Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Hogar

—Entra, amor — pidió el pelinegro con su mano extendida hacia Taehyung en el umbral de la puerta — Está es tu casa desde hoy.

El menor se sentía algo nervioso, había estado allí antes pero esto era totalmente distinto porque está vez estaba seguro que no se iría de ese lugar y la ansiedad e impaciencia por pensar que tal vez eso solo dañase su relación, lo estaba llevando al límite.

— Podría volver a mi casa, puedes cuidarnos de igual forma — respondió abrazandose a su mismo.

—No es una posibilidad, ya están aqui, no los dejaré irse de mi lado, nunca, son mi familia — afirmó acercándose a el y tomando sus brazos para hacerlo soltar su cuerpo y reemplazar la acción con su anatomía.

Llevó su mano hasta la nuca de Taehyung dónde acarició con dulzura mientras apegaba su rostro hasta su pecho, cobijandolo en el lugar, haciéndole sentir los rápidos latidos de su corazón.

—No quiero que termines por aburrirte de mi al tenerme siempre aquí…

—No hay posibilidad alguna de que eso pase.

La respuesta sin dudas y tan rápida hizo sonreír a Taehyung, realmente amaba a ese hombre y sentirse correspondido aún con más intensidad llenaba su corazón por completo.

Su experiencia familiar no había sido buena, nunca tuvo un lugar al cual llamar hogar y tener a JungKook queriendo hacerlo parte de uno, del suyo propio le hacía descubrir un nuevo sentimiento, que no era para nada incómodo, se sentía correcto, tal como debía ser.

—Te amo Jungkook — dijo rodeando la delgada cintura del hombre y apretándolo contra si.

—Y yo te amo a ti Taehyung, a ambos, a ti y a mi hijo lo amare siempre — afirmó— vamos cariño, prepárate algo de comer para ustedes — dijo separándose levemente tomado su mano y caminando hacia la cocina.

Una vez ahí separó uno de los taburetes de la barra, invitando al menor a sentarse sobre el y esperar por su pareja, quien sería el encargado de atender a su hermoso chico que ahora mismo no podía dejar de observar.

Para Jungkook, Taehyung era un hombre sumamente hermoso, podría jurar que jamás había visto un hombre así de bello, sin duda alguna estaba en su número uno en el mundo, no tendría rival jamás.

—¿Debería llamarle a Jin?— preguntó — debe estar molesto de que no lo esperamos en la clínica, los hiciste ir allí y nos fuimos.

— Está bien, ya lo hice— sonrió — me disculpé por el abandono y  les dije que podían venir aquí, cenaremos los cuatro, y hablamos tranquilos.

—Gracias…— respondió sonrojado por lo atento que era su novio— eres muy considerado, en serio te lo agradezco.

—Lo que te haga feliz, lo que te haga bien y lo que necesites siempre lo tendré para ti, solo debes decirlo, amor, no sientas vergüenza de pedir o decir lo que quieras.

—No quiero abusar de ti… te lo dije, no tengo interés en lo que tienes, solo te quiero a ti.

— Y lo se, hermoso— dijo separado las piernas de su novio e internadose entre ellas — Pero es lo justo, por dejarme tenerte, por dejarme amarte— besó sus labios castamente — solo dejame consentirte, quiero hacerlo.

—Ya lo haces, solo déjame hacerlo tambien— rodeó su cuello con sus brazos— no puedo darte materialmente lo mismo que tú puedes darme a mi, Pero puedo darte mi amor y mi corazón, tomalos, te pertenecen a ti por siempre — afirmó sin despegar sus ojos de los contrarios.

—Es todo lo que quiero, no podría pedir más, contigo tengo todo lo que necesito para ser feliz, Taehyung.

Lo acercó mínimamente por sus caderas, apegandolo más a su cuerpo y besándolo de forma profunda, saboreando sus labios a su antojo y dejándolos enrojecidos por la intensidad de aquel encuentro.

El estómago de Taehyung hizo un sonido gracioso, pidiendo por comida y Jungkook solo pudo reír por lo sucedido haciendo que el menor se avergonzara.

Se separó de el lentamente y volvió a dejar un rápido beso sobre sus labios antes de eliminar el contacto por completo, ganándose un puchero por parte de su novio.

—Perdon mi amor, ya te preparo algo de comer.

—Puedo hacerlo yo, puedo cocinar para ambos.

—Claro que puedes, aquí puedes hacer lo que gustes, pero justo hoy no — dijo divertido — yo estaré encargado de la cocina y me ocuparé de que tú y nuestro bebé no pasen hambre, soy un muy buen cocinero, ya verás.

Sin esperar una respuesta giró su cuerpo y comenzó a moverse de un lado a otro en la cocina, con destreza, siendo observado por su novio que solo podía sonreír y sentirse cada vez más enamorado por el maravilloso hombre que tenía.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no vió el pote de helado que era puesto frente a el junto de una cuchara y un sonriente pelinegro que lo observaba con amor

—No es un alimento decente, pero debería servir mientras está la comida, les hará bien comer algo dulce, dicen que si estás en estado es muy satisfactorio darte estos gustos.
Voy a llenar esta casa de muchas cosas deliciosas que puedan comer, solo dame un día, viví solo por mucho y aquí puede ser que las cosas no marchen perfectas aun, pero las haré funcionar.

—Nos harás engordar en exceso — dijo acercando el pote y tomando la cuchara.

—Te verás hermoso con tu pancita, además — observó el pequeño rastro de helado sobre los labios de su novio y lamió descarado — siempre puedo ayudarte a bajar, creeme que puedo mantenerte muy ocupado, el ejercicio corre por mi cuenta — aclaró dejando a Taehyung avergonzado y sonrojado por la acción y la palabras.

Jungkook reía victorioso por el efecto que tenia en su hermoso chico.

El teléfono de Taehyung anuncio una llamada e interrumpió aquel momento.

Su ceño se frunció al darse cuenta que el número que aparecía en aquella pantalla, no lo había llamado durante tantos años y que lo hiciera ahora solo significaba problemas.

—Lidia…— dijo inexpresivo.

—Soy tu madre, Taehyung, deberías guardar algo de respeto al dirigirte a mi.

—¿Que quieres? — dijo ignorando las palabras de la mujer.

—Necesito dinero, eres mi hijo, debes ayudarme.

El pelinegro se acercó intrigado por saber con quién hablaba Taehyung y porque se veía tan molesto, no le hacía ninguna gracia que estuvieran perturbando su tranquilidad.

—Dejame pensar— dijo serio — no se de ti en que, ¿Tres años? Y te crees con el derecho de llamar y exigir dinero, como si en realidad te debiera algo— se puso de pie mientras masajeaba su sien.

—Me debes la vida.

—Gracias por eso, supongo, pero no te debo mas nada, no vuelvas a llamarme, no mereces si quiera dirigirte a mí— dijo a punto de colgar pero siendo interrumpido por la molesta voz de la mujer.

—Tu hermana necesita ayuda, ella no tiene la culpa de nuestra fallida relación.

—¿Mi hermana? Mira, no sabía que tenía una hasta hoy, me imagino que ella tampoco sabía de mi, deberíamos mantenerlo de esa forma, no me interesa tener un vínculo con ninguno de ustedes, no molesten, has como si yo no existiera, lo hiciste desde que nací, manténlo así, Lidia, no quiero saber de ustedes— dijo antes de finalizar la llamada, consciente de que esa mujer no se rendiría, y seria un dolor de cabeza constante.

Arrojó el teléfono sobre el sofá y cerró sus ojos unos segundos antes de girarse hacia su hombre que lo observaba atento, con la clara señal de que necesitaba saber que ocurria.

—¿Quien es lidia?

—Mi madre — dijo con desagrado.

—¿Tu madre? Nunca te escuché hablar de ella…

—Es porque no forma parte de mi vida, nunca lo hizo, pero se empeña en joderlo todo cada cierto tiempo.

El pelinegro se acercó a él y lo abrazo con delicadeza unos segundos antes de separarse y llevarlo de vuelta a la cocina, justo dónde lo había dejado anteriormente antes de acercarle el helado y sonreír tranquilo.

—Para que te buscó — preguntó calmado.

—Dinero, es para lo único que le soy útil, siempre ha sido así— habló sincero — lo hacía cuando era un niño, me usaba para sacarle dinero a mi padre y lo sigue haciendo ahora, cada cierto tiempo.

—Cuanto.

—No Jungkook.

—Dime cuánto y lo tendrá, haré lo que sea para que no vuelva a molestarte.

—No lo entiendes, si le das dinero solo causaras que quiera mas, sabra que podrá venir aquí perturbar mi paz y tu le darás lo que quiere.

—El dinero no es un problema para mí.

—Lo se, pero no quiero volver a verla, si te conviertes en su fuente de dinero no podré librarme jamás de ella, y sinceramente no podría lidiar con esto, no cuando alguien que es ajeno a nosotros está sacando provecho de nuestra relación.

—¿Tienes una hermana?

—Ni siquiera lo sabía.

—¿Que quieres que haga?

— Quiero que no caigas en el juego de lidia, que no le des ni un centavo y que solo la ignores, que siga su vida y que no le des el poder de sacar provecho de ti— pidió cansado.

JungKook entendió el estrés que generaba ese tema en su novio y no iba a presionar las cosas, tampoco iría en contra de alguna de las decisiones de su pareja, haría lo que el le pidiera.

—Esta bien, no le daré nada, pero si te encuentra, me dejaras arreglar las cosas a mi modo.

—¿Tu modo es con dinero?

—En parte — rió — puedo hacer que no tenga la libertad de acercarse nunca más a ti, y para eso necesito mi dinero — aclaró.

— Está bien, pero no quiero que le des dinero directamente a ella, no lo merece.

—Se hará como tú lo digas mi amor, no te preocupes.

Se acercó a besar su frente antes de girarse a ver la comida que ya se encontraba casi lista, sonriendo cuando en una rápida mirada vio a su novio comiendo el helado mientras hacía un leve puchero.

— ¿Jin llegará pronto?

— Ya están aquí, Namjoon me envió un mensaje, si quieres puedes abrir la puerta, bebé.

Taehyung se levantó de su lugar feliz, casi corriendo hacia la entrada de la casa para abrir la puerta y observar a Jin y Namjoon caminando hacia él.

Nada más tenerlos cerca se lanzó a los brazos de su amigo, quien lo sostuvo firmemente para no dejarlo caer y le devolvió el acto con la misma emoción que lo había recibido.

—Jin, te extrañe — dijo sonriente.

Namjoon paso por su lado sonriendo antes de dirigirse hacia Jungkook.

—Te la pasas puro cogiendo Taecito, ya no tienes tiempo para la amistad, sin contar que me dejaste preocupado al no encontrarte en esa clínica donde nos citó JungKook.

El contrario se sonrojó por las palabras y bajó su rostro mientras se separaba de su amigo.

— No lo hago tanto… y por lo otro discúlpame, queríamos venir a casa, al menos Jungkook los invito a venir.

—No vemos la suerte entre gitanos, cariño, de que coges como conejo, eso no hay dudas… gracias por la invitación Jk.

Ambos amigos sonrieron mientras se acercaban a sus novios quienes ya tenían los platos servidos y los esperaban para tomar asiento y comer la deliciosa comida.

—¿Hay alguna razón para que el rey del infierno nos invite a su casa?— preguntó Jin.

Taehyung sonrió pequeño, ansioso por contarle a su amigo las nuevas noticias.

—De hecho si …

—¿Estás enfermo, por eso estabas en esa clínica?— pregunto observando atento a su amigo.

—Enfermo no es la palabra Jin… más bien estoy… embarazado….

—No jodas — se rió abiertamente — no hagas bromas Taecito que me va a dar algo.

JungKook lo observó enojado, mientras Namjoon palmeaba el hombro de su novio para hacer que dejara de reírse.

—Creo que es real, cielo— le dijo calmado.

Jin se puso de pie, completamente pálido, observando a su amigo de arriba a abajo, buscando algún indicio de que estuviera bromeando.

Jamás había escuchado de un hombre en estado y esto lo tenía realmente sorprendido.

—Tae…

—Es real Jinnie, soy un doncel al parecer y puedo dar vida— sonrió.

—Wow— soltó dejando caer su cuerpo sobre la silla nuevamente — sabía que eras especial, cariño, pero no tanto— dijo está vez sonriendo dulcemente antes de tomar la mano de su amigo por sobre la mesa y acariciarla — es sorprendente ¿Estás bien con esto?

—Perfectamente, Jungkook y yo lo haremos bien, estoy seguro.

Recién ahí, con aquella afirmación, Jin se atrevió a ponerse de pie e ir hasta donde su amigo para abrazarlo y felicitarlo por la reciente noticia, mientras Namjoon hacía lo mismo con Jungkook, quien sonreía como un niño pequeño, realmente feliz.

— Entonces hay que celebrar — respondió Jin levantando su copa— felicidades por esta nueva vida y cuenten con nosotros para lo que necesiten, saben que estaremos para ustedes siempre— aclaró.

JungKook asintió ante las palabras y levantó su copa para hacer lo pedido.

Los cuatro se mantuvieron felices y sonrientes por la nueva noticia y por el hecho de que ese embarazo sería algo nuevo para todos, y que tenian mucho que aprender y sentirse bendecidos por tener el privilegio de ser partícipes de lo que vendría.

Asegurando que cada uno tendría su labor, y cada uno se apoyaría de la mejor forma para que ese bebé que venia en camino, fuese el niño más feliz del todo el mundo, uno que tendria unos tíos consentidores que estaban dispuesto a cuidar de él y de sus padres, tanto como les fuese posible.


Perdón la demora, espero que le guste el capítulo y como siempre les digo, mil gracias por seguir leyendo.

🌸ErLith_🌸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro