Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20


Un poquito de como Dean es celoso ya que muchas me lo habéis pedido, aunque no os fiéis mucho de este capítulo ya que más adelante aprenderá mejor.

Ya entenderéis 😂


Hugo.

Justo segundos después de formular esa pregunta me arrepentí. Iba a juntarlo con mis amigos, con mis amigos, ¡con los putos pervertidos de mis amigos!

-¡Di que sí Dean! ¡Nos lo pasaremos genial!- chilló Patrick demasiado emocionado.

Definitivamente ha sido una idea estúpida.

-Yo...bueno...¿estáis seguros?- preguntó con temor- Además papá no me dejará ir.

Conocía su mirada, no quería venir.

-Vas con Hugo, puedes ir no hay problema- dijo papá emocionado- Y de paso os lleváis a Dave.

Esto se pone todavía peor.

-Estará cansado papá, y querrá estar con su hermana- intervine rápidamente.

-Por mi no hay ningún problema- dijo Dave y Patrick le echó un brazo por encima.

-¡Esta fiesta va a ser genial!- chilló el entusiasta.

-Viva- murmuré irónico- Si te aburres, te sientes incómodo o no quieres venir nos quedamos en casa- susurré en el oído de Dean haciendo que se sonrojara un poco- Por mi elige la última, seguramente nos la pasemos mej...-

Papá tosió fingiendo que se atragantaba, y yo sólo lo miré mal.

-¿Necesitas que te de palmadas en la espalda, padre?- pregunté divertido.

-Mejor no me toques hasta que te hayas lavado las manos- dijo guiñandome un ojo.

Mis amigos y yo lo captamos.
Dean como siempre, no tanto.

Cuando llegamos a casa, Dean se fue a preparar su mochila para irnos. Yo pasaba del tema ya que probablemente tendría más ropa en casa de Patrick que en mi armario.

-¿Qué llevas?- pregunté cogiendo la mochila- Parece que llevas piedras.

-Pues llevo mi pijama y ropa para manaña- dijo ofendido- ¿Y tú? ¿Por qué no llevas nada?

-No te preocupes que no me quedaré sin ropa, y si me llego a quedar sin bóxers seguro que tú me prestas los tuyos- me mordí el labio en un intento de no reír ante su carita roja.

-¿De qué habláis?- preguntó mamá apareciendo de la nada- ¿Qué le has hecho, Hugo? ¿tienes fiebre, cariño? Estás muy rojito.

Sí, rojito. Como un tomate querrás decir.

-Yo no le he dicho nada- me encogí de hombros- Hasta mañana- besé su frente y salí de casa, esperando a Dean.

Llegamos en poco tiempo, y mejor no haberlo hecho.

-¡Pero si has venido!- chilló Patrick abrazándolo- ¡Vamos, ven deja a este cascarrabias!- literalmente lo arrastró del brazo hacia la cocina donde seguramente estaban todos.

-Deberías llevártelo de aquí ya- susurró Steffan- Ha hablado con tu abuelo y con Estrella, eso es malo, ¿verdad?

Muy, muy, muy malo.

-Han hablado sobre confesar sentimientos, ¿los tuyos o los de él?- preguntó curioso.

-Ambos- gruñí exasperado- Están obsesionados con hacer de Celestina.

-Joder tío que mal- palmeó mi espalda transmitiendome sus condolencias.

Tendré una charla muy seria con estos dos...

Al entrar en la cocina confirmé, por décima vez que esto había sido un jodido error.

-¿Quien es este chico tan guapo?- preguntó Mar, hermana de Patrick, juguetonamente, acercándose a mi.

Ella y yo habíamos sido siempre como hermanos, y de vez en cuando se unía a nuestras fiestas de 'hombres'. Nunca me veía como algo más, pero estaba claro que estaba jugando en el equipo contrario.

Puto Patrick, puto abuelo, puta Estrella.

-Lo que me faltaba- gruñí disimuladamente cuando me abrazó- ¿Qué mierda se te pasa por la cabeza para unirte a esos tres?

-Lo siento- susurró- Patrick me ha amenazado con contarle a mis padres sobre mí mate.

En ese caso no podía enfadarme con ella. Su alma gemela era un vampiro y no todos aceptaban a un vampiro como lo había hecho mi padre, en este caso con dos.

Quitando las ganas de matarse mutuamente, se amaban.

-¿Puedes quitarte?- le pedí amablemente empujandola un poco para que dejara de abrazarme.

Dean aprovechó para colarse entre nosotros dos, abrazándome al instante.

-Me siento mal, ¿Podemos irnos?- preguntó en un susurró, abrazándome más fuerte.

Mirarlo con ternura era lo único que podía hacer en este momento. Y morirme también por ver como defendía lo que era suyo.

-¿Qué te pasa?- le pregunté tiernamente siguiéndole el juego.

-Me duele la tripita- murmuró como un niño pequeño.

-¡No! ¡Nada de irse!- chilló Mar- ¡Que empiece la fiesta!

-¡Que empiece!- gritaron los demás.

Al principio seguía pidiéndome que nos marcharamos, pero en cuanto vio que Mar no tenía la mínima intención de acercarse a mí pareció cambiar de opinión.

Así que ahora Steffan, Rubén y yo estábamos haciendo la cena.

Patatas fritas con huevos. No queríamos quemar la casa, y tampoco sabíamos cocinar nada más, así que era la única opción.

-Parece que se divierte- dijo Rubén señalando al salón, donde se escuchaba como Dean reía, supongo que ante la inminente paliza de Ricardo hacia Patrick en el boxeo, y las palabrotas por parte del último.

-Estaba ilusionado por venir, sólo que se puso un poco celoso por Mar- dije feliz.

-Te perdiste su cara al verla con nosotros- comentó riendo- ¡El timbre, abrir joder!- gritó al ver que nadie iba a abrir la puerta.

-¡Dave!- gritó Dean- ¡Que bien que has venido!

Y todo estaba bien hasta que apareció ese.

-Parece que ahora Dean no es el único celoso- cantaba Steffan.

-¿Quieres callarte?- gruñí lanzándole una patata frita.

En eso, un feliz Dean entró a la cocina acompañado de Dave y Mar.

-¡Que bien huele!- chilló poniéndose al lado de Rubén- ¿Puedo?- preguntó tímidamente señalando el plato donde repasaban las patatas fritas.

-Yo no veo nada- contestó Rubén riendo, alentandolo.

La cena pasó tranquila, demasiado daría yo, obviando el hecho de que Mar intentó hablar conmigo como habitualmente hacía, sin nada de coqueteos y Dean fingió quemarse sus deditos con las patatas.

Primero, las patatas estaban frías. Y segundo, todos estábamos comiendo con cubiertos.

-Ya pasó, bebé- susurré besando sus deditos, obviamente siguiéndole el juego ante su intento de llamar mi atención.

Lo cual no hacía falta. Todos, absolutamente todos habían caído en sus encantos, y él se había ganado un puesto en el grupo.

Los conocía bastante bien, y sabía que eso iba a pasar más temprano que tarde.

-¡Vale juguemos a un juego nuevo!- chilló Patrick como un niño pequeño.

-¡Hay dios!- gritamos los que lo conocíamos bastante bien.

-Solo es un juego inocente, antes de comenzar con las guerras de los videojuegos- dijo a la defensiva.

-¿Puedes definirme que entiendes tu por inocente?- pregunté a la defensiva.

Bajo ningún concepto quiero que pase lo mismo que con el inocente juego yo nunca he...

-Solo se trata de escribir algo que nunca le has dicho a una persona pero que realmente sientes que necesitas hacerlo- dijo feliz.

¿Dónde había participado mi abuelo? ¿Dónde? ¡¿Dónde?!

-Se nota que es inventado por ti- dije inocentemente, pero él pasó de mí.

-Sus bolígrafos y sus papeles- dijo emocionado.

-¿Sabes que tu juego no tiene sentido?- pregunté riendo- ¿Yo te escribo a ti que te quiero mucho y te lo entrego directamente aún suponiendo que es secreto?

-Eso no es un secreto- comentó burlón- Bueno eso es cierto pero podemos... podemos salirnos del salón y dejar la nota en el asiento de la persona a la que le queramos entregar el papel.

-Pues menudas vueltas vas a dar, ¿no es mejor decirlo y ya?- se quejó Rubén.

-¡Callate maldito vago y escribe!- chilló indignado.

-¿Se puede escribir a más de uno?- preguntó Mar a lo que su hermano asintió.

Hicimos lo que nos pidió, y dejamos las notas en los asientos vacíos de las personas a las que iban destinados los mensajes.

Yo le dejé uno a Dean y otro a Patrick.

Entramos todos en el salón nuevamete y habían demasiados papeles en cada asiento, obviamente de Mar quien se había propuesto echarnos en cara las verdades que siempre nos decía día a día.

-¡Esto es mentira!- chillé indignado leyendo un papel- ¡¿Quien mierda ha sido?!

Dean palideció al instante y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

-El primer paso es admitirlo, amigo- se mofó Steffan- ¿Te ha gustado mi secreto?

-¡Te da por hablar de mi Huguito cuando ni siquiera lo has visto levantado! ¡Tragate tus palabras!- me levanté amenazante y salí a correr detrás de él.

-A mi me encanta el mío- gruñó Patrick- Voy a arrancarte la cabeza, pedazo de traídor, tuyo Hugo.

-¿A que es genial?- me burlé sentándome en mi sitio.

-¿Y a ti, Dean? ¿Qué te han dicho que te has puesto rojo?- preguntó Rubén.

-Pues...pues...nada, nada- ocultó el papelito.

-¡Ah, no! ¡Eso tengo que verlo!- chilló Patrick.

Mientras ambos peleaban por el papel, yo me dediqué a leer los veinte restantes reproches de Mar.

Mi corazón es tuyo.

Distinguía esa letra perfectamente. Sonreí como un idiota levantando mi vista hacia Dean.

-¡Te amo!- chilló Patrick dramáticamente leyendo mi papelito- ¿De quien es esta letra?

Enfuruñado nos miró a todos, deteniéndose en Dave para mirarle mal.

Había hecho la letra diferente a propósito ya que sabía este maruja acabaría intentando delatarme.

Pero Dean si conocía ese tipo de letra, y eso era lo único que contaba.

Gritó a los cuatro vientos que me amaba pensando que no podía escucharlo, era mi turno hacérselo saber.

Día a día, se lo demostraba.













Las cosas se van a poner muy interesantes a partir del siguiente capítulo 😈







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #hombreslobo