Sin duda alguna ver cómo a cada paso aquel hombre se acercaba hacia el lo hacía sentir nervioso, ansioso, y avergonzado por verse como si fuera realmente un pequeño corderito que los lobos querían comer.

— ¿Te importa si me siento?— habló el hombre llegando junto a el.

Taehyung lo observó unos momentos antes de hablar, era realmente sorprendente, muy atractivo.

—Adelante — dijo sin más.

— Mi nombre es Sunghoon ¿A quien tengo el gusto de conocer?

— Vante — respondió rápidamente.

No le había dado su verdadero nombre a Guk, aunque estaba seguro por lo que creyó escuchar que ya lo sabía, tampoco se lo daría a este nuevo desconocido.

— Eres hermoso.

—Gracias — sus mejillas se sonrojaron.

— ¿Sabes que es peligroso para un precioso chico andar por aquí sin una correa?

Al parecer los hombres en ese lugar eran bastante atrevidos y descarados.

No hacía ni dos minutos que lo conocía y el sujeto ya estaba ofreciendo, sutilmente ser su Dom.
Al menos eso le daba a entender con el asunto de la correa, si recordaba al chico anterior, Beomgyu.

—Estoy bien sin una — respondió.

— Mientras mas tiempo estes aquí — dijo el hombre inclinándose hacia delante para quedar más cerca y llevando su mano al muslo de Taehyung — verás que es mejor llevar una, yo podria poner una en tu cuello, tu solo debes ser mío y ser obediente — dijo descarado.

El menor trago grueso, el tipo lo intimididaba, pero de buena forma, habia algo en el que le causaba desconfianza.

—¿Y que termine como tú anterior sumiso?— pregunto una nueva voz junto a ellos.

—No es tu problema Yeonyun — contestó molesto el hombre.

— Lo es cuando nos causas problemas, el jefe no está feliz al saber que estás aquí. — se veía enojado— viene llegando al bar, quiere que vayas a su  oficina y yo que tú no le discutiría, al parecer hoy no es un buen día y sabes que cuando está molesto es mejor no contradecirle.

Sunghoon bufó molesto por la interrupción y por la reciente orden de ver al diablo mayor, el rey de todo ese maldito infierno, pero no podía discutir, no cuando la orden venía de el, del mismísimo demonio, dueño del Nirvana.

Se puso de pie con finjida tranquilidad mientras acomodaba el saco de su traje y hacía una reverencia hacia Taehyung.

— Un gusto belleza, se que volveremos a encontrarnos, solo espera — dijo antes de caminar lejos de ellos y comenzar a subir las escalas hasta la segunda planta del bar.

El menor respiro aliviado, el tipo lo ponía de los nervios.

—¿Me aceptas un trago? — escuchó y observó al contrario con sus ojos amplios — vamos hermoso, te lo dije apenas llegaste, muchos lobos estaremos al asecho está noche, yo no soy la escépcion — sonrió ladino.

Taehyung asintió, aceptando la invitación, después de todo por eso estaba ahí, para explorar, para tener nuevas experiencias y no lo lograría si seguía negándose a las interacciones.

— Ven — dijo Yeonyun extendiendo su mano hacia el.

El menor la aceptó y se puso de pie, siendo guiado casi de inmediato entre las mesas para subir a un pequeño palco lleno de cortinas, donde pudo darse cuenta que eran una especie de apartados, una area más privada para las parejas, lo cual hacía que su nerviosismo solo aumentara el triple.

Entraron a uno de ellos y Yeonyun cerró cuidadosamente las cortinas, dándoles algo de privacidad.

Pudo ver qué allí dentro había una pequeña mesa con varias botellas de licor sobre ella y algunas copas y vasos, como si el lugar estuviese por completo preparado para no tener que salir en busca de nada.

Yeonyun lo observaba atento, esperando el momento para saltar sobre el, estaba convencido de que el chico nuevo podría ser un buen sumiso, le encantaría enseñarle los placeres de la carne y hacerlo suyo.
La sola idea mantenía su creciente erección, una que había comenzado cuando lo vio por primera vez, presionando sobre sus pantalones y haciéndose evidente  para el contrario, quien bajó su cabeza avergonzado por haber observando de más.

— No te avergüences — dijo caminando hacia la pequeña mesa y sirviendo dos copas de vino.

Se acercó hasta Taehyung y le extendió una, la cual el tomo de inmediato, necesitando algo de alcohol para lo que estaba seguro  estaba por pasar allí.

Hace un día atrás seguía siendo el inocente Taehyung y ahora estaba ahí, en un lugar privado con un Dominante que estaba seguro en cualquier momento lo devoraría sin pudor, podía avertirlo en aquella mirada oscura que estaba recibiendo.

— Siéntate — más que petición, se escuchó como una orden.

El tembloroso chico acató de inmediato, sin comprender su actitud por completo.

La noche anterior, con aquel hermoso pelinegro había sido igual, totalmente sumiso y obediente, aunque la vez anterior estaba aquel fuego que se posaba en su interior cada vez que la voz de Guk se hacía escuchar.

Está vez, no sentía tal necesidad, pero la atracción hacia ese chico, Yeonyun estaba, no en la misma intensidad que con Guk, pero si existía.

Se recostó sobre los cojines que estaban regados por el piso, dejando su cuerpo inclinado hacia el lado, con su cadera presionando la superficie y uno de sus codos haciendo el soporte perfecto para la postura, bastante tentadora a ojos del mayor, quien podía apreciar sus curvas a la perfección.

Yeonyun tomó un sorbo de su copa y luego paso su lengua descarada sobre sus labios, dejándolos húmedos manteniendo  la mirada de Taehyung sobre ellos.

Sin pensarlo llevó su mano hasta los cabellos del chico y acaricio lentamente, solo pasando la yema de sus dedos mientras lo veía cerrar sus ojos y recibir la caricia por completo.

Decidió que iba a avanzar un tanto más con aquel inocente chico que a pesar del temblor en su cuerpo no estaba poniendo resistencia a su toque.

Deslizó sus dedos por la suave piel, haciendo un camino hasta las marcadas clavículas, dónde sus ojos pudieron captar aquellas marcas, haciéndole fruncir el ceño al darse cuenta que otro Dom ya habia hecho lo suyo con ese delicado cuerpo y que el muy mentiroso, lucia allí, como si fuese la cosita mas inocente que había, eso solo lo motivó a querer ir mas allá, a demostrarle que el podia ser mejor que aquel que habia tomado su cuerpo primero, solo esperaba que no se tratara de nadie del bar o habrían problemas.

Tomó ambas copas y las dejó sobre la mesa, para casi de inmediato acercarse hacia Taehyung, empujándolo levemente para dejarlo de espaldas sobre las suaves almohadas y ponerse sobre el, internandose entre sus piernas y presionando su firme cuerpo en el contrario, mientras sus labios iban a aquel cuello y comenzaban a besar y sus manos hacían su trabajo  sosteniéndolo por completo.

Sus rostros quedaron frente a frente, listos para fundir sus labios y comenzar con aquel juego que mantenía al mayor complentamente exitado y ansioso de llevar a a cabo.

Acercó sus labios y lamió sobre los contrarios, dejándolos húmedos llevando una de sus manos hacia  el trasero de Taehyung, apretando y acariciando con dominancia, mientras sentía que el menor respiraba agitado bajo su cuerpo.

Estuvo a punto de internar sus manos entre sus ropas cuando fueron interrumpidos desde fuera de las cortinas.

—Yeonyun, el jefe quiere verte ahora, más te vale no hacelo esperar, está furioso.

—¡Maldicion! — reclamó separándose levemente — espérame aquí bonito, volveré cuánto antes— dijo besando por última vez sus labios.

Taehyung solo asintió ante las palabras y una vez se vió liberado, se sentó con rapidez y acomodó sus ropas, para comenzar a salir de allí, quería volver a casa, almenos escapar de aquellos lobos hambrientos.

Había vuelto a la realidad y un balde de agua fría había caído sobre al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

Había Sido atrevido la noche anterior, había estado con un completo desconocido, pero por alguna extraña razón aquella idea ahora no le parecía tan tentadora y solo le hacía querer huir, lejos de todo ese lugar.

Gracias por leer ❤️

🌸 ErLith_ 🌸