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Castigo

Dedicado a:
YersidadelCarmenMeja

joongTae

Debi_87

Al entrar a la que suponía era la residencia del hombre que ahora mismo lo privaba de su libertad, su estómago se había revuelto por completo, el aroma del espacio era sin duda repulsivo.

Envases de comida regados por doquier, seguro de que la fecha de caducidad había pasado hace mucho.

El olor a cigarrillo mezclado con todo lo demás, estaba provocándole unas inmensas ganas de vomitar.

Cuando fue arrojado sobre el sofá, sin nada de delicadeza, tuvo que cubrir su boca y nariz para evitar que la sensación y la necesidad por vaciar su estómago se hiciera insostenible.

—¿Ves lo que hicieron?— preguntó mientras prendía un cigarrillo — me quitaron mi fuente de desestres y me convirtieron en esto, ya ni siquiera me reconozco — bufó.

Caminó hasta la mesa y cogió uno de los vasos que estaban sobre ella, completamente sucio y aún así tomó el resto de licor que se encontraba en el interior.

—El único culpable de esto eres tú, no trates de poner sobre los hombros de los demás tus faltas.

La mueca de desagrado que se había posado en su rostro era notoria, odiaba al pelinegro y ver a Taehyung defenderlo, solo hacía que su odio también fuera dirigido a él.

—Jeon es el culpable, se cree el puto amo y no es más que un infeliz con suerte, pero haremos algo al respecto— dijo está vez observando con malicia a Taehyung— me quitó mi fuente de sexo, creo que es lo justo tomar lo que necesito de su sumiso, no creo que tenga problemas, siempre puede buscar uno nuevo cuando este ya esté usado— escupió burlón.

—Ni lo pienses, jamás permitiría que alguien tan desagradable como tú me ponga una mano encima.

—Eso no lo decides tú, además si aceptaste ser el sumiso de alguien, no puedes jactarte de digno, sigues siendo una puta como todos los otros, no debería presentar problema que abras tus lindas piernas para mí— aseguró despectivo.

Comenzó a acercarse a Taehyung mientras sacaba su camisa de entre sus pantalones y comenzaba a desabotonar está sin separar su vista del doncel.

Taehyung se puso de pie y se alejó del hombre, buscando algo de refugio en uno de los rincones de la sala y observando algo que pudiera servirle de arma para defenderse de lo que estaba seguro que pasaría, si no hacía algo al respecto, lo único que tenía seguro es que nunca dejaría de luchar, protegería su integridad y la de su hijo por sobre todo, aún sabiendo que estaba casi perdido.

Confiaba en Jungkook, él jamás lo dejaría solo, lo buscaría y  lograría dar con su paradero.

La llamada aún seguía en curso y el receptor de esta respiraba agitado, con su mandíbula endurecida, dispuesto a llevarse a dios por delante con tal de proteger a su familia.

Taehyung sostuvo su vientre, poniendo sus brazos alrededor de el, protegiendo a su hijo y esperando que por alguna gracia divina, esa puerta se abriera y entrara por ella su novio, el único hombre que tenía permitido tocar su cuerpo y poseer su existencia.

—Si pones resistencia será peor para ti, precioso— aclaró con una calma bastante perturbadora antes de llegar hasta él y acorralarlo entre su cuerpo y la pared, dejándolo sin escapatoria.

El aroma de aquel hombre que invadía su espacio personal, era repulsivo.

—Alejate— dijo con voz temblorosa — no hagas esto, solo vas a hacer que te maten, mi novio va a matarte cuando te encuentre y estaré feliz de que así sea — trató de verse confiado.

—Tu estúpido dueño no hará nada, el solo es poderoso en su bar, fuera de el es como cualquier otro mortal— escupió burlesco.

Sin pensarlo, Taehyung levantó su rodilla y golpeó con firmeza la entrepierna del hombre, haciendo que este se inclinarse por el dolor, mientras sostenía su zona baja y le daba chance al menor para empujarlo hacia un costado y luego correr hacia la salida.

Una vez abrió la puerta de aquella casa, impactó de lleno con una dura superficie, firme como una roca que olía a la fragancia que más amaba, la que le daba protección, la que le hacía sentir seguro.

Jungkook, su Jungkook estaba allí, sosteniéndolo con posesión mientras respiraba agitadamente hundiendo su rostro en sus cabellos, buscando el consuelo por la preocupación que había sentido y que ahora mismo solo se presentaba en una rabia sin medida que apuntaba directamente al bastardo que comenzaba a recomponerse y que lucía tan pálido como una hoja de papel mientras lo observaba, como si supiera, al fin, que acababa de firmar su sentencia de muerte, pero siendo tan estúpido, para hacerse el valiente aún teniendo claro su final.

El pelinegro separó a Taehyung de su anatomía con delicadeza,
acariciando sus mejillas y observando cada espacio de su rostro, buscando alguna señal de que lo hubiera lastimado, alguna señal de que el infeliz se atrevió a tocarlo.

Había escuchado cada una de sus palabras a través del teléfono, así como también el quejido lastimero del hombre mientras corría hacia la entrada, confiando en que aquel sonido había sido producto de alguna forma de defensa de su chico, lo cual comprobó al llegar allí y lo hizo sentir aunque sea un poco de alivio luego de la desesperación por llegar a su lado.

—Ve con Namjoon — dijo dulce— no quiero que veas esto, las cosas se pondrán feas — aseguro antes de tomarlo de su brazo, suavemente y llevarlo hasta su mejor amigo, quien le entregaba el arma a vista y paciencia de Taehyung — Cuídalo, esto no tardará nada— habló con una voz tan profunda que su novio parecía haber temblado por el aura imponente y el tono grave que había empleado.

—Ven Tae — dijo Namjoon bastante más delicado que el pelinegro.

—No quiero separarme de ti— respondió valiente — sea lo que sé que harás, solo hazlo, puedo soportarlo.

Jungkook asintió hacia él y dando una mirada rápida a Namjoon entró a la casa, siendo consciente de que tras él, venía su novio y su amigo, siguiéndole los pasos.

— Byn— llamó fuerte y claro.

—Eres listo, llegaste antes de lo que pensaba, ni siquiera me diste tiempo de pasar un momento de calidad con tu puta — escupió.

—Jamás serás merecedor de tal divinidad— se acercó a él tronando su cuerpo y viéndose aún más grande lo habitual— ¿Quieres saber porque me llaman el rey del infierno?

—Un estúpido apodo que te pusieron por tu maldito bar.

Aún estando temeroso por lo que podía pasar, Byn intentaba verse seguro, jamás le daría el privilegio a Jeon de sentirse superior, aunque ahora mismo estaba que se orinaba en los pantalones.

—Realmente no…

—¿De que hablas?

—El rey del infierno tiene pase liberado para las almas que merecen sufrir la más grande de las torturas.

—Hablas mucho, no me das nada de miedo, devuélveme a mi puta o déjame coger a la tuya.

—Entonces  el maldito problema principal aquí es tu polla hormonal que no puede mantenerse dentro de tus pantalones.

Nada más terminar de hablar, una bala atravesó directo la pelvis de Byn, sobre su virilidad, directamente en su hombría.

Un grito de dolor desgarrándose la garganta, salió de sus labios  mientras caía al piso sosteniendo la zona y tratando de no desangrarse en el lugar, completamente ido en el dolor que estaba sintiendo, podría volverse loco ahí mismo, y eso sin duda hizo sonreír a Jungkook, el rey del infierno había despertado por completo.

Los ojos de Byn se llenaron de lágrimas y no pudo evitar dejarlas salir sin restricción, haciendo desaparecer la seguridad que tenía minutos atrás.

—Ya no tienes… problema resuelto— dijo como si no hubiese hecho nada y totalmente indolente con el desastre que era aquel hombre.

Taehyung estaba perplejo, jamás había visto este lado de Jungkook y le preocupaba tremendamente que no le asustaba tan solo un poco, solo le sorprendía.

—Ya terminará, Tae — dijo Namjoon— tienes a un hombre que te va a proteger con su vida, Jungkook es este hombre que está castigando a quien se atrevió a ponerte un dedo encima, no temas.

—No lo hago, mi opinión de mi novio no cambia en nada después de esto, él sigue siendo perfecto, siempre, pase lo que pase, al menos para mí.

El moreno se vio complacido por las palabras mientras desviaba su vista del doncel y volvía a ver la escena que tenía frente a sus ojos.

—¡Estás demente! — dijo entre sollozos.

—Puede ser y deberías ser más inteligente y no tentar al loco, luego pasa que terminas con una bala en la polla— se burló.

Luego de aquellas palabras Jungkook se acercó al hombre que se desangraba en el piso, se agachó para quedar a su altura  y lo observó directo a sus ojos, mostrándole el vacío que podía existir en ellos y demostrandole que el apodo era perfecto y estaba por completo ganado, solo un idiota lo pondría en duda.

Encendió un cigarrillo y se mantuvo en silencio mientras el humo se deslizaba por sus labios y cerraba sus ojos disfrutando de la sensación solo un momento antes de volver a fijar sus ojos en el hombre.

Su  atención se la llevó por completo la brillante braza que adornaba la punta de aquel cilindro entre sus dedos y sin dudarlo la llevó hasta la mejilla de Byn, apagándola sobre su piel mientras lo escuchaba gritar otra vez, pero viéndose lo suficientemente débil para defenderse.

—Jamás toques lo que me pertenece, jamás oses poner tus manos sobre mi rey, se listo y mantente con vida, la próxima vez no tienes permitido volver a respirar — aseguró firmemente mientras se ponía de pie y caminaba hacia Taehyung y Namjoon con total tranquilidad.

—¿Estás bien Jungkook?— pregunto cómo si su novio hubiera sido lastimado, viendo que su pulcra ropa se mantenía inmaculada, sin rastro que lo inculpara por el castigo que acababa de dar.

— Nada de qué preocuparse, bebé— beso sus labios— gracias, cariño, te amo pero debemos salir de aquí, apesta — arrugó su nariz.

—Haré que pagues por esto— gritó el hombre aún en el piso como último acto de valentía.

Jungkook se giró hacia él con la mayor de las calmas, consciente de que las amenazas del hombre no tenían validez.

—No existes desde ahora, ya lo verás, a nadie le importa lo que he hecho, nadie será capaz de culparme, buena suerte con tu vida— aseguró sin más tomando la mano de Taehyung y sacándolo de allí, mientras escuchaba las maldiciones del hombre y le restaba importancia.

Subieron al automóvil y abandonaron el lugar de inmediato.

—Kook…

—Dime, bebé…— respondió dándole una breve mirada y antes de observar el camino y seguir conduciendo.

—¿Qué pasa si ese hombre te denuncia?

—Nada.

—No entiendo.

—Ya está arreglado, mi amor, las palabras de él no tienen validez, por su bien es mejor que se olvide de mi existencia, nadie permitirá que me afecte de alguna forma, su estupidez solo lo condenó, soy intocable— dijo presumido.

—No te preocupes Tae— intervino Namjoon — nada pasará, escucha a Jungkook, nadie se atrevería a culpar ni ha condenar por sus actos, demasiada gente le debe favores al rey del infierno y créeme que no se atreverían a faltar a su lealtad.

—Está bien…

—Iremos dónde Yoongi, quiero que te revise, estaré más tranquilo si lo hace— demandó.

—Bueno… ¿Veremos a Jimin?

—No es una visita de cortesía, bebé — respondió divertido — pero es muy probable que esté allí, ahora es un médico de la clínica, me alegra que haya vuelto.

— Gracias Jungkook… por venir,  por protegerme…

—Siempre, mi amor, siempre, jamás dudes en buscarme si algo ocurre, llegaré a ti, haré arder el mundo si se atreven a lastimarte— aseguró.

Luego de haber presenciado el castigo para el infeliz que se atrevió a desafiar a su novio, atacándolo a él, estaba seguro de que así sería y el respeto y amor hacia su pareja creía aún más, Jungkook era realmente increíble ante sus ojos.

—Lo sé— dijo tomando la mano del mayor y observando por la ventana del vehículo, suspirando tranquilo y en paz, cerrando sus ojos brevemente y descansando sobre el asiento algunos minutos.

Jungkook sonrió ladino, amaba que su chico no se asustase por lo que vió y que no estuviera viéndolo como un monstruo.

Verlo tan calmo a su lado, aún después de haberle mostrado una parte de él que había mantenido oculta ante sus ojos, y aún así seguir encontrando amor en su mirada, sin ninguna gota de temor, hacía que su pecho se sintiera cálido, en paz y tranquilidad de que todo seguía tal cual debía.

El camino restante se mantuvo en silencio mientras el doncel dormía a su lado y él se preocupaba de llevarlo directo a la clínica, aún viendo que no había algún rasguño en él, se aseguraría de que lo atendieran.

¿Que les pareció?

Espero sus comentarios y les doy las gracias por leer mi historia 🌸

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