Solo Mío
El baile acababa de terminar y Taehyung bajaba nervioso de aquel escenario bajo la atenta mirada del pelinegro que lo observaba con hambre, pendiente de cada uno de sus movimientos, asechando a su presa, siendo tan descarado que a nadie de ahí le cabia ninguna duda de que ese muchacho le pertenecía a el y nadie más que el.
Caminó hacia las escalas, frenando su paso cuando vio a Jin observarlo con una sonrisa burlesca, mientras asentía repetidamente.
-Que buenos movimientos Taecito...
-Callate - dijo avergonzado.
-Bien dicen que los calladitos son los peores - continúo molestando a su amigo.
-Esto es tan vergonzoso - se lamentó caminando hacia el bar y tomando un lugar ahí.
-Solo es así por qué no lo ha así hecho antes y a juzgar por aquella mirada de Jungkook no creo que se arriesgue a qué lo hagas otra vez y dejar que todos te vean.
-No ví a nadie más, solo lo observé a él, se sentía mejor si imaginaba que no había nadie más alrededor, aunque ahora que lo dices creo que es aún más vergonzoso - reconoció.
Jin se acercó a él y palmeo su espalda, dándole su apoyo, aún con su sonrisa divertida.
-Esto no es nada cielo, ya verás lo que te espera después.
-¿De que hablas?
-Solo dire que estoy seguro que para mañana tal vez caminas extraño - río abiertamente.
-¡Jin!
Ambos amigos comenzaron a reír por lo sucedido hasta que un carraspeó tras ellos los sacó de su burbuja y los hizo girarse de inmediato.
Jungkook parecía aún más enorme de lo que era, respiraba pesado mientras sus ojos se mantenían fijos en Taehyung, quien no podía evitar sentirse diminuto ante aquellos orbes negros que se veían tan profundos y tan brillantes que lo tenían cautivado por completo.
- Vamos - dijo simplemente.
-Pero... El asunto de Beom- recordó.
-Eso ya está solucionado, Yeonyun se hará cargo de el está noche, mañana resolveré todo este asunto, no debes preocuparte, no le pasará nada malo.
Las mejillas de Taehyung enrojecieron, recordó a ese chico, el que había estado junto a el en aquel privado, habían compartido unos besos y toques indebidos y ahora que lo pensaba, estaba claro que Jungkook estaba al tanto de todo eso y la sola idea le hacía sentirse nervioso.
-Esta bien...
No diría nada más, no era algo que lo beneficiaría, tal vez su Dom se molestaría con el y ahora mismo no podía pensar en otra cosa que no fuese en Jungkook entre sus piernas, lo ocurrido a parte de avergonzarlo también le había hecho aumentar esta necesidad ciega que tenía por pertenecer a ese hombre que parece desnudarlo con la mirada que le estaba otorgando en ese momento.
Jungkook se acercó a su sumiso y acarició su mejilla con delicadeza, antes de atraerlo delicadamente de la nuca y llevar sus labios hasta su oído.
-Nos vamos Taehyung, harás que explote si sigo viéndote aquí sin poder tocarte-dijo con voz grave, dejando su aliento caliente sobre la piel del sumiso.
-Si, Amo- se atrevió a decir y luego sonrió victorioso cuando vio al pelinegro separarse de el y darle la sonrisa ladina más caliente que había visto.
Jin observaba atento, se le hacía divertido que su amigo adoptara esa actitud tan coqueta con el hombre, aunque si era sincero debía reconocer que lo veía feliz y eso era lo único importante.
Se alejo de los dándoles privacidad, mientras los veía casi de inmediato comenzar a caminar hacia la salida del bar.
-¿Donde iremos, Amo?
-A mi penhouse, necesito tenerte ahí, sin ninguna interrupción- puso su mano en la espalda baja del chico para guiarlo -No tienes idea todo lo que quiero hacerte Taehyung.
El sonrojo en las mejillas del menor, se extendió rápidamente, la ansiedad y la anticipación tomaron lugar en el.
Se preguntaba si era normal que aquellas palabras le dieran tanto gusto, que le hicieran sentir necesidad por qué fuesen reales.
-Te pertenezco, puedes hacer lo que quieras conmigo...
Jungkook solo lo observó sin decir ni una palabra mientras tensaba su mandíbula, era muy difícil contener todo el deseo que sentía por su sumiso, no podía borrar de su mente aquellos movimientos y no podía pensar en nada más que tener a Taehyung sobre su regazo, moviéndose de la forma sensual en que lo hacía mientras bailaba.
Quería ese show privado, solo para el, para su Dom, el único que tenía el placer de disfrutar de su cuerpo.
Subieron al automóvil y tomaron rumbo hasta la residencia del mayor, sin decir ni una palabra.
El juego de coqueteo que mantuvieron era suficiente para ambos, quienes se regalaban toques casuales y sonrisas coquetas durante todo el camino, tentandose ente ellos mismos, estando seguros que lo que pasaría luego era deseado por ambos.
El camino fue rápido, en menos de lo que pensaron ya se encontraban en el lugar.
Caminaron hacia el ascensor, sintiendo la tensión, conteniendo las ganas que tenían de tocarse y sentirse.
Jungkook no pudo soportarlo más y sin más contención arrinconó a Taehyung en el ascensor, presionando su cuerpo sobre el del menor mientras le daba una vista perfecta de su espalda, hombros anchos y cintura estrecha, a través del espejo.
La imagen más tentadora que podría observar Taehyung, quien estaba embelesado, con sus ojos fijos en aquello, sin poder apartar su mirada.
-Separa las piernas - ordenó.
Cuando la orden fue obedecida, casi de inmediato, sonrió victorioso para luego posar uno de sus firmes muslos entre ellas y presionar la intimidad de su chico, sintiendo lo rígida que se encontraba y lo caliente que se sentía aún a través de sus ropas.
Presionó con sus dedos la cadera de Taehyung, con la fuerza justa para ejercer dominancia ante el, sin lastimarlo, sosteniendolo de la forma perfecta.
El menor gimió levemente cuando su miembro estaba siendo frotado con la pierna de Jungkook, se sentía tan inapropiado estar allí, en ese lugar, dónde habían camaras y alguien más podría ver la travesura que hacían, pero de igual forma no le importaba, eso aumentaba aún más la intensidad del encuentro, lo hacía prohibido, exitante y tan caliente que solo podía dejarse hacer por su Dom, quería que lo tomara en ese mismo lugar, que no le importara si alguien más ve, quería poder apreciar el cuerpo firme y hermoso de Jungkook, a través del espejo mientras lo tomaba.
El mayor sonrió coqueto, casi burlesco cuando vio los ojos de Taehyung fijos en su trasero, observándolo a través del reflejo.
-¿Quieres verme, quieres ver cuando te folle?- preguntó descarado.
-Quiero- reconoció.
-Entonces lo que te mostraré te va a encantar - termino de decir cuando las puertas se abrieron y el se separó delicadamente, dejando ver el espacio que se presentaba ante ellos.
Era realmente majestuoso, grandes ventanales que daban una vista perfecta a la ciudad que se iluminaba por completo con todas aquellas luces que la envolvían.
La residencia del mayor era totalmente perfecta ante los ojos de Taehyung, quien no podía disimular su curiosidad al observar cada rincón, sin siquiera prestarle atención a Jungkook, quien lo sacó de sus pensamientos cuando jalo su mano para sacarlo del lugar y llevarlo directo hasta el gran ventanal, para luego ponerse a sus espaldas y abrazarlo por la cintura.
-¿Donde quieres que te folle primero?
-Jungkook...
El llamado había salido de sus labios más como una suplica, no importaba el lugar, el solo quería ser tomado por su Dom, que reclamara su pertenencia sobre el.
-La habitación tiene algo que podría gustarte - dijo separándose para extender su mano, la cual fue recibida de inmediato.
Caminó delante de Taehyung, dándole una vista perfecta de su ancha espalda, su delicioso trasero y los muslos firmes que se tensaban a cada paso que daba.
Una vez abrió las puertas del lugar, el menor pudo ver el espacio por completo.
Una tentadora cama se posaba en medio de la habitación, cubierta por finas sabanas de seda que parecían estar allí tan perfectamente ubicadas, invitandole a enrederarte en ellas y sucumbir ante el pecado.
Los ventanales también se hacían presentes, dejando entrar las luces y dando es atmósfera tan encantadora y erótica al verse en la cima de la ciudad, al pensar en la posibilidad de el y Jungkook, follando, con las estrellas de testigo.
Cuando levantó su mirada se sonrojo fuertemente al ver los grandes espejos sostenidos en lo alto de la habitación, justo sobre la cama, y por su mente comenzaron a pasar tantas imágenes que quería que Jungkook le permitiese ver qué se sintió avergonzado de sus pensamientos.
Sobre uno de los muebles habia una pequeña camara de video, la cual observó unos segundos antes de volver su vista hacia su Dom, que lo observaba con una sonrisa mientras se mordía el labio y avanzaba hacia el como si estuviera a punto de devorarlo.
Una vez frente a frente, Jungkook levantó su mano y acaricio lentamente el rostro contrario, deleitándose con su suavidad, su calidez, hasta ahora se daba cuenta lo mucho que le encantaba tocar esa piel, lo bien que se sentía bajo sus dedos, lo increíble que parecía ante su tacto.
-¿Puedo grabarte, a ambos, cada cosa que hagamos en este lugar esta noche?
-Quisieras...
-Quiero tener un recuerdo, cuando no estás cerca, quiero masturbarme mientras veo como te folle aqui entre mis sábanas.
Taehyung se sentía algo avergonzado, pero aceptaría sin dudarlo, dejaría que el mayor hiciera cada cosas que quisiera y si era sincero le encantaba la idea de Jungkook sobre esa cama tocandose y pensando en el.
-Hazlo - dijo rodeando el cuello de su Dom y besando levemente la comisura de sus labios.
El contacto sería mínimo, pero JungKook no estaba dispuesto a eso, no después de lo dolorosa que se sentía su erección desde que vio a Taehyung bailar para el, quería joderlo, quería que se quitara la ropa frente a el, queria tantas cosas esa noche que no estaba dispuesto a dejarlo apartarse.
Sostuvo su cadera con una de sus manos mientras llevaba la restante hasta la nuca de Taehyung y lo acercaba por un beso profundo, metiendo su lengua en la cavidad, explorando y disfrutando de su boca, profanandola con urgencia, para luego separarse, dejando el rastro de salina en sus labios y limpiandolo con su pulgar.
Camino hasta la encimera y encendió la cama, apuntando justo hacia la cama, justo hacia donde quería tenerlos a ambos muy pronto, follando y gimiendo.
-Baila para mí, aquí - dijo caminado hasta la cama y sentándose en el borde - quita tu ropa mientras lo haces, seduceme Taehyung, más de lo que haces, tientame, caliéntame más aún y luego te voy a follar duro, profundo, te lo haré tan rico que pediras por más.
El menor asintió con sus mejillas sonrojadas y sin pensarlo comenzó a balancear sus caderas suavemente, tarareando en su mente la melodía, llevando un ritmo erótico que podía ver en los orbes negros que no se separaban de el, que estaba haciendo un buen trabajo.
Llevó sus dedos a su camisa, aún sin dejar de moverse comenzó a abrir los botones uno a uno, dejando ver su canela piel poco a poco.
Acarició su propio cuerpo, tocó con descaro su piel frente a Jungkook, mostrándole que el también podía jugar, podria ser un buen sumiso y acatar una orden a la perfección.
Presionó su pezones, los acaricio en círculos mientras sus ojos no se separaban de los ajenos.
-¿Esta bien lo que hago, Amo?- pregunto con voz infantil, tentando al demonio.
-Esta perfecto mi adorado Vante, sigue moviendo tu cuerpo para mí, solo para mí, nadie más puede verlo o poseerlo, solo yo, solo abrirás tus bonitas piernas para mí.
Taehyung asintió ante las palabras y llevó sus manos hasta sus pantalones abriéndolos y dejando que se deslizaran por sus piernas, para luego retirarlos por completo de su cuerpo.
Se giró, dando la espalda a Jungkook y levantó su trasero hacia atrás, cubierto hasta la mitad por su camisa, pero dejando ver lo necesario ante los ojos del pelinegro.
Levantó la camisa mientras movía de un lado a otro sus caderas, enseñando su esponjoso trasero, llamándolo a tocarlo, a poseerlo sin piedad.
El mayor sobó descarado su erección, metiendo su mano dentro de sus pantalones y masturbándose mientras apreciaba las acciones de su sumiso, imaginado que era el menor quien estaba dándole placer.
Su mano no era suficiente, necesitaba a Taehyung de rodillas para el, quería joder su boca fuerte, sentir su lengua húmeda rodear su falo y dejar que comiera su miembro a su antojo.
-De rodillas, justo aquí - abrió más sus piernas y sacó su miembro de sus pantalones, enseñándoselo - Mételo a tu boca, quiero que me chupes- ordenó.
Taehyung sonrió satisfecho al escuchar con tanta necesidad esa orden, era justo lo que quería, complacerlo, que dejara que le diera placer, quería atender a su Amo y lo haría de inmediato.
Avanzó hasta el, balanceando sus caderas para luego caer de rodillas entre sus piernas, llevando sus manos a los firmes muslos dónde acarició lentamente, recorriendolos por completo llegando cerca de su falo, el cuál lamió desde la base hasta la punta, sin apartar sus ojos de los contrarios.
-Sabes delicioso, Amo- dijo antes de llevar su lengua hasta la punta del miembro y lamer el presemen que brillaba sobre esta.
Abrió su boca lo más que pudo para engullir casi por completo la intimidad, haciéndola desaparecer entre su labios y envolviendo la base entre su puño para cubrir el total de la carne que le estaba siendo entregada.
Subió y bajo diligente, envolviendo su lengua en la longitud, dejando su saliva sobre esta, la cual ayudaba a qué el trabajo se hiciera de mejor forma, se deslizara más fácil en su cavidad.
JungKook tiró su cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación, sintiéndose endurecer cada vez más en la boca de su sumiso, mordiendo sus labios fuertemente mientras trataba de controlar las sensaciones, lo bien que se la estaba chupando, lo rico que se sentía en la humedad de esos labios.
Llevó su mano hasta la nuca de Taehyung y la rudeza se hizo presente, embistiendo su boca descuidadamente mientras lo veía con sus ojos llorosos, pero sin poner ninguna objeción a tal acto.
Quería correrse en su cavidad, llenarlo con su escencia y luego joderlo una y otra vez, hasta que ambos cayeran exhaustos sobre la cama.
Aceleró sus movimientos, sosteniendo con ambas manos la cabeza de Taehyung, enredando sus dedos entre sus cabellos y buscando su liberación, la cual llegó violentamente, llenando la boca del sumiso, quien tragó rápidamente, mientras algunas gotas escurrían por la comisura de sus labios.
Una vez se vio satisfecho y su miembro se sentía liberado, cogió a Taehyung por sus caderas y lo levantó con facilidad para dejarlo sobre su regazo y tomar sus labios en un beso demandante, sintiendo su propia escencia en ellos y disfrutando del contacto.
-Eres muy bueno.
-¿Lo hice bien?
-Muy rico - reconoció.
-Merezco un premio, Amo, ¿No crees?
- Te dejaré montarme, quiero que saltes sobre mi polla, necesito ver cómo te auto-penetras, como buscas el placer con mi cuerpo.
Separó las nalgas de Taehyung para llevar uno de sus dedos a la húmeda entrada y pasarlo con descaro sobre esta, ingresandolo lentamente, entrando y saliendo de ella, jugando y preparando.
-Quiero sentirte así, sin preparación, quiero dolor y placer, Amo- pidió.
Jungkook asintió complacido mientras alineaba su pene en la intimidad, solo metiendo la punta palpitante al hacer contacto con el cálido interior.
-Hazlo, tomalo- dijo recostando su cuerpo hacia atrás, dejándose a disposición de su sumiso - mira nuestro reflejo mientras lo haces, se que quieres ver cómo entro en ti, como tragas mi polla con tu culo.
Esas palabras habían hecho gemir inconsciente a Taehyung, realmente lo quería, quería ver el acto, quería detallar cada una de los movimientos, verse profanado por el grueso falo que ahora estába ingresando a su interior, mientras se sostenía del firme pecho de Jungkook y llenaba su interior con la carne palpitante que tenía a su disposición.
Se sentó de golpe sobre el miembro, haciendo que su interior fuese llenado por completo, de una sola estocada y un grito de dolor y placer salió de sus labios, justo como quería, justo como había pedido, como necesitaba.
Sus ojos fueron hasta el espejo, dónde encontró los ojos contrarios fijos en el, entonces no espero más, comenzó a saltar sobre el falo con desespero, viendolo perderse una y otra vez en su interior, pensando que era lo mas maravilloso que había visto, que había sentido.
-Amo, que rico se siente - reconoció.
-Muy rico- afirmó - temo no dejarte ir nunca de mi lado, joderte para siempre - dijo sosteniendo las caderas de Taehyung, quien no detenia sus movimientos en ningún momento.
-No me dejes ir, solo quiero pertenecerte a ti - dijo entre gemidos, antes de buscar los labios de Jungkook y besarlo a su antojo, sin pedir permiso, solo disfrutando como quería hacerlo.
JungKook lo levanto sin previo aviso, sacándolo de encima de el para cambiar las posiciones.
Bajó de la cama y tiró de Taehyung para que quedara con sus manos sobre el colchón y su trasero en alto, ingresando en el fuerte y profundo mientras observaba el reflejo y se deleitaba de la vista de su pene desareciendo en el interior de su pequeña perdición.
-Me encanta follarte.
-No te detengas, se siente tan bien - pidió entre gemidos.
-Quedate conmigo, no dejes que nadie más nunca pueda poner una mano sobre ti, déjame ser solo yo quien te posea día y noche, quien te tome en cualquier ocasión, quien profane y corrompa tu cuerpo hasta volverlo un desastre.
-Lo hago - dijo empujando sus caderas hacia atrás, al encuentro de las brutales embestidas del pelinegro - Solo quiero que tu polla sea la que me llene, que tus labios sean los que me besen y solo tus manos sean las que toquen mi cuerpo - dijo agitado.
Unas sonoras nalgadas retumbaron en la habitación, el descontrol de Jungkook llegaba a su límite, no quería detenerse, no quería parar de follar a su sumiso, no hasta que ya no pudiera más, hasta que suplicaras por correrse, hasta que ambos estuviesen satisfechos.
Lo sostuvo de su cuello levantandolo de su lugar y pegando su espalda a su pecho, para posteriormente empujar su cabeza hacia atrás, dejándola apoyada de tal forma sobre su hombro que los ojos de Taehyung se encontraban directamente viendo hacia el espejo, cintemplando la forma brutal en que su cuerpo era tomado, tan perfecto, tan sublime que sentía que no podía controlar más su orgasmo, lo sentía crearse en su vientre bajo, poderoso, a punto de explotar.
Jungkook llevó su mano hasta el miembro del menor y comenzó a masturbar mientras continuaba con sus empujes, besando su cuello, mordiendo su piel y dejando sus marcas.
-Me estás apretando la polla tan delicioso, bebé, sigue así, comela con tu perfecto culo, has que me corra en tu interior.
Taehyung sin pensarlo tenso su trasero, haciéndolo perdido, intentando apretar aún más el miembro del contrario.
Siguieron con sus movimientos, sin detenerse, siendo descuidados mientras gemian y maldecian por lo fuerte que el orgasmo estaba comenzando a hacerse presente.
Se corrieron juntos, entre mordidas y besos por parte del pelinegro que no lograba estar separado de la piel de su chico, quería dejar sus marcas, quería que cada que Taehyung se mirara a un espejo, recordara quien era el único que podía volverlo un desastre, quien era el único que tenía derecho a follarlo, a tomarlo una y otra vez, duro y delirante.
Ambos cuerpos cayeron sobre la cama, Jungkook se deslizó fuera del interior de Taehyung y movió su cuerpo hacia un lado para no aplastarlo.
Acarició su espalda con delicadeza, sintiendo este nuevo fuego que estaba ardiendo en su interior, este peligroso descubrimiento que lo ponía en una situación bastante desfavorable para el, una que lo hacía sentir que habia caído, que el mismo había perdido el juego y que ya no había marcha atrás, no cuando su corazón estaba latiendo tan rápido mientas observaba aquel bello angel que respiraba agitado mientras trataba de reponerse de lo vivido.
-Eso fue... Tan bueno - reconoció Taehyung sin abrir sus ojos.
- Lo fué - dijo tragando con dificultad, sin poder apartar sus ojos del menor.
-Debemos darnos un baño...
-¿Entraras ahí conmigo aun sabiendo que podría volver a tomarte?
-Si...- reconoció.
Dió una fuerte nalgada en el trasero de Taehyung, antes de ponerse de pie, sonriente, observando las marcas y mordidas que había dejado sobre la piel del contrario.
-Vamos, hermoso Vante, esto aún no ha terminado - reconoció ignorando el palpitar rápido de su corazón, como si hubiese hecho un nuevo descubrimiento y se sintiera un tanto asustado.
Vio a Taehyung ponerse de pie, sonreírle tan bonito que pensó que volvía a caer por segunda vez aquella noche sin poder evitarlo.
Tan ajeno a la tormenta que se desataba en el interior de Taehyung, quien también se sentía extraño, pero de una forma aterradora, como si lo que más tenía que pasara, se estaba haciendo presente, como si hubiese entendido que no había vuelta atrás, que los sentimientos see estaban haciendo presente y que lo que más temía era inminente, no podría controlarlo.
-Soy tuyo...- dijo sin más.
Jungkook sonrió inconcientemente mientras tomaba su mano y los guiaba a ambos hacia el baño, sonriendo como idiota, sintiéndose el idiota más grande, al saber que para bien o para mal, las cartas ya estaban echadas.
Gracias por la espera ❤️
Este capitulo quise hacerlo mas largo en agradecimiento por esperar mi actualización y por lo bonitos que son al apoyar mi historia, mil gracias ❤️
🌸 ErLith_ 🌸
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