
Oferta cap 2
leves rayos de sol se filtraban por la ventana al lado de mi cama, abrí los ojos levemente parpadeando un poco para acostumbrarme a la luz ambiental que se filtraba en mi habitación, los rayos del sol que golpeaban dejaban una sensación de calidez en mi pelaje blanco que llego a zafarse de las mantas que me cubrían
respire hondo para inmediatamente sentir el buen aroma del café caliente, voltee mi cabeza para un lado para ver en mi escritorio una bandeja con tres tostadas y una taza de café caliente. Sonreí levemente mientras me acomodaba para sentarme en la cama y estírame un poco para después sacar un largo bostezo de mi boca
me quede contemplando el suelo de madera un rato como si fuese la cosa mas interesante de todas y confirmar que en efecto... el suelo estaba hecho de suelo, sentía pequeños cosquilleos en mis pies debido a la alfombra de pelusa que estaba al lado de mi cama
—Ryan? estas despierto?— una voz femenina se escucho al otro lado de la puerta de mi habitación sacándome una sonrisa leve en mi cara aun adormilada
—si ma, acabo de despertar... pronto voy abajo — hable mientras me acomodaba la garganta para después agarrar la taza de café de la bandeja tomándola con mis dos manos calentándolas levemente mientras veía el dibujo de una hoja hecha de leche en la espuma del café
—prepárate rápido, tu padre ya se esta poniendo ansioso por tu primer día— reí levemente por el comentario de mi madre escuchando como sonaban sus pasos indicando que ya se fue del lugar
respire hondo para tomar un sorbo del café sintiendo como la calidez relajaba mi garganta y el sabor dulce me ponía de buen humor —hoy va a ser un buen día... — me levante de la cama con la taza en mano y después agarrar una tostada para llevármela a la boca y caminar para salir de la habitación
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mis ojos se abrían levemente por la brisa fría del viento que se filtraba por la ventana en la habitación, movía un poco mis orejas de lado a lado adaptándolas al sonido ambiental de la llovizna golpeando la ventana y a las gotas cayendo en la olla que deje anoche debajo de la gotera, debido a la falta de mantas sentía mi pelaje congelado por todas partes
inhale profundo par después toser un poco al sentir mi garganta irritada y seca, seguro anduve roncando toda la noche, el olor a humedad en las paredes inundo mi nariz metiéndose leves partículas de polvo en el proceso
temblé un poco por el frio del ambiente pero pude sentir una leve sensación de calidez en mi pecho, agache mi cabeza para ver a mi pequeño Angel durmiendo apegado a mi pecho compartiendo su calor que daba su diminuto cuerpo conmigo, el gesto me hizo sonreír de ternura
separe un poco a mi niño de mi para dejarlo al centro de la cama con cuidado para no despertarle. Me senté en la cama y empecé a estirarme un poco para sacar la pereza y de paso uno que otro crujido de espalda, hecho esto me levante de la cama para dirigirme al baño pero un fuerte dolor en mi pierna derecha me detuvo apenas me levante
seguro me golpee la piernas mientras escapaba anoche de la tormenta, supongo que no me di cuenta en ese momento porque no era tan grabe o simplemente tenia en la cabeza en buscar un lugar seguro. me toque el tobillo en mi pierna, estaba hinchado... empezamos de manera genial este día. Me dirigí con cuidado al baño aguantando los quejidos de dolor para no despertar a Ángel
abrí el agua de la bañera y mientras esperaba a que se llenara me dirigí al lavabo para abrir el agua y mojarme la cara para sacarme la pereza de los ojos, el agua estaba helada sintiendo como si se me congelara la cara, mire hacia mi frente viendo mi reflejo del espejo encima del lavabo
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estaba hecho mierda, mi pelaje todo desaliñado, mis ojeras debajo de mis ojos se notaba a leguas y mis propios ojos parecían solo se podían comparar con los de un muerto, el día de ayer me consumió todas mis energías al punto de que ni siquiera tenia los ánimos para levantar mis orejas
voltee pare ver a mi hijo en la habitación donde esta mi hijo durmiendo plácidamente en la cama, se nota que a ese chiquitín le gusta dormir, seguro mi madre pensaría que ya esta siendo improductivo je... a ella en serio no le gustaba quedarse quieta en un lugar
ya a unos 3 minutos aprox la bañera se lleno, menos mal al menos tenia agua tibia para la bañera no me gustaría andar llenándola olla por olla solo para darme una ducha caliente. me metí en la bañera lentamente sintiendo la satisfacción del agua que cubría mi cuerpo calentándome, me di el lujo de sacar un suspiro de satisfacción de mi boca
tome una esponja dura y empecé a pasarla por mi cuerpo para borrar el barro duro en mi pelaje que traía las memorias de la noche pasada, talvez tendría que limpiar a mi hijo también pero prefiero dejarlo dormir por ahora, la noche pasada también fue difícil para el
después de limpiar todo mi cuerpo del desastre de anoche me quede en la bañera un momento, la calidez del agua se sentía muy reconfortante en mi cuerpo, el dolor en mi pierna se volvía mas tolerable, ojala este momento no se acabara nunca, ojala poder quedarme aquí toda la vida y descansar... pero me temo que eso es imposible
agarre una de las toallas que colgaba cerca de la bañera para después salir de esta y empezar a cerca todo mi pelaje con tranquilidad, creo que ya le estoy agarrando el gusto a esto de la bañera la sensación de tranquilidad y calidez aun no se iban de mi
después de secarme bien todo el cuerpo puse la toalla sobre mi nuca para empezar a caminar a la sala de estar, por suerte el hinchazón en mi tobillo desapareció o al menos se aliviano por ahora lo suficiente como para preparar el desayuno para ángel mientras este duerme... lo que me hizo acordar de algo
en la mesa de la sala había dejado las mantas que limpie ayer, las doble y me volví a dirigir al cuarto dejando las mantas en una esquina de la cama para después voltear a ver a mi copito, este dormía tranquilamente en la cama, me daría bastante pena despertarle ahora mismo teniendo en cuenta que aunque sea uno de nosotros puede dormir tranquilamente, mejor lo despierto cuando tenga su desayuno listo así solo le doy una ducha y ya puede tomar su comida
salí silenciosamente de la habitación para ahora si dirigirme a la cocina del departamento para empezar a preparar la leche de Ángel, seguro este día le gustara mas que nunca tomarla tibia con este frio
saque la única olla que tenia disponible por ahora y la lave un poco para sacarle toda la tierra de enzima por tanto tiempo de abandono, tenia suerte que no tuviera arañas, esas mierdas dan asquito cuando tienen pelo... pero volviendo al tema, al terminar de lavar la olla la puse al fuego y fui vertiendo un vaso de leche que ya tenia preparado
en lo que se calentaba empecé a buscar la jeringa que había lavado ayer antes de irnos del departamento, al buscar por los cajones de la mesada solo encontraba tierra y objetos viejos, creo que no vendría mal limpiar este lugar un día de estos antes de que nos enfermemos de algo raro
—te encontré!— dije en voz alta al encontrar la jeringa... talvez la próxima vez no vendría mal buscarla en donde tenga más sentido que este, pero bueno lo que importa es que la encontré y solo me toca esperar a que la olla haga su función y que no eche a perder la leche
viendo la olla esta parece que tardaría un par de minutos en hacer la leche, minutos que aprovechare para hacer mi propio desayuno y con hacer me refiero a sacar la fruta que esta en el refri. Abriendo este me recibe una ola de frio de adentro del refri que golpea mi cuerpo como bienvenida a este
esta en ves de una manzana prefiero hacerme el lujo este día y saco DOS manzanas ¿Qué esperan? aun ni siquiera gane un centavo de dólar, incluso aun debo esa taza de chocolate...
apoyándome en la mesada mientras veo como se calienta la leche y comiendo una de las manzanas para quitar el hambre de madrugada, realmente no estaba buena... incluso para ser sinceros, yo no soy de comer mucha fruta, pero teniendo en cuenta mi situación y que si llego a pensar en carne seguro me sienta mas miserable de lo que ya soy, mejor me quedo con la manzana y disfruto de la paz por la que estoy pasando
salí de mis pensamientos delirantes al escuchar el borboteo de la leche hirviendo, rápidamente apague el fuego de la hornalla para depuse poner el liquido en el vaso y tomar la jeringa para empezar a llenarla, una vez hecho me asegure que estuviera todo a la temperatura ideal para Ángel para no quemarle la boquita
una vez hecho deje reposando la jeringa para después ir al cuarto donde estaba Ángel descansando en paz, se veía tan cómodo que hasta me daban ganas de dejarlo ahí pero no era momento de seguir durmiendo y no puedo ir a ninguna parte sin mi compañero de caminata, claro que yo soy el que hace la caminata y el la compañía pero meh... detalles
me acerque la cama y me senté a la borde de esta para después recostar mi cuerpo a un lado de Ángel y empezar a hablar con una voz suave —heeey~ quien es el peño ángel que duerme aquí? — empiezo a dar pequeñas caricias al copete de este para ver si eso lo despertaba teniendo algo de efecto notando como este empieza abrir sus ojos adormilados
— alguien tiene que levantarse~ — mantenía mi voz suave para no molestarle mientras seguía acariciando su pelaje blanco como la nieve, bueno... mas o menos, al igual que yo cuando me desperté el también tenia algo de suciedad por su cuerpo. acariciando en la sección de la nuca de mi niño sentí de repente un pequeño bulto que al tocarlo mi niño hizo un pequeño quejido de dolor
al escuchar eso instantáneamente se me borro la sonrisa de la boca y mis ojos se llenaron de preocupación, tome a Angel rápidamente sacándolo de su pereza por lo repentino del movimiento y mientras me sentaba de vuelta en la cama lo senté sobre mi regazo para revisar mas cómodamente en su nuca
escarbando por su pelaje volví a encontrar ese bulto, un ¿chichón? no tenia ningún otro rasguño o sangre al rededor... di un leve suspiro de alivio, pensaba que era algo mas grabe, seguro se lo hizo cundo se cayo de mi melena la noche pasada
tome ángel para abrazarlo cuidadosamente sobre mi pecho, realmente me había asustado bastante con eso, al rato empecé a sentir el hocico de mi hijo debajo de mi mentón acariciando mi cuello como si se tratase de un consuelo por su parte... o tal vez intentaba escapar de mi abrazo, cualquiera de las dos opciones solo me daba ganas de abrazarlo con mas fuerza
desgraciadamente o afortunadamente para mi hijo no era la hora de los mimos, me levante de la cama con mi hijo en mis brazos para llevarlo a la cocina para que tome su desayuno antes de que enfriara, los ojos de mi hijo todavía parecían pesarles por como este mismo se los frotaba con sus patitas, eso me confirma que fue una noche larga para ambos...
en la cocina tome el vaso junto a la jeringa con mi brazo libre y me dirigí a la pesa para sentarme en la dura silla de madera y dejar el vaso en la mesa, deje a mi niño en mi regazo para tomar la jeringa y llenarla con la leche y proceder a mostrarle a mi hijo quien aun seguía adormilado pero logro entender lo que quería
este abrió un poco su boquita cuando vio la jeringa acercarse a el y empezando a chupar la punta de esta una vez estuvo lo suficientemente cerca de el, sonreí levemente a mi niño por como se veía al comer, viéndolo bien... creo que no me disgustaría adaptarme a toda esta rutina mañanera
después de un par de minutos mi hijo no parecía querer mas y menos mal... ya se había fundido a la mitad el vaso, cuando Ángel trago la ultima parte de la jeringa la deje a un lado en la mesa para después acomodar a Ángel para empezar a limpiar sus labios empapados con un poco de leche
este ya se veía mas despierto que antes pero aun mantenía su cara de adormilado —se que te puede ayudar— apoye a ángel en mi pecho para poder levantarme de la silla y empezar a caminar en dirección al baño
abrí el agua caliente el agua caliente para repetir el mismo proceso de antes, con la única diferencia de que ahora no tenia que esperar tanto tiempo ya que no iba a llenar una bañera entera para un pequeño bebe que no cubre ni un decimo de esta
una vez la bañera se lleno hasta donde yo consideraba optimo, senté a mi niño en esta terminado de llegar por la mitad de su cuerpo, aun con sus ojos cansados miraba el agua con curiosidad, seguro por ser de las poca veces que esta no se veía tan agresiva para el teniendo en cuenta las dos tormentas por las que tuvo que pasar con su poco tiempo de vida
tome algo de agua con mis palmas para empezar a echarle esta por el cuerpo de ángel para mojarlo y asi aflojar la suciedad que tenia pegada, este simplemente se dejaba mojar mientras echaba un bostezo de la poca pereza que le quedaba, solo puede reír por lo bajo ante la ternura natural de mi niño
se notaba que le gusta y que le relajaba, la pequeña sonrisa que daba mientras el agua le caía encima. después de asegurarme de que el ya estaba completamente mojado, tome una esponja para pasarle suavemente por su cuerpo buscando sacar toda la mugre de encima
el agua tibia y las caricias parecían tranquilizarlo, y su pequeña sonrisa iluminó mi mañana. Mientras le lavaba, me concentré en cada detalle, disfrutando de la paz que este momento nos brindaba. Era un contraste tan grande con la tormenta de la noche anterior
cuando termine de bañar a Ángel lo saque de la bañera para después envolverlo en una toalla y a empezar a secarlo bien para que este no pasara frio durante el día, al terminar todo su pelaje estaba desaliñado y dejando a mi niño algo confundido seguro por tanta sacudida con la toalla, reí por como se veía mientras tomaba un cepillo del lavabo para empezar a peinar cuidadosamente su pelaje
— ahi quedaste mi ángel, listo para conquistar el mundo— una vez termine de peinarle deje que este se viera en el espejo, parecía confundido al verse así mismo por primera vez en un espejo, al principio trato de acercarse pero al ver las mismas intenciones en su replica este retrocedió inmediatamente para ocultarse entre mis brazos dándole la espalda al espejo
el comportamiento de mi niño me saco una sonrisa, lo abrace suavemente para calmarlo un poco y lo saque del baño antes de que se siguiera asustando con el mismo. Ya no quedaba mucho por hacer por aquí y ambos ya estamos limpios o bueno... dentro de lo que entra limpios no del todo, pero al menos presentables
mire a mi alrededor, todo estaba en un silencio pacifico... solo pude suspirar mientras miraba a Ángel en mis brazos acurrucándose contra mi pelaje —bueno... supongo que tenemos que irnos eh?— Ángel solo me miraba con curiosidad en sus ojos al escuchar mis palabra, este niño es muy curioso la verdad
respire hondo para dirigirme a la puerta de salida y irme del departamento con mi niño en brazos, camine a paso lento por los pasillos del edificio sintiendo como la llovizna golpeaba las ventanas que daba a las calles de la ciudad, mientras bajaba por las escaleras del edificio pude oler la humedad que se escapaba por la paredes y los hongos que se formaban debajo de la pintura desgastada, todo me pegaba duro en el olfato
no se cuanto tiempo más pueda tener a Ángel aquí pero por ahora tenia que ser esto, preferible a vivir en las calles. apenas llegue a la salida al mi niño y yo vimos la pequeña llovizna que caía del cielo tapando un poco los rayos del sol
bueno al menos no era una tormenta donde pudiera caerte un rayo encima de la cabeza, empecé a caminar fuera del edificio por las calles con Ángel en mis brazos, esta vez no me atrevo a llevarlo en mi pelaje después de lo que paso ayer y su chichón en la cabeza serviría como recordatorio
hoy se veía que no era un dia tranquilo ni con la llovizna de por medio, los autos cruzaban constantemente las calles y los caminos estaban mucho más concurridos de personas a comparación de ayer, abecés hasta me costaba seguir el paso de la gente que no me dejaba seguir el camino
proto note como Ángel se ponía nervioso con tanta gente amontonada cerca de nosotros, cuando alguien se acercaba demasiado para verlo más de cerca y mencionar lo lindo que era este solo ocultaba su cabeza cual avestruz entre mis brazos, yo solo podía acariciar su cuerpo para relajarlo
decidí moverme por las secciones menos concurridas de las calles asi mi copito se podría sentir más cómodo durante el camino a la cafetería, tardaría más para llegar a mi destino pero prefiero eso a que Ángel la pase mal
el lugar estaba algo lejos de donde vivo y todavía más con la trayectoria que tenia que llevar ahora, pero al menos me acordaba el camino perfectamente cuando Mari y Ana me trajeron de vuelta a la casa... aun le debo mucho por lo que hicieron esa noche, no tenían por que pero me ayudaron desinteresadamente
A medida que avanzábamos, me aseguraba de mantener a Ángel abrigado y protegido de la llovizna. Cada tanto, él levantaba la cabeza y miraba a su alrededor, con sus ojos llenos de asombro y curiosidad
ya había caminado por un rato largo, talvez por una media hora aproximadamente pero lo importante es que llegué al lugar deseado, la cafetería inundaba el aire a pan recién horneado y café caliente, a mi y a Ángel se nos hacia agua a la boca con los aromas de la comida llegando a nuestras narices
respire hondo para juntar fuerzas y decidir al fin dar un paso adelante, solo espero que no se hayan arrepentido de la oferta. Al abrir la puerta de repente sentí el sonido de una campanita como forma de bienvenida al lugar, fue gracioso ver como mi hijo se veía alertado por el sonido tan repentino de las campanitas
apenas puse un pie adentro del lugar ya pude sentir una atmósfera muy cálida que generaba un gran contraste con el frio mañanero y llovizna de afuera. mirando al frente llegue a ver a Ana parada detrás de la recepción, parecía aburrida como esperando a que algo pasara y al escuchar la canitas de cuando yo abrí la puerta esta volteo hacia mi dirección de forma y hablo de forma mecánica
—bienvenido que se le ofrec...— apenas vio mi forma por completo supongo que le basto para reconocerme de la noche anterior, sus ojos parecían iluminarse con sorpresa al verme aquí —Ryan!?...— ella salió de la recepción para acercarme a mi y darme un saludo con la mano de forma amigable
—es un gusto verte de nuevo Ryan!— una ves soltó mi mano ella miro a mi niño que aun se mantenía "oculto" entre mis brazos tapándose lo mejor que podía con el pelaje en mi pecho, eso le gano una risa de ternura a la gardevoir —y quien es el pequeño de aquí~?—
Ángel al escuchar la voz saco su cabeza de entre mis brazos y volteo a ver a la Gardevoir que acercaba su mano parara acariciarle, Ángel alejo su cabeza de la mano de Ana antes de que pudiera tocarle, se veía asustado cosa que parecía confundir a Ana
—perdónale, seguramente no llego a olerte y se asusto— Ana se veía aun más confundida por mi comentario así que le explique de mejor manera —lo pokémons caninos comúnmente cuando son pequeños reconocen a las personas por su olor y no por apariencia— hable mientras acariciaba lentamente el copete de mi bolita de algodón para que se relajara un poco
—uhm... mira tu, cada día se aprende algo nuevo— ella se volvió a parar recto para después acomodar su uniforme de que solo consistía en un delantal y un gorrito blanco con líneas de los colores del logo de la cafetería
—y que haces aquí tan temprano?— ella me guio a una mesa cercana a nosotros, ahora que me puse a ver bien el lugar no parecía tener gente por ahora ¿acaso vine muy temprano? ni siquiera se que dia es mucho, menos la hora
al sentarnos en la mesa al fin pude sentir mucho mejor el ambiente cálido del lugar —b-bueno je... no es tan temprano... ¿o si?— mire algo avergonzado a Ana sin saber que decir realmente en el momento, como dije apenas se en que día estoy y mucho menos se la hora que es en este momento
— Ryan, son las 7 de la madrugada... literalmente abrimos hace menos de 15 minutos— bueno, supongo que con lo que dijo me confirma que solo tarde media hora en llegar aquí, es un habito mío levantarme tipo seis de la madrugada
— bueno dejando eso de lado... viniste por lo que te dijimos ayer verdad?— su pregunta me saco de mis pensamiento volviendo a verla a los ojos, me acomode un poco la garganta para volver a mirarla con algo de nervios —si... yo no sabia donde más ir y... esta es mi mejor opción— mi voz sonaba suave, casi suplicante hacia Ana
Ana me vio con a los ojos con lo que parecía ser pena o empatía quizás ambas, pero después de un momento esta se levanto de su lugar —espérame aquí un momento, vuelvo pronto— su voz era suave y tranquilizadora para mis oídos, se retiro del lugar en dirección a la parte trasera de la recepción
no me quedo de otra que quedarme esperando en el lugar pues no había nada mejor que pudiera hacer. Mi niño ya se había acomodado lo suficiente entre mis brazos, supongo que ahí estaba cálido para el, sus ojos volvían a pesarle y se notaba por como trataba de acomodar más su cabeza para dormir en mis brazos
acaricie sus mejillas dejando más espacio entre mis brazos y yo para que Ángel pudiera acomodarse de manera más sencilla, es un bebe no puedo pedirle que se mantenga despierto todo el tiempo y más si sé que el tampoco durmió bien la noche pasada
después de un par de minutos viendo como mi hijo descansaba en mis brazos pacíficamente, logre escuchar un par de pasos acercándose donde estábamos yo y mi hijo, al ver para la recepción logre divisar a Ana y un hombre regordete a su lado acercándose
estos dos al llegar se sentaron frente a mi, la cara del hombre parecía algo cansada y disgustada, su presencia me estaba poniendo incomodo y su mirada hacia mi no arreglaba las cosas, se me termino por hacer un nudo en la garganta, supongo que Ana noto mi incomodidad ya que le dio un codazo al hombre y le mando una mirada severa
el hombre ante el gesto solo resoplo y me miro de una forma más tranquila —bien bien... dime tu nombre chico— su voz era gruesa y pesada, cuando voltee a ver Ana esta me hizo un gesto con las manos animándome a hablar si que solo respire hondo para tratar de sacarme el nudo de la garganta, no podía fallar en esta entrevista
— R-Ryan... Ryan Klein señor... — trate de que mi voz se escuchara lo mejor posible y que sonara como si tuviera seguridad de lo que hacia... cosa que obviamente no es asi pero aparentar no esta mal
— bien Klein... supongo que estas en tu día de suerte — mire al hombre confundido mientras Ana me daba una sonrisa amable —ven conmigo chico— el hombre se levanto del asiento y me hizo un gesto con la mano para que lo siguiera
me levante de mi asiento para ver a lo que se refería, no quería emocionarme anticipadamente por lo que fuese a decir, me llevaron a la parte de atrás del local donde se encontraba la cocina donde se encontraba uno que otro trabajador caminando tranquilamente por el lugar
—bien chico, aquí es donde trabajaras— voltee a ver al hombre sorprendido por su comentario ¿asi de fácil?¿solo decir mi nombre y ya me contrata? esto debe de ser algún tipo de broma cruel
—pero no te emociones, te dejare durante una semana de prueba, al final de esta recibirás el respectivo pago, pero si la caga aunque sea un poquito durante esa semana te va a la calle— asi que esa es la trampa... solo le asentí amablemente y con algo de dificultad en mi garganta hable
— m-muchas gracias señor...? — me quede pensando antes de terminar la frase, se ve que no preguntar por nombres se esta volviendo un mal habito mío —Dominic... o Dom si lo prefieres — me respondió de forma tranquila mientras me miraba
—e-entiendo... gracias señor Dom— asentí ante su respuesta, puede verse todo lo intimidante que quiera pero en este momento estaba bastante agradecido con todo esto, lo de la semana de pruebas puede ser pesado pero es lo mejor que me paso en estos días — y que tendré que hacer aquí exactamente?—
el hombre volteo para ver la cocina —¡anciano! aquí tienes tu nuevo asistente de cocina— el grito que pego fue tan fuerte que hasta me dejo mareado por un momento y hasta mi niño se despertó del susto, pude ver como Ana se reía levemente, seguro por el doloroso grito del hombre
al poco rato vi a otro hombre acercarse al lugar este tenia una tes morena en su piel y su cabello o el poco que le quedaba en los costados de su cabeza, el hombre parecía 50 para arriba y se le notaba bastante por las arrugar que colgaban en su piel
una vez llego al lugar el hombre miro a Dom con desinterés y hablo —y bien? quien es el siguiente flacucho con el que ve vas a juntar?— su voz en serio medaban ganas de darle una pastilla, no sabia si tendría algún problema en la garganta o algo así. Dominic le marco al anciano con los ojos sobre mi presencia en el lugar
cundo el hombre entendió el gesto volteo a verme, este apenas verme ya parecía bastante disconforme, me miro de pies a cabeza analizándome para después ver de nuevo a Dominic —enserio esto es lo mejor que conseguiste?— ja! seguro este tipo se llevaría muy bien con los de la empresa de ayer, no se quien es pero esta empezando con el pie izquierdo
—este chico no durara ni 2 dias aquí—logre ver de reojo como Ana suspiraba levemente ante el comentario del hombre mayor pero los dos solo nos dedicamos a escuchar la conversación de los dos hombres quien parecía que le tocaba a Dom
—bueno... no es mi culpa que asustaras a todos los que te pongo a tu cargo— el comentario de Dominic pareció enojar todavía más al anciano quien solo se dedico a resoplar y hacerme señas para que lo siguiera y posterior mente irse más a fondo de la cocina
una ves se fue voltee a ver a Ana y a dominic —que le pasa a ese anciano?— Ana me miro algo incomoda por el comentario y rio levemente —bueno... digamos que es alguien muy reservado solo dale tiempo—
estaba seguro que reservado no era el adjetivo más apropiado para ese sujeto, pero supongo que soportarlo seria mi trabajo ahora, así que me di la vuelta y seguí al anciano pero antes senti los regordetes dedos del señor dominic sobre mi hombro para detenerme
—antes de que te vayas de aqui, tenemos que hablar sobre el— Dom señalo directamente a Adam que no parecía entender nada de lo que estaba pasando en el momento desde que despertó, este parecía acto parecía asustar un poco a Ángel que buscaba taparse nuevamente en mi, mire a dom algo confuso y decidí preguntar —que hay de malo con angel? —
el hombre solo suspiro ante mi pregunta y se aclaro la garganta —nada chico, pero aquí no es lugar para andar cuidando niño, no puedo simplemente dejar a un niño caminar por ahí, puede distraer al resto de empleado o pero, hacerse daño — debía de admitir el el hombre tenia un punto en lo que decía aquí es muy peligroso para Angel
—te dejare que este por hoy y mañana a lo mucho pero vas a tener que buscar un lugar donde dejarlo después de eso— y ahí viene otro dilema más, recién me salve la de conseguir trabajo y ahora viene esto por suerte antes de que me pudiera llegar a estresar de más Ana tomo mi hombro para relajarme
—tranquilo... mañana después del trabajo te acompañare a revisar lugares donde puedas dejarlo, se de uno que ofrece un periodo de prueba, talvez sea tiempo suficiente para reunir el dinero— se que ya lo e dicho antes pero tengo que repetirlo, que arceus bendiga a esta mujer que ya me salvo de dos problemas seguidos
—gracias... en serio— le di una suave sonrisa siendo este mi único medio de agradecimiento en el momento pero ella solo me mando a seguir al viejo amargado de antes, instrucción que seguí a regañadientes internamente
con esto pude notar como era el lugar de la cocina, no había mucho que destacar realmente, solo que el lugar esta limpio pero por lo demás era una cocina de cafetería y ya, no había tantos trabajadores, seriamos unos 4 o 6 aquí contando al viejo y yo pero al menos el lugar era lo suficientemente grande como para no sentirnos apretados
llegando al lugar donde estaba el anciano este me miro con desdén mientras me pasaba un delantal —ponte esto y más te vale que no ensucies la comida con tu pelo — como si fuese tan facil viejo senil... deje a mi hijo en un espacio libre en la mesa donde tuvo que acostarse, tome el delantal y me lo coloque con algo de dificultad
el viejo volteo a ver a mi hijo algo extrañado por alguna razón pero al menos parece que decidió guardarse los comentarios y continuar con lo su labor pelando papas frente al tarro de la basura del lugar —y dime... que sabes hacer?— voltee a ver al anciano algo confundido por su pregunta
—que platos sabes hacer?— esta ves pregunto de una forma más severa con esa voz ronca como si fuese a toser en cualquier momento en mi cara, pero ahora que entendí solo pude mirarlo de forma incomoda de reojo ¿Cómo decirle que hasta el agua quemo? no me culpen, literalmente no e cocinado en mi vida y dudo que calentar leche cuente como cocinar
supongo que el anciano logro entender mi silencio como una respuesta ya que después dio un suspiro de cansancio —sabes no quemar la cocina?— me miraba de una forma más severa parando por un momento de pelar las papas
—eeeh... seee, creo que me las arreglo para eso— técnicamente no estoy mintiendo, no e quemado la cocina por ahora... pero supongo que esa respuesta le sirvió al anciano ya que solo suspiro y continuo pelando las papas —te dedicaras a lavar los platos hasta que yo diga lo contrario— no, no le sirvió...
el hombre me marco el lavabo cerca de nosotros donde ya se estaban juntando una que otra herramienta de cocina sucias, bueno solo me tocaba hacer lo que vine hacer... trabajar
empecé a lavar los objetos de cocina, lo bueno del lugar era que tenia visión perfecta de Ángel y lo que estuviera haciendo que realmente no era mucho, solo me veía trabajar o se ponía a descansar de ves en cuando y cuando el personal del lugar pasaba este trataba como podía de alejarse de ello
desgraciadamente no podía tomarme una pausa para revisarle, cada que pienso que estoy cerca de terminar volvían para poner más platos sucios o el viejo senil venia donde estaba para volver a poner las cosas que lave en el lado de lo sucio con una escusa como "esta mal lavado, hazlo de nuevo". algún día le voy a golpear en la cara a ese anciano y no me voy a sentir culpable
me sorprendía enormemente la cantidad de pedidos que llegaban de los cliente, supuse que el lugar se lleno en lo que me explicaban las cosas pero igual era sorprendente, terminaba pareciendo más un restaurante que una cafetería además la variedad de comidas que preparaban también era una sorpresa
después de un rato lavando la interminable pila de platos, el señor Dom había vuelto al lugar donde estábamos —niño! vas a ir adelante, Ana no da abasto con todos los clientes— voltee a ver al anciano senil y sin verme este solo hizo señas
Dejé lo que estaba haciendo y me sequé las manos rápidamente. Miré a Ángel, quien me devolvió la mirada con sus grandes ojos llenos de curiosidad e inocencia. Asentí hacia Dom y me dirigí al frente del local. al llegar vi a Ana moviéndose de un lado a otro, tratando de atender a todos los clientes
—Ryan! gracias a Arceus— antes de poder preguntar lo que pasaba Ana se acerco a mi rápidamente y puso sobre mis manos una libreta pequeña y una lapicera —necesito que recibas las comandas de las personas del fondo y se las lleves una vez estén listas ¿entendido?— su voz estaba agitada y cansada así que solo me dedique a asentir para darle algo de alivio
me dirigí a las mesas mas alejadas de la recepción del local para empezar a tomar comandas de los clientes, trate de mantener una sonrisa en todo momento mientras atendía los clientes y de cierta forma era... bastante agotador
estuve atendiendo a barios clientes por un tiempo en lo que le agarraba la mano a esto, no había mucho que destacar de los clientes después de todo solo eran personas normales que venían a comer y ya... o bueno eso seguiría pensando hasta que vi una mesa en especial
eran un grupo de 5 jóvenes, seguramente unos 3 o 4 años menores que yo uno de ellos era un lycanroc forma nocturna... sip, empezamos con el pie izquierdo, no soy racista pero... me cagan los lycanroc nocturnos, nunca conocí uno que me callera bien porque todos terminan actuando como lo que se ven, emos, edgys, idiotas o peor, todo a la vez
deje mis delirios para otro momento y me acerque la mesa para entenderles lo antes posible —buenas tardes ¿puedo tomar sus ordenes? — hable de forma calmada para llamar la atención del grupo y uno de ellos hablo —Vaya, miren a este. ¿Eres nuevo, verdad? —dijo, provocando las risas del resto del grupo, ¿por que se reían? ni puta idea porque yo tampoco encuentro el chiste
también me preguntaba porque este tipo traía la gorra hacia atrás ¿no le dijeron que esa moda paso hace tiempo ? pero bueno... Mantuve mi compostura y asentí. —sí, estoy empezando hoy ¿Les puedo traer algo para comenzar?— mantenía un tono formal en la conversación para mantener tranquilos a los niñatos
se pusieron a murmurar entre ellos por un momento, seguramente para decidirse entre ellos par —bien, trenos 5 cervezas para comenzar!— ...quien putas pide cerveza a las 1 de la tarde en una cafetería? y ni siquiera quiero hablar de las edades —no vendemos alcohol en este lugar— como sabia que un simple "no tienen la edad" no bastaría preferí hacer una pequeña mentira blanca
esta vez el lycanroc decidió hablar algo enojado —entonces que clase de lugar es este?— una cafetería imbécil... el chico con la gorra hacia atrás volvió a hablar por el grupo mientras calmaba a su compañero —bien entonces tráenos unas hamburguesas con extra todo junto a unas gaseosas—
Asentí y anoté los refrescos en mi libreta. Mientras me alejaba para entregar la orden, escuché a uno de los chicos hacer un comentario sarcástico sobre mi delantal, lo cual provocó más risas, regresé a la cocina y espere un momento para que los cocineros tuvieran listos los pedidos de los chicos y casi al mismo tiempo llego Ana a recoger el pedido de otros clientes
—¿Todo bien, Ryan?— preguntó con preocupación, supongo porque ,mi cara en ese momento no era de muchos amigos —Sí, solo un grupo de chicos siendo... chicos —respondí, tratando de restarle importancia. Ana asintió y me dio una sonrisa de apoyo
Después de un rato esperando el pedido de los jóvenes termino así que recogí las hamburguesas y las bebidas para llevárselos a la mesa, una vez termine de entregarles el pedido empecé alejarme en busca de más comandas pero solo tarde en dar 3 para escuchar la queja de uno de los jóvenes
—hey! maldito idiota, te dijimos con extra todo y esto apenas tiene queso! — rápidamente me di la vuelta por el insulto que me dieron, no iba a tolerar que me insultaran así —como me llamaste mocoso!?— trate de acercarme a la mesa de los niños para "explicarles" para que sepan modeles
antes de que pudiera seguir inmediatamente sentí una mano sobre mi hombro, al darme la vuelta vi a Ana detrás de mi quien me miraba desaprobando mi comportamiento pero también parecía con rastros de.... empatía
— ve a atender al señor del otro lado, yo me encargo de ellos — ella me susurro de forma suave, no quería discutir con ella... asi que solo asentí y me fui en la dirección que ella me marco. Podía ver de rojo como ella hablaba tranquilamente con los jóvenes y se llevaba a los pedidos de estos
respire hondo mientras caminaba hacia la otra mesa para relajarme un poco de los comentarios de esos tarados, llegando al lugar era solo una mesa en una esquina al lado de uno de los ventanales del lugar, ahí solo se encontraba un hombre humano de unos aproximados 70 años, este solo miraba a su alrededor mirando a la gente
me puse al lado de la mesa de hombre y preparaba el block de notas para tomar su orden —señor ya quiere pedir algo— el hombre volteo a verme sorprendido y me apunto con su dedo — eres nuevo verdad?— porque todos saben que soy nuevo? ¿soy el único que no sabe reconocer un empleado nuevo de otro normal o que?
— eh... si señor, este es mi primer día— hable de con un tono formal pero el hombre, rio levemente por mi expresión confundida —jeje no te asustes niño... solo que vine aquí tanto tiempo que ya conozco a todos los empleados de aquí— mire curioso al hombre por lo dicho y me acerque un poquito mas a la mesa
— enserio? eso es mas dedicación que yo con mis estudios ¿y que lo traía aquí?— trate de sonar casual mientras tomaba el pedido del hombre que solo era un plato de sopa —bueno jeje, veras jovencito en este lugar siempre pasan las cosas más interesantes, no tardo mucho en volverse mi telenovela— el hombre hablaba divertido mientras me invitaba a sentarme, solo obedecí debido a que todo ya se había calmado asi que me podía tomar un tiempo
—a que se refiere con cosas interesantes?— estaba curioso por ver el interés de este hombre sobre la cafetería y este en ves de responderme con palabras decidió marcarme a con su dedo atrás de mi en una mesa, ahí se encontraban dos humanos, un chico y una chica parecían cerca de mi edad
—¿Ves a esos dos jóvenes? —dijo el anciano, señalando discretamente hacia la mesa donde estaban sentados—. Llevan viniendo aquí todos los días a la misma hora durante las últimas semanas. Siempre tienen algo entre manos—
Miré hacia donde el anciano señalaba y observé a los dos jóvenes. La chica, una joven de cabello castaño y ondulado, parecía estar hablando animadamente con el chico, quien se inclinaba hacia adelante, escuchándola con atención. Decidí seguir la sugerencia del anciano y prestar atención a lo que estaban haciendo.
—Evan, tengo que ir al baño, vuelvo enseguida— la mujer se levanto de su asiento estirándose un poco —Está bien, Laura—respondió el chico, asintiendo con una sonrisa inocente en su cara
Vi cómo Laura se alejaba, y en cuanto estuvo lo suficientemente lejos, Evan sacó su celular rápidamente. Me aseguré de parecer ocupado mientras limpiaba una mesa cercana, pero presté atención a lo que hacía. Evan comenzó a grabar un mensaje de voz.
—Hey, Hope, soy Evan. — este empezó a hablar más bajo pero aun era capaz de escuchar lo que decía perfectamente —hey, estoy libre esta noche espero poder verte pronto solo.. no me llames por ahora ando medio ocupado— el joven termino el audio para después guardar su celular y continuar con su comida
voltee a ver al viejo algo confundido mientras este solo negaba con la cabeza decepcionado —pobre chica... no ve los cachos que le están metiendo— no sabia que decir al respecto mientras miraba al anciano —básicamente te la pasas aquí de chismoso?— el viejo solo se rio ante el comentario pero asintió con la cabeza confirmando mi pregunta
—Bueno, joven, alguien tiene que mantener la tradición del buen chisme en este lugar. Además, no todo es cotilleo. a veces, ayudar a alguien con una buena charla puede hacer la diferencia en su día— dijo el anciano, con una sonrisa amigable.
—Supongo que tienes razón—, respondí, aún procesando la situación con Evan y Laura. Me levanté de la mesa, consciente de que había dejado al anciano sin su pedido.
—Bueno, tengo que llevar tu sopa, no tardo—, le dije al anciano antes de dirigirme hacia la cocina para recoger su plato.
Mientras esperaba en la recepción a que prepararan el pedido del anciano, noté que Ana también estaba allí, esperando. Ella me miró con una mezcla de curiosidad y cansancio, sensaciones que compartíamos perfectamente
—¿Cómo te fue con el señor?— me preguntó, supongo que ella ya lo conoce perfectamente —Interesante— respondí, pensando en cómo describir la peculiar conversación—. Me contó sobre unos jóvenes que vienen todos los días y... parece que tienen una historia complicada.
Ana levantó una ceja, intrigada —Oh, ¿ya te metió en sus historias? Ese hombre es todo un personaje—, dijo, riendo suavemente —Pero siempre tiene un buen consejo que dar—
—Sí, parece saber mucho sobre las personas que vienen aquí—, respondí, aún un poco sorprendido por lo observador que era el anciano.
Ana asintió, mirándome con simpatía aparente —Es cierto. A veces, escuchar a los clientes puede ser tan importante como atenderlos, todos tienen sus propias historias, y nunca sabes cómo puedes ayudar simplemente estando ahí— comentó mientras miraba hacia la cocina, esperando su pedido
cuando trate de acomodarme en el mostrador para esperar tranquilo el pedido pero al rato sentí una pequeña punzada de dolor en mi tobillo, mire a mi pie y note como mi tobillo estaba algo hinchado, Ana se dio cuenta de lo que pasaba y miro mi tobillo algo preocupada
—¿Ryan, qué te pasó en el tobillo?— preguntó Ana con tono preocupado, acercándose para examinar mi pie
—No estoy seguro, creo que me torcí un anoche cuando escapaba la lluvia— respondí, sintiendo el leve dolor al mover el tobillo, Ana frunció el ceño, evaluando la situación con preocupación genuina
—Deberías sentarte y descansar un momento. No deberías estar trabajando así. Además, ya se calmó la llegada de clientes por ahora, así que puedo encargarme aquí— sugirió, indicándome con gestos que me sentara en una silla cercana
Aunque me sentí tentado a resistir y seguir trabajando, el dolor en mi tobillo me convenció de lo contrario. Asentí, agradecido por su preocupación y acepté su consejo —Está bien, supongo que un breve descanso no vendría mal— respondí permitiéndome aflojar un poco y relajar mi pie
Ana se aseguró de que estuviera cómodo antes de regresar a la recepción para continuar con su trabajo. Mientras tanto, aproveché el momento para reflexionar sobre la peculiar jornada que había tenido hasta ahora. Las historias de los clientes y las interacciones con el anciano me habían dejado pensativo
El anciano había mencionado algo sobre cómo las pequeñas conversaciones podían marcar la diferencia en el día de alguien. Esa idea resonaba en mí cabeza... supongo que tenia razón, simplemente hablar con el fue despajador para mi, voltee a ver hacia la cocina para ver directo a mi niño quien dormía plácidamente conto al anciano que parecía también tomarse un descanso esa imagen me saco una sonrisa fácil
El dolor en mi tobillo comenzó a ceder lentamente con el reposo, y aproveché para observar a Ana mientras trabajaba con habilidad y calma. Era evidente que tenía experiencia en manejar situaciones similares y en interactuar con los clientes de manera eficiente. Admiré su capacidad para conectar con las personas y su actitud empática hacia mí y los demás empleados
Después de un tiempo, el flujo de clientes comenzó a disminuir gradualmente. Ana y yo intercambiamos algunas palabras más mientras ella continuaba atendiendo la recepción con su habitual profesionalismo y amabilidad. Me sentí agradecido por su preocupación y por haberme dado la oportunidad de descansar un poco mi tobillo, que ya se sentía mejor con el reposo
Finalmente, llegó el momento de cerrar la cafetería. Mientras recogía mis cosas y me preparaba para llevar a mi hijo a casa, Ana se acercó nuevamente
—Ryan, ¿cómo te sientes ahora? ¿Está mejor tu tobillo?— preguntó con una sonrisa, mostrando su preocupación genuina por mi bienestar —Sí, gracias a tu consejo y un poco de descanso, ya está mucho mejor. Realmente aprecio tu ayuda hoy— le respondí sinceramente, devolviéndole una sonrisa de gratitud
—Me alegra escuchar eso. Escuché que tienes que caminar a casa, ¿verdad? Con ese tobillo, no deberías esforzarte tanto ¿Quieres que te lleve a ti y a tu hijo?— ofreció, mirándome con comprensión, me quedé un momento pensativo, agradecido por su ofrecimiento. Sabía que caminar a casa con el tobillo aún dolorido no sería fácil, especialmente con mi hijo en brazos
—Eso sería de mucha ayuda, Ana. Gracias por preocuparte. Acepto tu amable ofrecimiento— respondí finalmente, aliviado por su gesto, Ana asintió con una sonrisa cálida y me ayudó a asegurar las puertas y a apagar las luces de la cafetería. Luego, salimos juntos del establecimiento, conmigo llevando a mi hijo dormido en brazos
mientras cerrábamos el señor dom dijo que no nos esforcemos tanto en ya que mari y el resto del personal del turno nocturno se encargarían de abrir nuevamente
Una ves fuera del local empecé a caminar por la vereda en dirección a mi casa pero Ana me detuvo —a donde vas? no quieres que te lleve?— voltee a verla confundido sin entender del todo asi que decidí preguntar —acaso tienes auto o algo así? — ella apareció entender mi confusión y empezó a reír levemente... cero que estoy muy cansado pero no entendí el chiste
—oh no no no.. jeje Ryan los psíquicos no nos movemos como otras personas— ella se apego bastante a mi mientras tenia una sonrisa traviesa... ciertamente algo no me va a gustar —recuerda lo que dije... esto marea la primera vez —
Me sentí confundido por las palabras de Ana, tratando de entender lo que quería decir con "los psíquicos no nos movemos como otras personas". Antes de que pudiera formular otra pregunta, Ana cerró los ojos y se concentró por un momento. De repente, sentí una extraña sensación de vacío en el estómago, como si estuviéramos siendo succionados por un agujero invisible
En cuestión de segundos, la escena cambió drásticamente. El ambiente cálido y familiar de la cafetería desapareció, reemplazado por el aire fresco de las calles y la iluminación del sol pasando por las nubes. Mis piernas temblaron y mi estómago dio un vuelco. El mareo me golpeó fuertemente mientras intentaba mantener el equilibrio, con mi hijo aún profundamente dormido en mis brazos
Miré a mi alrededor, desorientado. Estábamos frente al edificio donde vivía, pero la forma en que habíamos llegado allí me dejó completamente mareado y desorientado. Ana, en cambio, parecía estar disfrutando de la situación, con una sonrisa traviesa en su rostro
—¿Qué... qué acaba de pasar?— balbuceé, tratando de recuperar mi compostura mientras mi cabeza daba vueltas
Ana se rio suavemente, notando mi estado de confusión y mareo —Te acabo de teletransportar, Ryan. Es como un viaje rápido de un lugar a otro. Lo siento si te mareé un poco, pero te lo advertí— explicó, mientras me daba palmaditas reconfortantes en el hombro.
—Tele... teleportación?— repetí incrédulo, aún tratando de procesar lo que acababa de experimentar —Sí, así es. Los psíquicos como yo podemos hacer eso. Es una habilidad útil, ¿verdad?— continuó Ana, con una expresión divertida y algo burlona.
El mareo comenzó a ceder lentamente, y me encontré asintiendo lentamente. Aunque la experiencia había sido completamente desconcertante, no podía negar que había sido increíblemente útil, especialmente dado mi tobillo lesionado y mi hijo dormido
—Sí, increíblemente útil... Gracias, supongo— respondí finalmente, todavía sintiéndome un poco aturdido pero agradecido por haber llegado a casa tan rápidamente
Ana rió entre dientes y me ofreció ayuda para llevar a mi hijo hasta la puerta de mi apartamento. Agradecido, abrí la puerta y entré, encontrándome con un alivio inmediato al estar en casa. ella vio algo... curiosa el interior de mi departamento y espero que no se diera cuenta de la puerta rota
—Gracias, Ana. Realmente aprecio tu ayuda hoy— le dije sinceramente, mirándola con gratitud, ella sonrió ampliamente y asintió —De nada, Ryan descansa y cuídate. Nos vemos mañana en el trabajo— respondió antes de despedirse. Mientras ella se alejaba, desapareciendo con un destello ligero, me quedé en la entrada, procesando todo lo que había sucedido
Cerré la puerta detrás de ella y suspiré, sintiéndome agradecido por tener a alguien como Ana como colega y amiga en mi nuevo lugar de trabajo. Con mi hijo durmiendo pacíficamente en mis brazos, me dirigí a nuestra pequeña habitación y me senté en el borde de la cama, sintiendo el alivio inmediato en mi tobillo al descansar
se que aun es temprano técnicamente pero... tanto Ángel como yo si nos llevamos una dura carga hoy, asi que una siesta no vendría mal para levantar los ánimos. además con el gran logro de hoy me lo merezco... solo queda terminar la semana y poder pagar lo necesario para Ángel y a mi, adaptarme vendrá con el proceso
Ángel seguía durmiendo plácidamente, ajeno a todo lo que había sucedido. Me quedé mirándolo con ternura, sintiendo una mezcla de amor y responsabilidad abrumadora. Acaricié suavemente su cabello, deseando que tuviera sueños tranquilos.
—Eres mi mundo, pequeño— susurré, asegurándome de que estuviera cómodo antes de recostarme un poco, permitiendo que mi pierna se relajara completamente —hoy... hoy, si fue un buen día... ojala tener más—
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fin del cap
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