Celeste

23 de marzo 2019.

Miraba mi celular mientras escribía a mi novio. La ventana se encontraba abajo mientras que el viento mecia mi cabello, de pronto mi olfato detecto el olor a tierra mojada, ese olor tan extrañamente familiar me hizo arrugar mi nariz. 

—Papa, ¿No podemos cerrar las vetanas y usar el aire acondicionado?— Exclame tapandome la nariz.

—Vamos, querida, este es el olor del campo, te acostumbraras.— Dijo mi padre mientras manejaba con una sonrisa.

—¿Me puedes recordar el porque nos mudamos a este pueblo en medio de la nada?— Dije con molestia.

Mi padre solo me miro y unos momentos para luego volver a poner su vista en la carretera, yo seguí a lo mío fijandome en el mensaje de mi novio. 

«''No todo es tan malo, Celeste''. »

Fruncí el ceño al leer su último mensaje. Mis dedos se movieron agilmente y empezaron a escribir, lastima que el mensaje no se enviase.

—Papa, no hay señal.— Le informe lo mas calmada posible.

—Cuando lleguemos tendrás internet, Celeste— Dijo mi padre tranquilo.

—Esto no puede ser peor...— Dije para fijarme en mi alrededor, minetras me puse a escuchar música en mis audifonos.

Los arboles no eran muy diferentes a los otros arboles que había visto cerca de mi casa, gracias a que nos enconntrabamos en medio otoño, las hojas de estos tomaban colores anaranjados y marrones, y caían con suavidad mientras eran llevados por el vientos a alguna parte que realmente no me interesaba, lo que me interesaba era la hermosa vista que tenía enfrente, no lo iba admitir, pero en la ciudad nunca vería algo tan hermoso.

Pero hasta la belleza puede llegar a cansar.

Mi vista estaba aburrida de ver las mismas hojas otoñales caer, no había nada emocionante, hasta finalmente llegamos a un porton un poco descuidado, no tardamos mucho en lo que llegamos en lo que parecía ser lo que alguna vez fue una hermosa casa.

Hablo en pasado por que el tiempo sin gente en ella y nadie que la cuidase había dejado su marca, la naturaleza ya había empezado a reclamar lo suyo.

Mire a mi padre incredula —¿Viviremos aquí?— Le pregunte aun mas incredula. —Oye, se como se ve, pero lo que le falta a esta casa es amor.— Me dijo mi padre intentado animarme.

—No puedo creer que mama haya vivido aquí— Dije hablando sobre el hecho de que esta propiedad le pertenecia a mi familia materna.

Al entrar a la casa, de manera extraña la casa lucia mucho mejor, a diferencia de afuera, era como si aún viviese gente, y en realidad, lucia bastante bonita.

Entonces de pronto mi célular empezo a vibrar mucho, fue una bunea decisión de mi padre habre llamado a la empresa para que ponga el cable y el internet.

''Por lo menos tengo internet'' Pensé.

Subi al segundo piso y no había ninguna habitación que me llamase la habitación aunque eran lindas. 

Luego subi al tercer piso y no tuve ni que revisar las otras habitaciones, mis pies se movieron solos y ya estaba enfrente de la puerta del fondo. Era como si algo me llamase, abrí la puerta inmediatamente y me encontre con una gran habitación, decorada a la epoca victoriana en todo su explendor.

No me gustaban tantos las cosas de epoca, siempre preferí las cosas mas modernas, esta habitación me daba una espeluznante calma.

Tire mis cosas en el mueble y salte en la cama. ''¡Dios, ¿De qué esta hecha esta cama?!''.

Pude sentir como mi padre subía y me miraba desde el portón. Al mirarlo pude percibir durante unos segundos una mirada extraña que fue remplazada rápidamente por una sonrisa.

—¿Papa?— 

—¿Te gusta el cuarto? ¿No prefieres otro? — Me pregunto, yo ni mas bien oí la pregunta negue.

—Nop, este cuarto es mío, me lo debes— Dije mirandolo desafiante.

Mi padre suspiro y asintió, aún así, note que mi desición no le agradaba de todo.

—Si deseas, puedes salir al pueblo, esta cerca de aquí, aprovechando que no entrarás a clase hasta la proxima semana.— Me dijo con tranquilidad para luego salir de mi habitación.

Decidí seguirle la corriente a mi padre, y entonces me preparé para ir a dar una vuelta.

Mientras caminaba veía que todos se me quedaban ieno, bastante normal viendo que esto era un pueblo pequeño donde se supone que todos se han de conocer ''Genial, no solo soy la chica nueva de la escuela, también del pueblo''.

Me acerque a una cafetería, mientras mi espera, una chica se me acerco, junto a un chico que intuí era su hermano, probablemente por el parecido.

—Hola, soy Mar, y el es mi mellizo Matthew— DIjo la joven chica presentadose, he de admitir que era muy linda, sus ojos eran verdes como bellas esmeraldas, de tez un poco bronceada, sus cabellos eran similares al oro tan puro que caía como suaves ondas tras su espalda. Era una joven de complexión esbelta, por su puesto, poseía curvas donde debería, en realidad, poseía unas proporciones muy equilibradas, ''Mierda, es una de las chicas mas sexy's que he conocido''pensé al verla, muy dudosa de mi apariencia.

Por supuesto, el hermano no se quedaba atrás, era uno de los jovenes mas atractivos que he visto. Poseía una mandibula definida, una melena medio larga oscura de rizos,  una tez clara, nariz fina pero no demasiado larga, sus labios en una forma de medio corazón que te incitaban a perderte en ellos, sus ojos negros tan profundos como la noche que parecían ocultar mil misterios, ''Oh Diablos, ¿Quién habría dicho que en este pueblucho hay chicos tan sexy's''.

Cuando esos mismos ojos negros me miraron, no pude evitar tragar. ''Diablos Celeste, lo conociste justo ahora, tienes novio, ¡Controlate, Maldita sea!''.

—Hola...—Dijo sin mucho interés, mientras yo me volvía un tomate. —Y bueno, pequeña ¿Cómo te llamas? .— Me pregunto con curiosidad, Mar. ''¿Pequeña? Claramente soy menor que ellos, ¡Pero acabo de cumplir 15 años!'' — ¿Pequeña? — Exclamo con una ceja en alto la rubia mientras esperaba mi respuesta, entonces me di cuenta que que le había dejado con la duda durante mas de 20 segundos.

Cuando abrí la boca para contestar, me llamaron por mi nombre —¡Señorita Celeste!— Al escuchar mi llamado cogi mi cafe y le sonreí a la chica que se encontraba enfrente de mi —Ahí tienes tu respuesta— dije un poco nerviosa, esa chica se me hacia intimidante.

Ella sonrió divertida, cuando iba a decir algo mas, su hermano la agarro del brazo y dijo — Tenemos que irnos, ya —, Mar frunció el ceño molesta y susurro ''Estupida anciana'' —Antes de irnos ¿Vas a estudiar en la preparatoria del pueblo, verdad?— Pregunto, yo simplemente asentí. —Nos veremos cuando entres, somos de último año, nos veremos pronto, pequeña— Dijo para irse con su hermano.

Yo me quede con mi cafe en mano viendo como se iban, antes de cruzar la puerta, Matthew me dirigió una última mirada, esa mirada me revolvio completamente.

En el camino intente no pensar en esa mirada, pero claramente no podía dejar de pensar ene l muchacho. Al llegar a mi casa lo primero que hice fue buscar mi laptop lo mas pronto posible.

Le escribí a mi novio, Freddy para hacer una videollamada.

Cuando se conecto, me olvide por completo del chico guapo de mirada sexy.

—¿Cómo va todo, linda?— Me dijo Freddy.

—Las cosas no van tan mal— Le dije con una sonrisa.

—¿Es linda la casa de tu mama?— Me pregunto con cierta curiosidad.

—Esto parece mas una mansión, por supuesto, afuera esta bastante mal, pero por dentro es bastante bonita— Le dije.

—Por lo que vi de tu cuarto, pensé que no te iría a gustar nada de ella—

—La decoración es super vintage, pero no esta mal— Dije divertida.

Ambos continuamos hablando hasta que nos despedimos.

—Te quiero— DIje antes de cerrar la vidollamada.

Recorde todo lo que había pasado en el día, lo útimo que quedo en mi mente al cerrar los ojos, fue la mirada de Matthew.

_____________________________

Abrí los ojos  para darme cuenta que estaba en mi nueva cama.

La diferencia es que ahora estaba gimmiendo de placer, mientras me metían la lengua en el coño. Tenía mordidas en mi cuello, mi estomago, mis piernas y hasta mis senos parecen haber sido mordidos por un animal salvaje.

—¡Oh Dios mío!— Exclame en extremo placer.

El hombre paro de darme un cunnilingus profesional, para voltearme y ponerme en cuatro —Pensé que lo habías entendido, tienes prohibido siquiese decir el nombre de Dios, pecadora— Grito con una voz profunda y ronca, antes de empezar a nalgearme con mucha fuerza, tanto que de seguro hbarpia dejado marcas en mi piel... ¿Matthew?

_____________________________

Abrí los ojos jadeando y muy excitada con un solo pensamiento ''Oh mierda''.

 Hola bonitos y bonitas, comienzo con esta nueva historia, no es por nada, pero tan solo he escrito un poco de Matthew y ya hasta a mi me excita. ¿Qué tal va la historia por el momento?