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Capítulo 12: Robando un beso ( o Cómo JK descubrió que Mini Jin no era mini)

Seokjin estaba realmente ocupado y feliz. Había olvidado por completo lo que era trabajar en una canción, más aún porque jamás había trabajado con alguien en todo un álbum. Y ahora mismo, Yoongi lo escuchaba pacientemente hablando sobre "su artista". "Es que JK es tan talentoso" "Tiene gran facilidad para escribir versos" "JK creó un puente perfecto para la tercera canción"

Esas eran las frases que últimamente salían de la boca de su mejor amigo. Y si bien tenía razón porque finalmente el mocoso sí era talentoso, sabía que había un pequeño sesgo en toda esa admiración. Seokjin estaba enamorado hasta la última célula de su cuerpo del cantante. Así es que mientras mezclaba sonidos, instrumentos y ritmos, escuchaba a su amigo.

—Estamos trabajando en su canción principal. Namjoonie ha sido muy generoso, porque simplemente nos ha dejado hacer lo que queramos..., me agrada mucho ese hombre. Ahora mismo JK debe estar trabajando en su estudio y...

—¡Seokjin! ¿Podrías detenerte un minuto de hablar de ese chico y cambiar el tema? Te has vuelto muy aburrido últimamente. Monotemático diría yo. Qué tal si hablamos no sé...de los chismes de tu condominio. De Jimin y Tae..., o hasta de Hoseok y Miss Corea.

—Yoongi...que pesado. Sólo estaba hablándote del magnífico trabajo que JK...

—Y aquí empezamos otra vez. Escucha, estoy trabajando en el maldito álbum, ¿no tienes que ir a dar clases o juntarte con tu superestrella? y así me dejas en paz un rato.

—¡Nunca me habías echado del estudio!

—¡Nunca me había aburrido tanto de hablar contigo! Ya sé todo lo que le gusta a JK, las películas, la música, los video juegos, la ropa. Sólo me falta saber el color de su ropa interior, que intuyo tú tampoco sabes. Porque hasta ahora esto es un amor platónico ¿verdad? Apuesto a que ni siquiera se han manoseado.

—¡¿Qué lenguaje vulgar es ese Min Yoongi?! ¡¿Cómo voy a manosear al artista con el que trabajo?! Eso sería poco ético y además...Jungkook dijo que hablaríamos al terminar el álbum.

Yoongi comenzó a reírse. Ahora entendía la ansiedad de Seokjin. El chico había marcado límites y su amigo, se moría de ganas de cruzarlos.

—Ahora entiendo..., ¡Mi pobre amigo! ¿Hace cuánto que no tienes sexo?,
¿Acaso vas a esperar a Jeon hasta la eternidad? Tengo unos amigos que estarían felices de salir contigo y dejarían que hicieras lo que quisieras...

—¡Yoongi! En primer lugar, no es de tu incumbencia saber desde cuando Mini Jin ha estado en receso. Segundo, voy a esperar a JK hasta la eternidad. Y tercero, ¡no me interesan tus amigos!

—Pues Mini Jin podría atrofiarse si no le das uso—y volvió a reír mucho, al ver las orejas de Seokjin rojas de rabia y vergüenza.

—No voy a hablar de esto contigo. Jungkook quiere esperar y lo respeto. No voy a negar que muero de ganas de besarlo, pero hasta ahora llevamos tres semanas trabajando juntos y lo he logrado. El estar ciego, en estos casos ayuda. Si lo viera tal vez no resistiría. Aunque a veces sólo su presencia...¡¡uf!! Me abruma... Jungkook no lo sabe, pero es como esos omegas en celo que describen en esos fics que lees. Su olor me vuelve loco y...

—¡Basta! Y yo no leo esos fics, tú me los enseñaste. Ya te dije una vez que no quiero detalles de lo que ocurre entre Jeon y tú, a menos que sea sentados al piano ...—Seokjin resopló fuerte ante la idea de follar a Jungkook sobre tan noble instrumento—¡haciendo música! Por el amor de dios Jin. Creo que deberías hablar con él o no hablarle y simplemente follarlo.

—No lo voy a follar, así como así. JK es un romántico como yo. Primero lo llevaré a citas, luego le daré besitos y lo mimaré. Cuando esté listo, le haré el amor.

Yoongi puso los ojos en blanco y golpeó a Seokjin en el pecho, quien comenzó a reír de gran manera. Adoraba pasar tiempo con su mejor amigo. Era con el único que hablaba tan abiertamente de todo lo que Jungkook le provocaba y a pesar de todas las bromas, Yoongi siempre tenía un buen consejo para ofrecerle. Era un hombre sabio y con mucho sentido común, por lo que lo hacía aterrizar, pero a la vez, también le daba esperanzas para ese romance que estaba aguardando tener algún día con el cantante.

Para Jungkook, las últimas tres semanas habían sido increíbles. Poco a poco, estaba soltándose frente a Jin y la confianza crecía. Cada mañana habían ido a dar el paseo de inspiración, tomaban café y almorzaban juntos. En realidad, pasaban mucho tiempo el uno con el otro, porque después de trabajar, hacían cualquier otra cosa, como las locas clases de yoga, ir al gimnasio e incluso compartir con Taehyung y Jimin. A veces se unían Yoongi y Hoseok y se producía un ambiente muy agradable.

Lo que no se daban cuenta, era lo que los demás veían. Si bien ellos les habían dicho, que esperarían hasta el final del álbum, para darse una oportunidad, era evidente las muchas ganas que se tenían el uno por el otro y era difícil para ellos, como espectadores, entender el porqué de la espera. Cuando visitaban el departamento de Seokjin, Jungkook se movía por él como si fuera el propio. Cocinaba, se recostaba en la alfombra a los pies de Seokjin y parecía el dueño de casa. Lo mismo pasaba en el departamento del cantante. Seokjin ya lo había memorizado por completo y sabía dónde estaba hasta la última cuchara. Era bonito verlos, porque si bien la mayoría de las veces Jin era independiente, cuando precisaba de ayuda, Jungkook corría a apoyarlo. Eso pasaba cuando Hobi movía algún objeto de lugar, entonces había algunos accidentes y ahora JK se preocupaba de cada uno de esos detalles. Si eso no era amor ¿qué era entonces? Se preguntaban todos los que veían a la pareja moverse uno alrededor del otro atraídos por una fuerza magnética difícil de describir.

—Entonces, ¿ya no tienes ninguna actividad con tus fans? —preguntó Tae. Era un viernes y se habían reunido, en el departamento de Seokjin para planear el cumpleaños de Jisoo, que sería en una semana.

—No, el fanmeeting fue el último, antes de lanzar el nuevo disco. Pero estuvo bien. Era un lugar pequeño, pude hablar con ellas. Fue diferente...Jin me dijo que probara acercarme un poco más a mis fans, y
tuvo razón. Creo que fue bueno, para ambos. Pude decir cosas, que antes no me atrevía. Como lo de que me traten como bebé...creo que lo entendieron.

—Kookie...tú eres un bebé—dijo Hoseok y lo llevó a sus brazos y Jungkook se dejó hacer. Le gustaba esa cercanía con su hyung y sabía que, al llamarlo así, lo hacía sin mala intención.

—Bueno, basta de cursilería y vamos a decidir qué torta compraremos. Y quien se hará cargo de cada cosa—. Por supuesto que Seokjin era muy, pero muy celoso y odiaba que Hoseok siempre inventara excusas, según él, para toquetear, también según él, a Jungkook.

Por eso luego de definir los detalles, sacó a todos de su departamento. Él quería estar un ratito a solas con Jungkook. Ahora que lo notaba un poco mimoso y con su carácter suavizado. Tal vez hasta le dejaría darle un pequeño besito. Pero Jungkook a pesar que sí se sentía mimosito y le hubiese encantado estirar sus labios para recibir un beso, sabía que tenían un acuerdo y él quería respetarlo. Tenía mucho miedo que si cruzaban un límite todo se podría complicar. Ya era una locura verse casi las veinticuatro horas del día y resistirse a la tentación de caer en los brazos de Seokjin. Así es que rápidamente buscó sus zapatos y fue hasta Jin que estaba en la cocina poniendo algunos platos en el lavavajillas.

—¿Necesitas que te ayude o estarás bien? —Seokjin ya se había dado cuenta que Jungkook se quería ir. Había sentido las pisadas de sus botines.

—Pensé que te quedarías un ratito más conmigo. No lo sé, podemos repasar algunas cosas de las que tenemos inconclusas...y tal vez...

—No Jin, estoy cansado. Hagámoslo mañana. Creo que es mejor que me vaya.

—Jungkook...—Tal vez no debió beber, o tal vez era el olor masculino y a la vez tan suave de Kook, realmente no lo tenía claro y simplemente no pensó. Sabía que Jungkook estaba a poca distancia de él y simplemente lo atrajo a su cuerpo, buscó en forma torpe sus labios y lo besó. Y si bien en un principio JK cedió frente al beso, pronto lo separó bruscamente.

—¡¿Qué haces Seokjin?! ¡¿Estás ebrio o qué?! ¿Acaso no tienes palabra? ¡Quedamos de acuerdo en esperar y actúas sin pensar! ¡no vuelvas a robarme un beso! o nada de esto va a funcionar.

Seokjin se alejó de inmediato, comprendió que no había hecho lo correcto y que había hecho salir al JK enojón y malhumorado que había conocido al principio.

—Lo lamento...yo me dejé llevar...es sólo que...tú me gustas y...— Seokjin no alcanzó a terminar la frase, porque la puerta ya se había cerrado.

Al día siguiente, Seokjin estaba realmente agotado. Casi no había dormido. Estaba preocupado por cómo sería el día con Jungkook. Había sido un tonto, ¿cómo es que no se había podido controlar? Ya no era un adolescente lleno de hormonas. JK tenía razón, si seguía actuando así, nada funcionaría.

Por eso con mucho temor, tocó el timbre del departamento. Jungkook ya le había dado la contraseña y ambos se paseaban por sus hogares como si nada, pero intuyó que esta vez no era buena idea. Quien abrió la puerta, para su sorpresa fue Hoseok.

Si hubiese podido ver, habría notado la cara de aflicción que tenía Hoseok. Sin embargo, podía capturar, la respiración un poco agitada del mánager, así que se dio cuenta que algo pasaba.

—Hola Jin, ¿quieres pasar? Jungkook no está...

Bastaron esas palabras, para entender que hoy no sería un buen día.

—¿Le sucedió algo? ¿Él está bien?

Se habían sentado en el sofá, y podía sentir como el cuerpo de Hoseok se movía intranquilo. se notaba que estaba incomodo y nervioso.

—Hoseok...anoche JK y yo tuvimos una pequeña discusión. Fue mi culpa. Entiendo si él está molesto o no quiere verme. Sólo quiero asegurarme que está bien.

—En realidad, anoche cuando llegué, JungKook estaba despierto y malhumorado. Él...él me contó lo que pasó. Hablamos, pero tú sabes cómo es y también discutimos un poco. En fin. Hoy temprano llamó a Namjoon y le pidió tomarse el día como descanso. Por supuesto, que no entró en detalles con él, pero lo entendió y se lo concedió. Se fue temprano. Iría a casa de su amigo Yugyeom. Está con tiempo ahora, pasarán todo el día juntos.

A Jin se le hacía familiar el nombre. Trató de buscar en su memoria y recordó que en alguna ocasión JungKook lo había mencionado como su mejor amigo. También era cantante y se había separado de su grupo.

—Lo entiendo...es bueno que pase tiempo con alguien de su edad. Que se relaje, Hemos estado trabajando mucho y él..., sólo podría haberme avisado.

—Se lo dije, pero creo que por ahora no quería hablar contigo ni con ninguno de nosotros. Me pidió que te explicara y tampoco me habló mucho más. Sinceramente, creo que Jungkook está un poco confundido ahora. Le han pasado muchas cosas estos últimos meses y creo que no lo ha asimilado del todo.

Seokjin lo entendía. Por supuesto. Sin embargo, no pudo evitar sentirse apenado. Se paró bruscamente y se despidió de Hoseok sin decir mucho más. Necesitaba tomar aire.

Eso fue exactamente lo que hizo. Salió del condominio a su habitual paseo matinal. Pero a pesar que hacía ese recorrido desde hacía mucho tiempo, esta vez se sintió diferente. No estaba su JK caminando a su lado y el vacío era triste.

Chen dejó a JungKook en la entrada del edificio donde vivía Yugyeom. Su compañero no iba a estar en una semana, así que tendrían el lugar para ellos solos. A pesar que un principio su amigo lo animó a juntarse con el resto de sus amigos de generación, Jungkook le pidió que fueran sólo ellos dos. Amaba al resto de los chicos, pero Yugyeom era su confidente y era justo lo que ahora necesitaba.

Estaba cansado y necesitaba alejase un poco de Seokjin. Llevaban un ritmo de convivencia que comenzaba a inquietarlo. Además, necesitaba que alguien de su edad lo escuchara y aconsejara. Hasta ahora, Hoseok, Jimin y Taehyung le daban consejos sobre su relación con Jin, pero continuaba tratándolo como un menor. Eran sus hyung y era inevitable que la sobreprotección apareciera o las frases como "yo tengo más experiencia que tú" "escucha lo que tu hyung dice" fueran las respuestas más comunes.

Por eso luego de hablar de sus carreras, de salir a un centro comercial, almorzar recordando viejas anécdotas, regresaron al departamento de Yugyeom ya entrada la tarde. Y al fin se sentaron tranquilos a comer y fue ahí donde, Jungkook comenzó a contarle todo a su amigo, desde el momento que había llegado a vivir al dichoso condominio y había conocido a su molesto en ese entonces, vecino, hasta el momento que descubrió que era el famoso Maestro. Y por supuesto los besos, y todo lo demás.

Yugyeom no salía de su asombro, al saber que el vecino de Jungkook era el famoso productor. Naturalmente se comprometió a no contarle nada a nadie y simplemente se dedicó a escuchar a su amigo, que entre medio de su relato derramaba algunas lágrimas.

—¡Estoy tan confundido y enojado conmigo, con él! Todo esto. Esta extraña mezcla de sentimientos que hay en mí. Esta...incomodidad..., no sé qué hacer. Él me besa y siento que el mundo deja de girar y sólo quisiera entregarme a su boca..., pero hay algo que me detiene. Estamos trabajando juntos... ¿no crees que deberíamos esperar a terminar? No quiero echar a perder el trabajo que estamos haciendo.

Yugyeom fue paciente. No lo interrumpió ni una vez, pero cuando al fin Jungkook terminó e hizo esa pregunta, tomó aire y le respondió con tres simples palabras.

—Eres un idiota.

JungKook quedó mirando a su amigo, que además estaba muy serio y luego comenzó a reírse. Por eso necesitaba hablar con él. Porque nadie más se atrevería a llamarlo así.

—¿No te das cuenta? Estás enamorado hasta la médula de ese hombre. Mientras hablabas, sólo te faltaba babear por él. No, corrijo, sí estabas babeando... ¿cuál es el problema de trabajar juntos y además tener una relación...? Muchas parejas trabajan juntas y saben separar las cosas y en nuestro ámbito, por favor, ¡la creatividad se multiplica si dos personas están conectadas por el amor! Vamos Jungkook a ti lo único que te detiene es el terror que sientes por haberte enamorado por primera vez. ¿Cuál es el problema? ¿Es por qué es ciego?

Jungkook ahora escuchaba con la boca abierta a su amigo. Yugyeom era extremadamente sincero y siempre era incomodo cuando la gente decía las cosas tan abiertamente ¿no? Su rostro de pronto se encendió y pestañeó varias veces, porque en el fondo su amigo estaba realmente en lo cierto. Sí, estaba enamorado. No había otra explicación para esos sentimientos nuevos y bonitos que tenía por Jin. Sí estaba aterrado, porque en el ámbito de las emociones, Jungkook era torpe y novato. Y no, no le importaba en lo absoluto que su vecino fuera ciego.

—Tienes razón, soy un idiota, pero no me importa su ceguera. Yo quiero a Seokjin y sé que estar con una pareja ciega es diferente. Debo ser cuidadoso y hay muchas cosas que no podremos hacer, pero también hay un montón de otras que sí y eso es todo lo que importa. Él y yo somos diferentes..., Jin es extravagante y no le importa lo que los demás piensen u opinen de él. La gente lo adora. Yo soy más bien introvertido y reacio al contacto. No me importa estar en un estadio lleno cantando para miles de personas, pero sabes que me cuesta la intimidad. Creo que eso es lo que nos hace atractivos el uno al otro...nuestras diferencias...

—Jungkook..., lo sé. La vida de Idol nos obliga a ser un poco cautelosos y desconfiados de las personas. Pero eres un chico amable, tienes amigos, la gente te quiere y no sólo tus fans. Y por todo lo que me has contado, él te adora. Si estás dispuesto a asumir una relación seria en tu vida por primera vez, entonces no deberías negarte la oportunidad.

Dos horas más tarde, cerca de las diez de la noche, Chen llevaba de vuelta a Jungkook al condominio. En el auto, Jungkook repasaba en voz alta, lo que le diría a Seokjin. No era fácil empezar, por eso buscaba las palabras adecuadas. Su guardaespaldas lo miraba por el espejo retrovisor.

—Si me permites darte una opinión..., a veces las palabras sobran y es mejor simplemente actuar—Jungkook levantó la vista y miró a Chen—. He cuidado tu espalda por cinco años Kookie, te conozco y sé que a veces te cuesta decir lo que sientes. Seokjin-ah, te quiere y te va a recibir con los brazos abiertos. Solo haz lo que tu corazón te diga en ese momento.

Jungkook sonrió. Chen era muy reservado y jamás se metía en sus cosas, pero esta vez agradeció el consejo y las palabras. Sería exactamente lo que haría.

Al llegar a casa, miró la puerta de Jin. Pensó en ir de inmediato, pero quería ducharse y relajarse un momento. Hoseok lo recibió con un rostro preocupado, pero Jungkook le explicó lo que había hablado con Yugyeom y también se disculpó por lo poco amable que había sido en el mañana. De ahí fue directo a la ducha.

Media hora más tarde, tomó su teléfono y lo llamó. Seokjin contestó en seguida.

—¿Estas despierto? Me gustaría hablar contigo... ¿puedo ir a tu casa?

Seokjin ni siquiera había pensado en dormir. Se había puesto pijama, pero estaba sentado en su sofá leyendo-escuchando una historia omegaverse muy triste de un omega invalido, cuyo alfa lo rechazaba por una maldición que había sobre ellos si lo aceptaba. Ya se la había leído tres veces y aunque sabía que tenía un final feliz, no podía evitar las lágrimas. Probablemente se debía a su deplorable estado de ánimo, luego de no saber en todo el día de su JK. Por eso cuando en su teléfono sonó "Begin" supo que era su vecino y contestó de inmediato.

—JK...llegaste...Sí estoy despierto, puedes venir—Jungkook colgó en seguida y Seokjin se levantó para abrir la puerta. Pudo sentir como la de enfrente se abría. Y sintió su perfume. Luego de eso sintió como un gran peso se abalanzaba sobre él.

Jungkook lo empujó hacia dentro, cerró la puerta y lo tiró sobre el sofá. Sus cuerpos se enredaron y se besaban apasionadamente. Igual que como la primera vez, ambos luchaban por el control del beso, para finalmente ganar la batalla Jin. Sus cuerpos se rozaban y Jin que llevaba sólo un pijama comenzó a ponerse duro. Grande fue su sorpresa, cuando la mano de Jungkook se coló por entre su pantalón y comenzó a acariciar su miembro.

—Porque lo llamas mini, si no tiene nada de mini...—Jungkook murmuró esas palabras en medio de los besos con lengua y saliva que continuaban dándose. Jin simplemente gimió ante el placer que estaba sintiendo y con desesperación comenzó a buscar el cierre del pantalón de Kook.

Al notarlo, simplemente Jungkook se paró y se los quitó...

—Llévame a tu cama..., no me preparé..., pero podemos tocarnos todo lo que quieras...

—¿Que te dio tu amigo? Dónde quedó mi tímido Kookie y apareció este JK que quiere tocar todo...

—Sólo abrió mis ojos. Vamos a tu cama, quiero verte desnudo. Y quiero que tú también con tus manos...me veas.

Seokjin tragó saliva y todavía sin entender mucho, pero sintiéndose demasiado feliz, tomó de la mano a Jungkook y lo llevó a su habitación, donde continuaron besándose sin parar. Las lenguas mezclándose, Seokjin poniendo las manos en el trasero de Kook, que apretó con fuerza. Sus miembros erectos rozándose. Finalmente cayeron a la cama, donde continuaron acariciándose. Seokjin terminó por sacarse el pijama y JK el resto de ropa. Ahora estaban desnudos. Jungkook se sorprendió del bonito cuerpo de Jin. Era delgado, hombros anchos, músculos firmes y una pequeña cintura. Su miembro estaba duro y era grande. Lo tocó con suavidad.

Seokjin por su parte se dejó hacer, estaba todavía en un pequeño shock. Quería tocar a Jungkook, descubrir su cuerpo, pero ya habría tiempo.

Tenían toda la noche....

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