C6: ¿Katsuki tiene...?
3 meses
—¡Hola! Pasen, bienvenidos.
Junio ya marcaba paso en Japón. La temporada de lluvia acababa y la -ahora- familia Bakugo entraba a la primera cita con su doctora.
—Bueno, soy la doctora Kusuri, y yo los conozco perfectamente; soy muy fan de ustedes.— musitó la última parte, obteniendo una sonrisa tímida de parte del dúo de héroes.— Claro, todo esto será totalmente privado y confidencial, así que espero que confíen en mí.
En realidad, conocían a Kusuri. Su padre era un gran héroe en su época, y en sus últimos años de carrera conoció al duo DynaDeku. Se volvieron buenos conocidos en fiestas y cenas de héroes, conociendo a su hija.
—¡Estoy tan emocionada! Gracias por elegirme— exclamó, emocionada. Inspiró y espiró para calmarse y volver a ser profesional. —Bien, ¿cuánto tienen y cuánto saben?
—Ya son... tres meses exactos y... no sabemos casi, nada.
—Oh, eso no es un problema. Empecemos con... ¿Qué es lo que saben?— Katsuki e Izuku se miraron, honestamente, ¿Por qué empezar?
—¿Ahm... que son seis meses de gestación?
El rubio agudizó su voz, hacia una pregunta. La doctora observó al techo, algo insegura. Eso no era buena señal.
—Sí... y no. Depende, la verdad. Pueden tener a su bebé en seis meses -en ese tiempo haremos su fecha probable- pero puede durar hasta 30 semanas, o sea, 7 meses y medio. Si pasa esa fecha, ahí haríamos una cesárea de emergencia.
Katsuki e Izuku asintieron, estaba claro: no sabían exactamente nada. Quizás de paternidad sabían algo; Eri, Kota, Katsuma, Mahoro... si iniciaran con un niño de seis años o más serían increíbles.
—¿Les parece una ronda de preguntas antes de una ecografía?
—Sí...
⁂
Katsuki e Izuku pensaban que, 3 meses no era tanto tiempo. Una semana. Una semana llena de exámenes de sangre, tests, pruebas, análisis, vitáminas. Y aún faltaba ordenar el próximo cuarto y hacer muchas compras más para su casa muy poco a prueba de niños.
Por otro lado, ver a su bebé en las ecografías, saber que se encontraba bien y que ellos no estaban tan atrás tranquilizaba a la pareja.
Y cuando Izuku se empezó a relajar y calmar en todo esto un día hizo...¡Pop!
Y una pancita se formó. Y esto hizo que Katsuki se volviera extremadamente e insanamente loco de amor. Como un perro moviendo la cola, observaba detenidamente y, claro, presumía orgulloso de esto.
—Pero, míralo Eijiro, deja te muestro otra foto— el pelirrojo se encontraba de turno con Katsuki solo un par de minutos ya, probablemente había visto unas 147 fotos de Izuku. Estaba emocionado, y algo cansado la verdad.
—... ¿Cuándo es tu fecha?
—Oh, el 30 de septiembre, lo más probable.— Eijiro se calmó, podría soportar tres meses más.— ¡Todas las fotos que le voy a sacar!
—Jaja, genial...
⁂
—Los exámenes salieron perfectos, así que hay que mantenerlos así con las vitáminas y, creo que saben todo lo necesario hasta la próxima cita.
—Muchas gracias, Kusuri. Nos vemos— Katsuki se levantó rápidamente.
Sin embargo, fue retenido por Izuku que lo agarraba de la camiseta sentándolo nuevamente.
—No tan rápido, cariño.— Katsuki odiaba que Izuku lo llamara cariño. Bueno, no, no lo odiaba, solo le enchinaba la piel porque lo decía en ese tono pasivo-agresivo que solo su pequeño omega lo lograba.— Hay un asunto pequeño, pequeñito, que tengo que aclarar con este.
—No, amor... ¿Yo qué hice?— musitó el rubio. La doctora sonrió, divertida por el asunto.
—Katsuki estos últimos días ha tenido... síntomas, mmhm... como los míos.
Kusuri, disfrazó una sonrisa. En todo su tiempo trabajando esperaba tener algo como esto. ¡¿Y además de sus amigos y sus héroes favoritos?! En verdad, amaba su trabajo.
—¿Cómo qué?— fingió no saber.
—Co-
El rubio colocó su mano en el muslo del peliverde, presionando un poco. Y observando a la chica fijamente pidió:
—Kusuri, por favor no me hagas esto...
Ella observó un momento en silencio al rubio, pero ladeó una sonrisa y miró al peliverde para que continuara.
—Primero llegó antes de patrullar, había sentido náuseas y Eijiro lo llevó de la oreja a la casa. Y en casa vomitó todo, unos días fueron así... creíamos que solo era una intoxicación leve. Pero luego...
—Mhm... ¿Aún te duele la panza?— Izuku preguntó, haciendole piojito en la cabeza. Recibió un sonido de negación del rubio, quedándose un rato en silencio.
—¡Izu! Comamos helado, ¡Con sal y limón! Oh, y Tabasco.— exclamó, emocionado. —¿¡Quieres!? Comamos, Deku...
—Ew, no quiero eso. Si quieres, come tú solo.
—Está bien.— se levantó rápidamente, caminando hacia la cocina.
—Así que... ¿Antojos?
—Oh, y dolor abdominal, no le gustan algunas comidas, mareos, ¡Oh, y esa vez en la oficina cuando..!
Katsuki trajo las dos bolsas de almuerzo, dándole la suya al pecoso. Izuku emocionado, abrió el platillo y comió un poco. Hizo una mueca, pero se detuvo al ver como el rubio lo miraba de reojo.
—Gracias, Kaachan.
—No te gustó.— dijo secamente.
—No, no, sí me gustó, solo... no me esperaba el sabor.
El rubio lo observó algo, apenado. Se sentó al lado del pecoso, y empezó a comer su comida.
—Te lo cambio, perdón, no es justo que tú comas algo que no te gustara y yo...— empezó a hablar a regañadientes, era su forma de murmurar y en ese instante Izuku entiende el pánico cuando él lo hacía.
—No, Kaachan, no es tu culpa. ¡¿ESTÁS LLORANDO?! No, para, detente, Katsuki, mierda, si tú lloras yo...
Ochako observó como la pareja lloraba desenfrenadamente, indiganada.
—¿¡Es en serio?! ¡¿Justo al frente de mi ensalada!?
Kusuri te tapó la boca, intentando no reír. Pero la cara seria del rubio no ayudaba.
—Izuku, tú ya sabes qué es, nosotros sabemos qué es. No era necesario decirle todo eso...
—Quiero asegurarme... ¿Es?
—Oh, sí, sin duda...
El síndrome de Couvade
—El síndrome de Couvade es un tipo de trastorno psicológico, provoca síntomas similares a los del embarazo cuando su pareja va a tener un bebé. Actualmente no se conoce la causa exacta qué provoca este síndrome, se cree que puede tener que ver con un exceso de empatía hacia el embarazo de la mujer o instintos primitivos.
—Qué empático alfa...— Izuku jugueteó, dándole un puchero algo irónico.
—¡¿Y cuándo se detiene?!— preguntó Katsuki.
—Pues... cuando nazca. Probablemente...
Carajo.
⁂
¡Hola, hola!
¿Cómo están, tecitos? Espero qué muy bien,
Si hay algún error, duda o sugerencia, no duden en escribirlas. Si tienen alguna idea para el próximo capítulo, escríbanla,
¡Y eso!
Adieu!
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