Todo en la lista parecía fácil de conseguir, pero era realmente desesperante.

Bill estaba demasiado aburrido.

—¿Y si compramos una de esas mercancías que traen todo y nos vamos? —Preguntó Bill con fastidio, mientras detenía el carrito con las compras y se apoyaba en él.

—Ya casi acabamos —le contestó el castaño viendo la lista, tratando de ignorar a Bill—. Aparte no creo que tú quieras esa clase de mercancías, normalmente son de mala calidad.

—Buen punto —anotó el rubio—. Pero podemos hacer cosas divertidas si nos vamos de aquí, Pino.

Bill sugirió con una sonrisa ladina.

—Esto me parece mejor que ir a cualquier lugar que se te ocurra —le contestó rodando los ojos, dispuesto a seguir avanzando.

—Pino, tengo una duda —le dijo el rubio adelantándose con el carrito para llegar hasta donde él, ignorando la actitud con la que el castaño le contestó.

—Ajá —murmuró distraídamente, tomando de un estante uno de los artículos que Will había marcado para que lleven.

—¿Qué hacías con Will en mi casa? —Le preguntó haciendo al castaño girar su cabeza para verlo.

—Nada en especial —le contestó con fingida indiferencia y Bill frunció el ceño.

—Pino, ¿cómo crees que florezca nuestra relación si me mientes? —Le cuestionó con aire drámatico.

—No tenemos ninguna relación Bill —contestó Dipper con desinterés—, yo sólo estoy haciendo esto por Vanessa.

—Ajá, lo que digas chico heterosexualidad —le burló Bill sonrojando al castaño—, pero no has contestado mi pregunta, ¿qué hacías en mi casa con Will?

—Simplemente pasaba por ahí, la casa de un amigo esta a unas cuadras y cuando me quite faltaba poco para que fuera tiempo de que pases por mí así que pensé que sería más fácil si te esperaba en tu casa —respondió con agilidad, no era totalmente una mentira, era cierto que uno de sus amigos vivía cerca aunque no había ido con él, pero definitivamente no le diría que estaba ahí para averiguar cosas de él—, Will sólo pasaba el rato conmigo en lo que llegabas, ¿feliz?

Bill lo miró unos segundos con los ojos entrecerrados y luego se encogió de hombros.

—Funciona para mí —dijo Bill y Dipper soltó un suspiro—, entonces... cuéntame Piney, ¿cómo ha estado tu día? ¿Has hecho alguna cosa de nerd hoy? —el castaño lo miró molesto. 

 —No, he estado haciendo una idiotez todo el día —contestó ligeramente irritado—, ahora, terminemos con esto de una vez.

—¿Qué clase de idiotez? —Le preguntó con una sonrisa.

—Ninguna que sea de tu interés Bill —dijo Dipper—, acabemos con esto, en serio.

Bill soltó un suspiró, esto era realmente irritante para el rubio.

—Arruinas todo Pino —murmuró apoyándose nuevamente en el carrito, empujándolo lentamente.

—Lo que digas Bill.

Y tras unos muy largos minutos continuaron con lo que hacían. Buscando y consiguiendo todo lo que había en la lista, lo más rápido que podían, después de todo, ninguno de los dos quería estar en ese lugar ni pasar toda su tarde en el supermercado.

[...]

—Bien, creo eso es todo Pino —dijo Bill cerrando el maletero de su automóvil, después de una lavada había quedado como nuevo.

—Eso parece —Dipper dijo empezando a caminar hacia la puerta del copiloto.

—¿A dónde crees que vas Pino? —Le preguntó el rubio.

—¿A mi casa? ¿Tal vez? —Preguntó con un tono de ironía.

—Oh no Pino —contestó Bill—, no vinimos hasta al supermercado e hice las compras para no poder divertirme un rato después —entonces el rubio jaló el carrito hacía el.

—¿Qué crees qué haces? —Preguntó Dipper—, mientras más pronto nos vayamos de aquí, mejor.

—No quiero —respondió infantilmente—, ahora sube al carrito Pino.

—¿Qué? ¿Estás loco? —Bill se encogió de hombros acercándose al castaño.

—Un poco sí —le dijo con una sonrisa.

—Aléjate de mí —le advirtió Dipper viendo como el rubio cada vez estaba más cerca de él, con el carrito en sus manos.

Bill sonrió maliciosamente y en un ágil movimiento tomó a Dipper por sorpresa y logró cargarlo y así cumplir su objetivo, subirlo al carrito de compras en contra de su voluntad. 

—¡Bill Cipher! —Le gritó histérico—, ¿Qué crees que estás haciendo? 

—¡Vamos a divertirnos un rato Pino! —Exclamó subiendo un pie en el carrito dispuesto a impulsarlos con el otro—, ¿estás listo?

Dipper estaba entrando en pánico lentamente, ¿qué estaba planeando ese idiota? El corazón se le agito, ¿podrían recibir una multa por esto?

—¡No! —Gritó el castaño casi de inmediato—, estoy fuera de esto —empezó a buscar alguna forma de bajarse del vehículo.

—No hay tiempo Pino —le advirtió Bill empezando a impulsar el carrito con el pie, como si de un mono patín se tratará.

Con cada vez que el rubio se impulsaba de golpe, el castaño parecía querer vomitar, estaba molesto, verdaderamente molesto con Bill. 

¿Quién se creía que era para obligarlo a hacer esto?

Y Dipper era simplemente un idiota, ¿cómo se atrevía a aceptar un trato como este? Realmente se había metido en un lío grande. ¿Conquistar a Bill Cipher para quedarse con una chica? ¿Qué tan idiota o necesitado debía estar para aceptar?

Tal vez la verdadera pregunta era, ¿necesitado de tener una novia o necesitado de tener la razón sobre Bill una vez más?

Mientras tanto Bill gritaba con demasiada euforia, sin preocuparse por el trato o por las compras, en realidad él sólo estaba disfrutando cada segundo al límite, evitando los coches del estacionamiento y contestándole groseramente con el dedo cuando éstos se quejaban.

Nada podría matar su diversión. Realmente se la estaba pasando bien, aunque posiblemente lo vetarían del lugar un tiempo, la sensación de estar haciendo semejante estupidez, lo valía.

—¡Detente Bill! ¡Esto es demasiado! —Le gritaba el castaño, cuando ya estaban yendo demasiado rápido.

—¿De qué hablas Pino? ¡Esto es lo máximo! —Exclamó cerrando los ojos y subiendo ambos pies al carrito, dejando que el viento golpeará su rostro—. ¡Wu-ju!

Y sin darles tiempo a reaccionar, ambos se habían estrellado contra un árbol. Dejando caer a Dipper del carrito.

Bill entonces rió, al notar que había caído sobre Pino, enojando aún más al castaño.

—¡Esto no es para nada divertido Bill! —murmuró Dipper, bastante molesto—, ¡quítate! Estas sobre mí y pesas, además, fue muy doloroso —murmuró intentando salir de debajo del rubio.

—El dolor es divertido chico —le dijo sonriendo haciendo a Dipper rodar los ojos, él no sería un masoquista como él—, tal vez deberías reírte un poco tú también.

Bill entonces decidió hacer que el castaño riera, y si los chistes y la diversión no funcionaban con él, conocía algo que funcionaba con todos. Fue cuando el rubio empezó con las cosquillas en el estómago del menor, provocando unas fuertes carcajadas por parte de este.

Ambos rieron unos segundos, antes de que Dipper terminará por golpear fuerte y agresivamente a Bill, en un vago intento de apartarlo.

—Que ni se te ocurra volver a hacerme cosquillas Cipher —dijo Dipper tratando de respirar, Bill simplemente rió más fuerte que antes.

—Tu risa es bonita Pino —dijo sinceramente el rubio—, deberías reír más seguido.

Bill le guiñó un ojo al castaño antes de quitarse de encima y un pequeño sonrojo se extendió por el rostro del menor, antes de que, fuera capaz de rodar los ojos como de costumbre.

El rubio le extendió una mano dispuesta a ayudarlo a levantarse.

—Vamos Pino, con todo esto de dar vueltas con un carrito de súper mercado, me dieron ganas de un helado —el rubiole sonrió con sinceridad.

Dipper lo miró unos segundos en silencio antes de suspirar, ese chico no tenía remedio. 

—Seguro —contestó tomando la mano de Bill para levantarse—, supongo que un helado suena bien.

Tal vez Will tenía razón, y para enamorarlo tenía que conocerlo primero.

¡Una nueva, bella y hermosa portada para el fic! No mas hermosa que la de la naranjada, pero igualmente hermosa.

Gracias a nuestra preciosa y enferma Queen: Zulebitch... Digo Zulevil.

Mi amor, puedes checar la Bio de la cuenta, tenemos una sorpresota. <3

—Tanita el pan de Diosito y Kalita la hijita de Satanacito. <3<3<3