Wattpad
- Peque, préstame tu teléfono - mi abuela esta acostada en la cama, como si fuera Cleopatra y yo su esclava. Mientras ella ve televisión yo limpio de arriba abajo - pero rápido, tengo que ver algo.
- No lo vas a arruinar de nuevo ¿no? - había echado a perder mi antiguo celular, cuando lo lleve con el técnico, me dijo que parecía el trabajo de un hacker, no había logrado hacer nada por el, ni siquiera saber cuáles fueron las cusas de su deceso.
- Eres tan egoísta - chasquea la lengua - cuando eras niña yo te dejaba que jugaras con mis calzones que sacabas del armario.
Sin decir media palabra le di mi celular, no quiero que empiece a sacar mis trapitos sucios y miren que tengo muchos, quien sabe porque. Seguir limpiando mi casa de hobbit y cuando iba a lavar los platos mi abuela me pidió algo frio para tomar. Y ni un por favor, iba a tener que enseñarle a mi abuela acerca de la abolición de los esclavos. Le lleve un vaso de limonada y la encontré volcada en mi celular con sus anteojos puestos.
- ¿Qué es lo que ves con tanto interés?- trato de husmear y ella me pega el celular a la cara, me alejo para ver, pero ella me lo quita.
- ¿Tú sabes que es watap? - mi abuela me ve con el ceño fruncido.
- ¿wa qué? - le pregunto confundida, ¿estará hablando de whatsApp? - ¿WhatsApp, quieres decir?
- No, esta cosa naranja con la W - golpea la pantalla de mi celular con fuerza - Watapad.
- No sé de qué me hablas abuela, a veces creo que hablas en chino.
- Es una cosa de esas que bajas o...
- Ah, una aplicación - hablar de tecnología con mi abuela es como jugar trivias y en su mayoría no conozco las respuestas - ¿de qué es la aplicación?
- De historias peque - sus ojos brillan llenos de alegría - de todo tipo. ¿Te acuerdas que te conté que a mí me gustaba escribir?
Vagamente recuerdo que de niña me contaba historias que ella misma inventaba me encantaban, pero desde esa época ya no supe más de sus historias.
- Si, Bita, lo recuerdo ¿y que con eso? - olvido los platos y me acuesto boca abajo junto a ella, ya se me han ido las ganas de seguir con la limpieza - ¿vas a leer online?
- No, que va, de lo que he visto, puras cochinadas escriben aquí y cochinadas mal escritas - empieza a carcajearse de algo que leyó - escucha, escucha: "sentía como metía su aparato en mi agujero, sentirlo ahí, hasta el fondo, era como tocar el sol, y es que él era mi sol, mi Luis Miguel".
Automáticamente mi abuela y yo nos reímos como locas ¿Qué clase de porno escrito fue a encontrar mi abuela? ¿Quién escribe cosas así? Y de Luis miguel nada menos.
- ¿De dónde sacaste ese porno para abuelitas?- ya habíamos tenido un precedente ella y yo con la pornografía - no te vayas a hacer adicta a esas cosas por favor.
- Que va - hizo un ademán de altanería - esto es tan espeluznante como gracioso, pero no es mi gusto, Luis Miguel nunca fue de mi agrado. Pero deberás entender que es mi deber como ciudadana mostrarle a estas niñas como lo hace una verdadera escritora, ¿no te parece?
- Lo que me parece espeluznante son tus ideas - no puedo llegar a imaginar lo que pasara por su cabeza en este momento y ciertamente no quería averiguarlo. - mientras no implique ver a hombres negros con enormes aparatos, creo que no puede hacer demasiado daño.
- Es que, que buenos aparatos peque, no me digas que no - deja el celular a un lado - el único aparato escuálido que yo ame y soporte fue el de tu abuelo... - entierro la cara en la cama y trato de cantar para ahogar las palabras de mi abuela con respecto al "aparato" de mi abuelo - así que ahora me dedico a apreciar otros aparatos.
- Vuelve a tu wat-lo que sea y deja de hablar de aparatos y más específicamente del de mi abuelo, por favor - le devuelvo el celular y ella muy gustosamente lo recibe.
Busque el control de la televisión y empiezo a cambiar de canales, cuando pasando uno veo el anuncio del programa, me detengo y le subo el volumen, obviamente en el no aparezco, soy una incógnita, pero la próxima semana tengo una sesión de fotos para el momento del arranque del programa.
En un mes comienza el programa y estoy muy nerviosa, aunque también encantada con lo que está por venir, después de la reunión esta semana y que afortunadamente ya no pase una vergüenza mas, quede encantada con todas las personas que estuvieron en la reunión, fueron muy amables y me ofrecieron su ayuda de alguna manera. Eso hizo que cualquier duda se disipara o al menos se difuminara.
- Por la virgen purísima - la risa de mi abuela me saca de mis cavilaciones - escucha esta, está mejor que la otra: "trataba de tragármelo todo, pero era más grande que una anaconda y me ahogaba con tanto pito en la boca. Succione más fuerte y al escucharlo gemir, casi me corro".
- ¡abuela, ya basta de eso! - trato de arrebatarle el celular, pero es rápida cuando se lo propone, no me deja quitarselo para dejar de escuchar tanta obscenidad mal redactada - Bita, lo prometiste. No mas porno, dame el teléfono.
- Pero si esto no es porno -lee otra frase estupenda - aquí dice que es erotismo y yo le creo, además está todo bien interesante. Deja que les cuente a mis amigas del grupo de la iglesia.
- Abuela ni se te ocurra - la amonesto - ¿Cómo vas a contarle ese tipo de barbaridades a esas señoras de la iglesia? Te excomulgaran.
- Pero si eso es lo que hacemos todos los domingos, ¿o de que creías que hablábamos? - puso los ojos en blanco - si esas mujeres son peor que yo, no se conforman con ver, necesitan tocar y practicar. Ya verás que les encantara esta cosa del watstap. Voy a causar sensación.
Suspiro frustrada, mi abuela va a conseguir que la excomulguen y que probablemente el padre quiera exorcizarla, no sé que le ha pasado de un tiempo hacia acá, no es que no fuera de esa manera, pero se ha puesto peor desde que el abuelo falleció, supongo que debió ser un golpe muy duro y aun no lo ha asimilado. No había pensado en eso, ella siempre se había visto tan fuerte, nunca se derrumbo y yo siempre lo asocie con su fortaleza.
No le digo nada de eso porque no quiero arruinar su risa, pero cuando sigue leyendo historia tras historia, si es que así le puedo llamar, me quiero dar un tiro, aunque algunas son bastante divertidas. Nunca se me había ocurrido emparejar a Maluma y a Donald Trump, pero las chicas que lo hacen tienen una imaginación hiperactiva, jamás en la vida lo creí posible.
Sin poder evitarlo termino riendo como hurraca al lado de mi abuela, tanto que me duele el estomago. Nunca he sido una aficionad a la lectura, me aburro fácilmente, pero siempre me ha gustado escuchar historias, aunque las de sexo sucio homosexual no es lo mío. Pasamos una tarde-noche agradable, comemos y ella me promete que seré la primera en leer su historia "erótica" aunque realmente no quiero tener ese privilegio. Platicamos un rato y se queda a dormir conmigo, estoy despierta hasta que ella se duerme.
A pesar de su carácter y su actuar en muchas ocasiones, amo con todo mi corazón a esta mujer, no sé qué haría sin ella, la perdida de mi abuelo me lastimo mucho, pero yo no tenía la misma relación con él, como la que tengo con ella.
La abrazo fuerte alejando esos malos pensamientos y me duermo con la promesa de no molestarme con ella tan fácilmente en el futuro, tratare de ser más tolerante y pensar que soy una persona afortunada de tenerla aun en mi vida.
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