-¡Barry tienes que ayudarme! -exclamé apoyándome en su escritorio para poder recuperarle luego de la carrera que me había montado,para llegar hasta aquí.

-Ellie no quiero meterme en problemas -respondió con la vista en su computadora.

-¿Cómo sabías...? ¡Olvidalo!

-¿Qué es lo que necesitas? -levantó la mirada para verme.

-no puedo decirte aquí -miré a mi alrededor. -¡Vamos a un lugar más privado!

Se puso en pie y nos encaminamos a la oficial de Olvier que por el momento no se encontraba allí.

-¿Entonces? -se cruzó de brazos recargándose en el escritorio.

-necesito ver a alguien que está en prisión.

-por favor dime que no te refieres a Christopher Gabin -la sonrisa que le di,lo dijo todo. -no voy a hacerlo,además le prometiste a Robbie que no lo harías.

-¿Cómo sabes eso? -fruncí el ceño con confusión.

-me mantuvo al tanto por si algo como esto ocurría -explicó.

-tengo que hablar con él,después de todo es mi ...-cerré mis ojos con fuerza -por favor,Barry.

Suspiró alejándose del escritorio para acercarse a mi y tomar mis manos.

-lo haré pero solo serán cinco minutos ¿Entendido?

-¡Gracias! Será mas que suficiente -le di un corto abrazo y salimos de la oficina para dirigirnos a la prisión.

Ni llegamos a la recepción del lugar sentí un escalofrío,tenía miedo siempre desde que trabajo en estas inmediaciones me mantuve alejada de esta área y ahora resulta que venía a visitar a un pariente.
Del miedo tomé la mano de Barry por instinto y él la apretó ligeramente para que me tranquilizara.

-¿A quién desean visitar? -preguntó la recepcionista

-Christopher Gabin -dije con un nudo en la garganta,la mujer alzó las cejas por la sorpresa.

-bueno tienen suerte,pues le han concedido las visitas -sonrió incómoda,no podía culparla yo estaba igual.

Firmamos unos papeles y luego nos dejaron pasar,extrañamente eramos los únicos no habían más personas.

El lugar tenía pequeñas cabinas traslúcidas con un par de teléfonos para comunicarse entre ambas áreas.
Me acerqué a una junto con Barry y nos sentamos a esperar.
La puerta del otro lado se abrió dando paso a un guardia que acompañaba a Christopher,el cual cambió su gesto al verme.

Se sentó frente a mi e instantáneamente bajé la mirada con el teléfono pegado a mi oreja.

-Ellie -cerré mis ojos al sentir un escalofrío recorrer mi espalda por completo. -¿Qué haces aquí? -tenía la voz ronca.

-necesito respuestas y tú eres el único que puede dármelas -dije con todo el valor que pude reunir levantando apenas la mirada.

-claro,no venías a ver tu viejo -rió con ironía -puedes preguntar.

—¿Por qué? ¿Por qué apareces en mi vida y luego desapareces? ¿Por qué tú...? —exploté

—se que es difícil pero tanto tu madre como yo queríamos lo mejor para ti y eso implicaba alejarte de mi. —respondió con serenidad —quiero que hagas algo por mi.

—¿Qué?

—¿Aún la tienes? —fruncí el ceño sin entender —la cadenita que te obsequie.

—si,aún la conservo pero ¿y eso que tiene que ver? —me sentía tan condundida.

—investigala,quiero que la observes con mucha atención,porque eso es lo único que podrá darte respuestas. —explicó

—bien,lo haré —suspiré pasando un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja.

—¿Estás comprometida? —miré mi anillo por instinto.

—si,lo estoy —respondí sonriendo al pensar en Robbie ¡Mierda! Se va a enojar conmigo cuando se entere de lo que hice.

—se ve que te hace feliz,puedo verlo en tu mirada —suspiró —la misma que tenía tu madre —negó con la cabeza —Ellie lamento no haber estado para ti cuando lo necesitabas,yo nunca quise esto para ti,cuando te vi por primera vez eras apenas una bebé —sonrió —había ido al hospital a escondidas,yo solo quería conocerte y lo hice a través del cristal de una ventana,eras la bebé más linda de todos los que se encontraban en el área de maternidad.—bajó la mirada —fue ahí donde me dije que una bebé tan perfecta como tú,merecía algo mejor que yo como padre.

—no sabía eso...—me sentí apenada

—y luego años más tardes tu madre me dejó verte,ya eras toda una princesa —sonrió—aun lo eres y lo seguirás siendo siempre,aunque no lo creas todos estos años he vivido por ti,quiero ser el padre que mereces.

—yo...¡No puedo!

Salí de ahí con lágrimas manchando mis mejillas,nunca creí que el criminal más buscado de Norteamerica me diría palabras tan profundas como esas.

—¡Ellie! —sentí los brazos de Barry abrazarme con fuerza contra su pecho.—tranquila,todo esta bien.

—Barry yo no sé que hacer ni que pensar —limpié mi rostro.

—has lo que creas correcto,lo que tu corazón deseé.

—gracias —sonreí apenas mientras me separaba de él para poder volver a nuestros puestos de trabajos.

—cariño ¿Cómo te fue? —preguntó Robbie abrazandome por la cintura.

—bien...—me apoyé en su pecho pensativa.

—¿Algo que quieras compartirle al amor de tu vida?

—no,nada —dejé un pequeño beso en sus labios y me solté para ir a mi habitación por el collar.

—¿Seguro? Porque recibí un mensaje curioso de Oliver.

—Robbie...

—lo hiciste...fuiste a verlo,me prometiste que no lo harías. —se veía realmente dolido.

—no,yo te dije que no te prometía nada —me defendí —además,necesitaba hacerlo.

—suspiró —la próxima vez avisame he iré contigo —sonrió apenas.

—por eso te amo —tomé su rostro con ambas manos y uní nuestros labios en un beso. —gracias por comprender.

Fui a la habitación y tomé de mi alajero la cadena,la inspeccioné de todos lados hasta que recordé algo curioso,rápidamente me dirigí a mi biblioteca y saqué de allí un libro,siempre lo había tenido pero nunca pude abrirlo,mi madre me decía que podría cuando fuera el momento.
Lo curioso es que la cerradura era la mariposa,por lo que la apoye y se oyó un click.
Abrí el libro y noté que era hueco,dentro había unas cartas junto con varias fotos.

—¿Qué demonios?