La mujer del capo. (Javier Peña)
Para: mariadecapitated
Espero que te agrade.
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Advertencia : Contenido erótico.
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"ELLA ERA UN ÁNGEL QUE DESEABA EL CAOS,
ÉL ERA UN DEMONIO QUE BUSCABA PAZ."
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Los jadeos y gruñidos de Peña se escuchaban por el departamento.
Katherine había llegado hace apenas un par de horas y despues de una acalorada discusión una bofetada había desencadenado un beso del cual no pudo escapar.
La mujer de cabellos de fuego se retorsia bajo los brazos expertos de Peña.
-Espera... - Kat le sostuvo la cara.
-Te lastime?
-No... esto es... no podemos... Si Héctor se entera...
Javier salio de ella y dejo la cama.
Fue por un cigarrillo y lo encendió. El sólo mencionar al capo había alejado todo deseo en él.
-Mañana todo eso terminará. Serás libre.
-No puedo arriesgar tanto, lo entiendes?- Kat subió el ziper de su vestido y buscó sus zapatos.- Nos vemos Peña.- le dio un beso en la mejilla y salió de ahí.
Un frustrado Javier dejaba salir el humo del tabaco por su nariz.
Por que se molestaba tanto con ella. Por que... No,no era amor,era sólo deseo. Esa febril sensación de sentirse pleno al poseer a la mujer del capo.
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Héctor Medina miraba con burla al espejo de la sala de interrogatorios.
El capo había caído junto con sus hombres en una emboscada por la mañana y llevado posteriormente a un lugar tan profundo en la DEA que nadie sabía muy bien donde estaba.
-Creen que cortaron la cabeza de la Víbora... No saben a que clase de animal dejaron suelto...
-Que está diciendo?- Steve preguntó a Peña.
-Tonterías solamente.- dijo tomando su chaqueta del respaldo de la silla.- Tengo que irme. Te encargas de todo?
-Si y Peña...
-Qué...
-Recuerda que sigue siendo la mujer de un narco.- Peña asintió y siguió su camino.
"Sigue siendo la mujer de un narco." Volvieron a repetirse esas palabras en su cabeza mientras conducía a casa.
Y en cierto modo era verdad Katherine había llegado a él en aquel prostíbulo no buscando su compañía. Llego a él buscando ayuda para salir de lo que describió como una jaula de oro.
Era esposa( por así decirlo, por que como puedes llamar esposo a alguien que pago por ti) de Héctor Medina uno de los capos más buscados en Colombia,México y Estados Unidos.
Katherine le había proporcionado las direcciones de sus villas,las placas y matrículas de sus autos y aviones así como el nombre de algunos de los policías que habían comprado en los tres países.
Y fue gracias a ella que habían capturado a Héctor esa misma mañana cuando transportaba su mercancía a un pequeño aeródromo cerca de una de sus villas.
Peña se detuvo frente a su departamento,apagó el auto,bajo y camino a la entrada, aún con la pistola en la mano.
Entro a su casa y fue directo por la botella de Whisky que había dejado la noche anterior.
Sirvió un poco en un vaso y lo tomo de golpe. El ardor en su garganta se sentía bien,le hacía sentir que aún estaba vivo.
Dos golpes secos se escucharon en su puerta. Tomó el arma y camino despacio para ver por la mirilla.
-Que haces aquí?- preguntó a la mujer de cabellos rojos que estaba fuera.- Te dije que te escondieras un par de semanas.
-Los aliados de Héctor tienen vigiladas las villas. No conozco nada de este lugar. Sólo el prostíbulo y tu casa.
-Entra.- dijo de mala manera.- Espero que no te siguieran.
Kat entro y el olor a tabaco y alcohol penetró en sus fosas nasales.
-Descuida no lo han hecho. Están tan concentrados protegiendo las villas que nadie a notado que desapareci.- la mujer se sentó en el sofá y noto la botella y el vaso sobre la mesilla de centro.
-Llevarán a Héctor a Estados Unidos.-dijo Peña a un lado de ella,sirviéndose más whisky.- Quieres? -la mujer asintió y Peña fue por otro vaso.
-Tú irás con él?- Kat bebió un poco.
-No. El sólo es un peón y yo quiero al Rey.
-Cuanto tiempo estarás aquí?
-Por qué?
- Curiosidad...-dijo terminando su vaso.
-Por qué viniste?
-Ya te lo dije no conozco...
-Pudiste dormir en un hotel.- el hombre dejó el vaso vacío en la mesa.- Que es lo que te trajo aquí?
-Tú...
-Katherine...
-Anoche no podía dejar de pensar en las consecuencias de estar contigo, no sólo por las cosas que te dije. Tenía miedo de perder al único hombre que a luchado por mi.
-No te confundas Katherine.
-No lo hago.- Dijo dejando el vaso sobre la mesa y acercándose a Peña.- Se de tú fama. Se de tus mujeres.
-Tú no eres como ellas.
-Quiero que me hagas el amor.
-Yo no hago el amor...
-Sólo quiero sentirte Javier...- dijo cuando por fin Peña la tomo de las manos y la sentó sobre sus piernas.
Paso sus manos por la fina tela de su blusa y sus dedos sintieron la caliente piel de la mujer.
Sus labios igual de rojos que sus cabellos se entre abrieron cuando sintió como la mano de Peña bajaba hasta el broche de su pantalón y se adentraban hasta tocar sus empapadas bragas.
-Aún no empiezo y ya estas mojada...- susurro Peña moviendo la tela a un lado.
-¡¡Ahh!! Javier...- dijo liberando pequeños jadeos al sentir al intruso dentro de ella.- Eres demasiado hábil con las manos.
-Deja de hacer eso...- gruño Peña al sentir como frotaba el trasero contra su pene.-Te voy a demostrar esta noche que tan experto soy y no estoy hablando sólo de las manos...- Sin contenerse más Peña le dio la vuelta y ahora de frente la sentó sobre el con una pierna a cada lado de su cintura.
-Creo que...
-La ropa nos está estorbando.-Sonrió Kat mirando que aún estaban vestidos.
Sin saber como lo hicieron de un segundo a otro Peña la había hecho terminar en un conjunto de jadeos y gemidos, sobre el sofá de su sala.
Peña dormía profundamente cuando Katherine tomo sus cosas para irse.
-Mi nombre es Katherine Wright- le dijo a Peña.- Y hoy me has ayudado a no ser más la mujer del capo. Hoy me has ayudado a ser su igual. El no me compro, yo lo amaba. Pero el dinero y el poder cambia a las personas. Gracias Javier Peña.- le beso la mejilla y salió de ahí.
"La señora" tomo el control después de que arrestaron a su esposo.
La señora manejaba el negocio como nadie lo hacía.
La señora conocía a la DEA pero la DEA no la conocía a ella. Pero nadie la busco por que el único que la encontraría Si se había enamorado de ella.
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