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4. Mojado

El despertador sonó con un odioso "beep" a las seis de la mañana pero Luhan y Sehun ya estaban despiertos gracias al bonito de Jongdae. El gato anaranjado era un total desastre de energía, jugando toda la noche con cualquier cosa, subiéndose a los muebles, tirando adornos al piso y maullando por comida después.

Por suerte Minseok se ocupaba de él y jugaban juntos dejando que los otros dos se quedaran en la cama, pero aún así no podían dormir por el ruido. Sehun detestaba a ése gato corriente, lo aborrecía, porque además de interrumpir su sueño nocturno, tenía el afán de molestarlo y pelear con él cuando ambos estaban en forma animal, provocándolo. Y cuando eran chicos gato jugaba a tirarle su perfecta cola blanca, asustarlo y después salir corriendo.

Luhan comenzaba a tenerle disgusto por molestar a su gato también, pero un gatito era un gatito y pensaba que sólo necesitaba un poco de disciplina y tiempo. Asimismo ya habían firmado los papeles de adopción por él y ya tenía el collar, no podían arrepentirse; y Minseok parecía más feliz que nunca cuando jugaba con él, ni siquiera se enfadó cuando -retozando - le dejó un rasguño cerca del ojo, obligándolo a usar maquillaje en esa zona.

Estaba encantado con el felino nuevo que ahora por fin se había dormido en una esquina de su cama, respirando relajado, como si sonriera. Minseok pensaba que si estuviera en forma humana lo más probable es que lo estuviera haciendo, y le dieron ganas de apretarle las mejillas por la ternura, pero el sonido de un ronroneo más fuerte lo interrumpió: Sehun, como chico-gato, estaba siendo acariciado por Luhan.

—Oh, ¡consigan un cuarto ustedes dos!

—Bueno, sucede que éste es nuestro cuarto —Le respondió el gato con mirada desafiante, sin que Luhan se diera cuenta.

Minseok había tenido que dormir en el cuarto de ésos dos por la última semana, ya que la casa que compartían estaba siendo remodelada y su dormitorio estaba siendo usado como bodega para la cafetería temporalmente, así que se tuvo que mover con su cama hasta allá por todo el tiempo que fuera necesario, teniendo que aguantar los mimos y caricias de ése par de rubios.

Comenzaba a pensar que ellos tenían algo más que una relación de dueño-mascota, pero nunca los había pillado en algo extraño, aunque de la forma en que dormían -Sehun siempre como chico-gato -, todas las caricias, la forma en que se miraban. ¿Por qué no admitían que se gustaban o que estaban juntos o lo que sea? A Minseok no le molestaría para nada.

Se levantó, dejándolos atrás con su arrumaco, para ir a abrir la cafetería puntual a las siete treinta, con Jongdae detrás como chico-gato queriendo probar toda la variedad de pasteles, postres y bebidas, extasiado por el aroma a leche, azúcar y vainilla que abundaba en la cocina. Cómo le gustaba vivir ahí, rodeado de dulzura y del buen ambiente del Café, había tenido suerte sin duda.

Luhan apareció un rato después con el delantal puesto, listo para hacer unas cuantas delicias en su cocina con el chico-gato blanco siguiéndolo y a veces ayudándolo a buscar algunos ingredientes, estaba acostumbrado y se sabía la rutina de memoria. Después de eso, Minseok abría las cortinas y ponía el letrero de "abierto" en la entrada, listo para recibir público y unos minutos más tarde entraba Chanyeol. Siempre era así.

Pero Chanyeol no entraba nunca.

* * * * * * * *

—¡No vayas, no vayas!—Baekhyun lo tironeaba de la chaqueta para que no se marchara al trabajo, la noche anterior había dicho que estaría bien solo, pero ese pensamiento cambió cuando se dio cuenta de que quería estar con Chanyeol, quedarse con él acurrucados o haciendo cualquier cosa.

—Tengo que ir, estoy retrasado ya. Volveré en la tarde y pode-

—¡No! Es mucho tiempo, me da miedo estar solo —El chico-gato le hizo un puchero, luciendo más adorable de lo normal y al más alto le vinieron unas ganas letales de abrazarlo y hacerle cosquillas, pero se contuvo porque así sería aún más difícil dejarlo.

Terminó convenciéndolo de que lo acompañara al Cat Café -porque ahora se llamaba así, Luhan había logrado sólo eso - para que estuviera por lo menos por un rato con su hermano, suponiendo que se tranquilizaría y, en el mejor de los casos, que lo dejaran quedarse ahí por lo menos por ese día. Iban mucho más tarde de lo habitual y Chanyeol estaba seguro de que tendría problemas en el trabajo por su demora.

Por suerte, Minseok iba un paso más adelante y tenía su desayuno en la bolsa de papel, recién preparado y el café seguía caliente. El dueño temporal de Baekhyun suspiró aliviado, e iba a tomar su comida e irse como siempre; pero fue retenido por el gato, que se abalanzó sobre él por la espalda pasando las piernas por su cintura y en un principio las manos por su rostro, tapando su visión, pero luego las acomodó entre su cuello.

Chanyeol casi se cae de espaldas y estaba seguro de que todos tenían los ojos puestos en ellos ahora, comenzaba a avergonzarse. No obstante, todas esas sensaciones se esfumaron al sentir el ronroneo característico de Baekhyun que se había acomodado bien colgando de él, con la cabeza apoyada en su hombro y cerrando los ojos.

—No me dejes —comenzó a hablar susurrando—. Podemos quedarnos en tu casa y dormir y hacer lo que quieras, podemos jugar y purr pur purr —Se distrajo y paró de hablar dando espacio sólo al ronroneo, demasiado relajado en esa posición, además tenía sueño. Pero Chanyeol se sentía como una mula de carga con él encima y lo iba a terminar dejando en el suelo aunque no quisiera, así que se dirigió a una mesa vacía del Café y llamó a Jongdae con una mano, dejando a Baekhyun suavemente en la silla con la otra.

—Cuídalo y no dejes que se vaya, ¿si? —Le susurró y el chico-gato rubio asintió antes de que Chanyeol se pusiera en marcha, despidiéndose con la mano. Baekhyun quería ir y perseguirlo, pero Jongdae lo agarró juguetonamente de la muñeca y no se lo permitió.

—¡Espera! ¿Te vas a ir y lo vas a dejar...? —Luhan no alcanzó a detener a su amigo en su huida porque se marchó corriendo —¿...Todo el día aquí? —Terminó su pregunta solo, imaginándose que tendría que cuidar a otro gato más, ya tenía suficiente con Jongdae y su «vivacidad».

Minutos después se asomó Kyungsoo en un apuro, tirando de Jongin como chico-gato de su correa. Minseok se dio una palmada en la frente porque él nunca se asomaba por allí en las mañanas, adivinando a lo que venía.

—Cuídenlo por hoy, por favor —Habló el más bajito jadeando, entregándole la correa a Jongdae que había salido a recibir a su hermano—. Gracias.

Y se fue, dejando a Luhan y Minseok con cuatro gatos a los que atender. Su Cat Café comenzaba a convertirse en una guardería.

* * * * * * *

Sehun, después de su almuerzo, se había convertido otra vez a chico-gato y fue a sentarse junto a Baekhyun, se veía un tanto solo y deprimido tomando leche en una esquina mientras sus hermanos dormían la siesta después de comer. Notó algo peculiar en su aroma, era muy parecido al de Chanyeol y comenzó a imaginarse cosas hasta que se dio cuenta de que el suéter que estaba usando le pertenecía a él —además le quedaba gigantesco, por cierto— y le fue con el chisme a Luhan.

Así que, cuando el más alto se asomó al lugar después del trabajo junto a Kyungsoo, su amigo lo esperaba de brazos cruzados, un tanto indignado. Pero antes de que pudiera decir algo, Baekhyun corrió hacia él arrojándosele encima, tal como en la mañana, pero esta vez por el frente, apretándolo y absorbiendo su olor, cuánto lo había extrañado.

—¡Chanyeol! Tienes que comprarle ropa a tu gatito, no puedes dejarlo que ande así como un vagabundo con tu ropa, qué va a pensar la gente cuando...

Pero Chanyeol no lo escuchaba, distraído por la sensación que le daba el ronroneo de Baekhyun, sintiéndolo respirar en su cuello y vibrar entero mientras tenía la cola bien parada de felicidad. Le daba pena tener que dejarlo por todo el día, pero no tenía de otra.

No, ¿qué estaba diciendo, qué acaso se había encariñado tanto ya de ése chico-gato? No debía darle pena, era temporal, temporal. Lo bajó con delicadeza hasta que sus pies volvieron a topar el suelo y Baekhyun, en vez de alejarse, se apegó acariciándose contra él y pasando su cola entre medio.

Volvieron a casa junto a Kyungsoo y Jongin, éste último en forma gatuna durmiendo plácidamente en los brazos de su dueño, mientras él alardeaba de cuán dulce y bueno para dormir era, enternecido. Baekhyun miraba a su hermano descansar con un dejo de envidia por poder tomar forma felina y que su amo hablara tales cosas, quería que Chanyeol también se expresara así cuando se refiriese a él.

Se separaron, Kyungsoo siguiendo su camino hasta su hogar, dejándolos a ambos en la puerta del suyo. Al entrar, Chanyeol no pudo evitar fijarse en lo encantador que se veía el chico-gato usando su ropa y recordó lo que le había reclamado Luhan —que había oído a medias, pero alcanzó a entender su propósito—. Aquella mañana decidió prestarle una camiseta y un suéter de su ropero al darse cuenta de que había estado usando lo mismo durante días, sabía que tendría que ir a comprar ropa para él (de su talla), así que su amigo no tendría que preocuparse.

También notó que, como Baekhyun no era un chico-gato normal, no podía convertirse en gato y asearse como había visto a los otros, así que tan pronto como se acomodaron en el sofá, le preguntó cómo lo hacía cuando vivía en el refugio y se tensó visiblemente. No quería ser metido al agua fría como antes.

—No, Chanyeol, estoy bien así —Rogaba mientras subían la escalera de caracol rumbo al baño—. Me da miedo el agua, ¡me da miedo!

—Tranquilo. Ya, calma —Acariciaba su cabello con aprensión, pero no lograba aflojarlo—. El agua no te hará nada, ni siquiera está helada. Será divertido.

Terminó accediendo, sólo con la condición de que verían una película después del calvario de tomar un baño y Chanyeol con gusto aceptó, regulando la temperatura del agua para él y enseñándole cómo funcionaba todo.

—¿Sabes bañarte solo?

-Pff, obvio que sí -Mintió, en el refugio era demasiado miedoso como para hacerlo él mismo, pero no quería que lo viera sin nada puesto, le daba pudor y sus mejillas se sonrosaban de sólo imaginárselo. Chanyeol le creyó apenas, abandonando el baño mirándolo de reojo, y se quedó parado afuera en caso de que le ocurriera o necesitara algo.

Ahogó las carcajadas al oír algo así como una mezcla entre aullido y lloriqueo cuando la ducha se encendió que, si bien se fueron extinguiendo al pasar los minutos, aún podía distinguir de vez en cuando. No pasó mucho rato antes de escuchar su nombre fuerte pidiendo ayuda, y entró en segundos a ver qué le pasaba.

—Creo que tengo jabón en los ojos, ayúdame —Chanyeol se conmovió por su tono de voz asustado e iba dispuesto a socorrerlo abriendo la cortina de la ducha, sin embargo, lo detuvo: —Pero no mires.

Volvió a ahogar otra carcajada por tanta ternura e inocencia, preguntándose cuántos años tenía en realidad y le prometió que no miraría antes de ayudarlo. Mientras quitaba cualquier rastro de champú o jabón de su rostro y de paso aprovechaba de lavar bien su cabello cuidando de no dañar sus orejas, notó que lucía atractivamente bello mojado, aunque su cola pareciera un estropajo, pero aún así.

No.

¿Qué estaba pensando? Era sólo un gato, un gato, un gato. Y prometió no mirar. Sacudió la cabeza, como alejando todos esos pensamientos turbios al mismo tiempo en que Baekhyun volvía a abrir los ojos y agradecerle por la ayuda. No obstante, Chanyeol se quedó parado fuera de la ducha, como esperando algo, atontado por lo bonito que se veía.

—Uhm, ya dije gracias —Articuló tímido y con las mejillas coloradas—. Me da... Me da vergüenza que te me quedes mirando y-

—Oh, sí, claro. Lo siento.

Cuando el gato salió (para la suerte de Chanyeol, con ropa), volvió a ayudarlo, esta vez a secar su cabello y cola con una toalla, porque le daba mucho más terror el secador. Y luego a peinarlo con toda la paciencia del mundo, maravillándose por lo suave que se ponía su cola a medida que se iba deshumedeciendo y por lo brillante de su cabello. Lo tenía echado boca abajo en medio de la cama, totalmente rendido y ronroneando delicadamente mientras luchaba por no quedarse dormido porque su dueño temporal le debía una película en netflix.

De todas formas, no lo logró, cerrando los ojos dándose por vencido cuando Chanyeol aún no acababa de mimarlo. Cuando lo tuvo totalmente seco, abrió su lado de la cama, lo tomó en sus brazos cuidado de que no despertara y lo envolvió entre las mantas, poniendo la almohada que gustaba de abrazar a su lado antes de apagar la luz y meterse entre las cobijas también.

Antes de dormir, tomó su móvil y le envió un mensaje a Junmyeon preguntando qué edad tenía Baekhyun (según él, sólo por curiosidad) y lo apagó, listo para cerrar los ojos más tranquilo. Pero fue distraído por el súbito ronroneo junto a él, y otra vez le entraron esas ganas de abrazarlo -igual o peor que en la mañana-. Lo único diferente fue que esta vez sí lo hizo, apegándose a él con cuidado y sintiendo su cola suave.

Quizás quedárselo no era tan mala idea, sin embargo, recordó que éste fin de semana salía de vacaciones, ¿y cómo demonios se iba a llevar a un gato con él?

♡ ♡♡♡♡♡♡♡♡

N/A: Como siempre -ya parezco robot- ¡gracias por leer y por darle cariño al fic! ♡ Son lo mejor de lo mejor *manda abrazos de gatito que son los mejores*ฅ^•ﻌ•^ฅ. Recuerden tomar agüita y mantenerse positivos ♡ Espero tengan un lindo día~

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