25 de julio de 2013

Carol.

Miré el dolor en los ojos de Matt y sentí un dolor en mi pecho al saber que se sentía así por mi culpa, quería decirle toda la verdad pero algo me decía que eso tal vez solo lo lastimaría más y lo que menos quería era hacerle daño pero fue demasiado tarde cuando me dí cuenta de yo era un pesado de cristal al que él sostenía sin guantes en sus manos.

Él merecía todo lo bueno de esta vida y yo en ese momento no podía ser ni la cuarta parte de lo que él merecía y me dolía profundamente darme cuenta que había llegado a quererlo tanto y que lo mejor era dejarlo ir. De verdad trate de amarlo con la misma intensidad que él me amaba pero es imposible para un corazón roto amar y por más que lo intentaba no lo lograba. Él trato de sanarme y reconstruirme con su amor pero eso no funcionaba porque la única que podía hacerlo era yo misma.

Matt me amaba incluso antes de conocerme, su amor hacia mí era incondicional y él estaba dispuesto a herirse a sí mismo para sanarme. Yo era el amor de su vida en cambio yo ya había conocido y perdido al mío, tal vez en otra vida nos conocimos antes y fuimos el amor de la vida del otro pero en esta éramos piezas de diferentes rompecabezas o tal vez yo pertenecía ya a otro rompecabezas.

Hubiera querido poder amarlo de la misma forma pero no podía, supongo que Derek tenía razón y no se ama de la misma forma dos veces.

Caminé hasta encontrar un taxi y está vez no le pedí que le llevará al departamento que tenía con Matt sino que fui a casa, en el camino le envié un mensaje a mamá para decirle que tenía cosas que hacer e iría a ver a la abuela más tarde yo sola. Observé por la ventanilla durante el camino y pensaba en que Derek tenía razón y debía encontrar una forma de continuar con mi vida pero no sabía cómo hacerlo supongo que nunca es fácil volver a vivir después de perder a alguien importante. La realidad es que después de eso tu vida se para pero el tiempo sigue su curso y mientras tú estás en ese profundo bucle allá afuera todo continua y en algún punto tendrás que salir.

Sentía que el último año había estado viviendo por inercia porque era lo que debía hacer pero en el fondo seguía estancada en mi dolor y tristeza. Constantemente quería morir porque sentía que ya no había nada para mí en el mundo pero a la vez sentía que debía vivir por Will y debía encontrar la forma de continuar sin él.

Cuando llegué a casa subí a mi habitación y me repetí una y otra vez que debía salir y vivir por ambos todo lo que habíamos planeado, sabía que para hacer eso debía dejar todo lo que dolía atrás pero me asustaba pensar en que tal vez nunca encontraría la felicidad de nuevo pero tenía que intentarlo.

Tomé dos maletas y guarde lo que quedaba de ropa en mi clóset y algunos zapatos, busque en mi escritorio mi pasaporte y me senté a escribir una carta para Matt y otra para Jess. Cuando terminé había escrito más de una y las doble, salí de la habitación con las maletas y baje las escaleras, antes de irme deje las cartas sobre la mesa de la entrada y tomé las llaves de uno de los autos de papá. Miré mi reloj y sabía que Jess estaba a punto de llegar así que me fui antes de que ella llegara.

Me dolía dejar a Matt de esa forma pero a veces cuando queremos demasiado a alguien y no le hacemos bien es mejor alejarnos y dejar ir a esa persona por mucho que pueda doler porque es lo mejor, tal vez en otra vida estemos juntos y seamos inmensamente felices pero aquí no íbamos a serlo.

Tal vez en ese momento no sabía cómo volver a vivir pero tenía que intentarlo, tenía que tratar de volver a ser una pequeña parte de la persona que fui y es verdad que probablemente jamás iba a volver a ser feliz como lo había sido con Will pero debía tratar de buscar mi felicidad y vivir por los tres.