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Hogar.

Kirishima decidió dar una vuelta por la zona con Catsuki y el gato al que apodó Shiba. A pesar de que esa tarde de otoño pintaba más fresca que de costumbre, ella no le tomó importancia al tiempo y a su ropa, iba distraída.

Y, aunque Eiji suele tener mucha resistencia al frío, sorprendiendo a los demás por ir tan desabrigada a veces; la verdadera razón de su desligamiento al clima era porque está recapacitando sobre algunas cosas, casi ensimismada completamente.

Sigue un poco ofendida con Katsuki pese a que es cierto que quizás, "quizás", exageró y no estuvo tan atenta a su relación de hace algunas semanas por andar atareada con la universidad y jugueteando con Shirō, ¡pero es que le hacía mucha ilusión su mascota! Además de gustarle la idea de cuidar a otro más, especialmente si éste no tiene un hogar...

La duda de si el felino es o no callejero golpeó su cabeza. ¡Maldición! Tal vez se lo estaba robando a alguien sin quererlo, mas tampoco tenía cómo comprobarlo al cien por ciento. Así que pensó un poco y llegó a la conclusión de que debería de soltarlo y ver hacia donde se dirigía él.

—Ve, ve, ve a casa cariñito —Le pedía al felino azabache tras agacharse para quitarle la correa y darle unos empujoncitos.

El animal la observa con duda antes de empezar a caminar con rapidez por un camino que Eiji desconocía. Ella, por supuesto, lo siguió con curiosidad y alzando a Catsuki, quien parecía no querer caminar más.

"Shiba" las llevó hasta un callejón sucio, donde se encontraron con varios y diversos gatos en malas condiciones y basura regada por el lugar, olía tan mal que Kirishima se tuvo que tapar la nariz. Allí, él se detuvo y empezó a refregarse en las piernas de la morena.

A Kirishima eso le rompió el corazón.

—Entonces... sí eres callejero...—asegura, agachándose para acariciarlo y bajar a su rubia para que estire las patas. Aunque las caricias no duran mucho, Catsuki quiso pelear contra otro minino que se encontraba ahí—. ¡No, no, bebé! AAAH.

Tras casi participar de una guerra gatuna, Eiji logra escapar con unos pocos arañazos en las piernas y manos y con su mascota y el gato negro en brazos, sanos y salvos.

Para entonces, habían pasado dos horas de su salida y el frío se hizo notar más, la brisa hace que tirite, por lo que soltó su cabellera rojiza para cubrir su cuello, orejas y rostro. Además oscureció un poco, aunque eso de momento no le afligía.

Siguió rondando cerca de su casa. Siguió pensando en Katsuki también y en que debería avisarle que volvería pronto. Revisa sus bolsillos y recién ahí, nota que dejó el celular en su casa y solo llevaba encima sus llaves, treinta pesitos y un caramelo que no le gusta.

Maldice en sus interiores. Decide regresar a pie entonces, porque ni siquiera le alcanza para tomar el bondi. Todavía no sabe qué hacer con "Shiba" y si debería discutir un poco más con su novia para quedárselo, o pedirle perdón y rogar para quedárselo, o quedárselo sin dar más explicaciones.

Acabaría pasando ninguna. Cerca del complejo de apartamentos, el azabache se detiene en seco y ve en dirección a la pelirroja.

—¿Mmh?

Kirishima se agacha para revisar al animal. Éste trató de quitarse el collar rojizo con las patitas y la boca y ella acabó por sacárselo, extrañada con él por su comportamiento. 

—Bueno... creo que quieres quedarte aquí —Vuelve a hablarle al gato. Algunas personas que pasan la miran como si fuera una loca—. Puedes pasearte por mi casa cuando quieras, ¿sí?

"Shiba" asiente mientras ella le da unas últimas caricias en la cabeza. Termina estática viendo al gato irse por la oscuridad antes de notar que este se metió por una de las ventanas de su vecino del primer piso, uno joven y de cabello tinturado de rosa.

Suelta un suspiro de tranquilidad. Cree que, tal vez, el animalito prefería ir viajando de casa en casa antes de tener un hogar fijo y eso le da algo de paz. Espera que lo cuiden bien.

Sin más, se mete al enorme edificio donde habita con Katsuki, pensando en cómo sería la mejor forma de disculpa y sintiendo como Catsuki le muerde el brazo mientras suben.

- al final, dividí este cap en dos partes pq me quedaba de 1k palabras y no acababa más úvú.

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