La muerte esta sobrevalorada
- Que maldito, hubiera querido estar ahí para darle un golpe en los huevos, si es que tiene – suelta Cami, esperaba el regaño habitual de mi madre, pero este no llega y cuando la miro esta con el ceño fruncido, que es una señal más que evidente de su enojo.
- Es ver para creer – murmura al fin – quien diría que ese hombre tan carismático era un asno. No veré nunca más una sola de sus películas.
- No sé qué te sorprende, un hombre que utiliza pantalones tan ajustados ciertamente no le llega suficiente oxigeno a la cabeza – agrega Bita, que entrecierra los ojos a mi computadora, últimamente es mas suya que mía, estoy pensando comprarle una nueva para que siga su trabajo como porno-escritora.
- Bueno, ya, no quiero hablar del tema, por mi ha acabado todo, hoy tengo otra cita y así sucesivamente, así que no me partiré la cabeza por ese sujeto – tomo mi helado y sigo comiendo, es muy bonito saber que toda mi familia esta de mi lado en este tema. Fue terriblemente decepcionante descubrir que tu actor favorito es un desgraciado.
- Chismoséanos un poco Aleyda, ¿ya tienes una idea de quienes continuaran en el programa? – vuelve a indagar Cami, no es la primera vez que lo pregunta y aunque es obvia mi respuesta no se lo puedo decir, es parte del contrato que firmé, no puedo hablar del tema. – esa cara tuya lo dice todo, eres un bruja.
- Gracias osito cariñosito – le respondí.
- ¡no te atrevas a burlarte de mi cuerpo! Yo tengo cuerpo de mujer – estaba roja de enojo – no todas podemos tener cuerpo de Justin Bieber.
- ¡yo no tengo cuerpo de Justin Bieber! – ahora la enfadada era yo – simplemente soy delgada envidiosa.
- Sinceramente no envidio tu falta de carnes, no me gusta ser una nadadora – contraataca.
- Es evidente que no eres buena nadadora porque tienes flotadores por todas partes – me puse de pie preparándome para la guerra.
- ¿Quieres pelea verdad hombrecito? – ella también se pone de pie y hace ademan de enrollarse las mangas.
+ Claro que si señora Claus – entrecierro los ojos esperando su ataque, preparada para ello.
- Ya basta niñas – Bita se quita los anteojos y se frota los ojos – ya es hora de crecer ¿no les parece? Ambas tienen 40 y tú Cami tienes un esposo y dos hijos, compórtate.
- ¿Me comporto como usted? ¿escribiendo porno? – Cami pone las manos en sus caderas – no lo creo, mi imaginación es demasiada para cualquier papel, ya sea físico o electrónico.
- Por supuesto que no, ninguna mente saldría viva o cuerda después de un paseo por tu mente, loca – la ataco – el pobre Jeff debe estar contigo porque le hiciste algún amarre de amor.
- ¡Ese hombre me ama con todos los poros de su hermoso cuerpo! ¡incluso con mi aspecto de Barney! – empezó a respirar agitadamente.
- ¿Entonces cual es el problema con tu peso? – ya más relajada me vuelvo a sentar – si Jeff te ama así, que así es, no veo el problema del que tanto te quejas pero del que no haces nada por remediarlo.
- Porque es culpa suya que este hecha una ballena – se sienta junto a mi - todos los días me lleva algún postre delicioso, dice que pasa frente a una pastelería o algo por el estilo y se recuerda de mí y me lo compra. Solo se acuerda de mi cuando ve comida.
- Ay Cami… - la abrazo y la dejo que empiece a llorar, ella nunca llora, bueno casi nunca, pero todo lo tocante a Jeff ella es un mar de hormonas locas, le acaricio la cabeza, pero su llanto como siempre no dura más de un minuto, rápidamente se seca los ojos y se levanta enérgica.
- Ya sé que hare, buscare algún tutorial en Youtube y me pondré buena y caliente como Jeff me conoció y cada vez que me traiga un postre con todo el dolor de mi alma, se lo daré a mis pequeñines, me propondré ser delgada otra vez.
- ¡Así se habla! – me levanto y chocamos manos – Jeff no sabrá que lo golpeo hasta que lo tengas en la cama.
- Y no solo buscare ejercicios en youtube, me comprare el kamasutra.
-bNo pierdas el tiempo con eso querida – mi abuela vuelve a intervenir – eso ya está pasado de moda y no es nada placentero, mejor lee lo que estoy escribiendo, eso sí que es interesante y te dará nuevas y frescas ideas, ya verás.
- ¡Bita! ¿La dejaras ver a ella tus escritos y a mí no? – me vuelvo a poner de pie ofendida – yo soy tu nieta por si no lo recuerdas, necesito ideas, estoy seca.
- Y no solo de ideas – murmura Cami, le lanzo una mirada asesina y ella solo se encoge de hombros – yo solo decía.
- Pues no digas, no puede ser abuela, eres una traidora.
- Pero si a ti no te gusta leer. – sigue con su escritura – pero si quieres ideas, en mi mente hay demasiadas para escribir cientos de libros solo de ello, cuando quieras ven a verme y hablamos.
- Yo quiero estar presente cuando eso suceda – rápidamente se apunta la metiche de Cami.
- Eso nunca pasara… - tomo mi helado y me voy a mi casa.
(…)
Después de varias semanas de citas y más de una desilusión, estoy en la recta final, ya solo falta cinco citas y acabo con las 40 citas iníciales, he tenido bajas y altas, he conocido a un par de hombres bastante interesantes y por supuesto que guapos, otros bastante respetables y otros más que son unos completos cabrones que quería borrar de mi mente y eso haría.
Estaba emocionada porque ya llegaría el momento donde pasaría más tiempo o tendría más citas, con los diez hombres que escogiera para pasar a la siguiente ronda.
Mientras tanto mi amistad con Elías se fortalecía día a día que pasaba, era el hombre más divertido que había conocido jamás, era increíble tener un verdadero amigo, hombre, nunca había tenido una relación así y me encantaba. Claro que Cami nunca me dejaba en paz con respecto al tema, pero no le prestaba atención. Elías incluso había conocido a mi familia y fácilmente se las gano, ellos igualmente sutiles como Cami me veían con él como algo más y era estresante y cansado explicar una y mil veces lo mismo, así que estos días evitaba a mi familia.
Cami después de mes y medio de una dieta y ejercicio estricto increíblemente estaba bajando de peso, ella se sentía increíble y por ende reflejaba esa alegría, yo estaba feliz por ella y si no se iban con cuidado me temía que vendría un tercer hijo en camino.
Hoy quería ir bastante relajada a esta cita, se supone que sería un picnic de noche, nunca había asistido a uno, así que la noche prometía. Llevaba unos jeans con una camiseta con la leyenda: “Las maestras de literatura somos las más sexys” me encantaba esa camiseta y los zapatos deportivos blancos terminaban el conjunto. Y ya que mi cabello tenía que combinar con mi aspecto lo recogí en una cola alta, eso sabia hacerlo por mi misma y poco maquillaje.
Viaje nuevamente con los chicos de producción, eran en su mayoría jóvenes y muy ruidosos y divertidos, en todo el camino no parábamos de reírnos. Los nervios ya me habían abandonado, estar frente a una cámara ya no me causaba molestia incomodidad, se había vuelto algo natural, en algunas ocasiones incluso fui la que ayudaba a alguna de mis citas a no cohibirse por las cámaras y luces.
Después de mi fallida cita con la estrella de cine, del cual no iba a pronunciar su nombre, la relación de Elena y Raúl, La Mole, se había visto afectada, había más historia entre ellos tres de lo que dejaban ver, me moría de ganas por saber que era, pero no lograba encontrar el hilo del cual tirar. Ahora solo se hablaban para lo esencial, pero según los rumores ya no estaban juntos y aunque Elena se había convertido en una amiga no lograba sacar el tema a colación.
Llegamos a una casa que me parecía vagamente familiar y los del staff empezaron a bajar todo. Me quede un rato analizando la casa hasta que la maquillista me llamo, voy con ella y espero hasta que termine, al parecer no era suficiente con lo que yo había hecho, aunque ella tampoco hizo mucho tampoco.
Cuando La Mole me llamo para que viniera a tomar mi puesto en un pequeño kiosco que había en la parte trasera de la casa sentí un de javú, como si ya hubiera estado aquí, y la sensación fue seguida de un escalofrío, por alguna extraña razón tenía el terrible presentimiento de que algo muy malo estaba a punto de pasar.
- Hola chiquita –el anterior escalofrío ahora me recorrió todo el cuerpo. Esa voz… - ven a saludarme.
Era el hermano de Jeff.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro