bien porque estaba oscuro, se acercó a encender la luz para ver qué había pasado y cuando lo hizo, frunció el ceño al ver la puerta algo abierta. Recordaba que su esposo la había cerrado antes de irse porque escuchó el seguro. Abrió la puerta pero no vio a nadie, al parecer todos estaban en sus habitaciones, al cerrar sintió un escalofrío recorrer su nuca hasta llegar a su espalda baja, poco a poco se dio la vuela y sintió un golpe en la cabeza que hizo que se cayera directo al piso, alzó su mirada y frunció el ceño al ver a la persona frente a ella.

—¿Tú? ¿Qué haces...? — otro golpe en el mismo lugar la hizo quejarse del dolor y juraba que la sangre ya estaba resbalando por su rostro. Antes de cerrar los ojos, alcanzó a escuchar su voz...

—Hasta nunca, Mérida.

La oficina estaba llena ese día, no entendía por qué todos corrían de un lado a otro apresurados. El peli blanco tomó asiento en su escritorio, no tenía trabajos pendientes pero la curiosidad le ganaba.

—Hey, Aster — llamó al peli gris — ¿Qué es lo que ocurre?

—Es verdad, como te fuiste a tu descanso no escuchaste la noticia — el peli blanco lo miró confundido — Hubo un asesinato a unas cuadras de aquí, en el Hotel Disney ¿lo conoces? — asintió — Es el mismo donde se hospeda el congresista, Hiccup Haddock.

—Mierda...

—Eso no es todo, nos toca ir a revisar el cadáver y saber qué pasó.

—¿Por qué no va Tadashi? Nos tocó el último caso...

—Está con su esposa ¿lo olvidas? Tienen días libres porque ahora es padre.

—Bien ¿a qué hora nos vamos?

—Justo ahora, mueve el trasero, Frost.  — lo sacó casi a empujones de la oficina y se subieron al auto del peligris.

—¿Cuándo ocurrió?

—Ayer, bueno, en realidad piensan que en el transcurso de la madrugada... Hiro revisará el cuerpo junto con Gogo.

—No entiendo por qué arman tanto escándalo por un asesinato, es algo que vemos día tras día, ya hasta parece rutina.

—Dicen que es importante, la otra agencia nos enviará apoyo...

—¿Apoyo? No somos incompetentes...

—No, pero dicen que esto será difícil. — bajaron del auto luego de estacionarlo y entraron al lugar que estaba repleto de policías. Pasaron unas cuantas habitaciones hasta llegar a la indicada.

—¿Cuál es?

—Es justo aquí, la habitación 17.

—¡No pueden hacerlo, exijo ver su orden antes de que entren aquí como si nada! — alguien gritaba desde el interior algo molesto, el albino entró y sonrió al ver al hombre castaño.

—Congresista, le pedimos que coopere para resolver más rápido el caso y dejarlo tranquilo...

—¿Tranquilo? ¡Yo no pienso estar tranquilo ni hoy, ni mañana ni nunca! ¡Mi esposa está muerta! — los chicos se miraron entre sí.

—¿Está diciendo que...?

—Mataron a mi esposa mientras estaba con mis amigos... ¡¿cómo creen que me siento?! ¡Quiero que den con el responsable!

—Calma, por favor. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para dar con el responsable pero necesitamos que salga para buscar pistas que nos lleven a quien atacó a su esposa. — el castaño miró molesto a ambos.

—¡Eret! — un rubio apareció junto a él. — Cancela mis citas de la semana, estaré ocupado... y prepara el funeral de Mérida, avisa a todos lo que ocurrió. — salieron de la habitación sin decir algo y el peli blanco suspiró.

—Creí que sería algo peor.

—No te acostumbres.

—Vamos a ver el cuerpo, siento que el hombre va a joder todo el día sino. — entraron a la habitación y vieron manchas de sangre en el piso junto al cadáver de una joven pelirroja.

—Mérida Dumbroch, esposa del congresista desde hace seis años... — dijo una pelinegra con una mecha de color morado leyendo una carpeta. — Le golpearon la cabeza unas tres veces...

—¿Dónde está el arma?

—No se encuentra en la habitación, están revisando las demás y todo el hotel para ver si la hayan.

—¿Hora de muerte? — ella rodó los ojos.

—No lo sabemos, As. Aún no revisamos por completo el cadáver de la chica. ¿Lo ves en el laboratorio? No, entonces no preguntes. Lo único que se sabe es que nadie escuchó ruidos, golpes ni gritos, y en las cámaras no se ve nada... Quiero largarme de aquí.

—Wow, alguien está de mal humor hoy ¿no?

—Oh, calla, Frost. Estaba en mi día de descanso y Norte me llamó para venir al trabajo... adiós vacaciones, yo me iba a ir a San Fransokio con Hiro...

—Quizá te lo reponga cuando acabemos...

—Dudo que sea pronto. — dijo ella.

—¿Por qué dices eso?

—Escuché que el congresista solicitó más ayuda para saber quién mató a su esposa, el hombre está desesperado y mandarán a alguien que conocía bien a la víctima — sonrió burlona.

—No me digas que... — la chica asintió al peligris. — Jack, ¿seguro quieres estar en el caso?

—No entiendo ni una palabra de lo que dicen pero sí, no renunciaré al caso. Ve el lado positivo, Aster, resolvemos el caso difícil y nos pagarán bien por tratarse de un congresista...

—Eso o terminarás muerto por saber quién será tu compañero en la investigación...

—Serás tú, idiota.

—No creo.— el peligris sacó su celular. —Me asignarán con otra persona, ayudaremos en el caso de Mérida pero no estaremos tan involucrados como tú y...

—¿Y...? Vamos, hombre. Habla ya. ¿Con quién voy a trabajar?

—Pues... — la puerta de la habitación se volvió a abrir dejando ver a una persona bien vestida y el albino maldijo para sus adentros.

—Por favor, díganme que sólo está de paso...

—Oh no, Frost. Ella será tu compañera y ambos deberán resolver esto. — se burló la pelinegra. — Suerte con ella, ya quiero ver cómo acaban las cosas entre ustedes. — escuchó los pasos de la chica acercarse a ellos y el chico se giró con una sonrisa en el rostro, debía admitir que seguía bella, incluso podía decirse que estaba más hermosa.

—Por desgracia, nos hemos vuelto a encontrar muy pronto... Frost. — la chica se quitó el gorro que traía puesto mientras formaba una mueca.

—Hola, Elsa.

Separadores muy bellos hechos por ladyCatBlue 💜, gracias.

Y primer capítulo dedicado a Michguardian, ella supo de qué historia se trataba con sólo un pequeño adelanto.💛