
11
Hugo.
-¿Sabéis todos como se juega?- preguntó Damian repartiendo los vasos.
¿Por qué Dean tuvo que decirle a estas bestias a lo que íbamos a jugar?
-Sigo diciendo que sólo íbamos a jugar Dean y yo- gruñí molesto.
-Pues te aguantas- contestó el abuelo- No hemos cenado aquí y esperado a que se acuesten los niños para que ahora nos vengas a echar.
Verás tú como se lía hoy.
-Preguntas suaves- amenacé señalando con la mirada a Dean, quien estaba más que encantado de jugar con la familia.
Ya veremos si más tarde dice eso.
Dean bebería zumo, junto con Lyndeen quien había sido convencida por papá. Los demás beberiamos chupitos de burbón que tenía papá en el despacho.
Y cuando digo todos somos todos, quitando a Ada, Crystal y Sergio.
-¿Cómo se juega?- me susurró Dean al oído.
-Sí has hecho algo de lo que dicen bebes, y si no te sientes cómodo confesandolo yo beberé por tí y así no mentiras, ¿si?- susurré tiernamente y él asintió entusiasmado- Toma, tus palomitas.
Eran las únicas chucherías que tenemos en casa por las películas.
-Venga empiezo- dijo el abuelo entusiasmado- Nunca he cantado en la ducha.
Todos excepto Isaac bebimos. Lo miramos fijamente y, quejándose, se bebió su vaso.
-Seguro que canto mejor que tú- espetó furioso a Kierdgar, quien se reía de él.
El abuelo se encargaba de rellenar los vasos de nosotros y yo los de Lyndeen y Dean.
-Yo nunca me he meado en la cama con trece años- espetó divertido Isaac y únicamente fui yo el que bebí.
-No era pipí- utilicé las palabras de Ada, quien seguramente le había ido con el chisme- Fue al día siguiente de mi noche feliz, que por cierto para ti era un olor asqueroso.
Su cara blanca se puso aún más blanca si eso era posible. Los graciosos comenzaron a vitorear y silbar.
-Yo nunca he besado- todos nosotros bebimos, incluso Dean. Sonreí por eso, viendo como todos lo miraban atentamente- Bueno vuelvo a formular la frase, yo nunca he besado en la boca- y absutamente todos volvimos a beber.
-¿Dean? ¿Hay algo que quieras contarnos?- preguntó mamá dulcemente y él negó avergonzado.
Y lo que te espera, bebé.
-¡¿Cómo no me lo has dicho?!- gritó el abuelo histérico- ¡¿Con quién?! ¡¿Cuándo?!
-Déjalo, ha dicho que no quiere hablar- espeté molesto. Una sonrisa maliciosa se formó en sus labios.
Aquí vamos.
-Yo nunca he besado a nadie de mi mismo sexo- dijo el abuelo esperando a que Dean bebiera.
Yo obviamente lo hice, y comencé a toser fingiendo que me ahogaba, bebiendome el vaso de Dean.
-Que mal me ha sentado, oye- dije divertido viendo como el abuelo se desilusionaba.
Y Kierdgar a escondidas también bebió.
-¿A quien habéis besado?- preguntó papá divertido.
-Lo mío fue en el juego de la botella- murmuró Kierdgar avergonzado.
-A mí no me mires porque no pienso decírtelo- me miró mal pero asintió.
-Yo nunca me la he cascado pensando en mi mate- dijo el abuelo mirándome.
Todos excepto Dean, Lyndeen e Isaac bebimos.
-Yo nunca me he vestido de chica- dijo Isaac mirando Kierdgar.
Para mi sorpresa, Kierdgar y Dean bebieron.
-¿Cuando?- le susurré riendo.
-Cuando la abuela tuvo que comprar ropa para Lyndeen y a mí que era pequeño me hizo probarme ropa que me quedaba cincuenta tallas más grande- hizo un puchero adorable.
-Yo nunca he admitido que me gusta alguien- dijo papá mirando de reojo a Dean.
Absolutamente todos bebimos.
Miré a papá buscando complicidad, preguntándome si le había dicho algo y él negó con la cabeza.
-¿Te gusta alguien?- preguntó mamá tiernamente y él sólo agachó la cabeza avergonzado.
Mierda, ¿y si le gusta alguien que no sea yo?
-Yo nunca he sido pillado teniendo sexo comprometedor- dijo Damian- Aunque que te pillen teniendo sexo ya es comprometedor- Papá y Kierdgar bebieron.
-¡¿Qué mierda?!- gritaron mamá y Lyndeen.
-Reina, calma- contestó el abrazándola- Tu querido Adolfo me pilló teniendo sexo con el peluche... en forma de lobo, en mi primer celo. Creí que ya te había quedado claro cuando lo gritó a los cuatro vientos.
Silbé y todos rieron.
-Yo estaba borracho- se encogió de hombros- ¿Lyndeen?- Ella le mostró su dedo corazón.
-¡Yo nunca he bebido alcohol!- gritó el abuelo y todos bebimos- ¿Dean? ¡Este no es mi nieto! ¡Me lo han cambiado!
-¿Dean?- preguntó papá seriamente.
-Yo le di un chupito- dije saliendo a su defensa.
Papá me miró realmente furioso.
-Yo nunca he sido tocado por nadie del sexo opuesto en mis partes íntimas- dijo Damian y todos bebieron excepto Lyndeen y yo.
¿Pero que mierda? ¿Qué coño hace bebiendo?
-Joder con mi nieto- murmuró el abuelo asombrado, y no era para menos.
Todos lo mirábamos así, pero yo añadía un extra; furia.
-Yo nunca he perdido la virginidad- dijo el abuelo mirando si Dean bebía o no del vaso.
Y gracias a dios no bebió.
-Vale este no es el momento pero bueno- dijo mamá cerrando los ojos- Yo nunca he tenido como mate a mi hermano de no sangre.
La miré sorprendida pero, resignado, bebí dejando a Kierdgar, Damian, a la abuela y a Amanda boquiabiertos.
Lo gracioso e irónico es que Dean bebió porque se atragantó con las palomitas al ver las caras de ellos.
-¿Te has dado cuenta tú sola o te lo ha dicho papá?- pregunté molesto.
Y no era precisamente por la pregunta que mamá me había hecho, sino por Dean.
¿Acaso había dejado que alguien más lo tocara?
-Fui yo, pero después tu padre me lo confirmó- murmuró mirándome avergonzada.
-Yo nunca he confirmado que mi hijo tiene como mate a su hermano de no sangre, de forma sumisa y por su mate en la cama- gruñí hacia mí padre.
Tragó saliva pero acabó bebiendo, haciendo que la gran mayoría se riera.
Por su parte Dean no hacía más que preguntar que era un mate, pero todos lo ignoramos.
Era mi responsabilidad decírselo, y está más que claro que ahora mismo con esta mierda de los tocamientos ni de coña.
- Yo nunca me he tirado un pedo mientras hacía el amor- dijo en un intento de aligerar la tensión.
El abuelo bebió avergonzado.
Mentalmente agradecí el cambio de aires pero debía hacer otra prueba.
-Yo nunca me la he cascado pensando en una actriz porno- dije mirándo a Dean fijamente.
El abuelo resignado bebió, pero gracias a dios Dean no.
-Amorcito fue antes de conocerte- le dijo a la abuela.
-¿Y por qué lo sabe él?- me señaló.
-Porque quería que supiera que era muy normal hacerlo a mi edad- contesté bebiendo el chupito.
Nunca lo había hecho, pero necesitaba bebermelo.
-¿Tú lo has hecho?- preguntó Dean entristecido.
No.
-Aquí no eres el único que puede pecar- gruñí molesto.
Agachó la mirada mientras veía como todos me miraban con ojos llenos de culpabilidad.
¿Ahora sabían por qué no quería que jugaran? ¿Ahora se sentían culpables de esto? Y una mierda.
-Yo nunca he hecho cosas malas en mi cuarto con mi amiga- enfaticé.
Joder, necesitaba saber quien mierda lo había tocado. ¿Había sido Estrella?
Y jodidamente bebió.
-A la mierda- gruñí levantándome- Podéis seguir jugando, eh- dije sarcástico- Por mi no os cortéis.
-Hugo- dijo mamá intentando levantarse pero papá la paró.
Él si podía imaginarse el dolor que estaba sintiendo ahora mismo.
Llegué a mi habitación a llorar como un niño pequeño tumbado en mi cama.
-¿Hugo?- escuché la voz rota de Dean- ¿Puedo pasar?
-¡Lárgate, mierda!- grité sintiendo como mi pecho se oprimía cada vez más.
-Hugo tampoco es tan malo- dijo Dean entrando en la habitación.
¿Qué?
-Sólo es una operación pequeñita- dijo tumbadose en la cama, abrazándome- Yo la pasé de pequeño, y tampoco dolió tanto.
-¿De qué mierda hablas?- pregunté molesto.
-Pues que tú te has puesto mal cuando yo dije que me habían tocado, y es que la doctora me dijo que debía operarme de ¿fimosis?- aclaró pensativo- ¿A tí también te la tienen que hacer y es por eso que estás así? Perdón no quise ponerte triste, pero te aseguro que no duele mucho.
-¿Dean? ¿Qué hiciste con Estrella en la habitación?- pregunté con cautela.
-Eso... eso...- dijo avergonzado- ¿Te acuerdas de tu coche favorito de pequeño?- preguntó a lo que yo asentí- Pues lo rompimos sin querer y tuvimos que pegarlo.
Jodida, gran puta mierda.
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