Capítulo 6: El Cumpleaños (O Acorralando A Tu Vecino Contra La Pared)
Seokjin cuando tenía cinco años, despertó en un lugar oscuro. O eso pensó. Quería que prendieran la luz y que su mami y su papi vinieran a verlo. Intentó llamarlos, pero su voz no salía. Estaba asustado, muy asustado. Recordaba que iba en el auto cantando con su hermano, luego de haber estado muchos días en la playa. Luego no recordaba nada.
—Seokjinnie, no te asustes hijito. Mami está aquí contigo.
Seokjin se tranquilizó al escuchar a su mami, pero todavía estaba oscuro y no podía verla. Lo que no sabía es que nunca más podría.
Estaba de pie en su sala. Después de veinticinco años, cada vez que el señor Lee o el señor Park le avisaban que su madre iba subiendo hacia su departamento, venía a su memoria ese recuerdo. Cuando despertó y su vida cambió. Cuando días después comprendió que nunca más podría
ver nada. Ni las florcitas, ni los caracolitos del jardín que le gustaba perseguir. O ver sus caricaturas favoritas..., pero lo que más le dolió fue saber que no vería nunca más a su papá. Lo otro no importaba. En Todavía podría tocarlos, olerlos, pero su papá se había ido para siempre. Todos sus recuerdos eran vagos, pero tenía grabada la imagen de su padre enseñándole el Hangul. Con cuatro años, cuando se dio cuenta que su hijo tenía capacidades extraordinarias. Todavía dolían esos pequeños recuerdos. No haber perdido la vista, sino que a su papá.
El timbre sonando, lo sacó de los recuerdos y vaguedades de su vida antes de ser ciego.
—¡Mamá! —la abrazó en seguida. Su madre era delgada y bajita, por lo que él debía inclinarse para poder envolverla en sus brazos.
—¡Mi Jinnie!, tan guapo como siempre.
—Ya sabes..., soy tu hijo. Pero entra y siéntate. Tomaremos té verde juntos.
Han Sung-ju, era una mujer muy bella. Incluso con las cicatrices que todavía tenía en su rostro, producto de las quemaduras del accidente. Jin traía una bandeja que acomodó en la mesita de café y se sentó a su lado. Ella miró a su hijo. Acarició su cabello y como siempre una pequeña lagrima asomó. No podía evitarlo. Si bien su esposo había fallecido en ese horrible accidente, ella y sus dos hijos habían sobrevivido. Pero Jinnie, su pequeño bebé había sufrido las mayores consecuencias. Su rostro había sufrido daño, pero nada que un par de cirugías y maquillaje no pudieran ocultar. Su hijo mayor, Seokjung, tenía una pequeña cojera, que no le había impedido en nada, hacer una vida bastante normal. Incluso practicar algunos deportes. Pero su niño...su extraordinario niño no podía ver...y eso lastimaba profundamente su corazón.
—Ahora, cuéntame como están todos. La pequeña Sa-Rang, ¿ha preguntado por mí?
—Ella todo el tiempo está preguntando por ti. ¿Cuándo irás a vernos Jinnie? Seokjung y Sang Woo te extrañan mucho.
—Mamá...sabes que estamos en temporada escolar. Pero prometo que intentaré ir el fin de semana.
—Quiero saber de ti... ¿has pensado que vas a hacer?
—Otra vez con el tema...ya te dije, estoy dando clases y eso me tiene feliz. Me divierto con mis amigos. Hago clases de yoga. Organizo la vida social de este condominio y peleo mucho con mi vecino. Seguro lo conoces. Jeon Jungkook.
—¿El cantante?
—Si, el cantante.
—Oh Jinnie, me lo tienes que presentar. Es tan guapo y canta tan lindo. Tu sobrina lo adora, debo conseguir un autógrafo.
—¡Mamá! Pareces una adolescente...no sabía que te gustaba tanto JK. Más tarde podemos ir a verlo.
Su madre sonrió. Le gustaba que hubiera alguien nuevo en la vida de su hijo. Todavía no lograba entender la ruptura de su hijo con Kim Taehyung.
—Jinnie... ¿Por qué dejaste ir a Taehyung? No quiero verte solo—No pudo evitar que sus pensamientos los dijera en voz alta.
—¡Oh!, madre. No estoy solo. Estoy bien así. Ya vendrá alguien. Y sabes que lo de Tae no iba a resultar. El necesitaba a alguien como Jimin. Además..., era demasiado para mí.
Su madre se levantó. Sabía que detrás de todo ese "no me importa estar ciego" su hijo escondía la inseguridad de no ser un hombre completo.
—Estuve haciendo más averiguaciones sobre la operación.
—Madre...
—No Jin, debes escucharme. Los resultados son reales. Muchas personas han vuelto a ver. Si tan solo me dejaras...
—Te dije que no quiero. También he averiguado sobre eso mamá. No quiero quedar ciego por segunda vez. Déjame así, estoy bien.
Su madre sabía que era inútil. Seokjin había conocido un par de casos de personas que recuperaban la vista, luego de muchos años de ceguera, pero que su cerebro seguía "ciego" por lo que la vida se le había dificultado aun más que cuando no podían ver. Pero eran una gota en un océano de los cientos que habían recuperado sus vidas con el tratamiento de células madre. Pero su hijo se negaba incluso a averiguar si él era un candidato potencial.
—JK, está en casa. Le acabo de preguntar. Vamos, te lo voy a presentar.
Jungkook había recibido el mensaje de Jin, preguntándole si estaba en casa y si podía llevarle a su madre para que lo conociera, que era su fan y bla, bla blá. Él no se podía negar. En realidad, no estaba haciendo nada, luego que esa mañana habían salido con Hobi a comparar el regalo para la fiesta de la noche de Jimin. Estos dos días, con su vecino de enfrente habían estado conversando un poco más tranquilos, aunque siempre sus encuentros habían sido casuales. Bueno eso pensaba Jungkook al menos.
Cuando abrió la puerta de su departamento, vio a la mujer. Era hermosa. Seokjin tenía todos sus rasgos. Sus ojos, su nariz y su boca. Estaba en sus cincuenta, pero se veía radiante. Ni siquiera esas pequeñas marcas en su rostro opacaban su belleza.
Los hizo entrar al departamento, y preparó té verde para ambos. Supo que madre e hijo eran fanáticos de esa bebida. Ella se dedicó a alabarlo y comentarle de cada canción que le gustaba. También se interesó por saber en qué estaba ahora.
—Ahora estoy preparando mi nuevo álbum. Esperaba que el Maestro pudiera ayudarme, pero hasta ahora no a contestado. ¿Usted ha escuchado hablar de él? Es un gran productor. Ganó un Grammy.
La mujer miró a Jin, quien seguía la conversación en silencio y luego miró a Jungkook. Su rostro se encendió.
—He oído hablar de él. Estoy segura que querrá trabajar contigo. Ese hombre es muy tonto al esconderse detrás de un seudónimo tan absurdo como ese.
—Lo mismo le dije yo—habló por fin Jin—realmente ese tipo está loco. Le dije a JK que no debería tener tantas expectativas de él.
—Bueno ya te dije que tengo mi opinión. Es un genio. Sus creaciones son...me hacen vibrar...
La madre de Jin volvió a mirar a su hijo que se había puesto muy serio, pero no dijo nada.
—JK, mi madre si va a aceptar un autógrafo tuyo en esos discos que me ofreciste el día que nos conocimos, ¿recuerdas? Es para mi sobrina. Tiene cinco años, por eso no tiene sus gustos musicales bien formados aún.
—¡Seokjin! Estás siendo grosero con Jungkook. Es un gran cantante.
—No se preocupe señora, estoy acostumbrado a los agradables comentarios de su hijo. Por supuesto que le daré un disco autografiado para su nieta y otro para usted.
Jungkook se paró y fue por lo dichosos discos, mientras la madre de Jin le murmuraba algo a su hijo, quien le contestaba con unos "no, no" que Jungkook alcanzó a escuchar.
—Aquí tiene. ¿Está todo bien?
—Sí. JK nos tenemos que ir. Madre, lo siento, pero hoy es el cumpleaños de Mimi y debo organizar muchas cosas aún.
—¿Le organizas el cumpleaños a la pareja de tu ex? No te entiendo hijo...
Jungkook comenzó a sonreír. Al menos no era el único que no entendía a Seokjin. Si ni su propia madre lo hacía....
Se despidieron cortésmente. Ella abrazo al joven. Era tan lindo. una idea fugaz atravesó su cabeza. Tal vez si él y su hijo...
Diez minutos más tarde, Seokjin bajaba a la sala de eventos del condominio. Tae pasaría por su novio al teatro y lo traería directo a la gran fiesta que comenzaría en unas horas.
Eran las diez de la noche cuando Hoseok y Jungkook hacían su entrada a la sala de eventos del condominio de las estrellas. Esta vez había menos personas que en la fiesta de bienvenida. Park Chanyeol se acercó a saludarlo. Hablaron un poco sobre sus próximos discos y giras. Era un tipo agradable y que a pesar de ser mayor que Jungkook, lo hacía sentir cómodo. Cuando terminó de hablar con él, se dio cuenta que ya había perdido a Hoseok, que había encontrado a la sensual modelo del piso cuatro que lo tenía vuelto loco. Y no era para menos, para sorpresa de Jungkook era ni más ni menos que Miss Corea 2020. Kim Hye-Jin, según lo que el propio Chanyeol le había informado.
Lo que le agradaba a Jungkook de su condominio, era él se convertía en un tipo más ahí. Si bien al principio hubo varios que tuvieron curiosidad por él, pronto dejó de ser interesante para el resto. Por eso caminó tranquilo hacia el bar, más todavía cuando se dio cuenta que Seokjin no estaba ahí. ¿Dónde se habría metido?
Pronto tuvo una respuesta, cuando sintió su risa. Giró su cabeza hacia la entrada y ahí estaba. Pero no estaba solo. Un hombre muy guapo lo acompañaba. Pudo notar como ese hombre lo tenía abrazado por la cintura y Seokjin cargaba su cuerpo hacia él.
Apenas entraron, la atención fue sobre ellos. Era curioso para Jungkook como el aurea de Seokjin lograba cautivar a las personas. Muchos se acercaron, pero él mantuvo la distancia. Muy, pero muy dentro de él, el que el tipo ese tuviera tan tomado a su Jin, ¿su Jin?, JungKook se dio un golpe a si mismo y se corrigió, a su vecino, lo ponía un poquito, un poquito incómodo.
Para su horror, vio que se acercaban a él y cuando estuvieron más cerca, lo reconoció. El tipo ese era el famoso actor Lee Jong-Suk, quien según los comentarios que escuchaba a su alrededor acababa de regresar de su servicio militar. Justo cuando estaban a punto de llegar a él, Jisoo se atravesó e interrumpió la caminata de ambos, por lo que JungKook aprovechó para esconderse en otra parte.
Finalmente, media hora más tarde y luego de dos o tres tragos, JungKook y los demás, recibían a un emocionado Jimin, que entraba feliz de la mano de su novio Taehyung. Obligadamente tuvo que abandonar su escondite (una columna que separaba el bar de la zona central del salón) e ir a saludar al invitado de honor.
—Jungkook, viniste. Que alegría. Acabo de encontrar a Hoseok y me dijo que estabas aquí pero no te había encontrado.
—Lo siento Jimin, estaba en el bar. Pero feliz cumpleaños. Espero que te guste lo que Hobi y yo te hemos comprado.
—No debieron molestarse. Estoy tan feliz que estés aquí. Ahora puedo decir y contar que el gran Jeon Jungkook estuvo en mi fiesta....
—No es para tanto...
—Vamos Kook. Eres el chico más famoso de todo Corea. Eres nuestro orgullo. Gracias de verdad por estar aquí.
En ese momento apareció inevitablemente Seokjin y el actorcito ese.
—JK te he buscado toda la noche. Te has escondido muy bien. Te quiero presentar a un muy querido amigo de Taehyung, bueno y mío también. Lo debes conocer. Lee Jong-Suk te presento a Jeon Jungkook.
—Wow, es un honor conocerte Jungkook. Soy un gran admirador tuyo. Jinnie me estaba contando que viven uno frente al otro.
"Jinnie". Jungkook puso los ojos en blanco y por primera vez en mucho tiempo decidió que no sería el artista amable y risueño que hacía feliz a sus fans, sino que sería como había dicho "Jinnie" un ídolo de oro inalcanzable.
—En realidad, no había oído hablar de usted. ¿A qué se dedica?
Seokjin abrió su boca asombrado. Él sabía que Jong-Suk era muy popular. era imposible que no lo conociera. Además, JK había sido muy grosero al no devolver el saludo a una persona mayor que él. Por eso intervino de inmediato.
—Es actor...nunca viste sus series o...
—No, no tengo tiempo para ver esas tonterías. Mi carrera me exige mucho. Lo siento y si me disculpan voy por otro trago.
Jimin y Tae se miraron y sonrieron en forma cómplice. ¡Hasta cuando habría esa tensión sexual, romántica y explosiva entre JungKook y Seokjin! ¡Ellos querían acción!
—Parece que se le fueron los humos a la cabeza al jovencito—comentó el pobre Jong-suk.
—Oh...debe estar cansado...está preparando su nuevo álbum...él es muy amable...siempre—justificó Jimin.
—¿Por qué no vamos por algo al bar también? —sugirió Tae, para aliviar la tensión.
Seokjin que se había mantenido en silencio, digiriendo todo lo que había pasado iba a seguir a los actores, pero Jimin lo jaló.
—Quédate aquí y explícame que pasa entre Jeon y tú.
—¿Qué? No entiendo. El mocoso es mal educado evidentemente y creo que definitivamente necesita bajar su nivel de estrés.
—Y a ti te encantaría ayudar en eso ¿verdad?. .., pues yo creo que estaba celoso de verte tan pegado a Jong-Suk
Seokjin iba a contestar, pero no supo que decir. Estaba un poco confundido. Por la voz, pudo notar que Jungkook había bebido, pero de ahí a estar celoso...no era posible.
Jungkook había descubierto que el bar abierto de la fiesta era lo mejor que le podía haber pasado. Continuaba bebiendo como si fuera acabo de mundo y se sentía cada vez más alegre y desinhibido. Esto quedó demostrado cuando dos horas después bailaba sin ningún pudor junto a Jimin, Taehyung y Jisoo en la pista de baile. Todos apretujados, sudados y felices. Eso hasta que llegó un chico a ponerse detrás de él y lo pegó a su cuerpo. JungKook se dio vuelta y no tenía la más puta idea quien era. Sabía que vivía en el condominio, pero no lo reconocía. Era alto y apuesto. Algún modelo de comercial seguro. Miró hacia las mesas y como vio a Seokjin conversando tan animadamente con el actorcito de tercera, no lo pensó y siguió bailando pegado al cuerpo del modelo grande y apuesto. Este puso sus manos en sus caderas y seguía el ritmo sensual de la música que sonaba a todo dar.
Jimin y Tae, que habían ido al bar por más tragos, notaron a Jungkook y se asombraron de verlo tan suelto de cuerpo. Se miraron y fueron hasta la mesa donde estaba Jin y su amigo actor.
—Minho está manoseando a tu JK en la pista de baile—le susurró bajito Jimin.
Ante este comentario, Seokjin se paró bruscamente, se disculpó con los chicos y le pidió a Jimin que lo guiara hacia la pista. La verdad era que el cumpleañero estaba gozando mucho de la situación y estaba resultando ser el cumpleaños más divertido que había tenido en muuucho tiempo.
—Jungkook—gritó Jimin—. El aludido paró de refregarse contra el gran cuerpo y vio a Seokjin muy serio, de brazos cruzados.
—¿Pasa algo Mimi? —preguntó todo inocente.
—Jin quiere hablar conti...—Pero Jimin no pudo terminar la frase porque Seokjin lo tomó del brazo y guiándose con su bastón comenzó a arrástralo lejos de la pista y del tal Minho.
—¿Se pueda saber qué hacías Jungkook? —Lo llamó por su nombre. Fue lo primero que notó—Jimin dice que ese hombre prácticamente te estaba violando.
Bueno estaba exagerando. Jimin jamás dicho eso, y Minho jamás haría una cosa así. Era un chico decente.
Jungkook comenzó a reírse. ¿Qué se creía Kim-entrometido-Seokjin?
—Y tú ¿quién eres para arrastrarme así? Me estaba divirtiendo y si quiero que ese gran hombre me viole es mi problema.
—Mira como hablas mocoso. Te voy a lavar la boca con jabón si sigues diciendo esas cosas. Hoseok debería cuidarte mejor en vez de andar detrás de Miss Corea.
—Yo puedo hacer lo que quiera soy mayor de edad. Además, ¿no fuiste tú quien me sugirió que me hacía falta un buen polvo?
Seokjin sintió como la ira le subía por todo el cuerpo. Su JK no se iba a acostar con ningún tipo para sacarse el estrés. Si quería, él estaba dispuesto a sacrificarse.
—Pues no tienes idea de lo que dices. Además, estoy seguro que ese tipo ni siquiera sabría darte un buen beso.
—¡Oh! ..habló el gran besador del Condominio de las Estrellas...porque estoy seguro que crees que be...
La boca de Seokjin era exquisita. Eso fue lo primero que pensó cuando sintió como tomaba su rostro y buscaba su boca. Lo había acorralado contra una pared y lo estaba besando con frenesí. Jungkook estaba caliente y medio borracho, así que no dudó un segundo en responder el beso. Además..., era delicioso...
Seokjin sentía como al fin, toda esa maldita tensión que había existido desde que se habían conocido, explotaba en aquel maravilloso beso. Ni siquiera dudó en morder el labio de Jungkook y meter su lengua, para explorar esa boca con sabor a soju y cerveza.
Jungkook rodeó sus brazos en la cintura de Seokjin y este hizo lo mismo en la de JK. Una pequeña batalla por el dominio territorial comenzó. Era como si dos alfas pelearan un pedazo de tierra. Pero por algo Jin tenía un lobo colgando de su cuello y JungKook finalmente se dejó dominar y dejó que Seokjin hiciera lo que quisiera con su boca.
Cuando el beso terminó, Jungkook lo miró. Era extraño, pero sintió como si Jin también pudiera verlo. Una conexión extraña hizo que su corazón se acelerara.
—Sabía que te gustaba recibir...—fue el ilustre comentario de Seokjin— espero que hayas aprendido cómo se debe besar Jeon Jungkook.
Que maldito provocador. En un rápido movimiento, Jungkook tiró contra la pared a Seokjin, y apretó su cuerpo al de él. Le mordió el labio y cuando Jin gimió de placer, aprovecho de meter su lengua. ¿Qué no sabía besar? Ya iba a demostrarle a Kim como si sabía besar.
Comenzó a barrer con su lengua toda la boca de Jin. El beso era cada vez más caliente, pues el contrario también estaba moviendo su lengua frenéticamente. Jungkook se excitó y su pene saltó cuando sintió que el de Jin hacía lo mismo. Lo apretó aún más contra la pared y abandonó su boca, para besar su cuello, mientras sus manos viajaban debajo de la ropa de Jin. Los gemidos aumentaron, Seokjin iba haciéndose camino entre la pretina de los apretados pantalones. Toco el borde del bóxer y justo cuando iba a tocar el cielo...es decir, el el trasero de Jeon, un potente carraspeo los hizo separarse.
Agitados, calientes, duros, se separaron. Tae, Jimin y Hoseok los miraban. Jungkook pudo notar que más atrás estaban Jisoo y el actorcito. Todos asombrados al parecer, por el espectáculo.
—Lamento interrumpir su...lo que sea...pero vamos a cantarle a Minni— dijo con un hilo de voz Taehyung.
Ambos se arreglaron la ropa. Sus labios hinchados y mojados eran tan evidentes para los demás...
—Por supuesto. Vamos al escenario...—dijo un nervioso Seokjin.
Llevaba veinticinco años usando su bastón. Siempre era muy seguro en su andar, pero en ese momento sus piernas y todo su cuerpo temblaba, por lo que mientras caminaba hacia el escenario, tropezó dos o tres veces con las sillas y las mesas...Ese era el efecto que los besos con JungKook habian provocado en él.
Hoseok tomó a Jungkook y lo llevó hacia el escenario.
—Que fue eso...
—Nada...yo...él...creo que nos besamos...
Hoseok puso los ojos en blanco. JungKook había bebido, pero estaba lo suficientemente consiente para saber lo que había hecho. Pero no dijo nada. Seokjin ya estaba sobre el escenario con una torta de dos pisos.
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