Hugo.

Ocho exactos minutos y llegamos al punto de encuentro con mis amigos, quienes ya estaban allí esperándonos.

-Nunca había visto esa casa- me giré hacia él y le di un pequeño beso en la frente.

-No salgas del coche, ¿vale?

Cuando salí lo primero que hice fue mandar a Steffan al coche. Era igual de fuerte que yo y necesitaba que alguien cuidara de mi Dean.

-Venga Rubén haznos un Jacob de Crepúsculo- señalé la ventana del piso de arriba.

-¿Acaso crees que soy un gato?- gruñó molesto- ¡Estúpido!

Y sin más comenzó a subir poco a poco, teniendo en cuenta que se había resbalado un par de veces.

-¡Lo conseguí!- gritó.

-¡Se nota que no estamos aquí!- gritó Patrick molesto- ¡¿Quieres dejar de gritar?! ¡Nos van a escuchar!

-¿Rubén?- lo llamé intentado no reír.

-¿Si?- preguntó curioso asomando la cabeza por la ventana para poder mirarme.

-Era tan fácil como esto- y sin más le metí una fuerte patada a la puerta que hizo que se cayera- ¿Ves?

-¡Como en las películas!- gritó Patrick emocionado- Bueno, ¿entramos o que?

Steffan era un genio y amante de la informática, así que le di el número teléfono de Dean y rastreó el teléfono de donde provenían los mensajes.
Pero aquí no había nadie.

-¡Me habéis hecho venir para nada!- gritó Patrick enfadado.

-¿Para nada?- gruñó Rubén- ¡Subid!

Rápidamente lo hicimos, y nos encontramos con un asqueroso cuarto lleno de asquerosa sangre.

-Vampiros- dijimos los tres a la vez.

-Aquí no hubo ninguna desaparición- dijo Rubén pensativo.

-Aquí no, pero esta tarde había dos policías merodeando por el bosque- ambos se sorprendieron- Y acusaron a los lobos de constantes ataques.

-¿Estarán todavía aquí? ¡Porque los voy a matar!- muy típico de Patrick.

-Déjate de dramatismos y larguémonos de aquí, tengo que ir a avisar a mi padre.

-Nos va a matar, primero por entrar en una casa ajena, segundo por no decirle nada, y tercero por ponernos en peligro y sobre todo a Dean- argumentó Rubén- ¡¿Cómo mierda se te ocurre traerlo?!

Salimos de la casa y él seguía intento pelear conmigo. Sin embargo yo no le daba bola al asunto y hacía que se frustrara aún más.

-¡Pero que adorable!- chilló en cuanto vio a Dean, saliendo a correr hacia él- ¡Ven aquí y dame un abrazo!- Mi pequeño no tuvo tiempo de decir nada cuando Rubén ya lo estaba asfixiando entre sus brazos.

-Vete a la mierda, Rubén- lo aparté bruscamente- Nosotros nos vamos, ya os iré informando.

Cuando estábamos por llegar a casa, cambié de dirección para adentrarnos un poco en el bosque. No quería hablar con él en casa, ya que de sólo imaginarme al abuelo entrando y haciendo de las suyas.

No sé cómo se las apaña ni como lo hace, pero siempre aparece en los momentos más inoportunos.

-¿Por qué no vamos a casa?- preguntó mirándo a todos lados- ¡Ibas a contarme eso!

-Sí, y te lo cuento aquí ya que no quiero interrupciones- asintió emocionado.

Eché el asiento para atrás y él entendió porque con un poco de dificultad por el reducido espacio se acomodó entre mis piernas.

-Mate no es esmalte- solté de repente haciendo que él riera- Mamá es el mate de papá, y la abuela el del abuelo. Incluso el estúpido de Damian tiene como mate a Amanda.

-¿Mate es como llamáis vosotros al matrimonio?- preguntó confuso pero interesado en el tema.

-No, mate es el alma gemela de un lobo, su otra mitad- murmuré esperando su reacción- Su media naranja, su pareja de vida, su...

-Me he enterado- murmuró tristemente- ¿Todos los lobos tenéis?

-Sí, aunque algunos nunca llegan a encontrar a su alma gemela- sus ojos pasaron de la tristeza a expresar ¿esperanza?

-¿Entonces tú no la vas a encontrar?

Genio deja de darles vueltas al asunto y díselo ya, lo estás lastimando.

No puedo soltarselo sin más, no sé como va a reaccionar.

¿Pero tú lo estas viendo? ¡Sólo falta que se eche a llorar!

-Si yo no me fui a ese estúpido internado es porque tenía aquí a mi mate y las reglas estipulan que en ese caso, y para no separarme de él, podía quedarme en casa.

Un gran relámpago iluminó el cielo seguido de un fuerte ruido para dejar el paso a un torrente de lluvia.

-¡No mierda, no!- intenté arrancar el coche pero era imposible.

Mi genial abuelo, mecánico por dos horas, se le ocurrió hacer una revisión que acabó con todo lo del debajo del capó desmontado y después no supo como volverlo a arreglar.

Así que entre papá y yo conseguimos arreglarlo, pero el abuelo se había cargado una pieza y cuando llovía el coche no arrancaba.

Y cuando arrancaba los frenos no funcionaban por estar mojados, o sea que también era peligroso.

-Vamos a tenernos que quedarnos aquí hasta que la lluvia pase, e incluso un rato después hasta que el maldito coche funcione- gruñí echando la cabeza hacia atrás.

-¿Quien es?- preguntó al borde del llanto- ¿La conozco?

-¿Y por qué te empeñas en que sea una chica?- pregunté divertido- ¡El móvil!- cuando lo encendí no había cobertura- Genial, simplemente genial.

-¿Tu mate es Marcus a que si?

-Sí- lo miré horrorizado- ¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Cómo se te ocurre por dios?!

¡¿Para que mierda le dices que si?!

¡Estaba esperando a que preguntara si era él, joder! ¡Déjame en paz, Mika!

-¿No te he dicho que eres solo mio? ¿A quien le doy mimitos? ¿A quien dejo que duerma conmigo? Y sobre todo, ¿a quien estoy pervirtiendo poco a poco?- besé la punta de su nariz con ternura- Eres tú, ¿si?

Poco a poco sentía como su calor corporal subía. Cerró sus ojos fuertemente a la vez que agarraba su cabeza.

¡Haz algo maldita sea! ¡No soy capaz de controlarlo!

-¿Dean?- pregunté alarmado- Dean mírame.

¿Qué mierda le pasa?

No te enfades, ¿vale? Pero Dean no es humano, y ahora mismo su lobo está intentando salir para marcarnos.

-¡¿Qué?!- grité todo lo fuerte que pude sin poder evitarlo haciendo que Dean se quejase aún más- Lo siento mi amor.

¡Eso no es lo que debe preocuparte! ¡Dean nunca va a poder convertirse y ahora mismo su lobo lo está destrozando! ¡Está fuera de control!

¡Pues haz algo, maldita sea!

-Dean, mírame- supliqué tomándolo de su barbilla- ¡Mírame por dios!- grité enloquecido por no saber que hacer.

Y simplemente cayó entre mis brazos, inconsciente.

Ya pasó, he conseguido calmarlo.

¿Están bien?

Sí, sí.

Los policías de esta mañana aparecieron de entre los árboles, gritando cosas que no entendía y con caras de horror.

De pronto cuatro vampiros aparecieron y supe que esos humanos solo serían sus aperitivos.

De noche, lloviendo, en un coche que no arranca, sin cobertura, con Dean inconsciente y con cuatro vampiros que apuesto que eran ellos a los que buscábamos en aquella casa.

Cuatro vampiros contra mí.

Esto no pintaba para nada bien.

Recomiendo que vayáis buscando una canción lenta para llorar en el próximo capítulo.

Spoiler.

Spoiler.

ESPOILER

Antes de que me mateis, y¡ además que leo vuestras mentes! Ninguno de los dos morirá.

¡Pero preparen la canción! 😂