No pretendía que las cosas se salieran de control, era solamente una mujer, que habría de salir mal.

Me he follado miles de putas entonces por qué esta no pudo acatar mis ordenes.

Mi mano derecha entra silvando como siempre, él y su maldito sadiquísmo.

-Supongo que no entendió los términos-se burla

-¿Los chicos?

-Esperando mi orden-responde quitándose los guantes. Observo sus manos quemadas. Por dios, su loca sobrina le hizo eso. Por mí ya estaría muerta pero el sigue con su obsesión por ella.

-Bien-tanjo-, que se lleven el cuerpo, quiero salir a distraerme.

-Ángel te manda saludos-me río. ¿Quién carajos pensó en ponerle Ángel a un demonio como ella.

-¿Aún sigue contigo?-interrogo-, pensé que ya te habría dejado para este tiempo.

-Si bueno- se arrasca la cabeza nervioso, nuca lo había visto así-, en relidad no esta por voluntad propia

Bufo, ya sabía yo.

-No me importa, que se lleven el cuerpo, que le manden una buena cantidad de dinero a su familia y un bonito mensaje.

-Soy tu socio-masculla indigando- no tu empleado.

-Eres de todo menos mi empleado Killer-menciono su nombre de clave y él bufa-, nos vemos.

Llego al club Infierno. Por suerte tengo miles de lugares para cambiarme, he dejado mi ropa informal y ensangrentada para volver a ser el respetado señor Wade.

Causo impresión tanto en hombres como en mujeres, màs en ellas.

Me siento en la última mesa del club esperando por que ella salga. Mi diosa.

La pista esta a reventar ya que todos ellos saben que hoy es su noche.

<Scarlett>

Quisiera saber quién se esconde bajo esa máscara.

Su música de rutina comienza y ella sale en su aro.

Desciende como diosa y mi polla brinca de felicidad.

Joder cuantas veces me he liberado pensando en ella.

De repente la música se detiene y todo se queda en negro. Una música distinta comienza a sonar y cuando todo se ilumina nuevamente ella esta en el centro de la pista.

Mierda, esto es nuevo.

Sus caderas se mueven tan sexys que pudiera venirme con solo verla. Sus manos recorren su cuerpo mientras se muerde los labios. Entonces todo se realentiza cuando nuestras miradas se cruzan.

<Si nena, estoy aquí>

Su baile pasa de ser de ella para ser mío, lo sé.

Ahora me baila a mí y ella sabe lo que provoca con eso.

Llego a casa pasada las 3. Am. Otra vez fui rechazado por ella y no entiendo por qué.

Sabe que la deseo y se vale de eso para rechazar mis propuestas.

Jodida mujer del demonio.

Paso por la habitación de mi niña quien duerme como siempre, mi pequeño angel. Es imposible que de tanta maldad haya salido este hermoso regalo.

La aropo un poco más y luego me dirijo a mi habitación. He perdido la cuenta de cuantas noches llevo si descansar más de cuatro horas seguidas.

Me sirvo un whisky y me despojo de toda esa ropa que me molesta. Me bebo el líquido de un solo golpe y me dirijo al baño. Una ducha fría. Mi polla esta dura como estaca pero esta vez no voy a tocarme pensando en una mujer que no quiere ni siquiera hablarme.

-¡Papi, papi, papi!-los gritos de mi niña y los golpes en mi espalda me despiertan.

-Mierda, ¿que hora es?-me giro sobresaltado.

-Mierda-repite mi bebé que ahora se baja de la cama y corre por toda la habitación

-No cariño, eso no se dice. ¡Marta!

- Si señor-mi nana llega y agarra a la niña-, Ameli, vamos a que tomes tu leche.

-Mierda-repite ella y mi nana me lanza una mirada recriminatoria.

-Hoy no me esperen para el almuerzo.

-Señor-Marta me interrumpe -, hoy es el día que la señorita Ameli empieza el cuido, usted prometió llevarla.

<Mierda es cierto>

-Esta bien Marta, yo me hago cargo.

Ella asiente y luego se retira.

Mi teléfono suena y el nombre Killer aparece en la pantalla

-¿Qué?

-Tenemos un problema Hunter.

Si dice mi nombre en clave es algo grave.

-¿Qué pasó?

-¿Recuerdas la mujer que mataste?, tiene hijos.

-Es ella-afirmo, mirando a la castaña que sonríe. Ameli juega con sus unicornios rosas.

-Sí, lleva una hora y media ahí sentada.

-Bien

-Bien, ¿qué harás con ella cuando empiece a buscar a su madre?

-Tengo un plan, Esta vez no la dejaré ir.

Killer asiente

-Vamonos.

El auto se pone en marcha, da la vuelta y pasa frente a ellas. Me quedo mirándola. Tantas veces que la busqué y ahora esta aquí.

El auto las pasa pero hago que se detenga, quiero verla más de cerca.

Me bajo del auto y mi guardespaldas principal va a imitar mi acción. Niego.

-No demoro

Me dirijo al local y voy a entrar cuando la chica que estaba con la castaña sale. Ella viene detrás y aprovecho que las puertas sin giratorias para mirarla.

Ella lo nota así que cruza su mirada con la mía. Por un breve segundo se fija en mi cicatriz. Sonrío

Mi polla reacciona.

Muy pronto Mariposa.

Termina por salir y yo por entrar.

Me quedo observándola por el cristal y ella voltea y se sorprende de encontrarme mirándola nuevamente. Cambia la vista rápidamente mientras su amiga la asusta cuando la llama. Aprovecho para salir de su alcance y noto la decepción cuando no me ve.

Yo si te veo castaña.

Ella y su amigs se van juntas.

<Así es mariposa, huye del cazador>

Dejo a mi niña en el cuido y me dirijo hacia mis otros negocios. Antes debos encontrar la solución para el problema que tengo encima. Este simplemente no va a resolverse con mandar dinero y ya, son cinco niños que necesitan su madre, aunque su madre es una prostituta alcohólica y drogadicta.

En fin, la solución es simple.

-¿Estás seguro de esto?-me pregunta Cassandra, mi niña más grande.

-Si

-¿Pero Hunter, tanto así?-mira la foto-, es bonita no lo niego, ¿pero casarte con ella?. Ni siquiera sabes quién es.

-Eso no importa, maté a su madre y ...<mi polla quiere follársela> quisiera decir.

-Vale-admite resignada-, ¿para cuando?

-Un mes.

Mi teléfono empieza a sonar y veo el nombre de Marta.

Es raro que me llame a esta hora ya que son pasada las nueve de la noche.

-¿Qué pasa Marta?

-Señor-solloza-, la niña Ameli -no escucho más.

Agarro las llaves del coche y salgo como flecha hacia abajo donde tengo mi audi. Cassandra viene detrás acomodándose los zapatos.

-Necesito que llames al hospital, no se que tiene Ameli pero no quiero esperar.

-Hecho.

Ambos montamos en el auto y ni me molesto en colocarme el cinturón. Cassandra llama a emergencias y le informa que ya nos están esperando.

Llego a casa y me encuentro con mi hija sobre Marta quien llora desconsolada.

-Solo lo probó un poco, nada más un poco.

Se a qué se refiere, chocolate.

Ameli es alérgica pero nunca a querido aceptarlo ya que dice que es su sabor favorito.

Cargo a mi niña en brazos que apenas respira y le hago señas a Cassandra para que calme a Marta.

Conduzco lo más rápido que puedo mirando por intervalos a mi niña que comienza a ponerse roja.

-Papi-tose

-Ya pequeña, ya llego. Todo estará bien-balbuceo nervioso. Ella es mi debilidad.

Llego al hospital y solo hay un médico esperando. Pedí todo un equipo.

-¿Dónde están los demás?-pregunto, enojado.

-Señor-titubea-, llegò una emergencia y...

Lo cojo por el cuello y lo levanto en peso.

-Si a mi hija le pasa algo este puto hospital quedará en llamas.

-Señor Wade-la voz de una mujer hace que suelte al médico -, su hija ya está siendo atendida .

<¿Qué, en que momento se la llevaron?>

<Cuando lo cojiste por el cuello>

-Bien

Entro al hospital guiado por la doctora que me indica donde puedo esperar. Cuando doblo la esquiba que llega a la sala de espera ahí esta ella.

Joder

Mi polla vuelve a sorprenderme.

Camino hasta ella, paso por delante y me siento a su lado. Tiene la cabeza abajo pero se que es ella, su aroma de flores es inconfundible ahora.

-Buenas noches

-Buens no-levanta su cabeza pero se queda muda. -¿Tú?

<Aquí estoy de nuevo mariposa>

-¿Yo?-me hago el desentedido-, ¿me conoce?

Ella niega

-Lo siento yo...

-¿Familiares de Sherlock?-pregunta un médico. Ella se levanta y dice un "yo" nerviosa.

-Hemos parado el sangrado y le hemos dado unos puntos-ella asiente y comienza a llorar-, dentro de unos minutos podrá llevárselo a casa.

-Gracias doctor.

-Aquí tiene el metodo y la cuenta, por favor pase a recepción para pagarla-le explica el médico. Ella solloza.

Joder quiero abrazarla.

- Si, sobre eso-intenta explicar- debo ir a casa, salí corriendo y dejé mi bolso.

-Esta bien en ese caso el paciente no abandona nuestra estancia-ella jadea angustiada ante lo que le dice el médico.

Maldito hombre

-Yo pago-me oigo decir y ya estoy sacando mi tarjeta. Ella gira sorprendida, avergonzada.

-No por favor, yo puedo pagarlo solo debo ir y...

-¿Y dejarás a tú hermano solo?-sus ojos se abren con sorpresa. Mierda, nunca me dijo que era su hermano, de hecho no me dijo nada.

-¿Entonces?-pregunta el médico de nuevo.

-Yo pago -el acepta mi tarjeta.

-Gra, gracias-balbucea-, prometo devolvérselo. Anoche me quedé en casa de una amiga y cuando regresé esta tarde nuestra madre no estaba pero prometo pagarle.

-Claro, no se preocupe.

<¿de verdad no me reconoce?>

El médico regresa con mi tarjeta y pronto sale otro con el niño. Tiene la cara roja de tanto llorar y cuando ve a su hermana sus ojos rojos vuelven a hechar lágrimas. Ella también.

Va corriendo y lo abraza. Al parecer él también es su debilidad.

Si, definitivamente amaría a Ameli.

-Gracias nuevamente señor...

-Wade, Axel Wade.

Hay una pizca de reconocimiento en sus ojos pero se disipa al instante.

-Gracias.

Asiento.

Ya sé su nombre pero quiero que ella lo diga.

-Vámonos Sherlock.

<¿qué, y tu nombre?>

Ayuda a su hermano a levantarse de la silla, el le sonríe y abrazdos caminan hacia la salida del hospital.

<Adiós mariposa, nos volveremos a ver>