Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

030.

Parecía que todo estaba llegando a un punto culmine, porque demasiadas cosas estaban pasando y Jimin apenas podía seguir el ritmo.

No podía creer que Taehyung había despertado.

Después de noches enteras en las que le pedía al universo que regresaran a su amigo del estado en el que se encontraba, por fin su petición había sido cumplida. Recuerda cuando creyó que Jungkook fue el culpable del accidente de Taehyung. Había estado muy equivocado en ese minuto y se alegraba de saber que su chico no había tenido nada que ver en ello. Ahora faltaba saber que era lo que había sucedido y eso solo lo podrían escuchar de la boca del mismísimo Taehyung.

Era curioso como la verdad no podía permanecer escondida para siempre por más que las personas intentaran ocultarla.

Ya era de mañana. Habían acordado con Seokjin que todos irían a visitar a Taehyung a primera hora cuando el hospital abriera sus puertas. Después de que Jungkook le diera la noticia no pudo seguir durmiendo porque había mucho dando vueltas en su cerebro, así que se quedo con su cabeza sobre el pecho del castaño intentando calmar toda la ansiedad que tenía en esos momentos.

— Taehyung podría ayudarnos a detener a mi padre —le dijo Jungkook mientras estaban recostados sobre la cama—... Su testimonio es muy importante para eso.

Jungkook le había contado sobre el plan que tenía y había decidido ayudarle en todo, a pesar del miedo que sentía de que nada de lo supieran fuera suficiente para detener a ese monstruo. Debía ser valiente sobre todo ahora cuando parecía que todo se estaba alineando para que tuviesen una oportunidad contra el señor Jeon.

— Podríamos llevar a la policía para que hablen con él y puedan tomar su testimonio—sugirió y Jungkook asiente.

— Ve con Seokjin por la mañana. Si puede hablar llevaremos a la policía, ¿ya?

Pero las palabras del castaño le parecieron extrañas.

— ¿No vas a acompañarme? —Preguntó y el chico le acaricia la espalda.

— Tengo que buscar algo para seguir con el plan, prometo que apenas termine te iré a buscar al hospital, ¿está bien?

Y en ese momento sintió que Jungkook estaba ocultando algo.

— ¿Qué cosa? —Insiste y es que esta muy preocupado por el chico.

— Solo iré por una cosas que dejamos con Doyoung en un locker para que no las encontraran en la iglesia.

A pesar de que el tono de Jungkook sugería que no mentía, el sexto sentido de Jimin le decía a gritos que eso no era todo. Así que se mueve para mirar a Jungkook directamente a los ojos.

— Si estas en problemas me vas a llamar, ¿entendido? Sin excusas, Kook. Quiero ayudarte. Confía en mí.

Y el castaño, que estaba con los ojos bien abiertos debido a la sorpresa de las palabras de Jimin, no puede evitar sonreír con ternura antes de contestar.

— Te lo prometo. Tu ve con Taehyung. Sé que quieres verlo.

Eso era lo que hablaron antes de que el sol entrara por la ventana anunciando que la mañana ya había llegado. A pesar de que una parte de sí mismo aún le decía que Jungkook le estaba ocultando algo, prefirió confiar en el chico. Habían hecho una promesa, eso era suficiente.

Se bañaron juntos con el agua cayendo sobre sus cuerpos y permanecieron abrazados la mitad del tiempo porque la burbuja de la noche anterior se estaba rompiendo y pronto tendrían que volver a la realidad que les esperaba afuera. Jimin ocultaba su rostro en el hombro de Jungkook y se aferraba a la espalda ancha de este como si no existiese un mañana. Si tan solo pudiese estar así con el chico el resto de sus días ya no tendría nada de que preocuparse, porque su mundo entero estaba justo frente a su nariz.

Saliendo de la ducha se visten en silencio. Jimin sigue pensando y el miedo sigue aumentando. Todo parecía ser un sueño, uno del que pronto iba a despertar y que le haría sentir completamente vacío. Mira el anillo que compartían con Jungkook y que ahora estaba en su dedo anular derecho. Al menos tenía esa prueba de que la noche anterior había existido y por el momento eso era suficiente.

Cuando ha terminado de colocarse los zapatos siente que Jungkook se le acerca por la espalda y le da un abrazo. Todo el cuerpo le tiembla. No quiere alejarse de esos brazos nunca más.

— No quiero que estas asustado, Jimin.

Cinco años habían pasado y aún así Jungkook podía leerlo por completo.

— Solo quiero que esto se acabe rápido —admite y se da vuelta para abrazar a Jungkook de frente—. No me gustaría perderte de nuevo.

El castaño toma su cabeza y deja un cálido beso en sus labios que le hace pensar que están en la cima del mundo y que estaba vez si podrían ir contra todos los obstáculos que se les puedan aparecer en el camino. Un beso que sabía a esperanza y valentía.

— Prometo volver siempre a ti —dice Jungkook al alejarse—. No importa nada. Siempre volveré.

Le creía. Debía hacerlo.

Se dan un último beso y Jungkook es el primero en acercarse a la puerta para irse.

— Llámame si tienes algún problema —Insiste Jimin antes de que salga y el chico asiente.

— Tu también. Sea lo que sea.

La puerta se abre y luego se cierra. Jungkook se ha ido. En ese momento Jimin vuelve a mirarse la mano donde el anillo plateado decora su dedo. Con ello recordaría las promesas y los besos. Cada vez que tuviese miedo o sintiese que se iba a rendir en cualquier momento miraría ese anillo, recordaría que Jungkook tiene el mismo y caminaría hacia un futuro mejor.

No olvidaría. No se rendiría. Amaría hasta su último suspiro.

Jungkook sale del apartamento y se dirige calle abajo con las manos en los bolsillos y el corazón acelerado. Había planeado todo la noche anterior. Aprovechando que Jimin estaría lejos y seguro con Seokjin el tendría que ir a conseguir la prueba final para detener a su padre e ir a la policía. Lastimosamente para llevar a cabo aquello debía volver al lugar del cual había escapado y que le traía un mal sabor de boca.

Saca su teléfono. Aún recuerda el número de la casa de sus padres.

Espera. Puede sentir el momento exacto en que cogen el aparato del otro lado. Un hombre esta al habla. Ya era hora de terminar todo.

— Soy Jungkook. Tenemos que hablar.

El hombre al otro lado suelta una risa lúgubre.

— Estaba esperando tu llamada, hijo.

Este sería el último encuentro entre padre e hijo.








      • • •  









Ve a Seokjin caminando y hace un gesto con su mano. Estaban frente al hospital listos para entrar a ver a Taehyung y ambos parecían bastante felices, pero nerviosos.

— No debemos presionarlo —comienza Jimin y Seokjin asiente—. Quizá no nos pueda decir mucho porque apenas ha despertado ayer...

— Solo quiero hablar con él un poco —admite su amigo cabizbajo—. Lo he extrañado mucho.

Jimin pone la mano en el hombro de Seokjin. El se sentía igual. Entre los tres Tae siempre había sido el alma de la fiesta, quien parecía aportar la luz en los días lluviosos. Se habían vuelto inseparables junto con Seokjin en los pasados cinco años y verlo tendido en una cama, con un montón de cables y sin poder moverse simplemente le devastaba por completo.

Ahora había recuperado a quien consideraba como el hermano que nunca tuvo.

Suben al ascensor en silencio. En la recepción les habían dicho que Tae había sido movido a la sala del tercer piso en donde ya no estaba en cuidados intensivos y podía ser visitado constantemente. Cuando el ascensor se detiene comienzan a buscar por los pasillos la sala A10 y Jimin es el primero que la divisa a lo lejos.

— Allí esta —avisa y ambos apuran el paso.

Quizá debieron esperar un poco más. Quizá debieron entrar con una enfermera.

Cuando llegan Seokjin es quien abre la puerta. Lo primero que Jimin ve es la cama con sabanas blancas en la que Tae estaba recostado y una de las cortinas que se usaban de separación al lado. Su amigo tiene el cabello desordeno y los ojos bien abiertos mirándole fijamente. Estaba pálido, más de lo normal. En el momento en que Jimin quiere entrar para preguntarle más de cerca si algo está mal Taehyung comienza a negar con la cabeza frenéticamente antes de gritar:

— ¡Corran! ¡Corran!

No entienden nada. Jimin pone un pie en la habitación y en ese momento un hombre desconocido sale detrás de la cortina con una pistola apuntando hacia ellos. Tae esta temblando y llorando, mientras que el hombre, menea la cabeza.

— Los estaba esperando —dice y hace una seña para que se acerquen—. Entren en silencio y cierren la puerta.

Seokjin mira a Jimin y este solo puede apretar los puños con fuerza. Sin pensarlo dos veces hacen lo que el hombre les ha dicho y cierran la puerta tras ellos con cuidado. Tae sigue llorando sobre la cama y el hombre se queda al lado del chico para evitar que haga alguna cosa para escapar.

Jimin debió imaginarlo. Debió saber que no los dejarían en paz.

— ¿Te ha enviado Jeon, no? —Pregunta y el hombre le da una sonrisa lasciva— Entonces no los metas a ellos en esto. Soy yo a quien busca.

El desconocido asiente.

— Veo que estas bien informado, así que haremos un trato rápido. Dejaré a estos dos idiotas en paz si no llaman a la policía y vienes conmigo... Pero si hacen tan solo un movimiento sospechoso voy a volarles la cabeza de un tiro, ¿correcto?

Jimin da una mirada a Tae y se siente culpable. Tan solo había estado despierto hace unas horas después de estar en un coma inducido y tenía que ser parte de aquello. Quizá podía suceder algo si seguía sometido a tanto estrés por lo que la decisión estaba tomada en su cabeza mucho antes de que el hombre le diera las opciones.

— Déjame hablar con mi amigo e iré contigo —dice y a pesar de que el hombre no se muestra muy convencido hace una seña permitiendo que se acerque a Taehyung.

Jimin camina a paso lento hasta la cama. Tae es el primero en estirar sus manos mientras no para de llorar. Le acaricia el cabello y aprieta sus dedos con seguridad. Necesitaba que se tranquilizara, el no merecía pasar por todo eso.

— Escúchame bien, Tae —comienza a susurrar regalandole una sonrisa a su amigo—. Te quedarás con Seokjin y nada malo te pasará, ¿ok? Ya nadie te hará daño, lo prometo.

No sabe de donde saca la fuerza para decirle aquello, pero lo hace. Tae asiente. La despedida ya estaba lista y ahora Jimin debía irse de allí con el hombre.

— ¡No, Jimin! —Grita Seokjin quien ahora también esta llorando mientras el cuerpo entero le tiembla— ¡Te matarán!

Y en el fondo, muy en el fondo, Jimin sabía que ese día llegaría.

No importaba cuantas veces tratase de borrar esa posibilidad de su mente, su subconsciente siempre tuvo claro que el momento en que todo se acabaría sería solamente cuando el estuviese frente a frente con el señor Jeon y salir vivo de ello sería pedir mucho al universo...

Pero estaba listo. Enfrentaría todo y lucharía, si que lo haría. No dejaría esta vida sin dar una buena pelea.

— Tranquilo, Seokjin. Sé lo que hago.

Era lo mejor que podía hacer. Prefería salir él mismo lastimado antes de que le hicieran algo a sus amigos que, durante estos casi seis años, habían sido efectos colaterales del odio del padre de Jungkook sin siquiera ser parte directa del problema.

Cierra los ojos. Le hubiese gustado tener un beso más de Kook para hacer frente a lo que se venía.

— ¿Nos vamos, princesa? —Pregunta el hombre que sigue apuntando con el arma y no puede evitar soltar un gruñido.

Jimin contesta:

— Llevame donde ese maldito hijo de puta.         











[ ⛪️ ]    

Nota: Despidiendo el 2018 como se debe. Gracias totales por seguir la historia. Quedan dos capítulos (quizá tres, depende) y el epílogo. Nos vemos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro