Parte Única
Los ojos de Link se abren y su cuerpo volvió a sentir. En esos momentos de la mañana, hace a uno preguntarse el porque su cuerpo se levanta cuando su mente aun esta cansada.
Se giro, palmeando el otro lado de su cama, notándolo vacío y un poco frío, indicando que quien debía estar ahí no estaba, y que se levanto hace poco.
Con ese conocimiento, Link se sentó en el borde de la cama, parpadeo, bostezo, estiro sus brazos y piernas, haciendo sonar las articulaciones.
Ayer fue un día duro. Era temporada de lluvias fuertes y varios aldeanos necesitaron ayuda para reforzar los techos de sus casas para que no tuvieran goteras o salieran volando. Como a los carpinteros le faltaba mano de obra, él se ofreció a ayudar y estuvo todo el día transportando madera desde Kakariko hasta Hatelia, ayudando a colocar tablas y clavos. Era una suerte que aun conservara vehículos que construyo con la magia Zonnan de su última aventura.
La ventana del segundo piso estaba ligeramente abierta, ingresando pequeños rayos de sol y un viento fresco que lo hacía temblar al dormir sin camisa, solo pantalones de noche, dándole más deseos de volver a acostarse en la cama, sobre todo porque hoy era un día en el que no tenía ningún deber que cumplir y podía holgazanear. Días como esos eran muy raros en su vida y debía aprovecharlos.
Pero no podía por la ausencia de la otra persona que debía acompañarlo. Eso hacía que su cuerpo se levantara instintivamente para verificar que ella estuviera bien, aun si sabía donde estaría.
Se puso su vieja Túnica del Campeón que fue la primera prenda que encontró a la mano junto con unas cómodas sandalias. Con una estirada más, bajo por las escaleras.
Al llegar al final de las escaleras, se dirigió a la puerta de la casa, pasando por un mueble en donde estaban marcos con fotografías de diferentes momentos: de ellos mismos, de sus amigos, de ellos con sus amigos, o hasta de sus caballos que coleccionaba y cuidaba como tesoros.
Antes de ir a la puerta, Link abrió las cortinas de la casa, dejando que la poca luz que había entre e ilumine el interior, tal como a su mujer le gustaba desde que las instalo.
Ahora si se dirige a la puerta principal, a lo que lo lleva al exterior. Al salir, la luz del exterior lo impacta en los ojos, haciendo que cierre los ojos un momento y frunza el ceño. Cuando sus ojos se acostumbran a la luz de la mañana, siente el olor a humedad contra las hojas de los árboles y el pasto que hay en el aire, esperable luego de una noche entera de lluvia. Ve el camino de piedra de su casa hasta el puente que lo conecta con la aldea, que en poco tiempo podría dejar de ser aldea con el ritmo al que se expanden.
Es cuando gira la cabeza hacía la derecha, es que la ve a ella.
Verla le saca una sonrisa adormilada pero tranquila, ya verificando que todo estaba en orden.
Link se acerca a su princesa y suspira al verla dormida en la mecedora que construyeron juntos después de que ella volvió a él tras su última gran lucha. Todavía conserva su vestido para dormir, pero al menos agradece que no fuera tan descuidada y se pusiera un abrigo.
Han pasado 2 años desde la derrota del Rey Demonio. Desde entonces, a ella le ha gustado contemplar los amaneceres cada que puede. Muchas de esas veces él la acompaño en esa rutina, pero últimamente le gustaría que la dejara de lado debido a su estado; pero Zelda, cabezota como ella es, le asegura que no pasa nada y sigue con esto. Ni siquiera Prunia o Impa la han podido convencer de lo contrario.
Se queda un momento observándola. Nunca se cansara de ver lo hermosa que es mientras duerme. Su cabello rubio, que volvió a dejarse crecer y ahora le llega hasta la mitad de la espalda se movía levemente por el viento que pasaba. Sus mechones algo revueltos enmarcan su rostro lleno de serenidad.
Su vista fue más abajo, viendo que las manos de Zelda abrazaban de manera protectora su estomago que estaba algo abultado. Dentro de ella, estaba un pequeño ser que en unos meses nacería. La prueba definitiva de un amor que ha perdurado más allá del tiempo.
Con extrema delicadeza para no despertarla, Link la toma en brazos, levantándola un poco con mucho esfuerzo y hacer que ella ahora este sentada sobre él y él este sentado en la mecedora. Así, ambos pueden estar juntos y Link puede tener la satisfacción de abrazarla.
Él besa su coronilla y Zelda, quizá ya despierta, o aun inconsciente, sonríe y recuesta la cabeza en el pecho del amor de su vida. Link deja reposando sus manos sobre las de ella, en un gesto de protección cariñosa para el hijo de los dos.
Bosteza una vez más, sintiendo el sueño volver a él. Ya comienza a entender porque a Zelda le encanta estar ahí cuando el Sol sale. Con tanta paz, tanta tranquilidad, uno se siente atrapado por la atmosfera tan relajante. Siente sus ojos pesados y sus parpados caen poco a poco.
Es por esta paz, por momentos como este que puede compartir con ella, con la mujer que siempre ha protegido, antes porque era su deber y ahora porque es lo más valioso para él... por todo eso, es que esta dispuesto a enfrentar el mal las veces que sean necesarias.
Por esta paz y serenidad con Zelda a su lado.
Pocas semanas después de que Zelda volviera a su forma humana, ambos se casaron y viven en su casa en Hatelia desde entonces. Aunque la reconstrucción del castillo ha avanzado mucho y ambos saben que un día, el tiempo que tienen aquí se acabara para que ella ocupe su legitimo puesto de gobernante, no dejan que eso los asuste o deprima.
Porque aprendieron hace mucho a soltar el pasado, pero sin olvidarlo. A vivir en el ahora, juntos los dos, pronto tres.
Y cada mañana que ambos despertaban y se veían, sentían paz y serenidad en sus vidas, haciéndoles pensar que todo el sufrimiento valió la pena por estos momentos.
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N/A: Nintendo, ¿tanto te cuesta decirnos explícitamente que estos dos están juntos? Te aseguro que eso no reduciría las ventas. Hasta las aumentaría.
Si sale un tercer juego de estos dos y no nos confirman de una clara vez que están juntos, quemaré el edificio de la compañía.
Espero que lo hayan disfrutado. Algo corto pero dulce que limpia el alma. El Zelink puede ser de las parejas más complejas hasta de las más adorables, sobre todo los de BOW y TOK.
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