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17. so i'm leaving at the side door

 ੈ ‧ chapter seventeen ; so i'm leving at the side door

Recién habían dado las 2:30 a.m. y todo ya pintaba para ser un día agitado, James y Genevieve se movían ágilmente, tratando de  esquivar todo tipo de hechizos y maldiciones que los mortífagos lanzaban contra ellos y aunque su grupo estaba formado por grandes magos y brujas, eran superados en número por una gran diferencia. 

La pelea estaba muy reñida y no parecía haber ninguna señal de que fuera a terminar pronto, mucho menos cuando el mismo Lord Voldemort se apareció en el lugar, dejando congelados a muchos de los integrantes de la Orden, pero no a Alice y Frank Longbottom quienes mantenían un duelo con él y Bellatrix Lestrange.

Genevieve acababa de aturdir a un mortífago cuando los ojos del hombre la visualizaron y miraron con una extraña expresión, la rubia estaba muy distraída para darse cuenta de aquello, sin embargo, Lily lo notó y no dudó en atacar, Voldemort la miró con odio, atacando de igual manera.

— ¿Cómo te atreves, sangre sucia?

La pelirroja ni siquiera se inmutó y siguió atacando, sin embargo, la experiencia del hombre, la estaba haciendo agotarse, ante aquello, James y genevieve no dudaron en ayudarla.

Después de varios minutos, la pelea finalmente terminó, dejándolos completamente agotados y con mucho que resolver, ya que según el mensaje que había enviado Moody por medio de su patronus, un pueblo muggle cerca de Londres estaba completamente destrozado y lleno de heridos, afortunadamente, sin ningún muerto hasta el momento.

— ¿Estás bien? — Preguntó James, tomando a Genevieve de las mejillas.

Genevieve asintió soltando un suspiro — Estoy bien, ¿Tú estás bien? — Cuando James asintió, rápidamente buscó a Lily con la mirada, quien descansaba en el suelo tratando de recuperarse — Gracias por eso.

Lily sonrío, pero la sonrisa no le llegó a los ojos — No fue nada, gracias por no dejarme sola al final.

— ¡EVANS!, ¿Estás demente? — Le habló Fabian Prewett — No puedes desafiar a tú sabes quien nada más así porque sí.

— ¡IBA A ATACAR A GENEVIEVE!, ¿Se supone que simplemente lo dejara?

— Se supone... — Antes de que su hermano pudiera volver a hablar, Gideon lo interrumpió, mirando a Lily — Que no lo hagas tú sola, todos peleamos del mismo lado.

Lily asintió con la cabeza sin atreverse a mirarlo a los ojos, así que el pelirrojo volvió a hablar — Por cierto, bien hecho, Evans, ahora, es mejor que salgamos de aquí y vayamos a casa de Molly, los demás ya nos esperan ahí.

¡!

El clima de la Madriguera, era cálido a pesar de todo lo que acababa de pasar durante la noche, la mayoría de los miembros de la Orden trataban sus heridas o comían después de una larga misión, mientras que los mayores, trataban de elegir nuevas estrategias o preever nuevos puntos en los que los mortífagos podrían atacar.

Genevieve había terminado su té cuando visualizó a Lily Evans sentada en un sillón alejada del resto que ni siquiera le había puesto atención a la taza de café entre sus manos.

La rubia se acercó hasta la pelirroja — ¿Estás bien? Si es por lo de hace rato...

— No — Lily la interrumpió sintiendo cómo sus ojos comenzaban a picar — Es Bastian...

— ¿Qué pasa con Bash? — Preguntó Gen preocupada — ¿Le pasó algo?

— No exactamente... Genevieve, a ti no te puedo mentir, probablemente tú sepas de estas cosas mejor que yo, ni siquiera lo podría imaginar — Dijo la pelirroja, sintiendo cómo sus mejillas se comenzaban a humedecer por las lágrimas — Bastian se va a casar.

Genevieve se quedó en blanco por un momento — ¿Cómo dices, cómo que se va a casar, con quién?

— No lo sé — Admitió — Probablemente con una chica bonita y de una posición y estatus de sangre adecuados.

— ¿Y eso qué, Lily? Bash era feliz contigo, ¿Qué estatus de sangre o cuenta en Gringotts podría ser más importante que eso, eh? Además, no tiene sentido, él... él incluso había hecho lo suyo público, ¿Qué pasó?

— Pues precisamente eso fue lo que pasó — Dijo la pelirroja con la voz rota — Sus padres lo amenazaron con quitarle su fortuna si no me dejaba y como no aceptó, amenazaron con casar por conveniencia a su hermana si él no lo hacía, por supuesto que no lo podía permitir.

— Ay Lily...

— Yo sé que no es su culpa, ni mía, pero... no quita que sea algo que me afecta, no puedo creer que casi dos años, simplemente se acabaron y ya, no hay más que hacer.

— Y es comprensible... ¿Cuándo te enteraste?

— Algunas horas antes de la misión.

Genevieve no supo qué más hacer y simplemente se acercó a Lily para abrazarla, quien no dudó en corresponderla.

— Lo siento mucho.

— ¿Pasa algo? — Sophie llegó a lado de las dos chicas, sentándose en el suelo.

— Nada... — Repuso Lily rápidamente, limpiándose las lágrimas.

— ¿Mi primo no te hizo algo, verdad?

La pelirroja palideció — La misión de hoy estuvo algo intensa... nos vemos después, Soph — Dijo levantándose de su lugar — Gracias Genny.

Sophie se acercó a su mejor amiga, recargándose de su hombro — ¿Terminaron?

Genevieve dio un suspiro — Lo que pase entre ellos no nos incumbre, Sophie, al menos no sin ellos no nos lo cuentan directamente.

— ¿Eso es un sí?

Genevieve negó con la cabeza con una sonrisa cansada — ¿Cómo te fue a ti en tu misión?

— Bien... las cosas han estado raras últimamente, ¿No crees?

— ¿Raras cómo?

— No importa — La castaña sacudió la cabeza — Creo que debemos ir con los demás.

Sophie y Genny se acercaron al grupo en donde Moody y el profesor Dumbledore termoinaban de darle indicaciones a algunos de los miembros más activos, todos ya estaban volviendo a sus casas, cuando el director, le habló a Sohpie.

— Señorita, ¿Se puede quedar un momento?

Genevieve la miró con curiosidad.

— Nos vemos después, Gen — La abrazó — Te quiero mucho, ¿Sí?

— Yo también te quiero.

¡!

Ya estaba amaneciendo cuando James y Genevieve llegaron a la casa de la rubia, ambos estaban agotados que ni siquiera se tomaron el tiempo de quitarse la ropa de calle y simplemente se acostaron en la cama.

— Que noche, ¿Eh? — Dijo James, sin embargo la rubia no respondió y cuando se asomó para verla, se dio cuenta de que ya estaba dormida — Descansa, Viv, te amo.

James dejó un beso en su cabello y se acurrucó junto a Genevieve.

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