Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Inicios de Soberbia


El espíritu tomó rumbo calle abajo, se le asignó un nuevo trabajo, era la nueva estrella del momento, una chica dulce y linda que hacía a todos delirar con sus cantos y bailes.

Pero lo que verdaderamente captaba la atención de todos era es personalidad tierna y amable para con todos. No había un solo ser que se encontrara a su alrededor que no cayera ante esa hermosa joven artista.

Así que Soberbia parecía encantado con lo que sabía de ella, pues en el estaba el deseo que hacerla subir todo lo alto que le era posible para entonces dejarla caer de manera estrepitosa. Dolorosa y mortal.

Jugó con los anillos en sus dedos una vez tomó forma humana, aún así no se mostró ante los humanos. Sabía lo bello que era, era más que consiente de ello, por lo que llamar la atención en ese preciso momento no estaba en sus planes, luego quizás.

Apreció sus hermosas facciones en el agua que había quedado en la calle luego de la lluvia y sonrió de manera burlesca cuando el vehículo donde se encontraba la artista estacionó.

Más de uno se reunió en el lugar buscando autógrafos o alguna foto con la chica. Esta les regaló una sonrisa amable apenas bajó. Sus lindos cabellos parecían bailar en torno al viento y sus regordetes labios se movían en agradecimientos por recibirla.

Su ceño se frunció al ver a algunos aún húmedos por encontrarse bajo la lluvia en su espera. -Por favor, no hagan eso. Pueden enfermar. Vayan a casa a limpiarse.- pidió con voz suave llena de sentimientos.

El Pecado sonrió.

El equipo de la joven la guió hasta el interior del edificio. Se despidió de forma amable y saludó a todos a medida que pasaba por el lugar.

-Muy pocos vinieron hoy- dijo una vez las puertas de metal se cerraron quedando solo su manager, guardaespaldas y asistente con ellos, el Pecado también.

-Lo siento, más tarde regaré la voz para que vengan más.

-Más te vale- dijo apretando los labios en una fina línea mostrando enojo.

Soberbia creyó absurdo que sus informantes humanos se hayan equivocado en algo como aquello. Era lógico que esa cantante solo fingía la humildad para con sus allegados.

Así que este no tenía nada que hacer ahí, pues sus propias acciones harán que caiga en las garras del ser de mal.

La misión de los Pecados es simple. Encontrar seres que por sus acciones puedan llegar a ser ángeles al morir, y hacerlos caer en un mal de desgracias, hacerlos cambiar de camino totalmente y que pierdan ese pase al ministerio Angelical, peor aún, su entrada al cielo.

Más cuando el Pecado planeaba desaparecer del lugar para reposar en las comodidades de su infierno hasta ser llamado nuevamente y esperaba en el Maligno que fuera un llamado verdadero la siguiente vez, algo llamó su atención.

Una baja y tímida chica que acompaña a su ex-víctima. Piel canela cual no encajaba con la población de ese país, cabellos negros tintados pero este pudo notar raíces castañas, ojos escondidos bajo un hermoso fleco y la mitad del rostro cubierto con un tapabocas, pero el Pecado podría jurar que era hermosa.

El impulso en él, ese que siente cuando logra su cometido, cuando hace pecar en gran manera a quien es su víctima, así se sintió cuando esta alzó la mirada y logró ver esos hermosos ojos cafés.

La chica se sostuvo con más fuerza de la correa de su bolso cuando la mirada de la artista dio con la suya. -Quizás si Tamy no estuviera tan ocupada ocultando su feo rostro hiciera mejor su trabajo- pronunció la rubia teñida haciendo a la chica cual ahora era del interés del Pecado saltar con miedo en su sitio.

Las puertas del ascensor se abrieron y más personas recibieron a la teñida, esta cambió totalmente su semblante a uno más amigable y cariñoso.

Ni siquiera había escuchado la voz de la castaña y por eso decidió seguirlos, solo retrasaría aún más su descanso, así que no perdía nada.

Pasó por el lado de uno de los aprendices, lo que parecía ser un chico de bajo recursos, llevaba una camisa y ropas en general algo desaliñadas y se veía dispuesto a aprender de todos, sonrió para sus adentros y sopló en su cuello para dejarle algo de mal en él. Después de todo su visita no podía ser en vano. Algo de maldad debía sembrar.

Los pasos lentos de la chica cual seguía lo hicieron hacer una mueca en su perfilado rostro. Cuando al fin los estilistas parecían encargarse de la engreída rubia la castaña casi corrió lejos, fue a los baños y vomitó con fuerza en la taza del retrete.

Para ello había quitado su tapabocas y el Pecado había visto aquello que ocultaba. Finas y hermosas facciones. Hermosos y regordetes labios y mejillas algo rojas por la fiebre.

El Pecado sintió aquella fiebre emanar del cuerpo de la más baja, ella estaba enferma, he ahí el hecho de encontrarse cubierta de más.

Como se encontraba en forma física a pesar de no ser visible para los humanos este lograba percibir el olor de lo que había salido de su estómago, la vio acercarse al lavabo, limpiar su boca y remojar su rostro, ahora con su fleco hacia atrás este la apreció mejor, era muy hermosa, nada que ver con esas de catálogos, tampoco poseía la belleza de una demonio, así que se vio preguntándose  el porqué le parecía tan peculiar si no tenía nada de especial.

El Pecado decidió que era momento de irse, así que evitando solo desaparecer y encontrarse en un abrir y cerrar de ojos frente a su portal vio como buena idea caminar por los pasillos, y si el caso era, soplar en la nuca de algún ser desdichado y sembrar más caos antes de partir.







.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro