Parte Única.

Se sentía como una basura de primera.

Sabía que lo que estaba haciendo no era lo correcto, no era como si él fuese un ejemplo de responsabilidad y buenas conductas; ese era su mejor amigo. Se maldijo. Pensó en Steve, el rubio siempre lo había ayudado en todo, hasta cuando al fin consiguió librarse de Hydra, y tanto él como su mente, estaban hechas mierdas. Trató de suprimir una sonrisa irónica, no era el momento ni el lugar. Tanta ayuda, confianza y apoyo otorgadas por el cariño de la amistad que se tenían... ¿y él cómo se la devolvía? Revolcándose con su hijo a escondidas.

"Menuda mierda de persona que eres, Buchanan."

En ese instante intentaba aparentar estar siguiendo el hilo de la charla que mantenían Steve con su esposo: Tony. Al principio con este último las cosas no fueron de la mejor manera, pero con el paso del tiempo, al notar el esfuerzo del de ojos azules por que se llevarán bien decidieron mutuamente ponerle pausa a sus diferencias, así que por eso se trataban razonablemente bien.

James mordía el interior de su mejilla con disimulo, asintiendo con la cabeza cuando alguno de los dos dueños de casa preguntaban algo mirándolo. Steve sentado en la punta de la mesa se concentraba, por suerte, más en el castaño que tenía a su derecha que en los imperceptibles movimiento del mantel que había en su lado izquierdo. Peter estaba a su lado fingiendo comer su comida con lentitud mientras que por debajo de la mesa estimulaba el miembro semi erecto de su padrino.

-¡Ah..!- gimió sin poder contenerse cuando el pequeño metió la fría mano dentro de su ropa, llamando la atención de los súper esposos.

-¿Todo bien, Buck?- preguntó un poco malhumorado Tony.

-S-si, es solo que esta lasaña está muy buena.- dijo tratando de sonar lo más creíble posible mientras Benjamín continuaba con los lentos movimientos - ¡Jar se lució hoy!- agregó tomando un poco del alimento, acercándolo a su boca para comerlo.

-Si, es cierto.- dijo Steve sonriendo suavemente, totalmente ignorante. Stark no dijo nada, sólo le dedicó una gélida mirada.

La cena prosiguió con una conversación trivial, casi aburrida, entre dos enamorados que intentaban integrar a otro individuo que parecía ajeno a la situación, un adolescente travieso, ese último adulto que no podía resistirse a ese adolescente y mucho autocontrol.

***

-¿Seguro quieres irte?- cuestionó Rogers.- Puedes quedarte en la habitación de huéspedes, nosotros no tenemos problema, ¿no es cierto, Tony?

-Claro- asintió el de ojos café.- Mientras no haga mucho ruido y me dejé dormir.

Bucky terminó de colocarse la chaqueta de cuero al tiempo que negaba. -Les agradezco, pero tengo que alimentar a Robb.

Peter, que se mantuvo en silencio durante todo el tiempo hasta que pareció tener la mejor idea del mundo; colocando su mejor expresión de cachorrito mojado dijo: -Paps, ¿puedo ir a dormir a casa de Bucky?

-No sé, Peter,- dijo Tony dudoso.- Quizá James esté ocupado.- el genio miró al sargento esperando una reacción.

-De hecho tengo el día libre.- respondió un poco entusiasmado.- No tengo problema con que vaya.

Steve, que estaba bostezando en ese momento, observó a su hijo y asintió otorgándole el permiso. Stark también dio su aprobación.

-Steve, ve a acostarte.- aconsejó con dulzura; el rubio beso su labios castamente, se despidió y se dirigió a la recámara. Tony miró a su hijo de ojos dulces y le dijo.- Peter, necesito hablar con Bucky un momento, esperalo afuera. Será rápido.

El menor asintió, le dio un beso en la mejilla a modo de despedida y salió por la puerta.
James se puso nervioso. Respiró hondo y metió las manos en los bolsillos de su jean, fijó los orbes en el ingeniero.

-No te hagas el idiota, Barnes.- exigió con seriedad.

"Mierda. Mierda. Y más mierda."

-Mira, no sé qué sea lo que se traen con Peter.- admitió sincero- Y tampoco voy a meterme, respeto la privacidad de mi hijo.- agregó.- Lo único que me importa es que él no termine lastimado por culpa de un idiota como tú, ¿entiendes?- el moreno avanzó un paso y apuntó con su dedo índice al azabache.- Así que no se te ocurra, ni por un segundo, ocasionarle algún tipo de daño. Porque si lo haces: no habrá lugar en la galaxia donde puedas ocultarte de mí; y cuando te encuentre, porque lo haré, ni las más sádicas y enfermizas torturas de Hydra se comprarán con lo que te haré.- la frialdad en los ojos cafés, la dureza en su voz y la impenetrable expresión en el rostro de Iron Man provocaron que el militar comprendiera que no era un juego. Era una llana e indudable advertencia.- ¿Entendido?

-Claro.- eso fue suficiente para Tony, que se dio media vuelta para ir a acompañar a su esposo. -Y si el Capi me pregunta algo,- giró levemente el rostro para mirar al otro.- no pienso mentirle.- dicho eso el genio siguió su camino sin volver a voltear.

***

Los ladridos de Robb recibieron a la pareja, el cachorro saltaba sobre sus patitas traseras frente al pelirrojo para que este lo alzará. El husky siberiano lamía la mejilla del adolescente entusiasmado causándole cosquillas, cuando el animal vio que su dueño se acercaba a él para tomarlo de los brazos ajenos gruño escondiéndose en el pecho del muchacho.

-¡Oh vamos, Robb!- exclamó indignado.

El pelirrojo acarició el suave pelaje negro y lo llevó a la cocina, James lo siguió para servir la comida del canino. Al percibir el aroma el cachorro inmediatamente luchó por bajar de los brazos humanos y correr a su plato.

-Aquí tienes, perro traidor.- le dijo Buck, sobándole la cabeza ganando otro gruñido.

-No le digas así,- protestó Peter- él no tiene la culpa de saber que yo sería mejor dueño.- bromeó el muchacho caminando hasta el soldado. Al llegar al cuerpo del mayor estiró sus brazos y recorriendo con las manos el abdomen lo abrazó por la cintura.

Barnes vio el brillo pícaro en las pupilas y la sonrisa ladina que siempre ponía cuando tenía un objetivo fijo. El azabache sonrió de la misma manera, Peter a veces olvidaba que el hielo también quema.

-Tú, te has portado muy mal.- inculpó tomándolo de la barbilla, haciendo que elevará un poco la cabeza y mirará directamente los ojos grises.

-¿Y que hará, sargento?- preguntó Peter con tono inocente.

El joven sabía exactamente cómo y cuándo decir o hacer las cosas correctas para provocar al mayor. James sonrió como quién no quiere la cosa. Se acercó al oído, aún sujetando el mentón y rozando los labios con su oreja le susurró lentamente: -Tendré que castigarte.

Y Barnes podría jurar que pudo escuchar un jadeo escapar de los finos labios. Se separó del juvenil cuerpo y caminó a su alrededor observándolo de pies a cabeza, sin perder de vista ningún detalle.

Peter sentía la penetrante mirada del soldado sobre su cuerpo, y con eso le era suficiente para volver sentirse un puberto inexperto, en todo el sentido de la palabra. Sus ojos hipnotizados por el andar autoritario del dueño del departamento se deleitaban con las facciones duras y la actitud dominante que emanaba el militar. Se sentía nervioso, sus inquietas manos jugaban con la cinturilla de su jean, sus piernas temblaban y su respiración se hacía cada vez más irregular. Hizo el intento de tocar el firme cuerpo.

-Quieto.- dictó solemne. Peter acató sin decir nada.

El mayor se detuvo detrás del joven, suavemente coló las manos por debajo de la ropa superior haciendo contacto directo con la tersa piel. El pelirrojo tembló y sonrió, se sentía tan bien.

Las grandes y fuertes manos acariciaban lento y brusco cada rincón del cutis que tenía a su alcance. Al llegar a los pequeños pezones entornó los dedos en ellos y los apretó cuidadosamente, los masajeo unos minutos hasta que el joven no pudo retener más los murmureos gemidos. James retiró la ropa de su ahijado dejándolo sólo con el bóxer azul que marcaba perfectamente la creciente erección. Bajo la atenta mirada del de ojos miel se arrodilló, pasó las manos desde los pies a los muslos apretando la parte interna de estos últimos. El pelirrojo jadeo. La mano derecha ascendió hasta el miembro y se amoldó entorno a él para luego subir y bajar pausadamente.

Barnes miro los dulces y suplicantes ojos del muchacho, abrió la boca y la posó en la marcada punta; con la cálida lengua humedeció la tela y chupo con fuerza. El menor por puro instinto llevó las manos al oscuro cabello del soldado en busca de más.
James se alejó del colorado y sujetó sus manos firmemente.

-Quieto.- repitió saboreando cada letra.- A la habitación ahora.- ordenó.

El adolescente caminó moviendo las caderas casi exageradamente, al llegar hizo lo que sabía debía hacer para complacer al sargento. Subió a la cama, se arrodilló y colocó los codos en el colchón.
Al entrar a la habitación, James vio la posición en la que el ojimiel se situó. Sacó con rapidez su ropa y acarició su propio pene.

-¿Sabes lo que pasará ahora, no?- cuestionó sentado a un lado del joven, haciendo uso y acopio de toda su fuerza de voluntad para no internarse de una sola estocada y sin miramientos dentro del interior juvenil.

-Si, sargento.- respondió el menor. Barnes asintió y no dijo nada más.

Lo despojó del bóxer, dejándolo completamente expuesto. Benjamín estaba impaciente, quería al soldado dentro de él de una vez; pero sabía que antes tendría que tener su castigo por su mal comportamiento durante la cena. Percibió la mano callosa del militar acariciando sus blancos glúteos, respiro profundo.

James le propinó la primer nalgada. Peter dio un pequeño grito de sorpresa. El azabache volvió a acariciar donde su mano azotó la blanca piel, y después repitió la acción. Una, dos, tres... diez veces más.

-¿Volverás a portarte mal?- preguntó el azabache de ojos azules. El pelirrojo negó.- De ahora en adelante te portarás bien.

-S-si, sargento.- respondió como pudo.

-Buen chico.

El joven respiraba agitadamente, sentía su piel picar deliciosamente, pero su miembro dolía por falta de atención. Llevó su manoa él pero otra lo detuvo a mitad de camino.

-No.- sentenció. El soldado tomó una corbata que descansaba en una silla, tomó ambas manos, las llevó a la espalda del menor y las amarró con fuerza.-Todavía no.

Benjamín oyó el sonido de un cajón abrir y cerrarse, segundos después una mano húmeda y fría palpaba su ano haciendo presión para hacerse paso dentro de él. Gimió mordiendo su labio inferior y se echó hacía atrás. Luego de unos minutos el primer dedo se introdujo, entraba y salía constantemente mientras que otro intentaba encajar junto con el primero. Al hacerlo, James realizaba los movimientos característicos de las tijeras en su interior.

El menor se removía inquietamente entre gemidos y jadeos quejumbrosos.
Sin soportarlo más James lubricó su miembro, procuró no ser brusco e ir introduciéndose lentamente pero el menor arremetió en sentido contrario. Ambos gruñeron del placer que se provocaban mutuamente.

Peter sentía la excitación a flor de piel, su músculos se tensaban y provocaban movimientos involuntarios al percibir la intromisión ajena que su cuerpo deseaba fervientemente, demostrándolo en gotas transparentes, manchando las sábanas púrpuras quién eran testigo de la lujuria que aromatizaba el ambiente.

Rodillas sobre el colchón, caderas arribas, rostro pegado a la mullida almohada y las manos atadas perfectamente en su espalda.

-Bu-cky... por favor.- rogó sollozante en busca de compasión.

-¿Qué necesitas, мое погибель*?- murmuró, rozando con los dientes el lóbulo del muchacho.

El sargento volvió a introducirse tortuosamente arrancando un jadeo intenso. Los movimientos lentos y constantes estaban volviendo loco al más inexperto, el rojizo miembro del adolescente pedía a gritos un poco de atención.

-Tocame.- imploró necesitado. El soldado sonrió de lado y cumplió con la petición.

Con su mano recorrió y pellizco sin lastimar la piel del chico que hizo que firmará su boleto de ida al infierno, clavó sus dedos en las estrechas caderas seguro de dejar marca y con la derecha avanzó hasta la base. Sus largos dedos envolvieron el tronco y presionó suavemente, comenzó con un balanceo tranquilo. Su mano se movía serena, como si el chico debajo de ella no se estuviera retorciendo enloquecido. Al llegar a la lubricada punta, con el pulgar acarició el frenillo.

-AH...- gritó el de mirada inocente sin poder, ni querer, contenerse. Apretó los ojos con fuerza y arqueó la espalda pegándola contra el soldado.

El de ojos nublados bufó gustoso al experimentar la estrechez del interior cálido del adolescente. Sin pensarlo dos veces, continuando con la masturbación al más joven, aumentó el ritmo de sus embestidas saliendo casi por completo y volviendo a hundirse en él. El ritmo prosiguió durante unos pocos minutos que llevaron al neófito al punto más alto del embriagador éxtasis.

-Joder...- gruñó el sargento para después morder el hombro descubierto.

Con un parte más de embestidas prolongando el orgasmo del joven se estremeció. James salió del interior y besó el lugar donde dejó su marca de propiedad. Peter era suyo y no le gustaba que toquen lo que era de su pertenencia.
Habiendo dejado que el cuerpo del chico saliera del trance post-clímax, James lo bajo e hizo que quedará arrodillado en suelo.

El más joven instintivamente abrió sus hinchados labios y los llevó al miembro del militar. Engulló y recorrió el glande con la lengua mientras lo succionaba rozandolo con sus mejillas. Barnes colocó una mano en el cabello rojizo acariciandolo, incitandolo a ir más profundo y la otra la utilizó para masturbar la base de su propia erección.

Sintió los músculos paralizarse, el tan conocido espiral en su zona baja y el comienzo del nirvana. Observó la manera en la que las pesadas pestañas acariciaban las mejillas sonrojadas, sus ojos brillantes dándole una pincelada de ternura, las piernas arrodilladas y abiertas completamente, su espalda arqueada sosteniendo las inhabilitadas manos. A su total merced.

- Oh... малыш*, s-si- gimió, perdiéndose en la erótica imagen con la que sus ojos se deleitaban.

James se vino en la boca del ojimiel, quién bebió ansiosamente su esencia mirándolo fijamente con las pupilas dilatadas arrastrándolo al abismo del placer con jadeos quedos. Al terminar el soldado recorrió en una caricia el rostro sonrojado hasta llegar a la barbilla, limpió con su pulgar el semen que se escurrió por ella, se agachó con ojos somnolientos y lo besó. Lo besó con cariño y deseo ignorando el remordimiento, sus labios manejaban el roce con paciencia y tranquilidad. Estiró sus brazos y desató el nudo que reprimían los movimientos de las manos juveniles, quiénes automáticamente volaron a su cuello.

Después de eso ambos se acostaron en la desordenada cama, Peter recostado y acurrucado en el pecho fornido del militar que tenía uno de sus brazos debajo de su cabeza para que pudiera usarlo de almohada. James acariciaba el sedoso cabello humedecido con su mano inconscientemente, la mirada fija en el techo hasta que sintió un leve ronquido escapar por los hinchados labios del menor. Sonrió alegremente ante la tierna imagen del menor pegado a su cuerpo, como si no quiera separarse jamás. Besó su frente y susurró: -я тебя люблю, даже если вы мое уничтожение*.

James abrazó al adolescente y cerró los ojos para mudarse a su subconsciente por unas horas y así descansar.

•••

(Las traducciones a lo último)

Bueno, ¿como están mis pedacitos de mierda? Espero que bien.
¿Alguno de ustedes ya shippeaba a estos dos o yo hice que los vieran como una posible shipp? Cuentenme por favor
¿Les gusto o no les gusto? ¿Le dan una oportunidad? ¿Qué piensan de la actitud de Peter? ¿Es más travieso de lo que esperaba? ¿Y Buck? Pobrecito el zombie recuperado, no tiene un descanso.
Es el primer intento de BDSM que hice pero tampoco quería que sea muy fuerte para esta ocasión ¿le quedó bien?
¿Escucharon la canción? ¿Alguien entendió la referencia de Robb? (Acá les dejo la foto👇)

Necesito, NECESITO, que me digan que cosas podría mejorar en mis escritos para que yo pueda aprender y ustedes tener mejores cosas para leer (de mi parte por lo menos) .
Bueno creo que esas son todas mis preguntas, si tiene alguna comenten y les respondo con gusto.

Traducción:

мое погибель: mi perdición.

малыш: baby boy. (Perdón pero no se me ocurrió nada mejor)

я тебя люблю, даже если вы мое уничтожение: te amo, aunque seas mi destrucción.

Sin más me despido...