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Capítulo II

ChanYeol dobló su ropa lo mejor que pudo y evitó prestarle mucha atención a JongIn, quien se movía de un lado a otro dentro de la cabaña.

—¿Tu padre vendrá a buscarte?

—Sí. —Suspiró—. Sabes cómo es. Está muy ansioso de saber qué tal me fue en el campamento y si por fin me enlacé.

—Debes comprenderlo, ChanYeol. Eres un chico descontrolado.

—No lo soy —se defendió mientras cerraba su bolso y se lo colgaba al hombro.

—Sí lo eres y tú lobo también lo es. Ni siquiera te transformaste en todo lo que duró de campamento.

—No fue necesario.

JongIn resopló y se acercó a la puerta. Tao y BaekHyun fueron los primeros en ordenar sus cosas e ir al estacionamiento en espera de los padres de JongIn que debían venir por ellos.

—No, pero la idea de este campamento es que la pases bien y logres relajarte, cosa que no veo que hicieras. Incluso te ves más tenso que antes.

No dijo nada en respuesta porque probablemente JongIn tuviera razón. Desde que BaekHyun le dijo que eran pareja se mantuvo pensativo y menos participativo de lo usual. No dejó de pensar en lo que le dijo el chico y sintió un poco de pena por él y la situación. ChanYeol no podía hacer nada para remediarlo, no creía que fuera necesario el enlace.

Quizás a los demás les costara un poco aceptarlo, pero luego de que continuó tomando los supresores de verdad cambió su actitud de alfa, aunque su humano cada vez parecía descontrolarse un poquito más. ChanYeol no sabía si algo pasaba con su lobo, no quería transformarse por la misma razón.

—Hey, Tao me envió un mensaje diciendo que tu padre ya llegó y que te está esperando. —JongIn le mostró su celular para darle a entender lo que decía.

Ambos se dirigieron hacia las afueras del lugar luego de despedirsea rápidamente de JongDae y MinSeok. Una vez que estuvieron en el estacionamiento ChanYeol logró encontrar de inmediato el auto de su padre, dándose cuenta que el hombre se apoyaba sobre este. Una vez que lo vio caminó hacia él, encontrándose con una enorme sonrisa.

—¿Qué tal la pasaste, hijo?

—Todo bien, papá, aunque no fue tan fantástico como creías. —A pesar de lo dicho su padre no borró su sonrisa.

—¿Y la encontraste?

—¿Encontrar a quién?

—A tu pareja.

Se quedó en silencio y de manera inconsciente giró la cabeza para ver a BaekHyun, quien estaba parado a un costado de Tao y JongIn.

—Aún no la encuentro —mintió—. Y, si es que llego a hacerlo, no es algo que te incumba a ti.

—Si tuviera a un cachorro normal no me metería en sus cosas, pero en vez de eso te tengo a ti, ChanYeol, y por el momento sigues muy fiel a la idea de no enlazarte.

—Y no quiero hacerlo.

—Pero es importante para ti.

—No sigas con eso y solo vámonos. —Se acercó hasta la puerta del copiloto luego de dejar su mochila en el maletero. Estaba ya entrando en el auto cuando una voz lo detuvo.

—ChanYeol. —BaekHyun apareció por un costado, caminado hacia él con pasitos apresurados.

—¿Pasa algo? —Salió del vehículo y le envió una rápida mirada a JongIn y Tao para ver si había algún problema.

—No pasa nada, simplemente venía a despedirme. —El chico miró hacia el suelo y el alto no pudo evitar suspirar al verlo. Sabía que le hacía daño a BaekHyun, pero tampoco podía ir en contra de sus principios y deseos.

—¿Quién es este chico? —Su padre se acercó hasta ellos y ChanYeol rodó los ojos.

—No molestes, papá.

—Pero... —ChanYeol chasqueó la lengua, interrumpiendo al hombre.

—Venía a dejarte esto. —BaekHyun extendió ambas manos para entregarle la corona de flores que le hizo unos días atrás. Las hojas y flores ya estaban completamente secas. ChanYeol estaba seguro de que si cerraba una de sus manos en torno a la corona está se convertiría en pequeños pedacitos de hojas secas.

—No es necesario que me la devuelvas. Te la regalé.

BaekHyun se llevó la corona al pecho y lo miró con ojitos brillantes, como si realmente hubiera esperado escuchar esas palabras.

—ChanYeol, ¿no me dirás quién es este muchacho?

—Soy BaekHyun —se presentó el chico—. Con ChanYeol nos conocimos en el campamento.

Su padre le sonrió al más bajo y luego se volteó a mirarlo. A ChanYeol no le faltó ninguna palabra más para saber que el hombre ya se dio cuanta de quien era BaekHyun y su padre se aprovechó de eso. Después de todo, que consiga a su pareja era lo que sus padres más anhelaban.

El hombre borró su sonrisa en el segundo en que olisqueó visiblemente el aire, su ceño se frunció y su mirada pesada se dirigió inmediatamente hacia ChanYeol.

—¿Por qué no pareces tan contento?

—¿Por qué debería estarlo?

—Es tu pareja. —El hombre guardó silencio y luego acentuó más su enfado—. Aún no se han enlazado. —La afirmación de su padre hizo sentir incómodo a BaekHyun, quien se removió sobre su sitio mientras miraba hacia otro lado en el intento de desaparecer y no ponerse en medio de una aparente pelea familiar.

—Papá, ya hablamos de esto...

El hombre mostró una expresión de enfado y esta vez miró atentamente a BaekHyun, haciendo que este dirigiera su vista hacia ChanYeol en busca de ayuda.

—BaekHyun, ¿actualmente vives con tus padres? —El aludido asintió—. ¿Me podrías dar el número de teléfono de tu papá?

El chico miró hacia ChanYeol en busca de algún tipo de permiso y al parecer su padre también se dio cuenta de eso porque el hombre lo observó de manera dura, diciéndole con la mirada que le dijera que no había problema.

Le asintió con suavidad al más pequeño y luego este sacó su celular para darle el número a su padre. Una vez que el hombre confirmó que los dígitos estaban bien escritos se alejó un poco de ambos muchachos para hablar cómodamente por teléfono.

—¿Debería preocuparme por lo que haga tu padre?

ChanYeol guardó silencio y miró hacia donde se fue el hombre—. Puede que sí.

Se cruzó de brazos y se apoyó en el auto mientras observaba como su padre se movía de un lado a otro a la vez que hablaba por teléfono. En cuanto vio a su derecha comprobó que BaekHyun estaba muy apegado a él, cosa que lo extrañó.

—Estás nervioso. —Su ceño se frunció de inmediato al escuchar las palabras de BaekHyun, como si estuviese explicando su cercanía.

—¿Cómo sabes eso?

—Porque lo siento. —El más bajo le sonrió y, al no ver alguna respuesta de su parte, rápidamente cambió su expresión.

—¿Y qué haces tan cerca mío?

El chico dio un gran paso para alejarse de él y luego murmuró—: Nada.

La vista de BaekHyun decayó en sus manos y empezó a jugar con la corona de flores secas. ChanYeol prefirió no prestarle mucha atención y dejó la vista fija en su padre, quien caminaba hacia ellos.

—BaekHyun, tu padre quiere hablar contigo. —El chico aceptó el teléfono que le entregó el mayor y luego de darle una mirada a ambos se fue hacia un lado para hablar con tranquilidad.

—¿Qué estás haciendo?

El hombre le dio una sonrisa de medio lado—. Invité a BaekHyun a nuestra casa.

—¡¿Qué?!

El más bajo se acercó hasta ellos con pasitos tímidos y le entregó el teléfono a su padre.

—¿Vendrás con nosotros?

Baekhyun dirigió una rápida mirada hacia el alto, quien le frunció el ceño porque, a fin de cuentas, no estaba acostumbrado a que le preguntaran si estaba correcto o no decir algo, como parecía que hacía BaekHyun cada vez que lo miraba, como si temiera decepcionarle.

—¿Estás de acuerdo con eso?

ChanYeol frunció el ceño para luego bufar—. Haz las cosas que quieras, BaekHyun. No me importa.

El chico dejó escapar un pequeño quejido sin querer y ChanYeol recibió por consiguiente un codazo en las costillas por parte de su padre.

—Ven con nosotros, BaekHyun. Haré que te enlaces con mi hijo. —BaekHyun se sonrojó ante las palabras del hombre.

Fue bastante difícil hacer que el chico se fuera con ellos. ChanYeol se dio cuenta que su padre habló con el padre de BaekHyun y lo convenció de que se fuera con él para enlazarse. Una vez que ChanYeol comprendió eso no pudo estar más molesto.

Se tuvo que ir en los asientos traseros junto a BaekHyun por obligación de su padre y estuvo sumamente enfadado por todo, especialmente porque el hombre no parecía respetar sus decisiones y estaba muy ensimismado en enlazarlo. ¿Por qué no podía comprender que eso no era lo que quería?

Durante el transcurso del viaje su padre siempre lo miró por el retrovisor y le frunció el ceño, al parecer porque estaba descontento con su actitud y el alejamiento que tenía con su pareja. Después de todo, ChanYeol se apegó a una de las puertas del auto y BaekHyun a la otra. Al parecer el chico dormitó y se apoyó en la ventana para dormir, entonces su padre le hizo gestos a través del espejo para que hiciera algo para poner más cómodo al chico.

—BaekHyun —lo llamó y tuvo que esperar unos segundos antes de conseguir respuesta por su parte—, ¿quieres apoyarte en mí para dormir? —Sus palabras salieron demasiado toscas y su ceño continuaba fruncido, por lo que dedujo que esa fue una de las razones por la que BaekHyun negó tímidamente con la cabeza y se volvió a apoyar contra la ventana.

Le dirigió una mirada a su padre por el retrovisor con una sonrisa burlona, pero solo recibió un ceño fruncido que denotaba todo lo molesto que estaba el hombre con él y eso llegó a asustarlo. Lo hizo pesar que de verdad le hacía un daño mayor a BaekHyun, porque se suponía que los sentimientos de los lobos eran fuertes y ChanYeol simplemente decidió pasar de ellos, pero BaekHyun no tenía la misma suerte. Incluso él no creía que fuera justo, aunque tampoco había algo que pudiera remediar. ChanYeol simplemente obtuvo la suerte de consumir esas pastillas y librarse de los sentimientos de un cambiaformas común, pero para BaekHyun no era el caso.

El viaje a casa se hizo más corto de lo esperado para ChanYeol debido a sus momentos reflexivos. Simplemente miró por la ventana y una vez que el auto se estacionó delante de su casa todos se bajaron del vehículo. Los planes para deshacerse de BaekHyun se fueron al carajo cuando lo vio sobándose el cuello e intentando mantener una conversación con su padre, viéndose claramente incómodo y cohibido. ChanYeol fue en su rescate porque mantener una conversación con el señor Park, especialmente del enlace de su hijo, era verdaderamente tedioso.

—BaekHyun dormirá en tu habitación —avisó su padre mientras abría la puerta de la entrada.

El chico en cuestión se sonrojó de inmediato y le envió otra de esas miradas suyas, pidiéndole auxilio, cosa en la cual ChanYeol no pudo ayudar porque verdaderamente las cosas no dependía de él, especialmente en ese tipo de casos en que su padre estaba tan decidido por emparejarlo.

La madre de ChanYeol no se tardó en llegar y se notó de inmediato que la mujer estaba fascinada con el pequeño BaekHyun. Es el chico perfecto, mencionó una y otra vez en intentos por alabar al más pequeño. BaekHyun simplemente se quedó quieto y con el rostro rojo por todo lo que decía la señora, aunque fue lo suficiente respetuoso como para reír en ocasiones y asentir ante cualquier aparente cumplido que hacía la mujer.

Una vez que sus padres por fin decidieron dejarlos en paz guió a BaekHyun hasta su habitación, cosa que no cambió a pesar de las miradas molestas de ChanYeol hacia su padre y de las conversaciones a susurros que mantuvieron en la cocina.

—¿Cuál es tu lado de la cama?

El alto estuvo tentado a soltar alguna palabra mordaz para contestarle al contrario, pero simplemente guardó silencio y se encogió de hombros, señalando el lado derecho después porque sabía que BaekHyun no ordenaría sus cosas hasta que supiera dónde instalarse.

—¿Estás molesto conmigo? —Miró hacia BaekHyun, quien se sentó sobre el borde la cama mientras le daba la espalda.

—No, BaekHyun. Es simplemente la situación lo que me tiene así.

—¿Entonces sí te molesta que aceptara?

ChanYeol suspiró y cerró por un momento los ojos.

—Hubiera preferido que no lo hicieras —susurró y BaekHyun guardó silencio.

—¿Cuál es la verdadera razón por la que no quieres enlazarte? ¿Es un problema conmigo?

ChanYeol se dejó caer con pesar sobre la cama y le dio la espalda al contrario mientras mantenía la vista fija en la alfombra caoba que estaba a sus pies, aunque una vez que habló sé giró a mirarlo.

—Tomo supresores. —El ceño de BaekHyun se frunció y a él se le fue inevitable soltar un suspiro—. Ya sabes, son las pastillas.

—¿De verdad existen? —preguntó sorprendido el más bajo—. Pensé que era una especie de mito.

—Yo las tomo. Por eso que no tengo una reacción común contigo.

—¿Entonces eso quiere decir que sí es posible que seas mi alfa?

—Si tú lo sientes así puede que lo sea.

BaekHyun formó una diminuta sonrisa y luego suspiró.

—Pensé que me estaba volviendo loco —confesó el chico con tono cómico.

—Entonces, ¿aceptarás esto? — BaekHyun frunció el ceño y ChanYeol continuó para explicarse—: Me refiero al no enlazarnos.

—¿Eso es lo que verdaderamente quieres?

ChanYeol se sorprendió por la actitud del chico, por el notorio tono triste en sus palabras y por sus ojitos lastimeros que no dejaron de mirarlo. No le costó sentirlo como otras veces, la sensación oprimiéndole el pecho estaba otra vez ahí, diciéndole a gritos que lo que hacía era incorrecto y probablemente fuera así. Costaba un poco aceptar los supresores en la sociedad actual, pero se vendían de igual manera a pesar de su alto costó. Aquella pastilla era un tema tabú, pero ya estaba sumergida en la comunidad.

—De igual forma, nuestro enlace va totalmente controlado por tu decisión. Ya sabes, eres el alfa...

Prefirió callar al no encontrar palabras con las que contradecir las contrarias, porque era verdad aquello. A pesar de todos los años que llevaban conviviendo siempre esa regla parecía ser la misma.

—Creo que eso es lo que quiero —murmuró volteándose un poco en el proceso para ver la reacción de BaekHyun.

El chico suspiró y luego le asintió—. Está perfectamente bien. En ese caso creo que será mejor que me vaya.

ChanYeol se mordió el labio inferior al no saber que contestar. Igual prefería que BaekHyun se fuera de una vez por todas, así dejaría de sentir tantas cosas.

—Chicos, bajen que les tenemos algo de comer.

Una vez que el alto vio a su padre en la entrada de la habitación no pudo evitar gruñir con cierto aire inhumano, haciendo fruncir el ceño a su padre, quien pareció muy divertido con la situación. Al parecer el hombre sospechaba que ChanYeol y BaekHyun estaban en algo importante y que él los interrumpió.

—Necesito hablar un momento contigo, ChanYeol. —Su padre lo tomó por el hombro y luego le regaló una sonrisa a BaekHyun—. Por favor, baja y ve con mi esposa.

El más pequeño no opuso ningún reclamo y bajó por las escaleras con cierta rapidez, como si estuviera urgido por alejarse de padre e hijo.

—¿Qué sucede ahora?

—Sé que las consumes otra vez. —Sus ojos se abrieron con asombro, sin siquiera tener un segundo para ocultarle sus expresiones a su padre—. Y te pediré que las dejes, por el bien tuyo y el de BaekHyun.

—Deja de velar tanto por nosotros.

—Debo hacerlo como padre y alfa.

—El que seas alfa no te da el derecho a mandarme.

—No lo hace, pero si tengo un grado de superioridad, ChanYeol. Además soy tu padre, debes obedecerme.

El más alto guardó silencio y solo procuró apretar los dientes en espera de que su padre lo dejara tranquilo. Por suerte, el hombre bajó por las escaleras y luego de unos minutos ya todos estuvieron sentados para cenar.

Acabaron con la comida de manera rápida y, aunque no quizo, ChanYeol se puso un poco nervioso para el momento que llegó la hora de acostarse. Efectivamente tendrían que dormir en la misma habitación, en la misma cama. BaekHyun una vez ya listo con su pijama y sentado al borde del colchón, lo que más predominaba en su rostro era aquel tierno sonrojo. A pesar de que ChanYeol tenía la intención de dormir en la comodidad de su cama como le hubiera gustado, se tuvo que delimitar, poniendo un raya invisible que atravesaba la cama de manera vertical.

—ChanYeol —lo llamó BaekHyun con voz queda.

Ya ambos estaban acostado por debajo de las sabanas, cada uno apegado a los costado para que sus cuerpos no se tocaran por ningún motivo.

—¿Decidiste lo que haremos? —ChanYeol giró la cabeza para buscar el rostro del contrario, pero solo llegó a encontrarse con su perfil—. ¿Debería volver a casa?

—¿Quieres irte?

—Creo que es lo más apropiado si no vamos a enlazarnos.

El alto guardó silencio durante unos largos segundos mientras dirigía su vista hacia el techo—. ¿Cómo te sentiste al saber que no me quería enlazar contigo?

—Duele —murmuró—. Mi familia es muy tradicional. Supongo que las cosas no serán muy lindas una vez que vuelva a casa y se enteren que encontré a mi pareja, pero esta no se quizo enlazar conmigo.

Abrió la boca en el intento de decir al menos unas pocas palabras que reconforten al contrario, pero de solo pensar que la mayor parte del problema lo causó él lo hacía sentir mal.

—De seguro en un futuro encuentras a otro alfa que te aprecie lo suficiente. —BaekHyun se giró a mirarlo con una actitud bastante sorprendida, al parecer sin creerse lo que dijo.

—¿De verdad eres un alfa? —El más bajo soltó una suave risa que no sonó para nada alegre.

Lo más seguro era que el chico estuviera triste y ChanYeol lo sabía. Sus padres siempre le hicieron saber lo importante que era la pareja para un lobo y él la mayoría de las veces lo encontró ridículo, incluso innecesario. Aquella pequeñas cosas que sentía con BaekHyun eran mínimas y, a pesar de que sí lo hacían sentir distinto, no era un sentimiento lo suficientemente grande como para sentir que necesitara al chico para el resto de su vida.

La conversación entre ellos no duró más que eso y una vez que se quedaron dormidos y pasaron las horas, ChanYeol logró sentir algo distinto y supuso de inmediato que esto se debía a que se despertó muy tarde para consumir la primera pastilla del día.

Una vez que abrió los ojos se asustó al ver una cabellera rozándole la barbilla y se sorprendió al encontrarse con BaekHyun de espaldas a él. Tenía sujetado al chico por la cintura y prácticamente estuvo besándole la nuca toda la noche.

Se alejó lo más rápido que pudo y le dio la espalda con la intención de mirar hacia su mesilla de noche y ver las pastillas que acostumbraba a tomar, pero en su velador no hubo ni rastro del pote blanco y solo quedó un papel escrito con una pulcra y elegante caligrafía.

Lo siento, ChanYeol, pero estoy seguro que un día me agradecerás por esto.
Si aún lo dudas, te menciono que fui yo quien te sacó las pastillas.

Papá.-

Apretó los dientes con fuerza y cerró los ojos en el intento casi inútil de controlar sus emociones. ChanYeol era un lobo descontrolado, alguien que sin esas pastillas se volvía más animal que nada y eso mismo era lo que intentaba evitar con las pastillas.

Se acostó de espaldas al colchón y miró hacia el techo en el intento de controlarse y no correr hacia su padre para saltarle encima.

ChanYeol no solía sentir los olores de los lo bosque, aunque sí sintió el de BaekHyun desde la primera vez que lo vio, así que no le sorprendió tanto que el aroma lo sintiera tan cerca. Por un momento sintió que tenía mucha calor y una opresión en el pecho que consistía en una serie de sentimientos agradables. Le dieron muchas ganas de sonreír y unas inexplicables ganas de darse la vuelta para tomar la cintura de BaekHyun para apagarlo a él lo más que se pudiese y, si es que tenía suerte, hacerle el amor ahí mismo.

No obstante, en vez de pensar todas esas cosas se quedó quieto donde estaba mientras apretaba el cobertor para contener aquella bestia que sabía que tenía por dentro, cosa que no le resultó para nada fácil una vez que escuchó como el contrario se daba vuelta en la cama para quedar mirando hacia él. BaekHyun se tapó mejor con las mantas y soltó aquellos gemidos tan característicos de su parte, los cuales ChanYeol quería seguir escuchando por el resto de su vida.

—Estoy loco —susurró y se llevó las manos a la cabeza, todo sin apartar la mirada de su compañero de cama—. Necesito mis pastillas.

Creía que las necesitaba. De hecho, estaba dispuesto a levantarse y dirigirse hacia su padre para buscar algún tipo de acuerdo, pero en vez de eso solo sintió como un delgado brazo caía sobre su pecho y casi sin darse cuenta BaekHyun ya estaba apoyando la cabeza en uno de sus hombros mientras suspiraba cálidamente contra una de sus mejillas. Vergonzosamente se sintió sonrojar como si fuera una chiquilla y le pasó la mano a BaekHyun por la cadera como si de verdad necesitara de eso. El chico se removió un poco sobre su pecho y empezó a abrir lentamente los ojos. ChanYeol simplemente se quedó estático al sentir como el otro despertaba y en seguida dejó caer la mano que rodeaba al contrario sobre la cama.

—¿ChanYeol?

—Buenos días. —BaekHyun saltó al escucharlo tan cerca y se sentó sobre el colchón en un movimiento brusco.

—¿Estuve durmiendo sobre ti? —ChanYeol se mordió el labio inferior mientras veía como el contrario parecía disculparse con la mirada. Casi sin darse cuenta levantó una mano para acariciarle la mejilla, algo sumamente extraño viniendo de él. BaekHyun se hizo hacia atrás con una expresión confundida y lo miró con en ceño fruncido.

—¿Está todo bien?

—Mi papá me quitó las pastillas. —Se levantó un poco de la cama y se acercó más al contrario, haciendo que este se recostara sobre el colchón.

—ChanYeol, ¿qué haces? —El chico puso ambas manos sobre su pecho al ver lo cerca que estaba.

—No lo sé, yo... simplemente quiero hacerlo. —Dejó lentamente un beso sobre la mejilla de BaekHyun y se recostó suavemente sobre el chico mientras le pasaba los brazos por los hombros, al parecer con la intención de darle un abrazo.

—Esto es raro —susurró el más bajo y él suspiró. Sintió a su lobo moverse ansioso en su interior, dado pequeños saltitos como si fuera un perro que le da la bienvenida a su dueño.

Se alzó para quedar con las rodillas ancladas a la cama y tiró de la mano de BaekHyun para sentarlo sobre la misma, regalándole una sonrisa después.

—Bajemos a desayunar.

Llevó al chico aún en pijama hasta la primera planta, encontrándose así con otra nota de su padre diciéndole que tuvo que salir temprano a trabajar al igual que su madre.

Una vez que ChanYeol estuvo en la cocina el corazón pareció detenérsele y tuvo que darle la espalda a BaekHyun, quien se sentó en la mesa que estaba dentro de la habitación.

Se afirmó de la encimera de la cocina y se tomó el tiempo para respirar pausadamente en el intento de controlarse. De un momento a otro fue consiente de lo raro que se comportó. El mundo le dio vueltas y lo hizo sentirse como las primeras veces que consumió las pastillas. Estas, al ser una droga fuerte, hicieron un gran cambio en su organismo, por lo que le costó acostumbrarse. Ahora el que no estuviera tomándolas provocaba otro cambio. Quizás era eso y la falta de alimento lo que finalmente lo llevó a correr hacia el baño. Tuvo que vomitar para lograr sentirse relativamente bien, aunque eso no lo dejó para nada tranquilo. Estaba consiente de lo difícil que sería para él y su lobo ese repentino cambio que lo obligó a hacer su padre.

—ChanYeol, ¿estás bien?

Se sostuvo del lavamanos para pararse y negó con la cabeza. BaekHyun le entregó una mirada decisiva y se dio vuelta para salir de la pequeña habitación. ChanYeol mientras tanto se lavó los dientes adecuadamente para sacar el mal sabor. Una vez que estuvo preparado para salir llegó a la cocina y se encontró que en la mesa había una serie de alimentos bien distribuidos. Cuando pudo adentrarse más al lugar se encontró con BaekHyun, quien se movía con agilidad.

—Me tomé la libertad de hacerte algo para comer.

ChanYeol se lo agradecía. No se molestó por nada, al contrario, estuvo muy tentado a agradecerle por el detalle y así lo hizo una vez que ambos ya terminaron.

—¿Te sientes mejor? —El alto asintió—. ¿Esto te sucede muy a menudo?

—Es por la falta de pastillas. Luego de unos días se me pasará.

El chico asintió y luego miró su plato vacío. En ese momento ChanYeol le prestó un poco de atención. BaekHyun no era un chico feo, para nada, y este parecía ser amable, entonces ¿por qué estaba tan decidido a no enlazarse? Probablemente se debía a la incómoda sensación que experimenta gracias a su lobo, quien era tan sensible y expresivo, tan poco controlable.

—¿Qué hay de malo en mí como para que no quieras enlazarte? —BaekHyun se mordió el labio inferior y se sonrojó—. Digo, ¿de verdad no puedes considerarlo ni una vez?

Las palabras del contrario quedaron dando vuelta en su cabeza por un largo rato, incluso después de que llegaron sus padres y escuchó el casi imperceptible llanto de BaekHyun que provino del baño de la casa.

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