Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C11: ¿De héroes a papás?

El trabajo de un héroe requiere de muchas cosas, debido a eso, se entregan muchas cosas más: popularidad, experiencia, comunidad, y…ah, claro, cansancio.

El cansancio es probablemente el amigo más íntimo de un héroe, un amigo bastante duradero. Y te entrenan para ello, los mechones sufren más en este momento, pensando el porqué. Para Katsuki e Izuku… agradecen ese patrullaje de 32 horas, o esa misión de semanas… gracias.

Gracias por entrenarlos para este momento…

—Izuku~... no sé cómo hacer que deje de llorar…— Katsuki intentaba arrullar al pequeño cachorro, caminando por la habitación, ligeramente desesperado.

—Hiro tiene que aprender a no estar conmigo…— el omega respondió, con la cara aplastada en la almohada, intentando dormir unos tres segundos, ojalá dos.

—Quizás tiene hambre…

—No, Katsuki, no quiere… Hiro come lo justo y lo necesario, ni siquiera come tanto… es como un pollito.— dijo dormitando.

El peliverde se levantó pesadamente, deambulando hacia la cocina.

—Hiro, ah… tienes que aprender a quedarte conmigo. No puedes depender de tu mamá… quiéreme, por favor…

—Katsuki, si Hiro te ve llorar, va a seguir llorando…

El rubio seguía arrullandolo, intentando cambiarlo de posición para hacerlo dormir. El pecoso se acercó y limpió suavemente las pequeñas lagrimitas en el rubio.

—No te frustres… ten— le entregó una taza de café— Si no puedes hacerlo dormir, está bien, yo lo hago.

—¡No! Yo… voy a aprender. Ay, Hiro… ya, vamos.

* * *

Katsuki dormitaba en su cama, dándole ligeras palmadas a Hiro, que seguía llorando —por lo menos más suave— en el pecho de su padre.

—Ay, Hiro… ¿Por qué no me quieres? o sea, sé que nunca tuve una… oportunidad de hablarte, pero igual, eres mío. No tienes de otra, eres igual a mí.

—Mi nariz… mis orejitas… no te podría abandonar, como lo hizo tu abuelo.— El rubio se guardó una risa al sentir una débil patada por parte de su omega.—...Pero no sabes cuánto te amo…

Se quedó palpando su lomo, acariciando suavemente sus manitos y sus piecitos. Se estaba empezando a quedarse dormido, mientras seguía acunando en la silla mecedora. Izuku tampoco estaba pendiente…

—Mañana hay que los pinguinos están por ahí comiendo…

—¿Izuku?

—PorqueHiromorderuncamión…

El rubio sonrió de cómo el pecoso balbuceaba dormido, observó a su cachorro que dormía calladito. Quería chillar, despertar a Izuku de la emoción. Su primera vez durmiendo a Hiro: Todo un éxito. Se dio una palmadita mental en el hombro y se levantó suavemente a dejarlo en la cuna.

Era como manipular una bomba. Una bomba a punto de estallar en donde un paso, ruido o cualquier partícula de aire podía arruinar el pequeño sueño de su pequeño cachorro. Lo dejó suavemente en la cuna, y lo miró orgulloso. Un padre orgulloso de sí mismo.

Giró para volver a la cama para dormir con su omega, acostándose en las cómodas y calientitas sábanas de su cama. Se acurrucó suavemente, y durmió. Oh qué durmió. Estuvo en los brazos de Morfeo como si nunca hubiera estado, como morir y revivir 3 días. Y así hizo, murió y revivió… a los 3 minutos.

—Kat… Tengo que darle de comer…

—...Te detesto.

* * *

Otra peculiaridad que necesitan los héroes es aprender a hablar con las personas. Para algunos, fama y admiración, para otros atención al cliente.

—¡Es hermoso!— En las primeras semanas, la residencia Bakugo estaba llena como nunca. La pareja solo se quedaba sentada, no sabiendo que hacer, Solo sonriendo
y agradeciendo.

—¡Bendiciones!

Uy sí, y bendiciones. Muchas bendiciones. Hiro quizás era uno de los cachorros más bendecidos hasta el momento.

—¡Gracias! ¿...Quién es usted?

Amigos y familiares venían y salían para observar a la hermosa criatura. Héroes venían solo a ver cómo era, como katsuki e Izuku querían mantenerla en secreto -que con todas las personas duró menos que un dulce- tenían la curiosidad.

—¡Igualito al papá!

—¿De qué hablas? Igual a Izuku.

Hiro Bakugo, un cachorro con la mezcla perfecta de la pareja de héroes. Cabellos rubios con unas ondas y remolinos de querubín, unos ojos grandes y almendrados de color verde, con casi invisibles manchitas en sus mejillas.

—Kat, Cielo... ¿ Cómo los echamos de la casa?

—Son peores que los testigos de Jehová…

Lo único bueno, es que no llegaban con las manos vacías... Pañales, ropa, juguetes, y, la crème de la crème... regalos para los papás.

—"Wakame Sushi les da este regalo, ahora con libertad de comer"— Katsuki leía la tarjeta, mientras Izuku ya devoraba todos los alimentos que no podía durante medio año.

Ropa, promociones, cuidado y comida, quizás el puerperio no era tan malo…

Pero… muy importante, los héroes necesitan cordura.

* * *

Los héroes necesitan de cordura. Pero dejar de hacer algo, como trabajar, de un día para otro.... se pelan los cables de la cabeza.

—...— El pecoso observaba a su pareja en silencio. —Ah, cielo... ¿Qué haces?

Katsuki paró de hacer lagartijas para mirar a su pareja.

–Ah... ¿Caliento la leche?— Izuku sonrió dulcemente y dejó al cachorro en la cuna en la cocina, regalo de quién sabe qué héroe.

—Sé cómo te sientes... como un niño con complejo de héroe queriendo saltar por las paredes y explotar cosas, ¡Ay, mira, cómo tú! ¿...Quieres un descansito de tu descansito?

—¡...Puedo hacerlo! Tú has soportado 8 meses, ¿Cómo yo no puedo soportar 2?

—¿Y si vas a entrenar un ratito con Eijirou? Conozco tu locura de entrenar, y no quiero encargarme de dos bebés… —El rubio rodó los ojos, ignorando al omega. —Ándate de mi casa, Katsuki.

Cordura por parte de los dos, pero a veces... los instintos son más poderosos.

* * *

Hiro cumplía oficialmente 2 meses, y la cuarentena de Izuku había concluido. La pareja caminaba con un aire de culpa, empujando el carrito de bebé devolviéndose de la sesión pediátrica… no tan buena ni premiada.

—Aww, que ternurita ¿Puedo-

Un sonido gutural prácticamente se escapó del omega. ¿Había... gruñido? La chica se disculpó y siguió su camino. Katsuri abrió la boca, sorprendido y se giró para observar al pecoso.

—Callate.

—¿Acabas de...?— preguntó, intentando ocultar una sonrisa.

—Qué te calles.

—... Nunca habías hecho eso. Hablo como de…

—Sobreprotección? Sí. Es extraño.— el pecoso respondió, sentando al cachorro en la silla.—¿Fue muy brusco?

—No... fue excitante.— respondió. Hubo unos segundos de silencio, pero retomaron el camino—... Yo también gruñí.

—Naah... solo... sacaste ese olor agrio de celos... No es nuevo— el pecoso río, agarrando suavemente la manito de su hijo. El viaje fue cortito, volviendo a casa. Se quedaron en silencio en el ascensor, hasta que Izuku habló.

—¿...Lo estamos haciendo mal? Si nos equivocamos el primer mes, podría- —Fue interrumpido por el alfa.

—Hey, ey, ey... podría ser peor. No somos tan malos... Lo vamos a hacer bien…

Pero incluso los héroes necesitan algo, y caen en algo. Pero siempre habrá alguien quien los entienda perfectamente…

—¡Katsuki!— Mitsuki dio la bienvenida a la pareja, con una escoba en mano —¿Cómo tienes así tu cocina? ¡A Hiro le puede dar algo en sus pequeños pulmones!

Masaru e Inko saludaron y le dieron la bienvenida a la familia. Sus padres venían a quedarse hasta navidad. A Katsuki e Izuku no le agradaban las visitas inesperadas, pero esta vez era distinto...

El pecoso hizo un puchero, y con toda la emoción -y las hormonas desequilibradas- comenzó a llorar.

—¡Mami!— exclamó, yendo a los brazos de la peliverde.

A veces los papás necesitas recordar ser hijos para ser mejores papás…

¡Nos vemos en navidad!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro