Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

O22. I'm sorry II (FINAL)|| Joel Miller (ESPECIAL)

Mi pierna ardía. Me quejé en silencio mientras caminaba tras Joel y Henry. Ellie iba caminando junto a Sam. Ambos pequeños habían hecho amistad durante el día; eran inseparables.

La situación se vio bastante complicada cuando Henry nos confesó que era un informante. Si bien era cierto, no podíamos confiar en nadie, el muchacho nos pidió que le ayudáramos a llegar al otro lado de la ciudad a bajo tierra, en los túneles que nos podía llevar sin peligro hacia el destino. Bajo un dibujo rustico, Henry nos explicó como poder llegar. Joel se hizo una idea de cómo hacerlo, pero la duda era si habían infectados allí o no.

—No, claro que no. Ayudé a limpiar los túneles de los infectados. —Comentó Henry, ante la pregunta que Joel le había hecho. Joel lo escudriñó con la mirada, desconfiado.

—¿Hace cuánto tiempo? —Inquirió Joel. Henry soltó una risita nerviosa.

—Bueno, hace uno años, pero...

—No puede ser. —Bufó Joel, cansado. Me miró y yo me encogí de hombros, sin saber qué decir respecto al dilema. —Henry, no podemos ir bajo lo que dices. ¿Cómo vamos a saber si no está lleno de personas infectadas?

—Hombre, es imposible. Nadie utiliza esos túneles. —Repuso el muchacho. Su hermano menos, comenzó a llamar su atención. En señas, le pidió que leyera lo que había escrito en su cuadernillo. —Claro que sí. Dijeron que nos ayudarían a cruzar. —Le dijo Henry, respondiendo a la pregunta de su hermano menor, quien se veía bastante preocupado por saber si los ayudaríamos a cruzar los túneles.

No nos quedó más opción que ceder. Si era el camino, habría que averiguarlo.

Efectivamente los túneles no estaban infectados. A decir verdad, nos pudimos encontrar con un pequeño bunker donde había indicios de haber sido utilizados como guardería o una escuela para niños. El lugar estaba decorado con dibujos infantiles; arcoíris, ositos, paisajes borrosos donde se podían ver arboles y caballos en la colina. Incluso había mesas con lápices y hojas encimas. Parecía que el lugar fue evacuado de un rato para otro.

—¿Te sientes bien? —Me preguntó Joel. Se acercó a mi y verificó la herida en mi pierna. Frunció la nariz ante el aspecto que tenía. —Descansemos un momento. ______________, necesita descansar.

—Gracias. —Musité. Me senté en una de las sillitas para niños y Joel hizo lo mismo, sacando de su mochila una botellita con alcohol. Sacó otro pedazo de género y lo empapó con el líquido para luego, deslizarlo con suavidad sobre mi herida.

—¿Qué hay al otro lado de los túneles? —Le preguntó Joel a Henry.

—Casa. Muchas casas abandonadas. Creo que fue una especie de barrio privilegiado o algo así. —Dijo el moreno mientras observaba a Sam jugar con Ellie. —Hace mucho no lo veía feliz. Tienen una hija fabulosa.

—No es nuestra hija. —Respondimos al unísono junto a Joel. Henry nos miró y lanzó una risita divertida.

—Lo supuse. —Dijo Henry, socarrón.

—Háblame de Kathleen. —Le pidió Joel. —¿Por qué te busca?

Henry se acomodó en el asiento y se frotó las manos. Hacía frio. Joel me pasó su chaqueta y me rebosó con ella.

—Me encontraba en problemas, hace un tiempo. Con FEDRA. Yo por salvarme, les ofrecí lo más preciado que tenía en mi vida. Un amigo. —Dijo. Su mirada se enfocó en el suelo, y sus ojos se humedecieron. —¿Alguna vez han perdido a alguien tan preciado por una decisión errónea? —Preguntó casi para si mismo.

Joel no respondió. Pero sabía lo que estaba pensando cuando Henry realizó esa pregunta. Sus pensamientos podían tener sólo un nombre: Sarah.

—El hermano de Kathleen. —Dije. —¿Le vendiste su hermano a FEDRA? —Henry no contestó. Pero su silencio otorgó. —Estas jodido. Muy jodido. —Le dije. Henry sonrió apenas.

—Lo sé. Pero, era él o Sam. —Repuso. —Sin mí, Sam no estaría aquí y yo debo mantenerlo a salvo.

Respiré hondo y volví a mirar a Joel, quien aún mantenía su mirada perdida en la nada.

—Es una buena niña. —Comentó Henry, al ver a su hermano jugar con Ellie a la pelota. La pequeña estaba fascinada con poder jugar con alguien casi de su edad. Y el pequeño, que bien no se podía comunicar con palabras, se podía hacer entender bastante bien, algo que a Ellie le parecía maravilloso.

—Debemos movernos. —Dije al ver que Joel no reaccionaba. —Se nos hará tarde y pronto oscurecerá. Vamos, Joel. —Le dije, golpeándolo con el codo. Joel reaccionó y asintió, de acuerdo.

Seguimos caminando en silencio. Ellie trataba de hablar y aprender el idioma de Sam. Ambos reían, y parecían ser los únicos que disfrutaban el momento. Eso, me hizo sonreír. Después de todo, no era culpa de ellos que nosotros estuviésemos molestos e irritables. Se nos habían salido los planes de las manos, ahora éramos perseguidos por una mujer obsesionada por la muerte de su hermano, matando a quien le parecía sospechoso ante el paradero de Henry.

Vimos una entrada, y subimos por las escaleras, atentos a cualquier movimiento. Tal parecía que no había nada en aquel lugar.

—Despejado. —Dijo Joel, haciéndonos señas con una de sus manos para que subiéramos a la superficie. —Podemos ver en algunas de estas casas si hay utensilios de emergencia.

—Podemos esperar hasta mañana, ¿no? —Miré a mi alrededor. Casas en perfecto estado veían el tiempo pasar. Sin embargo, en las calles se podían apreciar autos cerrando el paso.

—¿Qué harás una vez pasemos el otro lado? —Preguntó Ellie a Henry.

—Seguir con nuestro camino. —Respondió el moreno, haciéndole lenguaje de señas a su hermano Sam, explicándole lo que Ellie había dicho. Sam respondió de igual forma. —Dice que no te olvidará nunca.

—Tampoco yo. —Musitó Ellie. —¿Y si vienen con nosotros?

—No. —Respondió Joel de inmediato, ya completamente irritado. Henry rio.

—Bah, siempre dice que no, pero igual termino convenciéndolo. O ___________, también. No puede evitar sucumbir ante noso...

Ellie fue callada por un disparo que aterrizó en el auto de al lado. Rápidamente Joel la tomó del brazo y la lanzó tras de unos automóviles que había a nuestro alrededor. Salté tras el mismo auto, cubriéndome lo que más podía pues, quien disparaba aún lo seguía haciendo.

—No, no. Nosotros nos vamos. —Dijo Henry, tomando a su hermano para salir corriendo de allí.

—¡No te muevas idiota! —Le grité. —¡Los van a matar! ¡Vuelve aquí! —Tomé del brazo a Sam y lo tiré hacia a mí para que se sentara a mi lado.

—Es un franco tirador. —Dijo Joel. —Si rodeo los autos y paso por detrás de la casa, puedo matarlo.

—Qué? No pensaras dejarnos solas —Le recriminó Ellie.

—¿Confías en nosotros? —Le preguntó Joel a Ellie. La muchacha, asustada asintió. —Has lo que te diga _____________. Les gritaré cuando haya terminado con él.

Joel corrió lo mas rápido posible, mientras el franco tirador le disparaba. Mi peso se apretaba por cada bala que sentía, pensando en que Joel podría haber caído muerto. Me incliné para observar más autos que nos podían servir de barricada. Le hice una seña a Ellie y a los niños para que me siguieran.

—Vamos, no se detengan. Toma de la mano a Sam. —Le ordené a Ellie. Corrimos tras un auto azul, y nos agazapamos. Los disparos se volvieron a escuchar, esta vez, arremetiendo contra nosotros.

—¿Y Joel? ¿Habrá llegado? —Preguntó Henry, inclinándose para poder observar la casa. —Está oscuro, no veo nada.

—Dijo que nos avisaría. —Dije. Les volví a indicar que corrieran, esta vez, a una camioneta roja. Las balas no fueron escuchadas. Miré la casa y agudicé mi vista. —Maldición Joel, di algo. —Murmuré.

Finalmente, un disparo se escuchó. Disparo que nos hizo sobresaltar pues, esta no nos había llegado a nosotros. De repente, escuchamos motores de camiones acompañado de bocinazos. Miré hacia donde provenían tanto ruido, percatándome que, frente a nosotros, se nos acercaba una caballería sedienta de venganza.

—¡Corran! —Gritó Joel. —¡Salgan de allí!

Corrimos como pudimos. Los niños iban delante mientras Henry trataba de ayudarme a correr. Ellie sacó su arma y comenzó a disparar hacia el objetivo. Cada vez los camiones militares estaban más cerca de nosotros, arrasando con todo lo que hubiese en la calle. Entre tanto auto, su objetivo éramos nosotros.

Uno de los autos desvió su camino, chocando contra una casa. Todo se detuvo mientras nosotros tratábamos de guarecernos tras uno de los autos. Se escucharon pasos acercarse hacia nosotros, y la voz suave de una mujer, llamó el nombre de Henry.

—Ya no puedes esconderte, Henry. —Le dijo. —Tienes que pagar por lo que has hecho. Es lo que se debe hacer.

—Saldré, ustedes podrán correr. —Susurró Henry. —Cuida de Sam, _____________.

—No, no...espera. —Le advertí, pero Henry ya se había levantado con las manos en alto.

—Míranos, todo esto por ti. —Le dijo Kathleen. —Pudimos habernos evitado todo esto, Henry. Pudiste evitar la muerte de tus amigos también.

—No, no. Ellos no tienen nada que ver. Si me quieres, hazlo. Estoy aquí, pagaré por lo que hice, pero a ellos, déjalos tranquilos.

—No puedo, y lo sabes. —Le respondió ella, convencida de lo que quería.

Cerré los ojos y respiré profundo, buscando un plan para poder salir de allí rápidamente. Pero un ruido bajo tierra me llamó la atención, y no solo mía, sino la de Elli y pronto la de los demás. Un gran socavón se hizo espacio donde anteriormente había colisionado una camioneta contra una de las casas del lugar. La tierra se lo tragó para luego, expulsar lo que eran infectados. Estos comenzaron a invadir el lugar en multitud, atacando a quienes nos rodeaban.

—¡Mierda, corran! —Le grité a Ellie, quien tomó de la mano a Sam y corrió junto a él. —Henry, muévete de allí. —Llamé. Corrí como pude. Aunque mi pierna doliera, el susto fue lo que me impulsó a seguir corriendo por mi vida y la de Ellie. El caos estaba tras nosotros entre gritos de dolor y disparos desesperados. Los infectados habían invadido el lugar y nosotros éramos los únicos que no luchábamos por salvar nuestras vidas.

Mi pierna no respondió y caí al suelo. Me quejé ante el golpe que me di contra la cabeza, quedando un poco aturdida. Vi a Ellie correr junto a Sam. Ello, me mantuvo tranquila, sabía que iría donde Joel se encontraba. Mi incorporé nuevamente y traté de levantarme. Sentí un disparo, seguido de un infectado caer a mis pies. Me alejé rápidamente, observando el lugar de donde había venido el disparo. Joel me hizo una seña para que siguiera corriendo.

¿Era el fin? Me pregunté mientras corría tras Ellie, tratando de esquivar a los infectados. Una muerte dolorosa, pensé. Seguí corriendo, esquivando los autos, saltando sobre ellos y siguiendo con mi vista a Ellie.

—Sam! —Gritó Ellie. —______________, los chicos necesitan ayuda. —Me dijo. Divisé entre tanto caos, a los dos muchachos que se encontraban luchando contra tres infectados. Gritaban desesperados bajo el auto, dando patadas a quienes querían su carne.

Miré a Joel, y él volvió a hacernos una señal con su mano, indicándonos que fuésemos a salvarlos. Joel fue nuestro franco tirador, el que nos permitió salvar a los niños para poder seguir nuestro camino. Kathleen nos enfrentó, pidiéndole a Henry que se rindiera y se fuese con ella para cumplir el castigo. Pero un infectado saltó sobre ella, sin previo aviso, terminando con su vida.

Cansados, entramos a una casa. Ya habíamos salido del perímetro, ahora Sam y Henry seguirían su camino no sin antes descansar durante la noche. Los niños se fueron a dormir mientras nosotros, hacíamos guardia fuera de sus habitaciones.

—Gracias por salvarnos la vida. —Le dijo Henry a Joel. —No olvidaré este gesto. Fuimos un buen equipo después de todo.

—Ya lo creo. —Le respondió Joel. —¿Están bien?

—Si, no te preocupes. Podremos seguir durante la mañana. Quiero que Sam logre descansar después de todo esto. —Suspiró el muchacho, apesadumbrado.

—Si quieres, puedes venir con nosotros. —Le dije. Miré a Joel, pensando en que se negaría, pero asintió. —Ellie y Sam se han acostumbrado juntos. Creo que sería bueno que siguieran nuestro camino.

—Gracias. —Dijo Henry. —Sam le alegrará la noticia.

—A Ellie también. —Comentó Joel. Se dirigió a su mochila y sacó los implementos para poder ver mi pierna. Henry le hizo entrega de algunos utensilios que había logrado adquirir al entrar a la casa en la que estábamos. —Pronto sanará. Debemos descansar un par de días para que pueda cicatrizar. Te has movido mucho, los puntos se están abriendo.

—Seguiremos mañana. —Le dije. —Puedo seguir un día más.

Joel volvió a hacerme curaciones, para luego ordenarme que descansara, que tanto él como Henry cuidarían de nosotros. Me acomodé en mi saco de dormir y cerré los ojos, hundiéndome en un sueño profundo.

Los gritos de Ellie me despertaron de golpe. Me incorporé rápidamente, observando a Henry con una pistola, apuntando a Joel. Ellie luchaba por su vida contra el cuerpo de Sam.

—No puede ser. —Mis ojos comenzaron a emanar lágrimas. Ellie gritaba mientras Joel pedía a Henry tranquilizarse. Pronto, el cuerpo de Sam cayó al suelo con una bala certera en su sien.

—Henry, el arma. —Le pidió Joel, acercándose a él con cautela. Henry miró el arma y luego el cuerpo muerto de su hermano pequeño. —Henry, no mires. Dame el arma. —Volvió a insistir Joel.

—Henry... —Le llamé yo. Pero el muchacho no hizo caso. Lancé un grito ahogado cuando vi que posicionó el arma en su sien y apretó el gatillo, cayendo al suelo.

—Mierda. —Gruñó Joel.

Me levanté de mi lugar y me acerqué a Ellie para poder abrazarla. La pequeña rompió en llantos. Ambos cuerpos yacían en el suelo, inertes. Ellie pidió a Joel poder hacerle una sepultura digna fuera de la casa. Accedimos a aquello. Ahora los hermanos descansaban en paz después de una ardua pelea contra la líder del grupo que querían terminar con Henry a toda costa.

—Debemos irnos, _______________. —Me dijo Joel.

—Le diré a Ellie. —Asentí. —Joel, debemos apoyarla. Perdió un amigo. El primero que ha tenido.

—Esperemos a que pase un poco el tiempo, Ellie no querrá hablar de esto ahora. —Suspiró Joel, tomando sus pertenencias para emprender camino. —¿Tu pierna, está bien?

—Si, podemos seguir. —Afirmé. Me acerqué a Ellie y me gané a su lado.

—¿Hacia dónde hay que ir? —Preguntó la muchacha.

—Hacia el oeste. —Respondí. Ellie se agachó y puso sobre la tumba de Sam su pizarra que le sirvió para comunicarse. Joel se situó a mi lado observando de igual forma lo que Ellie le había dejado en su tumba.

"Lo siento" escribía. Miré a Joel y no pude evitar llorar. Joel me abrazó con fuerzas, murmurando que todo estaría bien.

Tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos para seguir caminando. Ellie caminaba delante de nosotros, en una postura derrotada.

—La cuidaremos mejor. —Me dijo Joel. —Lo prometo.

—También yo. —Musité. Ambos nos miramos y sonreímos, prometiendo que, desde ese momento, cuidaríamos mejor de Ellie. 
















✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩

Penúltimo OS de Joel mis queridas *-*

Mañana o pasado mañana se vienen las del Daddy Pascal ;)

✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩▬✩

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro