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Pᴀʀᴇᴊᴀ: Aᴜᴅʀᴇʏ x Aɪᴢᴀᴡᴀ
Tɪᴘᴏ: Cᴜʀsɪ
Exᴛᴇɴsɪᴏɴ: Mᴇᴅɪᴀ
Tɪᴛᴜʟᴏ: Nᴏ Es Uɴ Aᴅɪᴏs
Pᴀʀᴀ: SophieHatakeUwU
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-... Mañana Es el último día de clases, ¿qué planean hacer? -Preguntó Mina sonriente.

-Disfrutar que Bakugo no me gritará a las siete de la mañana-Respondió Sero.

-Dormiiiiiiir-Habló Kaminari extendiendo sus brazos y haciendo como si fuera un zombie.

-Supongo que nada-Dijo Eijiro levantando los hombros quitándole importancia.

-Por fin estaré lejos del idiota de Deku, lo disfrutaré como no tienes idea-Siguió Bakugo.

-¿Audrey? Has estado muy callada desde hace rato... ¿Pasa algo? -Inquirió Mina acercándose a su amiga castaña.

-Es fin de año, nos graduamos la próxima semana... Y... No lo volveré a ver... -Susurró solo para la pelirrosa.

-Owww Audrey... Tranquila, pasaremos por la U.A siempre y lo verás, lo prometo-Contestó la otra chica ganándose la atención de todos los presentes.

-¿De quién hablan, señoritas? -Preguntó Kirishima prestando atención a la conversación de las dos chicas.

-No, nada, Kiri, no es... Nada-Escuchaban a su amiga más desanimada de lo normal, y eso hasta Bakugo lo notó.

-Escúchame, maldita extra, a mí nadie me engaña, tú tienes algo y nos vas a contar-Exigió el rubio sin el más mínimo tacto, como ya era costumbre.

-Que no tengo nada, rubia-Soltó Audrey viendo al chico con ojos asesinos.

-Sí tienes algo-Siguió el chico acercándose a la castaña amenazador.

-Que no, maldita sea-La chica comenzaba a desesperarse.

-Que sí...

-No

-Sí

-Solo que ya no veré a Aizawa-Sensei, ¿Ya? Eso es todo-Explicó Audrey más que desesperada.

-Ay por favor, solo fue nuestro Sensei, no es para tanto, no te pongas sentimental, Audrey-Le restó importancia cierto rubio eléctrico.

-Lo que pasa es que a Audrey le gusta Aizawa-Sen...-A punto de continuar, Mina se quedó callada.-... Ya dije algo que no, ¿verdad? -Inquirió algo apenada con su amiga, quien lo estaba aún más.

-¡Mina! ¡Maldita sea, era un secreto! Ahora lo sabe hasta el idiota de Denki

Estaba frustrada, probablemente, ahora Denki no podría ni siquiera guardar el secreto por más de dos días, y también lo diría a mitad de la clase.

Esperando las burlas de sus compañeros, en especial la de Bakugo, Audrey cerró los ojos por inercia.
Sin embargo, ninguna risa se asomó por ninguno de sus compañeros.

-Audrey, pero, Aizawa-Sensei es mayor que nosotros por lo menos unos ¿trece años? ¿Más?-Escuchó la voz de su amigo pelirrojo, el más comprensible de todos.

-Lo sé, ¿sí?. Pero no puedo elegir de quien mierda me enamoro-Dijo la castaña rodando los ojos.

-Ya, chicos, mejor cambiemos de tema. ¿Quieren hacer algo especial este fin de semana? -Habló Sero tratando de eliminar ese ambiente un poco incómodo, no para ellos, para su amiga.

[...]

-... Y, aunque nunca pensé decir esto, estoy muy orgulloso de ustedes, y de todo lo que han logrado-Siguió con su discurso aquel hombre ganándose una mirada enamorada por parte de una de las castañas de la clase. -Midoriya, ya no te lastimas cuando usas tu quirk, y lo sabes controlar a la perfección-Halagó y el peliverde en respuesta, hizo una reverencia. -Denki, no eres tan idiota como cuando iniciamos curso...

-¿Debería tomarlo como un insulto o como un halago? -Preguntó el rubio a su amiga sin saber exactamente qué hacer.
Ella rió por lo bajo tratando de no llamar mucho la atención.
Pero, se ganó una mirada de su Sensei, no una mirada triste, al contrario, incluso se podría distinguir una sonrisa ligera en los labios del mayor.

-Y ni hablar de ti, Audrey, estoy más orgulloso de ti que de ningún otro de este grupo de Tontos-Dijo el hombre jugando nerviosamente con los dedos de su mano por detrás de su espalda. -En toda mi carrera como maestro de esta escuela, jamás vi a alguien con tanto potencial como el que tú tienes. Eres... Simplemente increíble-Soltó sin pensar muy bien lo que estaba diciendo.

Audrey, por su parte, sentía como en cualquier segundo se iba a desmayar. No sabía exactamente si era por vergüenza o por nervios.

Solo sabía que se estaba muriendo, y que estaba feliz de que aquel hombre estuviera diciendo eso de ella.

La última clase terminó, tenían un rato libre antes de que All Might fuera por ellos para empezar a entrenar por última vez y despedirse de sus alumnos.

Audrey no dejaba de pensar en que ya no vería a su Sensei, y eso le quitó un buen rato de su hora libre.
Porque mientras todos sus amigos habían decidido ir a comer o a pasar un rato, la ansiedad y tristeza consumió a la castaña, viéndose obligada a quedarse sentada en su pupitre.

Aizawa no había notado aquel tan extraño comportamiento, estaba más dormido que despierto.
Pero, cuando pudo distinguir que su alumna estaba ahí sentada con la cabeza hacia abajo, tratando de hacer algo como un boceto, se preocupó por ella.

No es que fuera alguien muy social, ¡al contrario! Había sido amiga de Tamaki solo porque ambos padecían ansiedad social.
Pero, era raro no verla con Kirishima o Denki, Sero, o incluso Mina.

-Audrey... -Llamó el hombre acercándose sigilosamente a la chica-... ¿Te encuentras bien? -Preguntó algo temeroso de la respuesta de su alumna.

-Sí, Aizawa-Sen...

-No es necesario que uses ese incómodo honorífico-Le sonrió, o por lo menos lo intentó.

-Está bien, pero, no se preocupe, estoy... Bien-Sonrío de la mejor manera que pudo derritiendo así el corazón del hombre que la acompañaba.

-¿Segura? -Insistió aún preocupado por el comportamiento de su alumna.

-Sí, de verdad-Ocultando su miedo y tristeza por alejarse de su Sensei, le volvió a sonreír, hasta que una pregunta cruzó su mente, y sin pensarlo, le preguntó: -Aizawa... ¿Su vida no es un poco solitaria?

Él suspiró meditando la situación un poco. -Es... Triste saber que a nadie le importa si llegas vivo o si no llegas a casa, no sentir eso que todos le llaman "calidez hogareño", también el que nadie te reciba. He estado solo por los suficientes años como para acostumbrarme a esa parte tan... Triste de mi vida... -Abriéndose un poco ante su alumna, le contó todo.

«Si supiera cuanto me importa usted, Sensei» Pensó la chica sin atreverse a decírselo.

-Vaya, Aizawa, no sabía que podía ser tan... Profundo-Dijo en un intento de alivianar el ambiente.

Una risilla se escapó por los labios de Shota llamando la atención de la chica de tan solo 18 años.

-Audrey, quiero que sepas que esto no es un adiós, nos volveremos a encontrar-Para la castaña, el Aizawa Shota que estaba viendo frente a ella no era el mismo maestro que le había dado clases. Este era más... Tranquilo, relajado, como si estar con ella le quitara pesos enormes de su espalda.

-Aizawa... Quiero... No...-Se negó a sí misma el solo pensamiento de dejarse llevar por su corazón y decir lo que se había guardado desde primer año.

-Si no me quieres decir, es entendible...-Dijo el hombre sonriendo ligeramente. Pocos tenían la fortuna de verlo sonreír, y Audrey podría decir que ella era una de estas escasas, casi nulas, personas.

Todos volvieron a entrar al salón en espera de su otro Sensei.
Algunos ya estaban cansados, y otros emocionados.

Todos tomaron camino hacia la clase del símbolo de la paz mientras que, Aizawa se dedicaba a dejar un papel en la mochila de Audrey.

[...]

-Amiga, has estado así desde hace semanas, tienes que olvidarte de Aizawa-Sensei-Reclamó Mina haciendo caso omiso a las indicaciones de All Might sobre su entrenamiento.

-No puedo, Mina, es imposible, ese hombre hasta de mi sangre se adueñó-Habló Audrey dramáticamente.

-Idiota, mejor hay que hacer algo para que te olvides de él. ¿Vas a coquetear con alguien este fin de Semana? -Sugirió más a modo de pregunta.

La castaña se negó rotundamente. -Sabes que soy mala para eso. Además, le soy fiel a mi Sensei-Se justificó.

[...]

Y, ahora ahí estaban parados, Aizawa hasta eso se había arreglado bastante bien, iba a acompañar a sus alumnos no en sus fachas de siempre, menos si se trataba de acercarse a la castaña en un día tan especial como aquel.

Estaban todos listos, la ceremonia era algo tediosa, Audrey comenzaba a desesperarse y a crear pequeños juguetes para distraerse. No era como el quirk de Momo, pero, era algo parecido, a diferencia de que los objetos que ella creaba, podían explotar si ella lo quería.

-Audrey Yamagi-La Voz del director le sacó de sus pensamientos, caminó apresuradamente por su diploma, y cuando la mano de cierto azabache se colocó con orgullo frente a ella, la tomó más que nerviosa.

-Felicidades, Audrey-Le sonrío orgulloso de su alumna, pero había algo más, y eso nadie lo pudo distinguir... Amor.

[...]

Si bien habían pasado casi tres años de que la chica había salido de la preparatoria, cuando escuchaba a su hermano menor hablar sobre las horribles cosas que les hacía hacer Aizawa, no podía evitar sonreír como colegiala enamorada de su profesor.
¡Y aún lo estaba!.

Cierto día, la madre de Audrey la obligó a ir por él a la U.A

-Maldito mocoso, vas a ver... -Susurró enojada mientras caminaba hacia la preparatoria.

Cuando estuvo frente a esta, no pudo evitar recordar lo que dijo su Sensei hacia tres años.

«Esto No Es Un Adiós... Nos volveremos a encontrar...» Esas palabras fueron las que impulsaron a la chica a salir directamente hacia aquel lugar donde había pasado una gran parte de su vida.

-¿Audrey? -Reconoció la voz de su ex maestro sonar a espaldas suyas. -Viniste por tu hermano-La felicidad se colaba por cada poro de la piel del hombre azabache.

Ella, sintiendo como su corazón latía con más fuerza que de costumbre, asintió débilmente.

-¿Podemos hablar? -Preguntó alejando al menor con unas palmadas. La castaña volvió a asentir para darle una mala mirada a su hermano y seguir al hombre que, hasta la fecha, la mantenía viviendo un sueño adolescente.

Hablaron de trivialidades, se fue el tiempo volando, y el hermano de Audrey lo sintió como meses.

-Ya... No quiero que mi vida sea tan solitaria, Audrey... Yo... Guardé esto por miedo, y ahora que eres mayor de edad... Supongo que no está mal decirlo...-Juntando todo el valor que se había guardado por años y por casi dos horas, se acercó nervioso a la chica. -Me siento mal porque casi te doblo la edad, pero... Te quiero, lo he hecho desde la...

Harta por la espera, y en un segundo en el que la adrenalina tomó posesión de su cuerpo, Audrey tomó las vendas que cubrían la mayor parte de la cara de su ex Sensei, y lo acercó para besarlo.

Aquello que se habían guardado por una cantidad enorme de años, lo estaban diciendo con esa simple acción.

-Sé que es apresurado, pero, quiero recuperar el tiempo perdido. ¿Quieres vivir conmigo? Ya no quiero estar tan solo...

Algo asustada por la pregunta, y también por la decisión tan importante que era eso, Audrey se alejó ligeramente de el azabache. Lo pensó por dos minutos, analizó cada cosa, cada pro y cada contra.
Para al final, lanzarse a los brazos de su adorado Sensei.
Ahora no se separarían jamás...

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Siento que el final me quedó del asco... Pero, tengo toda la madrugada intentando escribir algo descuente.

Y bueno, para uno de los Shots de Bakugo todavía no encuentro una buena explicación, pero, creo que solo le hace falta descansar.

SophieHatakeUwU
Espero que te haya gustado un poquito o que te haya ayudado. Sabes que te quiero y demasiado, más que a Shisui (y eso ya es decir mucho 😂), así que, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites. Si quieres hablar, aquí estoy ❤️❤️.

Y para tod@s l@s que estén leyendo esto. Aunque probablemente no lean esta parte, quiero decirles que, aún si es por medio de una pantalla, si necesitan cualquier cosa o quieren hablar con alguien, aquí estoy para ustedes, chic@s...

En fin,
FÁTIMA FUERA