🦑Tᴀᴍᴀᴋɪ Aᴍᴀᴊɪᴋɪ🦑
━━━━━━━ 🦑 ━━━━━━━
Pᴀʀᴇᴊᴀ: Tᴀᴍᴀᴋɪ x ________
Tɪᴘᴏ: Exᴄᴇsᴏ ᴅᴇ ᴛᴇʀɴᴜʀᴀ
Exᴛᴇɴsɪᴏɴ: Lᴀʀɢᴀ
Tɪᴛᴜʟᴏ: Cᴀʀᴛᴀs
━━━━━━━ 🦑 ━━━━━━━
—Y... ¿Por qué no le haces cartas?
Por esa simple y sencilla frase empezó toda una locura.
Si bien Tamaki era tímido, __________ podía llegar a ser igual o peor.
Ella, una chica de primer año, enamorada de un chico de tercero.
A sabiendas de que ese era un amor imposible, ella accedió.
No sabía su nombre, no sabía cómo él reaccionaría. Mucho menos, que por el simple hecho de enviar una carta, habría demasiado drama de por medio.
—Denki, ven, por favor...—Pidió la castaña en un susurro.
El rubio se acercó a ella colocándose a su lado. —¿Ves a ese chico pelinegro con aspecto de duende detrás de Midoriya y sus amigos? —Inquirió la chica señalando discretamente. Kaminari asintió. —¿Me puedes hacer un favor? —Ante la pregunta, el rubio no tuvo más opción que aceptar. —¿Le puedes preguntar el nombre, por favor?—Pidió casi suplicante.
—¡Claro, ahora vuelvo! —Gritando y susurrando al mismo tiempo, el chico se dirigió sonriente a dónde se encontraban los tres grandes. —¡Oye, el pelinegro! —De tan solo escuchar como su amigo había llamado a aquel chico de tercero que tanto le gustaba, __________ empezó a temblar y a sentir vergüenza.
Tamaki lo ignoró, pensó que se refería a otro chico, pues había demasiados pelinegros ahí.
—¡El de las orejas puntiagudas, el que está comiendo pulpo! —Gritó Denki sonriente.
___________ sintió su cara arder y se escondió en sus brazos.
Por otro lado, Tamaki se sonrojó fuertemente, estaba siendo el centro de atención de todos, y eso, no le gustaba en lo más mínimo.
—Amigo, vamos, solo te está preguntando el nombre—Animó Mirio.
—Ta-Tamaki A-A-Amajiki—Susurró sonrojado e intentando ocultarse de todos buscando una pared.
—¡Gracias! —Escuchó la voz de rubio.
__________ pensó que ahí había terminado todo, pero, vaya, que equivocada estaba. —Es que la chica de allá, la castaña, me preguntó por ti —Y con esas palabras, ambos jóvenes protagonistas comenzaron a temblar más y más.
Bueno... Que mal primer intento.
[...]
Después de aquel horrible primer momento tan vergonzoso, __________ prefirió mantenerse lo más alejada de Tamaki como pudo.
Pero eso no le impidió sentirse bien cuando lo veía.
Optó por seguirlo de lejos. Le gustaba estar cerca de él, pero, entre más lejos mejor. Si él estaba en la cafetería, ella se sentaba a unas mesas de él, y si iba al patio de la U.A con Nejire y Mirio, ella los seguía de cerca con Momo.
Y, así estuvo unas semanas. Hasta que...
—Amigo, la castaña de atrás, nos ha estado siguiendo desde hace unas semanas—Escuchó al rubio decir. Ella se sonrojó y se intentó esconder en su amiga. La pelinegra tomó el brazo de su acompañante y las sacó de ahí.
—¿Qué hago, qué hago? Ya me descubrió... Soy una cobarde... —Dijo __________ agachándose y pegando su frente a la mesa y ocultado su rostro entre sus brazos.
—¿Cómo vas con las cartas? —Soltó Momo intentando encontrar una solución.
—¡Eso es lo peor! Ni siquiera he hecho nada... Yo... No puedo, Tamaki me gusta, y mucho, pero, no le puedo decir nada, ¡menos por cartas!. Voy a morir soltera con quinientos gatos—Exageró la castaña sin quitarse de donde estaba.
—A ver, __________, vas a tomar esa lapicera y esa hoja, y vas a escribir algo, no importa lo que sea, se la entrego yo—Habló Momo acariciando la espalda de su amiga.
—¿Harías eso por...
Su pregunta se vio interrumpida por el grito de Uraraka.
—¿¡A _________ le gustan mayores!? —Y ahí, fue cuando la pobre chica sintió que se iba a morir.
No por el grito de Uraraka, eso en cualquier momento le hubiera dado igual. Sino, sintió que sus piernas fallaron, y como su corazón se detuvo al ver a aquel pelinegro cruzar por enfrente de la ventana donde ellos tomaban clases.
—Ay no, Momo... Mátame, Mátame, Mátame por favor—Suplicó viendo a la pelinegra que reía divertida. —¡No te rías, estúpida! ¡Ahí está el chico que me gusta y la otra gritándolo! —Ahora se sintió como una estúpida.
Le podía gustar cualquiera, pero, se delató ella sola apuntando al chico...—Ahora sí, te lo ruego por lo que más ames, mátame—Rogó volviendo a su posición inicial en la mesa.
Por otro lado, el pelinegro se había sonrojado y ocultado en la pared más cercana que tuvo.
—Vamos, se ve que es buena, tranquilizate, solo es una chica más, no tienes que corresponder sus sentimientos si no quieres—Animó Nejire.
Vaya drama... Y solo habían pasado unas semanas.
[...]
—Es la tercera carta en la semana... De verdad está enamorada de ti... Y creo saber quien es—Dijo Mirio admirando el trozo de papel que el tembloroso de Tamaki sostenía en sus manos.
—___-________... 1-A...E-ella es... —Susurró el pelinegro con un color rojo intenso en sus mejillas mientras temblaba.
—¿Cómo sabes su nombre? —Preguntó Nejire.
—De-Denki, su... Su compañero me lo dijo... E-el ru-rubio que me pre-preguntó el nombre la-la otra vez...—Solucionó sin dejar de temblar.
Siguió leyendo aquella carta.
«... Ahh de verdad soy una cobarde... No te puedo decir nada de frente, solo me haces temblar. Y sé que esto puede llegar a ser raro... Pero... Agh, te juro que si pudiera, te lo diría de frente... Prefiero mantenerme en las sombras a tener que decirte esto...
Y es que, ¡demonios! No sé cómo lo haces, pero me haces temblar y sentir cosas inexplicables. Eres demasiado tierno, y supongo que eso es lo que me hace temblar y lo que tango me gusta...
Yo... Está chica de la clase 1-A que te escribe cartas... Prometo que algún día, quizá no hoy, quizá no mañana... Tendré el valor de decirlo frente a frente.
Por lo pronto... Supongo que... No puedo.
Atte:...»
El azabache no paraba de temblar y eso lo veían sus amigos...
Aquella chica podía ser tímida, pero, para expresar sus sentimientos de esa manera...
[…]
________ se encontraba de lo más normal escribiendo en su libreta, le encantaba perderse en las palabras e imaginarse en otro mundo.
Hasta que escuchó una puerta abrirse. Los tres grandes habían entrado.
(N/A: He de admitir que no he visto esa parte más que en gifs, Tik Tok's y demás, así que... Lo siento si no es lo mismo que en el anime)
Momo soltó una risilla haciendo que ________ despertara de su ensimismamiento.
La castaña levantó la vista, y como si fuera obra del maldito destino o casualidad que estaban jugando una mala pasada con ella... La pobre chica hizo contacto visual con el pelinegro.
Ambos se sonrojaron. Y mientras que Tamaki corría a la pared más cercana siendo detenido por Nejire, __________ se escondió en sus brazos.
La castaña escuchó las voces de Aizawa y los demás a lo lejos, creyó escuchar las presentaciones de los otros dos más grandes.
Pero, cuando escuchó el nombre de "Tamaki Amajiki", inconscientemente levantó la vista viendo al azabache ocultarse en la pared más cercana.
Su voz... Agradeció que estaba sentada, pues, de lo contrario, probablemente estaría en ese momento en el piso. Sus piernas temblaban en exceso, sus manos sudaban, y se volvió a esconder en sus brazos... Ni siquiera le aguantaba la mirada.
Cualquiera pensaría que eso terminaría ahí. Pero, las desgracias para _________ aún no terminaban.
—¿Eres tú el chico que le gusta a __________? —La pobre chica castaña levantó la cabeza un poco con sorpresa para segundos después bajarla. Vaya vergüenza.
«Te mataré, Denki Kaminari» Dijo para sus adentros sintiendo unas ganas de llorar irreversibles.
Tamaki buscó con la mirada discretamente a la castaña antes de esconderse en una pared totalmente avergonzado.
¿En algún momento se terminarían las desgracias y mala suerte para la pobre castaña?.
[...]
Ya no lo aguantaba. Toda la U.A sabía del drama amoroso entre uno de los tres grandes y una de las alumnas de Aizawa.
—No debí haber hecho nada, me hubiera quedado callada, me hubiera tratado mis sentimientos... Soy una completa idiota... —Susurró con la cabeza en su típica posición.
—Ya, _________, no es para tanto—Escuchó a la chica invisible.
—¿Qué no es para tanto?. Toda la maldita U.A sabe que me gusta Tamaki Amajiki—Dijo la chica sintiendo como se quebraba su voz.
En sus cortos quince años de vida, no había experimentado lo que era el "amor", sabía lo que era que le gustará un chico, lo había sentido miles de veces, pero… Nadie le correspondió en su vida.
—Ya no quiero nada, nada, nada... Me quiero ir a mi casa, no quiero estudiar, por lo menos hasta que él se valla de aquí—Chilló cansada de la situación. —Le voy a decir a Aizawa Sensei que si puedo irme a los dormitorios—Se levantó de su lugar sin ver atrás, donde, sus amigas la veían con pena. Odiaban ver a la chica así.
Pero, ajá, como si sus accidentes fueran a parar ahí.
Tamaki, quien en ese momento había sido mandado a ver a Aizawa, regresaba al comedor.
Topándose así con la castaña.
Y aunque suene cliché, la chica que iba cabizbaja intentando aparentar más enferma, chocó con el pelinegro.
—Lo siento, lo siento—Se disculpó débilmente sin atreverse a subir la vista.
—¿Pa-Pasa algo? —Sintió sus piernas y sus manos temblar al escuchar a aquel chico hablar.
No pudo articular una sola palabra y, corriendo se dirigió con Aizawa Sensei.
Ese incidente la había puesto mal, pues sintió unas ganas incontrolables de vomitar...
Y, no lo aguantó.
Aizawa al ver como su alumna de verdad estaba mal, la dejó ir a los dormitorios.
Bueno... Estaba decidido, ella era la mejor para pasar vergüenzas.
[...]
—¡_______!—Escuchó una voz extraña.
Se volvió para encontrarse con una peliazul. —Toma esto—Pidió la chica entregándole un sobre blanco hecho con delicadeza, pues no se veía comprado o pre fabricado. Más bien como si alguien lo hubiera hecho.
La chica, algo extrañada lo tomó.
Nejire se fue dejándola sola.
___________ se dirigió a su salón, donde se encontraba Bakugo, Midoriya, Todoroki, y la persona que se había ganado su odio (por lo menos un poquito) a pulso, Denki.
Le dirigió una mala mirada al chico, quien solo se pudo esconder tras Bakugo.
Se sentó en su pupitre y comenzó a leer el contenido del sobre.
«Para la persona más especial de la clase 1-A.
________, siendo sincero... No sé ni cómo es que tengo el valor de escribir algo así. Siendo sincero... Sí estás leyendo esto, creo que ni siquiera sé cómo es que tuve el valor para entregarle esto a Nejire o a Murió para que te lo diera.
Solo... N̶̶o̶̶ s̶̶e̶̶ q̶̶u̶̶e̶̶ p̶̶o̶̶n̶̶e̶̶r̶̶»
La carta tenía tachones y borrones, porque el pobre chico, totalmente nervioso, no sabía cómo escribirle a la chica. «Y yo...Yo... No creo que nadie merezca sentir tanto odio hacia su persona... Eres.. H̶̶e̶̶r̶̶m̶̶o̶̶s̶̶a̶̶... L̶̶i̶̶n̶̶d̶̶a̶̶, no, no, me... Me pareces demasiado tierna... Supongo que esa es la palabra.
Y por más que me vaya a costar temblores y nerviosismos... Yo... ¿Podemos vernos mañana después de clases, en frente de tus dormitorios?. Quiero... Quiero conocerte, saber quien es esa chica tan insegura y linda que me escribe...
Atte: Tamaki Amajiki.»
_________ estaba a punto de desmayarse. ¿A caso aquel chico le había llamado linda y hermosa?.
Volvió a recostarse en su típica pose conteniendo las ganas de gritar.
Quería ir... Pero cuando estuvo a punto de decidirlo... Una que otra inseguridad la atacó.
¿Y si no era él quien había escrito la carta? ¿Y si sólo la querían para burlarse?.
La sonrisa que se había plantado en sus labios de pronto desapareció... Seguramente era eso. Conociendo su suerte para todo lo que conllevaba el amor, lo más probable es que sí fuera una broma.
Optó por no ir. No quería pasar otra vergüenza.
[...]
Caminó solo unos metros más, ahí estaban sus dormitorios, por fin podría tocar su cama. Pero no...
Había olvidado completamente que ese día supuestamente se encontraría con Tamaki.
Vio como un chico rubio animaba a alguien que no podía distinguir. Pero, cuando vio su posición, creyó por un instante que iba a morir.
Tamaki Amajiki estaba ahí.
—¿Y... Y si no... No vi-viene? —Alcanzó a escuchar la voz del pelinegro.
Y justo ahí, sus ojos hicieron contacto con los azules del amigo del azabache.
—Tan siquiera voltea...—Dijo Mirio señalando a la chica con la cabeza.
Él obedeció a su amigo, y ahí, ambos chicos sintieron sus piernas fallar. _________ se obligó a sí misma para no caer sosteniéndose de una de las farolas que alumbraba en ese momento.
Tamaki se volvió a la pared para esconderse de ella.
Ciertamente, el pelinegro de alguna u otra manera había desarrollado una atracción hacia la castaña.
Le parecía... Más que tierna. Y no pudo evitar sentirse intimidado por el contacto que había tenido con ella.
—Vamos, amigo, ya sabemos que tú le gustas, no creo que te rechace, solo dilo, ella merece después de todas las vergüenzas que ha pasado por ti, por lo menos ser correspondida—Dijo el rubio alejándose.
Tamaki volteó de nuevo, cerró los ojos con fuerza y volvió a esconderse en la pared.
—No puedo, no puedo, no puedo... Yo... Soy un completo cobarde, no... No, n-no puedo—Habló pensando que no era escuchado. Pero, la castaña sí lo oía.
A paso tranquilo y cauteloso, __________ se acercó a él. Armándose de valor mezclado con un poco de adrenalina, ella tomó el hombro de Tamaki, quien no pudo evitar temblar... Más de lo que ya lo estaba haciendo.
Poco a poco y hasta con algo de miedo, __________ separó a Tamaki de la pared.
Y él, sabe con qué valor, se atrevió a abrazarla.
—N-no sé co-cómo decirlo... Pe-pero... Yo...—Se aferró al cuerpo de la castaña, quien con algo de miedo, correspondió el abrazo.
—No tienes que aceptar lo que siento si no quieres. Lo que menos deseo es darte presión para que me quieras... Entiendo completamente que no sientas lo más mínimo por mí... —Interrumpió _________ acariciando con cuidado el cabello del chico.
—E-el problema e-es que... Yo... Lo... Lo hago, co-correspondo tu-tus sentimientos... La-lamento mu...cho no se-ser ese chi-chico romántico que que-querías—Dijo el pelinegro ocultándose en el cuello de la chica.
Ella se sentía perdida. ¿A caso por unas simples cartas había logrado que el chico que tanto le gustaba le correspondiera?.
La pareja, temblando, se separó un poco.
Viendo al otro como si fuera lo más interesante del universo, se fueron acercando sin darse cuenta.
La distancia entre sus rostros era... Técnicamente, inexistente.
__________ decidió dar el paso y terminar la distancia.
Sintió los labios de Tamaki temblar sobre los suyos... Ni quien les quitara los nervios.
━━━━━━━ 🦑 ━━━━━━━
No tienen idea del trauma que tuve que revivir para hacer este One Shot... Me costó casi dos meses escribirlo (lo tenía en borradores desde hace mucho). Es simple, pero, odié recordarlo 🥺
Pero bueno, ya me tengo que ir...
FÁTIMA FUERA
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro