002
Había pasado exactamente una semana desde quel suceso entre el par de amigos. Ambos habían acordado dejar todo atrás, y justo ahora se encuentra Jungkook arreglando sus cosas para un viaje que haría con Jimin. Pese a decirles a sus familiares que querían tener un momento amistoso que hace años no tenían, la realidad era otra, puesto que este viaje no era más y nada menos para tratar de aspirar el pecado que cometieron.
El plan era simple, irían a la Jeju en busca del padre Kim para confesarse, ya que por obvias razones no podían —o más bien no querían— hacerlo con el tío de Jimin. Así fuesen consientes de que todo seria bajo confección, no quitaba el hecho que a ambos les avergonzase aquel acontecimiento. Jungkook no sentía que podría contarle aquella aberración al hombre que le había pedido que lo casase, y Jimin sentía que no tendrá la cara para volver a ver al hombre que consideraba casi su segundo papá.
Una vez con su bolso listo, salió de su cuarto topándose en la sala con sus padres, quienes le miraron.
—¿Es necesario que viajen ahora? Mira que ya estamos con los preparativos de tu boda con Ryujin.
La boda...
¿Por qué escuchar y recordar aquello no hacía más que crearle una angustia interna? Jungkook sentía como su ritmo cardíaco aumentaba e inmediatamente el recuerdo de las palabras de Jimin venían a él, pero es no fue lo que mas lo descolocó, puesto que seguido de ello, hacía su mente llegó el momento que compartió con este. El momento en el que fue débil. Podía jurar que su tacto y ese sabor a fresa —gracias al helado antes comido— seguía en sus labios y no hacia más que secarle la boca.
—Con más razón me parece bien que vayan, mujer —la voz del señor Jeon irrumpió en el lugar—. En cuanto Jungkook de case deberá entregarse a su esposa y familia, es así que casi no habrá tiempo para amistades.
—Tienes razón —concordó Sumi con su esposo—. Entonces disfruta —murmuró, acercándose a abrazar a su hijo.
—Bueno, creo que Jimin ya me ha de estar esperando —dijo, forzando una sonrisa, ya que no estaba siendo del todo sincero con sus progenitores—. ¿En nombre de Dios, papas?
—En nombre de Dios hijo —respondieron al unísono sus padres, recibiendo después un beso por parte de sus madre y un agiton de mano por parte de su padre.
[ ꗃ pecado ♡ ]
El ambiente en la caminata de Jungkook —la cual compartía ahora con Jimin— se encontraba algo tenso, y aquello no hacía más que frustrarlo consigo mismo.
Nada de todo esto estuviese pasando si no se hubiese dejado llevar, si no hubiese sido tan débil ante la tentación del diablo.
¿Pero acaso todo eso era cierto? Bueno, era lo que quería pensar, porque a pesar de que vaya en contra de sus principios, a todo lo que había aprendido a lo largo de su vida y a todo lo que era fiel.
¿Por qué no puede no puede ver ese beso como a aberración que era? ¿Por qué justo ahora anhelaba volver a repetirlo? ¿Por qué ese retumbar acelerado en tan sólo plantearse ese pensamiento? Eran más preguntas que respuestas, y aunque debiese dejarlas de lado —puesto que con su solo pensar estaba pecando una vez más—, su mente le pedía que háyase las respuestas.
—No lo pienses mucho.
La voz de Jimin se hizo escuchar por fin, atrayendo de inmediato su atención.
El castaño se hallaba igual o aún más frustrado que Jungkook, y es que había deseado tanto ese momento, que sólo ahora que por fin había probado los labios de su mejor amigo, sabía que estaba perdido. Jimin era consciente que estaba pecando más que cualquier otro y, que por su culpa, había arrastrado junto a él, a la persona más importante que tenía.
Sí, quizás no fue él quién tuvo la iniciativa, pero sí fue por él que se encuentran en esta estancia. Fueron sus pensamientos impuros, fue su falta de devoción a Dios.
—En cuanto regresemos, tomaré mis cosas y me iré, para así poder recomponer nuestro camino.
Esa era su idea. Una vez que hayan hecho sus respectivas confecciones, se iría para poder cumplir una penitencia, y rogar al cielo que lo perdonase. Tenía que poner distancia con Jungkook, tenía que olvidarse de él, por lo que debía tomar otro camino. De hecho, ya había arreglado un envío de la mayoría de sus pertenencias a la casa de sus padres, por tanto se podrá apreciar lo decidido que estaba.
—¿Qué? —Aquello había tomado desprevenido a Jungkook, pero se obligó a mantener su vista frente a la carretera para no cometer una catástrofe.
—Una vez nos confesemos, me regresaré a casa de mis padres.
Y solo estas palabras bastaron, para que el auto se detuviese de manera abrupta.
—¿Por qué te vas? —la respuesta era obvia, y pese a no querer escucharla, sentía de debía.
—Jungkook, es lo mejor para todos.
—¡No! —exclamó, mirándole a los ojos—. No lo es —dijo, tomando una fuerte respiración—. Nosotros podemos volver a como antes, lo que pasó fue solo un error.
Y cuanto dolió. Cuanto dolió haberlo escuchado decir esa palabra.
Pero era cierto, era un error.
Es lo mejor Jungkook.
—¿Y mi boda?
—Por eso mismo, porque te vas a casar debemos dividir caminos por un tiempo.
—Me niego.
—Mi decisión no está en discusión. —Desvío su mirada a la ventana.
Con una fuerte bocanada de aire, Jungkook tomó luego el volante, para retomar el camino, volviendo así a ese aún más incómodo silencio.
[ ꗃ pecado ♡ ]
—El padre Kim se encuentra en el hospital.
—¿Qué? ¿Se encuentra bien? —cuestionó algo preocupado Jungkook.
—Oh, no, no es eso —dijo riendo un poco el chico que se hallaba haciendo aseo en la parroquia—. Creo que ha de regresar a eso de las 8p.m. ya que tenía otros asuntos que resolver.
—Regresa algo tarde... dudo que pueda atendernos —murmuró Jimin, viendo que ya iban a ser las 7p.m.
—Creo que tendremos que venir mañana temprano —dijo a su acompañante, para después hablarle al chico que tenía una escoba—: ¿Sabes por donde queda un hotel?
—Claro.
...
Una vez en el único hotel cerca, optaron por pedir dos habitaciones, pero para su sorpresa solo quedaba una, por lo que se vieron compartiéndola.
—Yo duermo en el sofá, tú quédate en la cama —anunció Jeon.
—No, quédatela tú, yo me quedo acá.
En el pasado, esta conversación estuviese de más, ya que desde luego no les importa compartirla con el contrario, pero ahora las cosas eran distintas, y ninguno se veía o cree sentirse cómodo con ello.
—No, tú quédatela, igual no tengo mucho sueño.
No mentía, pues desde lo sucedido entre ellos, Jungkook no había podido pegar el ojo bien, durante toda esa semana.
No queriendo Jimin discutir, con una leve respiración aceptó con un asentimiento de cabeza, para después hablar:
—Me iré a dar un baño.
—Bien. —Yo haré un par de llamadas, luego voy al cuarto por una almohada0 —avisó.
—Bien.
Y sin mediar más palabra, se vio Jimin dándose la vuelta rumbo a la habitación.
[ ꗃ pecado ♡ ]
—Sí, hasta mañana, mamá —dijo Jungkook, antes de colocar.
Dejando su celular en el bolsillo, tomó su mochila buscando en ella la pijama que había traído consigo para esta noche. Con dicha prenda ahora en su mano, se dirigió a la habitación, buscando a Jimin, pero no lo halló y en vista de que todo se encontraba en silencio, entró de lleno a ella, topando con la puerta del baño semi-abierta y este mismo en silencio.
Preocupado de que algo le hubiese pasado a Park, la abrió de lleno, topándose con la espalda despunta de este, mientras se miraba al espejo. En cuanto Jimin se dio cuenta que no estaba sólo, por instinto tomó la bata que estaba a su lado en el afán de cubrir su desnudez.
—Pensé que te había dicho que me daría una ducha —murmuró, a la vez que amarraba las tiras de aquella prenda.
—No-no quise-
Las palabras de Jungkook se vieron muertas, y sus movimientos no fueron predeterminados, sino involuntarios, ya que sus piernas se vieron andando solas. Y cuando Jungkook se vio parado a sentimientos de este, supo que estaba perdido, por la picazón que había en sus manos por estar en el cuerpo del contrario, era tan desesperante. Sin previo aviso elevó estas a la altura de su rostro y sin pedir permiso se permito acariciarlo con la punta de sus dedos.
Jimin no puede recordar las incontables veces en las que su amigo ya le había propinado caricias, porque de ser sincero, ninguna se asemeja a la corriente que le causaba ahora su solo tacto.
De manera lenta la mano de Jeon fue bajando, instalándose en su cuello, en donde se tomó el atrevimiento de correr un poco la bata.
—Jungkook... —habló en señal de advertencia, pese a no hacer nada aún cuando el contrario se acercó más a él acortando toda distancia.
—Siento que me volveré loco.
—Jung-Jungkook... esto está-está mal~ —gimió cuando sintió los labios del pelinegro en su cuello.
Entonces cuando Jungkook le escuchó, supo que estaba perdido.
—Si es así... —Besó aquella zona—. ¿Por qué no lo siento de ese modo? —Y sin mediar más palabra, tomó de la cintura al contrario, para alzarlo y así Jimin pudiese enredar sus piernas en su cintura, y este captando el mensaje, lo hizo, lanzándose a los labios del pelinegro.
Y aquello solo fue el inicio del fin de todo aquello a lo que conocían y ambos le fueron fiel por años.
🎀
sé que había dicho que este sería un two shot, pero decidí que mejor fuese un three 😅
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