A lo largo de nuestra vida vamos a pasar por situaciones difíciles que cuando llegan vamos a sentir que es la peor de todas pero no entenderemos el significado de “dolor” hasta que llegue el momento en que perdamos a la persona más importante de nuestras vidas.
Esa persona que te ama incondicionalmente y sin importar nada, esa que te hace ser mejor cada día y que deseas que esté orgullosa de ti, esa persona con la que no te hace falta decir una sola palabra para describir como te sientes porque ella lo sabe, sabe quién eres y no trata de cambiarte al contrario te acepta tal y como eres incluso, ama esas cosas que tú odias o consideras defectos. Esa persona no tiene que ser por fuerza una pareja romántica, puede ser tu mamá, tu hermano/a, tu papá o tú mejor amigo, esa persona cambia tu vida por completo y después de ella ya no hay nada más.

Nunca sabes que va a pasar en unas horas o mañana es por eso que siempre debes amar como si fuera la última vez, abrazar como si hoy se acaba el mundo, decirle a las personas cuánto las quieres porque no sabes si en unas horas ya no estarán más. Nunca dejes que un enojo momentáneo te impida decir “te quiero” porque no sabes cuándo será la última vez que veas a una persona.

Lo peor que puede pasarte es que esa persona abandone este mundo y tú no hayas podido despedirte y decirle cuánto la amabas, duele horriblemente y después viene una culpa inmensa por no haber dicho te quiero la última vez que estuviste frente a ella o por no haber llegado antes. La culpa es de los peores sentimientos que puede haber porque está no te suelta jamás y cada día te ahorca con más fuerza, consume cada parte de ti como un virus y vivir con ella es el infierno en la tierra. El conjunto de dolor, tristeza y culpa es el peor de los martirios.

El dolor siempre te lleva a hundirte en una profunda depresión de la que es sumamente complicado salir. La depresión es como una sombra que te acompaña a todas partes y no en todas las personas es igual. En algunas ocasiones es casi imposible notarla, mientras, que en otros casos es evidente que está ahí porque te obliga a amar una soledad asfixiante, te arrebata tu vida y te aisla en un paraíso oscuro, lleno de dolor y remordimiento. Te hace sentir tan miserable que deja de importarte todo incluso lo que es esencial. Pero en ambos casos, sea notoria o no, te hunde por completo, te devora como lo haría un depredador con su presa pero antes de matarte decide dejarte vivo para torturarte y hacerte miserable. Le gusta ver cómo te retuerces de sufrimiento y disfruta ver tu agonía. Después te hace creer que se ha ido pero cuando estás a punto de levantarte, vuelve, para invadir cada parte de tu ser y hundirte en su oscuridad.

Te aislas en una burbuja durante lo que crees que serían solo días, hasta que miras arriba y te das cuenta que han pasado años. Entonces te preparas para salir de ese lugar que te mantenía atrapada pero te aterra cada vez que lo intentas porque no sabes cómo enfrentar toda tu realidad, no existe un manual que te diga paso a paso cómo seguir adelante después de una pérdida tan importante pero sabes que debes hacerlo, entonces, te preparas para encarar a tu realidad. Lo cierto es que es sumamente complicado y a veces no importa cuánto lo intentes porque nunca logras superar a esa persona y mucho menos el vacío y dolor que te deja en tu interior.