🧊Sʜᴏᴛᴏ Tᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ🔥
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Pᴀʀᴇᴊᴀ: Sʜᴏᴛᴏ x Sᴏᴘʜɪᴇ
Tɪᴘᴏ: Sʜᴏᴛᴏ ᴄᴇʟᴏsᴏ, ¿ᴀʟɢᴏ ᴍᴀʟ?
Exᴛᴇɴsɪᴏɴ: Mᴇᴅɪᴀ
Tɪᴛᴜʟᴏ: Mᴇᴊᴏʀ Qᴜᴇ Yᴏ
Pᴀʀᴀ: SophieHatakeUwU
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Shoto Todoroki, hijo del héroe número dos, prodigio de la U.A, un chico bastante guapo si le preguntamos a las chicas que estudian en este lugar...
Sin embargo, por más chicas bellas que hubiese en la U.A, él solo tenía ojos para una, y esa, era Sophie. Podía no expresar lo mucho que la quiere con palabras, sin embargo, su sola mirada heterocromática lo delataba. Su corazón latiendo más rápido que la velocidad en la que se enoja Bakugo, sus manos y piernas temblando más que Tamaki en cualquier segundo cuando estaba junto a ella, su sonrisa más grande que la de All Might. Todo eso, le daba aquellas señales a la castaña de que el chico mitad-mitad, estaba más que loco por ella.
Pero, como en toda persona, no todo es bueno o color de rosa. Shoto también tenía su parte oscura. Y, el dominante eran los celos. No era un chico que se enojara porque cualquier otra persona se le acercara, o que quisiera encerrar a su novia en una burbuja de cristal para evitar que alguien se acercara a más de dos metros, porque sabía como era Sophie. Sabía que ella prefería estar rodeada de chicos y poder bromear sobre cosas que las "chicas" consideraban de mal gusto.
Pero, lo que le molestaba a Shoto no era eso. No era ver como muchos chicos rodeaban a su novia, o ver como ella se llevaba brusco, incluso le parecía bien, ellos le enseñaban a defenderse en cualquier caso de que él no la pudiera proteger.
Sin embargo, odiaba ver como ciertos chicos "caritas perfectas", le hablaban demasiado cerca.
Sus celos iban más allá de las posibilidades de un engaño. Atacaban sus inseguridades.
Cierto día, Shoto se encontraba sentado junto a sus amigos, Midoriya, Uraraka, Iida. Mientras que Sophie estaba sentada, riendo como loca junto... Junto a Bakugo Katsuki, Kaminari Denki, Kirishima Eijiro, y Mina Ashido.
Vio como Denki la hacía reír al ponerse dos de sus lápices en sus dientes imitando a una foca.
«Él no tiene el cabello de dos colores, no tiene ojos extraños, no es frío ni distante, y sobre todo... No tiene una cicatriz. Él podría... Ser perfecto para ella...» Sus pensamientos sólo lo mantenían inseguro. «En cualquier momento, ella puede alejarme... Puede decirme que no le gusto más...» Empezaba a ponerse paranoico, su pierna comenzó a hacer un sonidito estresante para Uraraka.
—Shoto, ¿puedes parar?—Pidió la castaña viendo preocupada al chico. Él solo hizo caso omiso, estaba sumido en sus pensamientos.
Ni siquiera notó cuando Sophie se acercó a ellos.
Aprovechando que él estaba distraído, se colocó en su espalda y le tapó los ojos.
—Sophie, ya sé que eres tú—Habló el chico bicolor intentando disfrazar su tristeza. Y aunque logró engañar a casi todos, Sophie pudo distinguirlo.
—Hey, ¿qué te pasa?—Estaba preocupada, eso se podía ver a kilómetros.
El chico sólo negó mientras jugaba con su plato de comida.
La castaña se sentó junto al mitad-mitad y colocó su mano en el hombro de él llamando su atención.
Cuando sus ojos se cruzaron con los del heterocromático, le dedicó una de esas sonrisas que casi nadie veía.
«¿Qué hice para merecerla? Es tan... Perfecta... Ella lo es, es más de lo que pude pedir en cualquier momento... No la merezco...Es mejor que yo» Pensó el chico analizando cada milímetro de su rostro. «No, no la quiero... La amo...».
—Si no me quieres contar ahorita, está bien, pero, aquí estoy contigo—Sin quitar su sonrisa, y con una rapidez –gracias a su quirk– inimaginable plantó un beso en la mejilla del chico.
Él solo asintió sonrojado. No estaba muy acostumbrado a las muestras de amor en público.
Ni siquiera se molestó en prestar atención a aquella conversación, seguía jugando con su comida, y, muy de vez en cuando, metía algo de esta en su boca.
Regresaron al salón, donde los esperaba Aizawa.
—Para el proyecto de este mes, quiero que me presenten una maqueta de una célula vegetal y una animal.—Se escucharon los quejidos de todos los alumnos al escuchar aquella cosa tan compleja.
—¿Y nosotros por lo menos podemos escoger las parejas?— Se escuchó la aguda voz de cierta chica con aspecto alien.
Seguido, se hizo presente el suspiro del profesor, quien inmediatamente levantó la vista y al ver las miradas suplicantes de sus alumnos, terminó por asentir. —Está bien—Habló para que después llegaran a sus oídos los gritos y chillidos de muchas chicos y chicas emocionadas. —, tienen tres semanas antes de la exposición, empiecen—Ordenó.
—Sophie—A los oídos de la castaña llegaron las voces de varios compañeros. Específicamente hombres. Entre ellos se encontraban Denki, Kirishima, Mineta, Sero, e incluso Bakugo.
—¿Puedes estar conmigo? —Preguntó el rubio eléctrico.
Sophie dirigió su mirada hacia el herterocromático, quien, al darse cuenta de que su novia había sido rodeada por chicos, especialmente el rubio, prefirió alejarse y dirigirse a la competencia directa de Sophie. Momo Yaoyorozu pidiéndole estar en equipo con ella.
Al verlo con Momo, Sophie movió su mirada de nuevo hacia los chicos que la rodeaban.
—Está bien, Denki, hacemos equipo—Aún si había tratado de ocultar sus celos e intranquilidad bajo una sonrisa, Denki lo notó.
Aunque decidió no preguntar con todos ahí.
El rubio celebró mientras que, Bakugo y los demás se alejaban con el coraje implantado en las pupilas.
El día siguió, Shoto seguía más que distante de Sophie, no se atrevía siquiera a acercarse. ¡Incluso se colocó en la silla más lejana de la castaña!.
All Might siguió con su clase, de nuevo, equipos. Un trabajo simple, ataques combinados.
Pero, con la única diferencia de que él haría los equipos.
Esta vez, puso a cierta castaña con Sero Hanta.
Las inseguridades del Todoroki menor se hicieron aún más grandes.
Ahora veía como el pelinegro le coqueteaba descaradamente a su novia. Y no tenía problema con eso. Él conocía a la perfección como era su novia. Solo que... Según él, ese chico tenía una sonrisa genial, algo que casi nunca se veía en el rostro del heterocromático. Y eso es lo que le daba miedo, que por una sola sonrisa, Sero le fuese a quitar a su novia.
Durante el entrenamiento no puso atención a los movimientos de ataque, o más bien ridículos intentos de Uraraka por hacer un ataque junto al chico.
—Ay sí, Todoroki-kun, dibis pristir mis atinción—Arremedó Sophie viendo como Ochako se acercaba demasiado a su novio.
—Sophie... Sophie... ¡Maldita sea, Audrey!—Gritó el pelinegro llamando la atención de la chica que estaba más que perdida en sus celos.
—Lo... Siento, estaba pensando en algo—Se disculpó intentando prestarle más atención al chico.
Pero, aunque lo intentó todo, nada puso sacar de su cabeza al chico mitad-mitad, que a solo unos metros se encontraba hablando con Uraraka sobre... Bueno, más bien, Ochako era la única que hablaba, pues Todoroki Shoto se encontraba más que callado.
Un momento solo por unos segundos, Shoto y Sophie lograron conectar miradas.
Él no podía estar mucho tiempo sin verla y ser obligado por su mismo rostro a sonreír.
Justo cuando se encontraron sus miradas, el heterocromático sonrío inconscientemente. Y Sophie hizo lo mismo.
Tenían que hablar, eso era lo único que sus cabezas y corazones gritaban al ver a su pareja con otra persona.
—¡Joven Todoroki! ¡Deje de observar a la señorita...!—All Might quería hablar, sin embargo, se vio interrumpido por sus pensamientos. —Jamás me ha dicho su apellido, señorita Sophie—Dijo el hombre viéndola con el ceño fruncido.
—Preferiría mantener mi desgraciado parentesco en secreto, si no le molesta, All Might-Sensei—Respondió la castaña moviendo sus dedos desesperadamente.
Ese solo gesto volvió loco al bicolor, pues sentía como cada pequeño detalle lo mataba. Con solo pestañear, ella lo tenía a sus pies.
Su clase fue... Normal, dentro de lo que cabe. Y cuando esta terminó, todo su día laboral lo hizo también.
Dispuesta a ir a su dormitorio, Sophie tomó su mochila en su hombro.
—¿Puedo... Ayudarte?—Preguntó Shoto acercándose a ella con toda la pena del universo.
—No te preocupes, así estoy bien—Le respondió la chica sonriendo.
—Déjame ayudarte, hace rato que no hablamos y... Creo que es un buen inicio—Dijo el chico tomando con delicadeza aquella cosa pesada que parecía no tener libros, si no, piedras.
—Está bien... Tienes razón, no hemos hablado en todo el día—A pesar de que ella no sabía el rumbo que esa plática iba a llevar, trató todo con delicadeza también.
Y aún con una pena y miedo a flor de piel, el heterocromático tomó la mano de su novia, quien solo le dio un ligero apretón.
—¿Puedo preguntarte algo?—Indagó con nervios, bajando la vista e incluso recorriendo la cara.
—Sabes que sí, no me tienes que pedir permiso—Soltando una pequeña risa, Sophie se acercó más al mitad-mitad.
—¿Por qué... Por qué estás conmigo?—Sus inseguridades comenzaban a hacerse presentes. Ella lo miró algo desconcertada, incluso se puede decir que con algo de miedo. —Soy... Algo raro... Parece que soy dos personas a la vez... Y la cicatriz, eso es peor...—Susurró complementando todo. Sophie pareció entenderlo.
Soltó la mano del chico llamando la atención de este. Sin previo aviso, abrazó a su novio, quien, sorprendido –pues tampoco es como si Sophie fuese demasiado fan de las muestras de cariño en público–, le correspondió tomándola por la cintura.
Bajó la cabeza hasta acurrucarla en el hombro de la chica, y ella aprovechó para responder su pregunta.
—Siendo sincera, amo cada parte de ti. Hasta la más mínima célula. No me importa si tienes el cabello de dos colores, me gusta como se te ve. Sabes de sobra que no sé cómo expresarme con palabras, pero, creo que encontré la manera perfecta de describir lo que siento por ti—Explicó ella y al momento sintió como el bicolor movía ligeramente su cabeza en señal de pregunta.—Te... Te amo—Algo insegura, ella fue capaz de decirlo, esa palabra que se había guardado, por fin había salido.
—¿Aún si Denki es... Mejor que yo?—Aún temeroso, preguntó lo obvio.
—¿Quién dijo que el pikachu con sobre carga y cerebro achicharrado es mejor que tú? —Inquirió ella sonriendo en burla.
Él solo levantó los hombros, no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. —Todoroki Shoto, nadie es mejor que tú, en ningún aspecto, sobre todo como persona—Aprovechando que el chico en este momento se encontraba unos centímetros más abajo que ella, dejó un beso en la mejilla del bicolor.
Nadie podría compararse o decir que era mejor que Todoroki Shoto, al menos en la opinión de Sophie.
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