Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

I

Cuchicheos y murmullos, propagaron el salón de clases, el día que Theodore Clark (alías Pekín) llegó al colegio de Santa Eva.

Claro, ninguna de las adolescentes, jóvenes, hermanas o monjas, conocían la verdad sobre este extraño visitante, que se hacía llamar: Padre.

—¿Se enteraron?

—Ay, Dios mío, sí.

—¿Nuestro arzobispo lo permitió?

—Obviamente —le contestó en un susurro—, si no, ni siquiera le hubiera abierto las puertas del colegio.

—Pero..., ¿es seguro?

—La información me llegó de una fuente confiable.

—¿De quién?, ¿del monje Jared o Raúl?

—De William, el celibato. No iba a hacerlo con esos puritanos —se escandalizó—. Sabrá Dios las manías que tendrán en la cama.

—Ay, Beca, eres una pervertida, ¿se la tuviste que mamar para conseguir esa información?

Laura, Judith y Rebecca, estallaron en risillas pecaminosas y moderadas, dada la poca privacidad que tenían en el aula de Geografía, en la clase de la señorita Nadia Benítez.

La hermana Benítez, nacida en el colegio de Santa Eva, educada por el sacerdote Shaw y la hermana Paula de 50 y 60 años (actualmente), le dieron todo lo que una bebé, niña y mujer adulta pudiera necesitar durante su crecimiento personal.

La pequeña esperanza del colegio, fue criada bajo la tutela de los mejores hombres y mujeres de esta institución.

Les debe todo a esas maravillosas personas.

Cuando le pidieron que se quedara para siempre como maestra de Geografía: ella accedió.

Cuando le pidieron que hiciera sus votos y se convirtiera en una monja: ella accedió.

Nadia Benítez hizo todo por las personas que amaba. Y ellos la querían, la apreciaban y la honraban, más la pequeña Fernanda Sodi de quince años.

Mañana será su cumpleaños, el mismo día que el Padre Theodore Clark (alías Pekín) de 28 años, dará aviso a sus compañeros para secuestrar el convento de Santa Eva, un lugar, en donde su querida Luna murió misteriosamente durante una cena importante de obispos hace 20 años.

Las chicas volvieron a reírse y rumorearse entre ellas:

—¿Oye, Jud?, ¿es guapo?

—Sexi.

—¿Crees que tenga grande el...?

—Ay, Jesús, a lo mejor sí.

—¿Cuántos años dices que tiene, Lau?

—¿El hermoso y sexi Padre Theo?

—Ayyyy, ya hasta apodo le pusiste al hombre misterioso.

—Sí, ¿y qué?

—Nada, Lau, nada —respondió con una sonrisa coqueta en los labios.

—Como sea, el Padre Theo tiene 28 años, y está para morirse —se abanicó—. Diossss, como para embadurnarlo de chocolate y lamerle hasta las pelotas.

Las tres amigas se ruborizaron y abanicaron con bochorno las mejillas rojo carmesí.

Esta vez, no pudieron evitar las carcajadas que escaparon de sus respectivas gargantas, o persuadir a la maestra Benítez de no castigarlas por su escándalo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro