Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo:

Austin, Texas.

Cinco años antes.

Tengo una amiga.

Después de dieciocho años esperando por este momento, finalmente tengo una. Su cabello es largo y negro como el ébano. También tiene un montón de curvas de las cuales saca provecho utilizando la ropa más ajustada y a la moda del mercado. Si mis papás me vieran con ella me echarían de casa de nuevo, pero ya lo hicieron una vez, así que no pueden volver a hacerlo y entre ellos y ella la escogería mil veces a ella. Es una artista. Es lista. Era una de las chicas populares de su escuela. Lo sé sin que tenga que decírmelo porque encaja con ese estereotipo. Me hace sentir como una papa fea y sin forma en comparación, pero eso está bien. Antes era una papa que pasaba desapercibida. Ahora soy una papa que muchos notan ya que mientras caminamos al interior de la fraternidad, a la cual por un momento creí que no nos dejarían pasar, los ojos de todos los depredadores acechando en la oscuridad están puestos en nosotras.

Yo soy una presa.

Ella es una depredadora.

Veo cómo sus ojos se dirigen a la cima de las escaleras. Allí un chico habla con otro que no puedo distinguir bien. Mi cuerpo se tensa cuando el interés brilla en su mirada gris, lo cual identifico con el resplandor de las luces de colores en medio de la oscuridad en la que nos encontramos. Enfocándome para descubrir por qué, lo noto. Su trabajado pecho descubierto. Su cabello negro salvaje. La palidez de su piel. Aunque el intercambio ocurre entre ellos dos, sus ojos se enfocan en mí por un momento y reacciono escondiéndome tras Sav. Me asusta. Él ríe y niega, pero no sé si a causa de lo que le dice su amigo, por Savannah o por mí.

Tras inclinarse sobre mi oído, mi compañera de cuarto señala las escaleras.

─¡Iré un momento al baño! ¡Espera aquí!

¡No!, quiero gritar, pero se da la vuelta antes de ver mi cara de pánico.

Me deja.

Mi amiga me deja atrás.

Quiero llorar.

Se suponía que esta noche sería solo nuestra, pero los chicos siempre aparecen para arruinarlo todo. Tras verla beber el contenido del vaso de alguien y subir las escaleras directamente hacia él para luego perderse en el interior del pasillo en su compañía, me doy la vuelta y me dirijo hacia el jardín. La voz de Adam Levine se filtra en mi cabeza, aumentando mis latidos.

Baby, I'm preying on you tonight

Hunt you down, eat you alive

Just like animals, animals, like animals

Maybe you think that you can hide

I can smell you scent from miles

Just like animals, animals, like animals

Cuando llego al jardín, el único sitio en el que no me siento asustada o intimidada sin Savannah a mi lado, me inclino sobre el arbusto más cercano y vomito los tragos de tequila que bebí con ella antes de venir aquí. Es mi primera vez consumiendo alcohol, pero aún así eso no impide que me sienta como una perdedora mientras me levanto con las rodillas llenas de tierra y el borde de mi vestido hecho un desastre. Mi cabello se siente desordenado. Mis piernas inestables. Me siento en una banca junto a una fuente, queriendo llorar, pero resistiéndome a hacerlo. Se suponía que la universidad sería diferente. Me engañé a mí misma.

Todos a mi alrededor ríen.

Disfrutan.

Viven.

Yo sigo siendo un fantasma.

─Bo ─dice una voz tras de mí, haciéndome saltar.

─¿Qué qui-quieres? ─tartamudeo, alejándome del chico delgado, de cabello largo y con tatuajes que se posiciona delante de mí tras asustarme.

─La pregunta no es qué quiero yo ─dice metiendo la mano en su bolsillo─. La pregunta es qué quieres tú. ─Pone su pie junto a mí y se inclina hacia adelante con aire despreocupado. Hiperventilo─. ¿Quieres ser feliz como todos los demás o quieres pudrirte aquí afuera?

Mis ojos se llenan de lágrimas.

Debe ser el enviado de Dios o de Satán para saber lo que pasa por mi mente.

─Quiero ser feliz. Quiero dejar de ser aburrida. Quiero que me amen ─ruego tomando la tela de su camiseta oscura entre mis manos, lo cual lo hace fruncir el ceño y alejarse de mí.

─Solo tengo solución para lo primero.

─Por favor ─ruego.

Aunque sus cejas se juntan, extiende su mano y la abre para mí.

Trago al ver la píldora blanca en el centro.

Drogas.

─El nombre de tu ángel de la guarda es Hans ─dice─. Y la primera dosis es gratis.

Mi garganta se seca.

Hay una banda de músicos junto a nosotros. Ellos me animan a tomarla. La mirada de Hans también lo hace. Toda mi crianza pasa por mi mente antes de que la deseche a la basura y la recoja con mis dedos de su palma. La trago sin beber algo para acompañarla y eso hace que me ahogue y empieza a toser, lo que hace que las personas a mi alrededor rían. Hans me da un golpe en la espalda para ayudar a recomponerme. Cuando me incorporo, todo a mi alrededor luce, huele y se siente de una manera diferente. Me levanto abruptamente y eso me marea, así que tiene que ayudarme a mantener el equilibrio. Por alguna razón río como tonta.

─Gracias, Hans ─murmuro, arrastrando las palabras, antes de dirigirme al grupo de músicos, con quiénes bailo y paso un par de horas mientras espero a Savannah.

Hay mariposas en mi estómago.

Soy feliz. Soy divertida. Soy amada y mi hermana moribunda y mis padres pueden pudrirse.

Mis nuevos amigos gritan cuando me posiciono sobre una mesa.

─Lo siento ─río─. No puedo hacerlo.

Les prometí que me quitaría mi vestido, pero no puedo coordinar el movimiento de mis manos. Ni siquiera sé cómo bajaré de dónde estoy sin caerme. Amo la universidad. Soy libre y vuelo alto como una paloma. Quizás si extiendo mis brazos y los agito, llegaré al cielo. Lo intento y solo consigo que la mesa de una sola pata se desestabilice y mi cuerpo entero se vaya hacia atrás. Todos contienen el aliento. Algunos ríen. Yo soy de los últimos, agitando mis pies.

Rodeo el cuello del cuerpo varonil que me atajó y me contempla con ojos negros suaves.

Sus pupilas están tan dilatadas como las mías.

También se me hace familiar. Muy familiar, pero no tengo ni idea de dónde lo he visto antes.

Ah, sí.

En la cima de las escaleras.

─Sav... Sav... ¿dónde-de es-está mi amiga? ─pregunto.

─No lo sé ─dice con voz grave─. Pero no es una buena amiga por dejarte sola.

Empiezo a negar, defendiéndola mientras me alejo de él y me bajo de sus brazos por hablar así de Savannah. No tiene ni idea de lo estupenda que es. Si me dejó fue porque debía atender sus necesidades carnales, pero regresará en cualquier momento para que podamos continuar divirtiéndonos. Ahora que tengo nuevos amigos, puedo presentárselos.

─No ha-hables así de ella.

No entiendo por qué tartamudeo, pero no puedo parar.

Estoy nerviosa. Ansiosa. Quiero correr. Mi corazón va a estallar.

Este chico es hermoso y cuando sonríe lo es todavía más. Sus facciones son angulosas y afiladas. Sus labios finos. Sus ojos negros se pierden en los míos. Luce como si en cualquier momento pudiera saltar sobre mí y exigir tomar mi virginidad incluso si estuviéramos frente al altar de Cristo en Iglesia de mi pueblo. Mis pezones se fruncen al pensar en su figura crucificada viéndonos mientras me toma y me hace rezar por mis pecados.

─¿Quieres que te ayude a encontrarla? ─sugiere, a lo que separo los labios, pero no emito ninguna palabra porque en ese momento identifico a Savannah saliendo al exterior.

Mis muslos se juntan.

Mi excitación me aterra mientras los veo a ambos, preguntándome qué cosas hicieron y si podrían enseñarme, pero termino huyendo de mis fantasías infernales y caminando hacia mi compañera de habitación. Su cabello lacio está revuelto. Sus mejillas rojas. Ajusta su ropa. Evidentemente se quedó atrás para poder vestirse. Cuando llega a mí emite un chillido emocionado que imito sin saber por qué, pero dicha sensación burbujeante que solo las chicas con una amiga entienden está en mi pecho. Supongo que es por su nueva conquista.

─Él fue estupendo ─suspira─. Creo que me he enamorado.

Sonriendo, me giro para señalarlo e invitarlo a unirse con nosotras, pero ya no está.

No me interesa.

Ahora solo tengo a Savannah para mí y podremos tener nuestra noche de chicas.

─Ven ─la animo tomando su mano─. Hice nuevos amigos.

Sav ríe, deteniéndose para tomar mis mejillas entre sus manos y mirarme de esa manera maternal que hace que que mi pecho se oprima.

─Pauline, ¿estás drogada? ─pregunta sonando como si no lo creyera.

Sonrío.

─Creo que sí.

Su expresión cae.

─Creo que deberíamos irnos.

─No ─protesto, corriendo y tirando de mí con ella─. La noche a penas empieza.

Aunque no luce muy convencida de ello, afirma y va conmigo hacia los demás. Ya que la banda tiene un concierto en el campus, nuestra fiesta no termina en la fraternidad. Empieza allí. Luego nos dirigimos a un lugar en el que nos dan toda la cerveza gratis que podamos desear por ser chicas, ser jóvenes y tener vida. Savannah y yo reímos en medio del escenario. Todo a mi alrededor es oscuro y destella. Ella luce a juego, pero mi vestido no y aún así no me interesa porque la estoy pasando tan bien que a penas puedo contener las lágrimas.

─Sav ─le digo mientras bailamos─. Creo que voy a amar la universidad.

Ella ríe, agitando su cabello en el aire.

Me congelo cuando toma mis mejillas entre sus manos delicadas y finas y me besa con sus labios llenos y suaves. Lo hace delante de todos, por lo que los clientes del sitio enloquecen viéndonos. Cuando se aparta de mí su mirada gris como el humo brilla con satisfacción. Una satisfacción que entiendo porque percibo el deseo hacia ambas flotando a nuestro alrededor.

Mi primer beso.

Un beso entre dos mujeres.

Una aberración.

Aún así se siente bien. Son cosas que hacen las amigas. Lo he visto en internet.

─Solo tienes que darte cuenta de que no tienes nada de que avergonzarte ─dice mientras empieza a bailar. Yo solo puedo contemplarla y desear ser como ella. Ser ella─. Eres una mujer ahora, Pauline, y debes tomar todo lo que quieras que se encuentre a tu alcance. Si no es así... ─Lleva sus manos a mis caderas y las insta a moverse de una manera similar a la suya. Me estremezco cuando lleva labios a mi oído─. Si no es así yo te enseñaré a que si lo esté.

Sonrío ante sus palabras.

Savannah es la hermana que debí haber tenido, no la desahuciada que no termina de morir.

*****

A la mañana siguiente despierto y mis recuerdos de la noche anterior son escasos, pero sé que me divertí. Cuando intento hablar mi voz sale ronca y eso nos hace reír a ambas. Ya que nuestros estómagos rugen, nos vestimos con atuendo deportivos y nos dirigimos a Rusty's, nuestro sitio favorito para comer en el campus. A medio camino hacia él, sin embargo, un chico se atraviesa en nuestro camino sosteniendo varios panfletos con fotos de una pista de baile. Trago al identificarnos tanto a Savannah como a mí, temerosa de que haya sido captada haciendo algo estúpido. Sin embargo, él me sorprende al dirigirse a nosotras.

─¿Conocen a esta chica? ¿La rubia? ─pregunta señalándome─. El presidente de nuestra hermandad nos está volviendo locos buscándola. Si no la encontramos no aceptará nuevos miembros este año. Yo aspiraba poder entrar. Hay un pase directo, sin presentar ninguna prueba, para quién la consiga.

Palidezco.

Retrocedo, negando. No sé quién sea este tipo o qué quiera de mí.

¿Quizás jugar conmigo como lo hicieron tantas veces en la escuela?

No.

No.

No otra vez.

─Yo... yo...

─Es ella ─susurra Savannah, indiferente a mi miedo porque estoy segura de que nunca nadie se ha burlado de ella. Es hermosa como una modelo de Victoria's Secret. Inteligente. Todos la desean. No puedo evitarlo. Una parte de mí la odia por ser quién siempre he soñado─. ¡Es ella!

Empiezo a negar sin parar, pero el chico se percata de que lo que dice es cierto y nos arrastra hacia su fraternidad. Contengo las lágrimas durante todo el camino, preguntándome si Savannah será mi amiga después de presenciar esta humillación o si, yendo más lejos, formó parte de ella. Esta teoría no deja de rondar por mi mente a medida que nos acercamos a la fraternidad y la escucho reírse con el otro chico. Cuando nos estacionamos frente a Maleeh mis piernas a duras penas me permiten ingresar al interior. Savannah es la responsable de que no me caiga al entrelazar nuestros brazos juntos. Al entrar descubrimos que todo está hecho un desastre, pero sus miembros ya se encuentran limpiando y acomodándolo todo.

Sea quién sea el presidente, al menos es ordenado.

Me congelo cuando una voz tras nosotras nos hace dar la vuelta.

─Hola ─saluda.

Me pierdo en sus ojos negros enfocados en los míos. No puedo evitarlo. Estos viajan a mi compañía, pero se apartan de ella con desagrado, lo cual no puedo creer ya que es hermosa y yo soy una papa. Savannah estaba ilusionada con él, lo sé, pero eso no impide que mi corazón bombee la sangre de mi organismo con más fuerza de lo usual. Aunque debería apartarlo, es bella e impresionante y lo superará. Yo, en cambio, puede que no tenga otra oportunidad como esta.

Siento todo dentro de mí aletear cuando toma mi mano y la besa.

─Tanner Reed ─dice con la voz más ronca y varonil que he oído jamás─. A tus servicios.

Suelto una risita tonta.

Savannah se aleja de nosotros, pero ni siquiera me importa.

En este momento sé lo que se siente ser ella.

Hola jaja espero que el capítulo les haya gustado. Admito que me reí mucho en algunas partes. Pronto estaré actualizando de nuevo. 

Love u

PD: Les quería pedir el favor de ir a Booknet y comentar la historia de Tanner si pueden. Me ayudarían mucho si hacen eso, la añaden a biblioteca y dan Mg. Mi usuario es el mismo que aquí oscaryarroyo


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #romance