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Capitulo 1 / perdida

La chica caminaba por la acera, no llevaba zapatos, sus pies le dolian debido a que no estaba acostumbrada al aspero suelo, tambien llevaba  un vestido blanco que ya no era tan blanco, la lluvia había echo que este se empapara y se pega a su cuerpo ya frio además de que la tierra de la acera de la calle de nueva York se ha fusionado con su vestido que lleva las puntas llenas de lodo, su cabello rubio ya iba demasiado mojado, y ella solo puso alrededor de sus hombros para abrazarse y darse calor, movio los brazos de abajo hacia arriba pero nada funciono, estaba muy mojada y su temperatura corporal era baja.

Todos la veían raro, pero su intención ni siquiera era llegar a este lugar, no pertenece allí y ella lo sabe, eso le pasa por ser terca e intentar hacer un encargo que no podía hacer, aún así, aunque no conocía nada de este mundo al que había llegado, le parecía increíble, no todos iban vestidos de blanco, algunos llevaban ropa de distintos colores y una cosa de tela con un bastón, la usaban para cubrirse del agua, pero ¿Que era eso?.

La chica siguió caminando sin rumbo alguno, no logro nada además de perderse, nueva york era una ciudad grande que ella jamas habia visitado, daba vueltas en las calles que se le ocurrían, el clima no era perfecto pero aún así la gente iba y venía protegiéndose con su tela bastón, o como fuera que se llamara, todo era nuevo para ella , la chica harta se sentó en la acera, se pegó a la pared y se abrazo las piernas, intentado recuperar el calor de su cuerpo.

De pronto la lluvia ya no la empapaba, no caía una sola gota sobre su cabeza, pero sabía que aún llovía debido a que por sus pies aún sentía pequeñas salpicaduras que le daban cosquillas, levanto la cabeza para ver qué había pasado, para ver si su padre ya había echo un milagro para salvarla, pero no sé encontró con su padre sino con un chico de cabello negro azabache, ojos grises, demasiado grises para que allan sido normales, ademas de que en su hogar solo habia ojos de color verde, llevaba ropa negra y solo negra lo cual la puso alerta, podia ser alto o tal vez era que ella estaba sentada y el no, el la cubría con su tela bastón, sus ojos se cruzaron, ella se levanto para irse pero antes de que pudiera hacerlo el la detuvo.

—¿Necesitas ayuda?—pregunto el, su voz era profunda y ronca, pero a la vez demasiado linda, no era como las voces que ella escuchaba en casa, aquellas eran tranquilas y suaves y la de él era distinta, pero apesar de eso no contesto, no debia hablar con los extraños—¿Por qué no llevas zapatos?—ella quería contestarle está vez pero le fue imposible por qué no conocía esa palabra ¿Zapatos? ¿Que era eso?. Al ver que no contestaba el chico le extendió la mano con su tela bastón y se lo dejo a la chica, ella lo tomo pero no entendió el por qué se lo daba, lo vio alejarse mientras se cubría con el gorro de su chaqueta, ella lo siguio corrió apesar de que sus delicados pies le dolían desde hacía tiempo.

—¡oye!— le gritó cuando Casi llegaba a el pero alguien la jaló hacia un callejon haciendo que lo perdiera de vista.
Reacciono y se fijo en quien la habia metido al callejon, habían 4 chicos delante de ella, los desconocidos le taparon la boca, la tomaron de los brazos e intentaron quitarle el sucio vestido.
—eres muy hermosa nena—le dijo uno de ellos tocándole los pechos, ella intentaba huir, no quería que le hicieran eso, intento gritar pero la mano en su boca no ayudaba, lograron quitarle el vestido e iban ahora a por el sujetador, ella le mordió la mano a aquel que la estaba callando y este retrocedio al instante 

—¡Maldita perra!
—¡ayuda!—fue lo último que dijo, pero nadie apareció, los chicos se acercaron a ella y justo cuando le iban a quitar el sujetador, alguien grito.

—¡Dejenla en paz!—aquella voz era la misma de aquel chico que le había ayudado, pero por que habia regresado por ella, ¿la abra escuchado? o simplemente fue a recoger su tela baston.
—no te metas, solo Haste de la vista gorda—le dijo uno de los chicos
—ni hablar
—no me digas que es el primer crimen que ves, esto es nueva York hermano, creeme no quieres meterte con nosotros—le amenazo
—he dicho que la suelten—el chico que me dijo que se fuera le intento dar un puñetazo pero no lo logro.

El tipo que la había ayudado se defendió aún mejor logrando darle un puñetazo en el estómago, los demás se acercaron a vengar a su amigo, uno de ellos saco un cuchillo, e intento apuñalarlo pero tampoco pudo hacerlo, pelearon demasiado, pero los papeles se giraron y el que terminó apuñalado fue otro, los demás huyeron como unos cobardes.

—¿Estás bien?—pregunto acercandose a ella pero la chica estaba tan asustada que no pudo evitar el salto que dió cuando las manos de chico se posaron en sus hombros, —no te haré nada—le paso su vestido mojado, ni siquiera serviría que el le diera su chaqueta por qué ahora estaba igual de empapado, ella se puso el vestido, y se puso a llorar.

Lo que aquellos chicos le habían echo había sido lo peor de su vida, probablemente se irían al infierno, su padre no aceptaba a esa gente mala.
El chico aunque no la conocía la abrazo, ella siguió llorando hasta que pronto sus sollozos se calmaron
—¿Necesitas un lugar donde quedarte?—le pregunto el, ella asíntio, no debía confiar en el pero le había ofrecido esa cosa para que no se mojar y la había salvado de esos pecadores, no era una persona mala, o al menos eso creía ella.

—¿Por qué no llevas zapatos?
—¿Zapatos? —pregunto está vez ella, enserio no sabía que eran esas cosas
—¿Eres extranjera?—dijo el confuso
—¿Extranjera?
—¿Te escapaste de un manicomio?— ella no entendía nada de lo que él decía, simplemente no conocía ni la mitad de las palabras que decía.—¿Estás perdida?
—si...—contesto ella bajando la cabeza
—¿Dónde vives?, Tal vez puedo ayudarte a regresar—se ofreció el chico pero ella se negó por qué si le decía dónde vivía seguro la daba por loca
—no se...—contesto ella, siguió por las calles de lo que al parecer era "nueva York"

Algo dentro de ella le decía que no debía seguirlo, pero no pudo evitarlo, su padre le había dicho que no confiara en mortales pero el se veía confiable al menos por ahora.

Cuando llegaron a un edificio grande el chico entro, la chica le siguió se dirigio a las escaleras para subir hasta la casa del chico pero este la vio raro.
—¿Que haces?
—¿vamos a subir, no?
—pero en el ascensor—señalo a una caja de metal incrustada en la pared
—¿ascensor?—dijo está sin saber que era, el chico suspiro cansado de la desconocida la tomo de la mano y la metió dentro.

La chica casi muere de miedo adentro ya que cuando el ascensor se movió ella creía que iba a explotar, el chico giro los ojos y cuando la puerta se abrió salió de allí, la chica hizo lo mismo pero más lento y con cuidado por miedo a que fuera peligroso.
—¿Esto es una clase de portal?—dijo ella viendo que antes estaban en la recepción y ahora estaban en un pasillo con distintas puertas—no sabía que mi padre les daba de sus poderes a los mortales
—¿dijiste algo?
—no, nada— se apresuro a decir ella.

Entraron a un apartamento muy lindo, con colores fríos, la chica aún iba mojada pero un poco menos.
—la verdad no dejo que las chicas entren a mi casa, asi que no tengo ropa de mujer, te prestaré lo más pequeño que tenga—el chico se perdió por el pasillo, ella de quedó parada sin saber que hacer, apesar de la belleza del apartamento a la chica le parecía extraño por qué así no eran las casas donde ella vivía.

El chico regreso con ropa en sus manos, se las dió y le indico el baño, ella se metió y se cambió de ropa, le quedaba gigante.
Probablemente si su padre la viera la mataría, estaba usando ropa de hombre, de color negro, además de que había estado sola con aquel desconocido, ¡sin supervisión!.

—mi padre me matara—susurro para ella y salió de nuevo, se sentó en el sillón frente al chico.
—¿como te llamas?
—innotiam—contesto ella tímidamente
—un nombre que jamás había oído, dime innotiam ¿Que significa tu nombre?
—mmmm no lo sé...—mintio, su padre también la regañaria por ello, siempre le enseño a ser honesta, pero no podía confiar en el. Al chico no le gusto la respuesta y frunció el seño

—yo soy morlum, no te molestes en aprenderlo
—¿Que significa tu nombre?—pregunto innotiam está vez
—nada que te importe, ya te dije no te acostumbrés y mucho menos te encariñes, no me gusta tener compañía
—¿Por qué?—ella amaba estar con alguien, odiaba estar sola. Ellos eran polos opuestos
—por que soy malo.
—¿malo?, Me has recogido de la calle, me has salvado de esos tipos, tú mereces un lugar en el cielo—hablo como le habían enseñado en casa
—¿El cielo?, Lo único que me he ganado es pertenecer al infierno—antes de que pudiera seguir hablando algo se iluminó y comenzó a vibrar.

El chico se levantó y se alejo y comenzó a hablar con la caja.
¿Eso era magia?, ¿Los mortales podían tener magia?, Ella lo descarto por qué ni siquiera su padre le daba magia a ella, así que los mortales tampoco lo tendrían ¿Que era eso entonces?

—si, aquí esta, ok, bien—se escucho susurra de morlum y denuevo regreso a la sala.
—¿Que es eso?— dijo innotiam señalando la cajita
—es un teléfono—respondio el
—¿Teléfono? Y eso como se llama—señalo a la tela bastón
—¿Sombrilla?— hizo una cara rara y la miro—¿Has vivido todo este tiempo bajo una cueva?
—no, pero en mi casa no tenemos todo lo que los mortales si papá dice que...
—¿Mortales?, ¿De dónde vienes?—ella se puso nerviosa frente a la pregunta de morlum
—de... Mmmm... No lo sé—mintio de nuevo, el chico no le creyó, pero sabía que necesitaba ganarse su confianza para que confesara, además de que era lo que su padre le había pedido hace unos minutos mientras hablaba con el por teléfono.

Al principio el solo quería devolver a esa patética alma a su hogar, pero ahora esa patética alma le pertenecia, ahora esa patética alma debía caer en sus encantos, así el podría reemplazar a su padre.

—¿Cómo es posible que una chica de unos 18 años no sepa dónde vive?, ¿Sabes que? no te preocupes, puedes quedarte conmigo mientras ves como regresar—se ofreció el siguiendo el plan que le habían dado.
—dijiste que no te gustaba la compañía
—puedo hacer una excepción, eres una hormiguita y me sobran habitaciones en este penthouse, solo debemos comparte ropa y zapatos
—¿Que son zapatos?—pregunto ella
—esto— el levanto su pierna y señaló aquello que escondía sus pies, ella asíntio pero no entendió la función de las estos—tambien debo enseñarte todas estas cosas de los "mortales", no conoces casi nada de lo que te hablo.

Ella estuvo de acuerdo con quedarse mientras encontraba como regresar o mientras su padre iba por ella. Aún así sabía que le esperaba un gran regaño al llegar, y tal vez por primera vez en su vida debería confesarse y ser perdonada por sus malas acciones.

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Primer capítulo, aquí estrenando está historia wuuuuuu, ¿Les ha llamado la atención?, Se que no se ha entendido mucho pero son cosas que se irán revelando con el paso de los capítulos, es como romance y misterio juntos.

Recuerden mis lectores se actualiza el lunes y viernes

Cambio y fuera
L@s quiero
Atte. Escritoranonima59 ❤️

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