The Last Of Us se convirtió en la serie aclamada por muchos meses; Pedro Pascal por otro lado, se convirtió en el actor del año. Me era imposible no verlo en televisión ni en las redes sociales. Era una tortura verlo y pensar que él, ya no formaba parte de mi vida, sino más bien, de la de nuestro hijo. Joe.

Decidí no mudarme lejos de la ciudad en donde residíamos con Pedro, cuando éramos una familia. Aquel día, cuando él me confesó que sentía más que afecto por su estilista, decidí mudarme a casa de mi hermana, quien no dudó en recibirme, pero también, en sosegarme.

—Es el padre de tu hijo, _______________. Te guste o no, no puedes alejarte de él. ¿Quieres terminar bien todo esto? Pues busca un lugar en donde le permitas a Joel ver a su padre. —Me dijo mi hermana, amonestándome por la impulsiva decisión de volar lejos de su lado, prohibiéndole ver a Joe como castigo.

El tono de mi hermana fue suficientemente serio como para darme cuenta que estaba pensando mal las cosas. Joe no se merecía aquello, y accedí a mudarme de ciudad, a la más cercana. Sin embargo, los meses que pasaron lejos de Pedro fueron duros en cuanto a la crianza de Joe. Siendo un niño de seis años, aún no entendía por qué ya no estábamos con su padre, ni por qué él debía ir a verlo y después ya no. Conseguí entre mis contactos, una especialista para poder llevar la situación pues, ver a mi hijo llorar por la ausencia de su padre, me partía el corazón.

Hasta que llegó Logan. Todo cambió, me sentí apoyada y querida. Joe por otro lado, pese a su reticencia por aceptarlo como mi compañero, con el tiempo mi nueva pareja logró ganarse el cariño de mi hijo. El cambio fue notorio; Logan sabía quien era Pedro, y sabía que él, estaba aún en nuestras vidas pese a que ya no estábamos juntos de forma marital.

—Pedro, deber venir a firmar los papeles del divorcio. —Le dije, por quinta vez. Pedro rio apenado. —Te llevo pidiendo esto desde que nos separamos.

—Si, lo sé. Es solo que no tengo tiempo... —Bufé por lo bajo.

—Pedro, a ti siempre te falta tiempo, pero con Connie...

—Connie ya no es mi estilista hace mucho. —Informó tajante. Tragué saliva, aquella noticia me había pillado desprevenida. —Supo lo que sucedió entre nosotros y decidió renunciar. Ahora es Coco quien me acompaña y por ella, siento el cariño que siento por Javiera o por Lux.

Cerré los ojos y respiré profundo. La confesión de Pedro, volvió mi mundo de cabeza. Algo había generado en mi interior, esa pequeña posibilidad de volver a su vida, pero sabía muy en el fondo, que esa no era y nunca sería la solución.

—Pedro, lo siento mucho. Creo que ambos merecemos ser felices. Que no estés con Connie, no significa que yo vaya a volver, si eso es lo que quieres insinuar con la falta de tiempo para no firmar los papeles del divorcio.

—Joe sufrirá, ______________. ¿Por qué no lo piensas un poco más?

—No tengo nada que pensar, Pedro. Lo siento. Cuando vengas por Joe, te entregaré los papeles. —Espeté, despidiéndome de él.

Miré a Joe quien veía televisión y reía divertido. Me tapé la boca, evitando que saliera un gemido pues, en mi garganta ya se estaba formando aquel nudo molesto que manifestaba un pronto llanto inminente.

Preparé la cena e incentivé a Joe a dormir temprano. Al otro día, saldríamos con Logan al centro comercial.

El lugar era atestado por personas que caminaban de un lado a otro. Tomé a mi hijo de la mano para que no se perdiera. Logan lo tomaba de la otra mano. Mirábamos con atención los lugares que nos permitieran poder almorzar en familia. Hasta que encontramos uno que nos brindó tranquilidad.

—¿Quieres ir por lo juegos? —Le preguntó Logan a Joe. El pequeño asintió entusiasmado, tomó de su mano y al caminar, una voz masculina se hizo presente tras nosotros. Mi pecho se apretó y un nudo en mi estomago se alojó, causando dolor. Giré sobre mis pies y saludé lo más cordial posible.

—Hola, Pedro. —Musité. Miré alrededor, esperando ver los flashes de las cámaras. —Ningún fotógrafo...

—No hasta el momento. —Asintió Pedro. Miró a Joe y estiró los brazos. Joe se soltó de la mano de Logan y corrió hacia su padre. La situación se volvía incómoda y tensa. —Como estás mi campeón! —Exclamó Pedro besando a su hijo en la frente. Joe lo abrazaba con fuerzas.

—Pedro...—Miré a su lado, curiosa. Una muchacha miraba la escena con ternura. Le sonreí, deduciendo que quera su nueva estilista.

—Es Coco. —Mencionó Pedro, feliz. —Coco, él es Joe. —La muchacha lo saludó tierna. —Veo que saldrán. ¿Iban a los juegos?

—Si, íbamos hacia los juegos. —Le digo Logan, serio. —Que casualidad encontrarnos aquí, ¿no? Espero no salir en una de las fotos y ser parte del chisme.

—Ya lo eres. —Le contestó Pedro. —Pero, no te preocupes, no estarás en la mira por mucho tiempo. —Le sonrió. Joe comenzó a pedir que Pedro lo bajara de sus brazos. El pequeño corrió hacia Logan y lo tomó de la mano, jalándolo para ir a los juegos. Pedro miró aquella escena con cierto atisbo de molestia.

—Es nuestro día. —Le dije a Pedro, al deducir su malestar. —Sé que te molesta esto, ver a Joe con otra persona que no seas tú...

—Claro que me molesta. —Masculló entre dientes, tratando de pasar desapercibido. —Últimamente, mi hijo no quiere estar conmigo. Nombra a Logan como si fuese su tío o alguien de la familia. ¿Te parece normal acaso?

—¿Te parece normal que tú, siendo el padre, no te des el tiempo de estar con tu hijo, aunque sean cinco minutos? —Repliqué, molesta. —No te pido que estés con el todo el día, te pido tiempo de calidad. Nada más que eso. Y Logan, se lo está dando, no tú Pedro. Tú que eres su papá.

Pedro bufó por lo bajo. Miró a su estilista y ella, supo de inmediato que debía alejarse de la situación.

—Esto me supera, _____________. —Confesó, después de un momento en silencio. —No puedo creer que nuestros años de pareja, hayan terminado en esto.

—Yo tampoco, Pedro. —Suspiré. —Coco se ve una buena persona.

—No me interesa ella. —Musitó y me miró fijo. Sus ojos brillaron. —Lo de Connie fue un error. Estaba confundido. Estúpidamente confundido...

—Lo siento, Pedro. Lo de nosotros ya no hay vuelta atrás. —Aclaré, aunque mi corazón doliera. —Te dije que no transo el bienestar de mi nuestro hijo. Te estoy dando las facilidades para verlo y ser un buen padre incluso a distancia. No he puesto a tu hijo en tu contra, pero debes mirar bien lo que estás haciendo por él.

Pedro no respondió solo bajó la vista y asintió.

—Te veo el sábado. —Me despedí. —Le recordaré a Joe que irán a ver a Javiera. Estará feliz.

Mi corazón se apretó por cada paso que daba hacia donde estaba Logan y Joe. Me rompía el corazón, ver cómo mi hijo comenzaba a tener otra visión de la vida y con ello, un nuevo sentido de una paternidad errónea. Definitivamente, esto era un problema del cual, ameritaba nuevamente horas en sesión psicológicas junto a Joe y posiblemente, junto a Pedro. 

✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩

Buenas buenaaaaas. Bueno, este OS va con dedicación a quien me dio la idea de hacer que el pequeño Joe comenzara a querer a otra persona y no a Pedro. Suele suceder la verdad, no es algo que no se vea. No quiero poner a Pedro como el malo en el OS, me da pena :( pero, lo hice un poco ah. 

En fin, espero que esten bien. Tambien espero publicar pronto otro capitulo de FIRE. Tengo las ideas, pero me falta tiempo. Pero me lo haré. ;) EL proximo será la segunda parte de otro OS jeje. 

pd: No pude poner el nombre de quien me dio la idea, pero es Gatxgalleta ;). Gracias por tu creatividad!! 

Las amooooooo!

✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩