[ EP 42 ]
Taehyung tenía su ceño fruncido, acompañado de sus labios haciendo un puñero, sus brazos estaban cruzados a pesar de encontrarse boca abajo en la cama en la que seguia tendido.
Estaba molesto con su Hyung.
En realidad no, solo estaba jugando, pero quería divertirse un rato.
¿Quieren saber la razón de éste juego?
Pues, como recordaran, la noche pasada después de la fiesta de cumpleaños de su nueva amiguita, su Hyung le dio su merecido castigo, que si bien, en el momento lo disfruto, sí.
Pero ahora estaba viviendo las consecuencias, su bonito trasero estaba sufriendo las consecuencias, ¡Por Dios! Le dolía como el infierno.
Aún se encontraba totalmente rojo, y le ardía un poco.
Incluso pensó en llorar, pero no lo hizo porque como el buen niño grande que es, se aguantaría.
Aunque la situación, fue una buena excusa para enojarse con su Hyung, claro, todo era una pequeña bromita.
Esto fue lo que paso...
Al despertar el omega, ya eran las 8 de la mañana, aún se encontraba sobre el pecho de su Alfa, aunque este se veía que había despertado hace un tiempo ya.
Pues se encontraba usando su teléfono, y se veía que se había duchado, trato de moverse pero un fuerte dolor en su parte trasera lo hizo parar, soltó un quejido que le indicó al Alfa que ya estaba despierto.
—¿Qué sucede, bebé?— le preguntó, dejando su teléfono de lado.
—Hyung, me duele mi colita— Se quejó lloriqueando, sus ojos humedeciéndose por el ardor que sentía.
Jungkook soltó una risa, pues le causo gracia la tierna forma en que su bebé dijo "colita" pero su pequeño omega lo tomó de mala forma.
—¡No se ría, que es su culpa!— le regaño con enojo fingido, también soltando un pequeño puñetazo en el pecho descubierto del Alfa.
Éste pensaba que todo se trataba de una broma, claro, pero con lo que no contaba es que su lindo bebé se estaba enojando enserio.
—¿Mi culpa? Sí tu fuiste el que me dijo que te castigara— le recordó con un pequeño toque de burla en su voz.
El omega se enojó ésta vez, su Hyung no tuvo que haberle recordado aquello, pues le causaba suma vergüenza.
Así que con un puchero que indicaba su "molestia" (porque en realidad lo hacía lucir tierno) se separó con sumo cuidado del pecho del Alfa, sin dirigirle ni la mirada ni la palabra, se sentía molesto, le decía a su Hyung que le dolía su trasero y el simplemente su burlaba.
¡Jum! Tonto Alfa.
Cuando por fin pudo separarse, se bajó cuidadosamente de la cama, ganándose una mirada interrogativa por parte del mayor.
Quien ya había dejado de reír cuando su omega se separó de su cuerpo, viendo como este no lo miraba y ni le dirigía la palabra.
Ahora si, preocupándolo.
—¿A donde vas, amor?— quiso saber, pues su pequeño niño se bajó de la cama, pero fue olímpicamente ignorado.
El omega aún luciendo su desnudez, caminó lentamente hacia el baño, importándole muy poco eso, pues quería bajar el dolor de su cuerpo y obviamente asearse.
Ignoró a su Hyung porque aún estaba molesto.
Pero éste no lo dejó pasar pues se paró de la cama para caminar los pocos centímetros que había avanzado su omega, y lo tomó en brazos con mucho cuidado.
—Vamos bebé, no te molestes con Hyung— trató de hacerlo cambiar de parecer, usando una voz chillona y juguetona.
Pero el omega, a pesar de estar en sus brazos, volteó el rostro y lo siguió ignorando.
Suspiró, pues sabía que ésta vez su omega se había enojado enserio.
Aún así, se dirigió al baño, para que el pudiera hacerse cargo de todo y que a su bebé no le doliera más su cuerpecito.
Al llegar a su corto destino, llenó la tina con agua tibia, esperó unos minutos a que esta se llenara completamente, todo en un terrible silencio, pues Taehyung parecía no tener intenciones de hablarle por el momento, esto ya le estaba asustando, haciendo que se arrepintiera de haber jugado con la situación en vez de tomarlo enserio.
Suspiró nuevamente, para cuando la tina se llenó, le colocó las típicas esencias que su omega amaba, una con un suave olor a flores.
Para cuando ya estuvo listo todo, colocó el cuerpo de su pareja dentro de la tina, siendo todo lo cuidadoso posible, más no lográndolo pues cuando apenas y el trasero de su bebé llegó a tocar el asiento, se aferró a su brazo fuertemente, y quejándose por el dolor.
La escena le recordó a los lindos gatitos a la hora de bañarse, enterrando sus garritas en modo de defensa para no llegar a tocar el agua, pero bueno, ahora no era momento de pensar en gatitos.
Decidiendo utilizar la otra forma de baño, sacó a su TaeTae del agua, para mejor bañarlo con la regadera.
Lo dejó parado debajo de la antes mencionada, y empezó a quitarse su propio pantalón para no mojarlo, quedando solamente en sus típicos bóxer negros.
Se dirigió otra vez a su omega, quien aún no se dignaba a hablarle, viendo como éste se hacía que revisaba sus uñas para no verlo.
Sabía que su lindo bebé lo quería hacer, pues sus mejillas se encontraban rojas y su olor se tornó un poco nervioso, además de que sabía de sobra que a su pareja le encantaba su cuerpo.
Así que con ese pensamiento, con una sonrisa acompañando su rostro, se dedicó a bañar a su lindo leopardito gruñón.
Se encargó de mojar todo su pequeño cuerpo, de enjabonar el mismo y dejarlo fresco para que se sintiera bien.
Cuando pasó sus grandes manos por sus bonitas pompas, lo trató de hacer con sumo cuidado, pero el omega aún así le gruñó, pues le seguía ardiendo, pero no pudo ni sorprenderse pues aquel pequeño gruñido había sonado súper tierno, lo cual solo lo hizo reír, estaba totalmente enamorado de Taehyung.
Cuando terminó con el baño, se vistió y luego lo hizo con su linda pareja, aunque su vestimenta solo consistía en un suéter grande de su omega, pues no podía ponerle ropa interior para no rozar sus nalguitas.
Pero le colocó unas medias largas para que no tuviera tanto frio.
Nuevamente lo colocó en la cama para poder ponerle crema y así bajarle un poco el dolor.
—¿Todavía no me hablarás, bebé?— le preguntó sonriente, mientras destapaba el botecito con crema para quemaduras, pues era lo único que encontró, de algo serviría.
Tenía que llenar su botiquín nuevamente, se recordó mentalmente.
Como respuesta solo se ganó una negación, y que su omega de cruzara los brazos difícilmente, pues se encontraba boca abajo en la cama.
Sonrió de todas formas, su niño era tan tierno.
Antes de poner la crema, acercó su cara a las bonitas montañitas que eran el trasero de su pequeño, dejando un besito en cada una, haciendo que el omega se sonrojara furiosamente y escondiera su carita en la almohada.
Se rio bajito, dedicándose a colocar la crema suavemente, masajeando aquellas bonitas nalgas de forma dulce para disipar el ardor.
Cuando por fin terminó, bajó el suéter para cubrirlo, pues antes lo había subido para que no le molestara a la hora de colocar la crema.
Se arrodilló en la orilla de la cama, su cara quedando a la altura de la cara de su Tae, pero este aún no quería verlo.
—Vamos cachorrito... no puedes estar enojado con tu Hyung— le decía con una voz graciosa, para aunque sea ganarse una mirada, sonriendo cuando lo logró.
El omega aún tenía su ceño fruncido cuando lo volteó a ver, pero el más pequeño no podía hacerse el enojado cuando su Alfa era así.
Su corazoncito latía fuerte por eso mismo.
Así que sin decir palabra alguna, paró su boquita como patito, indicándole a su Alfa lo que quería.
Éste sonrió encantado, captando lo que su omega quería, él también hizo su boquita como patito para dejar un casto beso en los lindos labios de su Tae.
—Eres tan tierno, amor— le recordó, sus ojos brillando al ver a su omega, era tan hermoso.— te traeré el desayuno, ¿ok?— solo como respuesta ganó un asentimiento de cabeza por parte del más pequeño, besó su frente para luego pararse e irse a la cocina para hacer el desayuno.
—Alfa tonto— dijo por fin el omega, ni el sabía como estaba aguantando tanto tiempo sin dirigirle la palabra a su Alfa, pero era divertido ver como este le rogaba.
Soltó una sonrisa, parecía un pequeño niño travieso haciendo aquello.
Se dio la vuelta cuidadosamente en la cama, para no lastimarse sus pompas, si bien, ya no le dolía tanto, pero su Alfa no tenía porqué saberlo.
Sonrió por eso, con cuidado se estiró en la cama para alcanzar el control remoto de la televisión que se encontraba en la mesita de noche.
Para cuando lo logró se dispuso a ver una película en Netflix.
Buscó entre mucha, pero ninguna le convencía, así que optó por sus viejas confiables, las de Marvel.
Oh si. Se río de sus propios pensamientos, pues aquella popular frase la había visto en una imagen graciosa.
Colocó Guardianes de la Galaxia, casi llorando al principio de la película en la escena donde la madre de Peter moría, a pesar de que ya se la sabía de memoria.
El sentimiento siempre será el mismo, se dijo.
Luego de unos minutos, una de sus escenas favoritas se hizo presente, aquella donde Peter Quill bailaba come and get your love, siguiendo el ritmo de la canción quiso cantarla junto con Star Lord.
Empezando con el típico.
—¡Heey!~— En ese instante el Alfa entró a la habitación, sin ser notado por el omega.
—¡Heeey~— le siguió el Alfa.
Haciendo que el omega se sobresaltara y soltara el "What's" de una forma muy graciosa, haciendo al mayor soltar una gran carcajada que casi se la caía el desayuno, pero estabilizándose al instante.
El omega avergonzado por el momento le dirigió una mala mirada, tratando de ocultar la sonrisa que quería brotar de sus labios al ver a su Alfa reír libremente.
Parecía un tierno conejito musculoso.
—Aquí está tu desayuno, amor.— le dijo el Alfa, colocando un bowl de yogurt con frutas picadas en sus manos, junto a un jugo de naranja.
El omega sin poderse resistir, le agradeció.
—Gracias, Hyung— le susurró, pues quería seguir haciéndose el enojado, pero ya se estaba cansando de tratar de ignorar a su guapo Alfa.
—No hay de qué, bebé—le sonrió, acostándose a su lado, dejando que su pequeño desayunara tranquilo, ambos viendo la película que aún se reproducía en la televisión.
Cuando el Alfa notó que su pareja había terminado, se paró nuevamente para el dejar los recipientes vacíos en la mesa.
Se acercó al omega, tomando sus pequeñas manitas entre las suyas.
—¿Ya perdonaras a este tonto Alfa?— le preguntó, ya queriendo escuchar nuevamente la dulce voz de su omega.
—Hmm....— escuchó murmurar al omega, fingiendo pensar su respuesta, haciéndolo sonreír por la ternura que desprendía.— Sólo si me da un besito— le siguió con voz mimosa.
El Alfa no tardó ni un segundo en acercar su rostro al de su omega para besarlo, ya quería sentir sus acolchonaditos belfos sobre los suyos.
Besó tiernamente a su Tae saboreando el sabor dulce del yogurt, al igual que el que siempre desprendía su bebé.
Ya extrañaba sus besos a pesar del poco tiempo en el que no se habían besado.
Es que simplemente eran irresistibles.
—Prometo ya no ser tan bruto para la próxima, mi cachorrito— prometió el Alfa al apenas separarse del beso.
—Ésta bien Hyung— respondió el omega feliz, sin notar el "próxima vez" que su Hyung había dicho.
Pero bueno, eso será después.
Se dedicaron a besarse lo que restó de la mañana.
Y también a hacer un maratón de sus películas favoritas, por supuesto, aquellas siendo las del MCU, las cuales ésta linda parejita se las recomiendan mucho.
Mil años después, lo sé, no me lo recuerden.
Pero hay muchísimas formas de justificarme, demasiadas que me dan flojera hasta ponerlas, solo disculpen la tardanza.
29/02/20 🔓
13/12/20 🔒
✨ ©Anonymous_Publishers
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro