Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día difícil cap 1


estaba tibio... una sensación bastante agradable a decir verdad, no veía, no escuchaba ni olía nada solo era esa sensación cálida bastante satisfactoria... hasta que empecé a sentir una mayor calidez a la derecha de mi cuerpo empezando a sentir mi pelaje mas pesado en ese mismo lugar... que raro la verdad, aunque al rato empecé a sentir un olor suave pero algo desagradable

abro lentamente los ojos, adaptándome lentamente a la luz natural de la mañana que se filtraba por la ventana del cuarto, mi mente aun se sentía bastante adormilada mientras trataba de asimilar que era la sensación cálida que ya no era agradable 

giro mi cabeza lentamente para ver una... vista interesante, era mi copito de nieve aferrado con sus patitas a mi, parecía bastante cómodo... tan cómodo que hasta seguro que ni se  dio cuenta que se orino en la cama... y en mi 

trato de separarlo lentamente y con cuidado para no despertarlo de su sueño para ver como gran parte de mi pelaje blanco estaba empapado de orina de zorua, el olor era dolorosamente fuerte, me tapo la nariz con mis garras sin antes asegurarme que estas no estén sucia 

me levanto con cuidado de la cama para después ver mi cadera y parte de mi pierna empapadas, tengo un pequeño escalofrió por el asco —pequeño travieso— pronuncio con una pequeña sonrisa incomoda en mi cara 

me dirigí al baño del apartamento, no era muy grande... como todo en este departamento, para mi desgracia no había una ducha si no una bañera, odio las bañeras, son muy incomodas y juntan hongos 

me fijo dentro de la bañera, afortunadamente no se veía sucia, abro el agua esperando a que se llene la bañera aproximadamente unos 5 minutos, me fijo atrás de mi donde estaba la puerta de baño abierta que me permitía ver a la habitación donde mi pequeño aun dormía con tranquilidad

Mientras el agua comenzaba a llenar la pequeña bañera, intenté despertar un poco más. La noche anterior había sido agotadora, pero la sorpresa mañanera del pequeño zorua había llevado las cosas a un nuevo nivel. Observé al copo de nieve dormido en la cama, ajeno a la situación que había creado... que envidia me da a veces 

Una vez que la bañera estuvo lista, ajusté la temperatura del agua y luego regresé a la habitación para levantar al zorua con cuidado. Su pequeño cuerpo todavía estaba calentito y se movía un poco, seguro por andar perturbando su sueño  

con cuidado y delicadeza me acuesto lentamente en la bañera con mi copito de nieve pegado en mi pecho para solo hundirlo lo justo y necesario para limpiarlo.  El agua tibia empezó a rodearlo, y el copo de nieve abrió un ojo, mirándome con curiosidad mientras se despertaba por completo

— lo siento bolita de algodón, pero hay que bañarnos — susurre con cariño en mi voz mientras acariciaba su copete con delicadeza 

Usando una esponja suave, comencé a limpiar el pelaje del zorua, eliminando cuidadosamente cualquier rastro de su travesura mañanera. El zorua se dejó hacer, bostezando de vez en cuando como si el baño fuera parte de su rutina diaria... mínimamente esto me dice que no voy a tener problemas para bañarlo en un futuro 

— en un futuro... — miro a mi hijo con ternura mientras seguía limpiándolo con este disfrutando de la sensación del agua caliente  — mi hijo —  esas dos frases de alguna forma fueron chocantes para mi... aun estoy asimilando donde estoy y el como llegue 

un pequeño gruñido me saco de mis pensamiento, me volví a concentrar en mi copito para notar que el gruñido era su estomago, un mensaje que me avisaba que ya era hora de comer para mi pequeño  

Después de asegurarme de que el zorua estuviera limpio y seco, lo envolví en una toalla mientras salíamos del baño. Pasando por el lado de la habitación, veo la cama hecha un desastre y aun bastante húmeda por la travesura de mi pequeño... mejor lo limpio antes que el olor se impregne 

—bueno al menos nosotros si estamos limpios— miro a mi pequeño envuelto entre las toallas para después recoger las sabanas empapadas con este acurrucado en uno de mis brazos  

La mañana apenas comenzaba, pero ya me preguntaba qué más nos depararía este día... por como me van las cosas segura una mierda pero ¡hey! no pierdo nada con ser optimista... bueno, talvez un poco de mi cordura pero creo que esa ya esta lo suficientemente decaída como para que me deje de importar 

llevo a mi niño a la cocina para dejarlo apoyado en la mesada de la cocina para después repetir la misma aventura de anoche, calentar un poco de leche, ponerlo en una jeringa y después darle poco a poco a mi hijo para que no se ahogue mientras lo acunaba en mis brazos 

mientras lo seguía alimentando otro rugida de tripa sonó... esta vez era yo, mi copito me miraba curioso  por el sonido proveniente de mi —Sí, papi también necesita alimentarse de vez en cuando— rio levemente por la mirada tan tierna que me daba mi hijo dándome la obligación de acariciar el pelaje en sus cachetes 

abrió el refri para agarrar una manzana de este para después ver las otras frutas que son la únicas cosas aptas para que yo consuma  claro que si es que no termino tan hambriento que hasta ni me pensaría comer el perejil así nada mas 

acuno a mi hijo mientras empiezo a comer la manzana mientras me quedo pensando en el tema de la comida... al revisar talvez unos 4 días para que me dure la comida a mi y a mi hijo unas semana si soy optimista 

—sip parece que tenemos un problemita... — eso me hizo recordar algo bastante importante... mi pequeño me miro algo extrañado como si no entendiera el problema... bueno recalco de nuevo, no es como si entendiera algo por ahora realmente

lo levante un poco para que quedara cerca de la altura de mi cara mientras lo miraba con curiosidad —no tienes un nombre...— le veo con algo de incomodidad, tan repentino fue todo pero eso no quita que ni nombre le puse

El zorua me observó con sus grandes ojos amarillos, como si estuviera atento a cada palabra que salía de mi boca. Le acaricié suavemente la cabeza mientras pensaba en un nombre adecuado para él.

—mmh.. Blizard? — la expresión de mi niño no parecía muy a gusto con el nombre, al menos así lo veía yo —vamos mi copito colabora un poquito... papi no es bueno en esto— lo miraba con ternura y una leve sonrisa nerviosa para suplicarle

con la penetrante mirada de mi hijo sobre mi solo termino por dar un leve suspiro decepcionado, bien... dejemos lo del nombre para después, total Blizard no era un buen nombre. acunaba al pequeñín entre mis brazos mientras me iba a la mesa para sentarme en una silla y relajarme un poco. Parece que no pero tener un niño te consume mucha energía mental en un instante 

que suerte tenia con que fuera un niño muy tranquilo, seguramente ya me quisiera sacar la cabeza si fuera de eso que viven llorando por cada cosa que le pasara —pequeño angelito—  doy otro bocado a la manzana pensando en que podía hacer 

Obviamente no podía hacer el flojo por muy tentador que fuera pasar el día jugando con mi hijo, la comida no se pagara sola, buscar un trabajo será la mejor idea pero ¿donde?... en estos momentos me arrepiento enormemente de que mis estudios sean de especialidad en administrador de empresas... que pena que ahi no te enseñan a cuidar niños

 —je mejor denme el titulo de administrador de infantes — reí por lo bajo por mi propio mal chiste mientras termino mi manzana dejando el corazón de esta en la mesa para después ver a mi niño que tenia una cara de que estaba apunto de quedar dormido... publico exigente para el humor 

lamentablemente para el no era hora de dormir, me levante de la mesa para estirarme un poco y despertar a mi hijo en el proceso, cosa que parece molestarlo un poco por su carita de molestia mientras se movía en busca de acomodarse y hacia ruidos como gruñidos suaves como si fuese un reclamo

me moví hacia la puerta principal del departamento, estando esta bastante agitada y con el picaporte algo suelto... seguro una leve consecuencia del momento en la que la forcé,  si es que pegarle una patada a una puerta se considera forzarla... creo que aun tengo una astilla en mi pata 

abrí la puerta que ya ni seguro tiene y salí para los pasillos de los departamentos fijándome que no había nadie, seguramente es algo inseguro andar en un lugar sin ni siquiera una puerta con llave pero vamos ¿Quién robaría un departamento abandonado, mohoso y feo?... ah es verdad... yo

interrumpiendo mis pensamientos sobre el tema siento unos cuantos tirones de mi melena para abajo, volteando a ver notando que era mi niño que tiraba de algunos mechones de mi melena que se abran caído hacia el y por curiosidad y jugueteo los tira. solo pude esbozar una leve sonrisa por lo lindo que se veía

— mmh... déjame intentar hacer algo copito — saco de sus cobijas a mi niño cosa que lo molesto todavía mas queriendo volver a estar tapado por estas moviendo sus piernitas en un intento de estar de nuevo con estas, je hasta parecía que estaba criando a un humano y no a un zorua 

reí por el teatro que hacia mi pequeño por unas simples sabanas, lo acerque mas a mi para abrazarlo levemente para no aplastarlo y después darle pequeños besos en su frente para intentar apaciguar su enojo 

para no separarlo del todo de su cobija las doblo un poco para que tengan forma de triangulo y después atarlo por debajo del pelaje que recubre su cuello así tapando gran parte de la espalda de mi pequeño, una zona bastante sensible al frio para los zorua incluso los hisui. no puedo contar la cantidad de veces que me enferme por no hacerle caso a mamá y taparme la espalda...

para este punto me parece que mi niño andaba algo confuso... como siempre, pero inmediatamente lo muevo hacia mi melena con algo de dificultades para meterlo ahí pero cuando por fin creo que el entendió lo que trataba de hacer este se aferro a mi melena por dentro y con la densidad de esta quedo plantado ahí

ahí dentro estaba lo suficiente mente tibio para el y estaba seguro que por mucho movimiento que hiciera no se iba a caer... me pregunto porque mamá nunca hizo esto conmigo y con mi hermanita. es casi instintivo para los dos, claro que hacia peso en mi cuello pero curiosamente no se me iba para atrás y eso que mi niño no era algo liviano 

empecé una caminata por las escaleras del edificio hacia la salida de este y asegurándome que nadie me vea  salir de un nido de ratas en el cual es mi hogar temporal... algo de orgullo me queda o al menos eso quiero pretender

no había mucha gente afuera seguramente por el frio y la humedad que pesaba en el ambiente generando niebla o el agua que aun quedaba de la tormenta de anoche y el sol que se filtraba por la ventana del departamento cuando me desperté, parece que solo fue para joderme... porque ahora ni vestigios dejaron las nubes de este 

para cualquiera un dia de mierda... apara mi un día perfecto para no toparme con indeseados y gente que se pregunte mi presencia en el edificio abandonado en el que paso el día, doy un paso fuera del edificio para terminar pisando un charco de agua con barro manchando todo mi pelaje de mi pierna... olvídenlo es un día de mierda como lo demás 

salgo del charco e intento sacar un poco del agua agitando la pierna mientras insultaba por lo bajo así mi niño no me escuchaba —me bañe hace menos de 15 minutos... —

continuo caminando por las calles de la ciudad algo perdido, yo nunca estuve por esta partes de la ciudad donde todo parecía bastante sucio... talvez debí de planear a donde ir antes de salir, supongo que el centro será un comienzo

y así comencé a caminar hacia el centro de la ciudad donde se encuentra gran parte de las empresas lo que es igual a oportunidades de trabajo, vengo de una universidad de prestigio les debe de interesar en algo de mi

fue una hora de una larga, dolorosa y sucia caminata hacia el centro, en serio ¿por que están tan sucias las calles? ahora una parte de mi pelaje tiene barro y que mi pelaje sea blanco no ayuda cuando vine aquí no note lo degastado que estaba todo, tal vez por la desesperación por escapar de la tormenta de esa noche

en el viaje fui revisando a mi copito para asegurarme que no se este cayendo de mi melena y que este cómodo, al parecer así fue ya que se quedo dormido en el camino trayendo algunos inconveniente con eso, mi melena ahora tenia saliva de zorua o que me tenia que cuidar de lugares ruidosos para no despertarlo ¿pero quien puede culparlo? al final se ve muy adorable durmiendo

llegando al lugar me no fue una sorpresa que incluso pese al clima este lleno de gente, tal vez ayuda un poco el hecho de que aquí las calles si están bien hechas ¡y con desagües que no están tapados por la basura! pero bueno, no era momento para pensar en ello así que solo camine por la zona  en busca de alguna empresa que pudiera reconocer 

después de un rato caminando el estomago me empezó a rugir de nuevo, ya abre estado caminando por una hora y media aprox pero al fin encontré un lugar, Laux-corp una empresa constructora bastante conocida internacionalmente, una propuesta perfecta para empezar... creo 

el edificio era imponente y mi apariencia actual no era la mas favorable, se notaba a leguas mi cansancio por la larga caminata y el hambre por la poca alimentación pero mi madre dijo que una sonrisa aleja toda amargura, así que  inhalo hondo para luego sacar una sonrisa de oreja a oreja para después entrar aparentando estar relajado y fresco 

el lugar era impresionante con mármol blanco pulido y muebles modernos de madera, todo hacia que me sintiera algo fuera de lugar pero guarde la compostura o al menos aparentaba guardarla

me acerque a la recepción que estaba frente a la entrada, ahí estaba una mujer humana que al entrar me pareció que me vio con algo de curiosidad o rareza pero dejo de hacer lo que sea que estuviera haciendo para hablarme —hola, se le ofrece algo joven?— su voz era suave y con un tono formal

— bueno días, venia a preguntar si tenían puestos de trabajo disponibles—  le di una cálida sonrisa a la mujer pero esta no me la devolvió, me miro de abajo hacia arriba con una mirada despectiva como si me estuviera analizando quedando en silencio por un largo minuto

me empecé a poner bastante nervioso con su mirada sobre mi pero al momento esta solo dio un suspiro como si estuviera algo agotada o decepcionada para después sacar unos papeles de debajo de la recepción —vaya a sentarse y llene este formulario, cuando termines vuelve y te diré que hacer—

agarre los papeles algo confuso por la actitud de la mujer, tampoco me veo tan mal para que me trate así ¿verdad? me fui a donde me indico y empecé a llenar el formulario con calma, mientras lo hacia pude ver de reojo como se acercaba un hombre a la recepción, parecía ser su compañero por traer el mismo uniforme que la mujer

hablaron por un rato de diferentes cosas mientras yo llenaba el formulario pero por un momento el hombre volteo a verme algo extrañado para después voltear a ver a su compañera y hablarle —y ese chico de ahi?— 

supongo que ni se molestaba en susurrar ya que estaba a una distancia considerable de ellos pero creo que nunca le dijeron que los oídos de muchos pokemon son mas agudos que el de los humanos. Continúe escuchando por curiosidad lo que fueran a decir de mi así que me concentré en lo que dijeran 

— nadie importante, solo otro que cree poder estar aquí— nadie importante? ja! claro, como si usted fuera la reina de Paldea, el tono con el que se refirió a mi si fue algo que despectivo y decepcionado por alguna razón

ahora, algo enojado me dedique a terminar lo ultimo de los papeles para levantarme de mi asiento y dirigirme a esos dos, talvez le azote las hojas en la mesa con algo de fuerza innecesaria cosa que le gano un leve susto a ella y siendo sincero... lo disfrute un poquito, solo un poquito no lo vuelve pecado

 — ya esta— esta ve use un tono más formal y sin una sonrisa ella no merecía ver mi sonrisa... hoy en día solo mi copito se la gana pero eso no viene al tema, la recepcionista me vio con esa misma cara de póker para después levantarse de su asiento

 —muy bien joven, sígame— ella salió de su lugar en la recepción para después hacerme señales para que la siga, solo asentí para empezar a seguirla, le voy a demostrar a esta mujer como no soy cualquiera de los... porque hay tanta gente aquí?   

la mujer me llevo a una sala de espera por lo que parecía, la cual estaba hasta el tope de gente ya sean humanos o Pokémon y eso que el lugar no era pequeño, algunos estaban leyendo papeles en voz alta como si estuvieran practicando para una obra de teatro y otros sentados esperando con paciencia y una caras de amargados   

— que pasa aquí? quienes son ellos?— mi tono de voz era perplejo por la vista del lugar exageradamente lleno de gente y parece que la secretaria que me guie se dio cuenta de lo confuso que andaba por la mirada que medio para después hablar

—son tu competencia — ella empezó a caminar para volver a su lugar pero antes de irse del lugar ella se detuvo por un momento y volteo a verme con esa cara de poker —te recomiendo que te pongas cómodo— dicho eso ella se retiro... supongo que tendré que tomar su consejo, no parece que esto vaya a ser rápido

Ahora me encontraba entre una multitud de personas, buscando desesperadamente un lugar libre donde poder sentarme y esperar mi turno ¿Cómo podía haber tanta gente aquí? Era como intentar encontrar un oasis en medio del desierto. Finalmente, decidí apoyarme en una pared, tratando de hacerme un espacio entre la multitud... esto va a ser largo

.

.

.

.

siento como si mi cabeza fuese a explotar, este dolor era terrible tanto palabrerío sumando este ambiente tan cargado ya me generan factura y mi espalda dolía, como si la estuvieran aplastando lentamente supongo que por consecuencia de no haberme movido de esta pared ya que ningún asiento que tuviera a la vista se desocupara

¿Cuánto tiempo paso? no lo se... unas 4 horas quizás? mi sueño me dice que eso es algo probable, pero lo único que sé es que voy a matar a alguien si siguen hablando, en serio ¿Por qué mierda hablan en voz alta? pueden perfectamente repasar en sus cabezas y si no es asi tampoco es necesario hablar alto 

un fuerte rugido en mi estomago empezó a sonar de repente... perfecto, simplemente perfecto no solo estoy fatigado, con dolor de cabeza y espalda si no que ahora hay que sumarle hambriento ¿Qué más puedo desear? aunque bueno... tampoco es una sorpresa teniendo en cuenta que en estos 2 días solo comí una manzana

de vez en cuando revisaba a mi hijo sobre mi melena quien seguía dormido seguramente cuando despierte estará hambriento al igual que yo. mi cabeza ya no estaba en su lugar para este punto, tenia mis sentidos nublados por completos solo podía voltear a ver a mi alrededores buscando algo interesante que ver y... nada ¿Qué podía esperar encontrar?

solo apoyo mi cabeza sobre la pared asegurándome antes de que no sea donde mi hijo este. ya andaba bastante estresado y ni siquiera entre a la entrevista aun... entrevista eso me recordó unas palabras

"entrevista de trabajo? no necesitas ir, solo dime lo que quieres y te lo comprare" je... vete a la mierda pa... espero que estés feliz ahora con donde estoy ¿Cómo era tu frase? a si! "los Klein siempre son familia" me pregunto si pensaste en eso mientras me sacabas a patadas de la casa con mi bebé en brazos

solté un leve bostezo por el cansancio, no quiero seguir pensando en toda esa mierda de mi familia tengo algo mas importante entre manos o mejor dicho entre mi melena 

— Ryan Klein!? —  al escuchar esa voz gritar mi nombre levante rápidamente mi cabeza y mis orejas buscando el origen de la voz que me llamaba, rápidamente vi a un hombre trajeado parecía como treintañero recién cumplido 

Al escuchar mi nombre, reaccioné rápidamente, incorporándome con torpeza debido al dolor de espalda y la fatiga acumulada. Mis ojos se posaron en el hombre trajeado que me llamaba, tratando de enfocarme en su rostro a través del mareo persistente.

— Sí, soy Ryan Klein —respondí, intentando mantener un tono de voz firme a pesar del agotamiento que me embargaba

el hombre me dedicó una mirada evaluadora, como si estuviera tomando nota mental de mi apariencia desaliñada y mi expresión cansada

— Está bien, sígueme por favor —dijo girándose hacia el interior del edificio sin esperar mi respuesta

con pasos vacilantes, lo seguí hacia el interior del lugar, sintiendo como si estuviera arrastrando los pies. Apenas podía concentrarme en las palabras del hombre mientras caminábamos por pasillos interminables, adornados con lujosas decoraciones que contrastaban fuertemente con mi estado desaliñado.

finalmente, llegamos a una puerta con el letrero "Entrevistas" en letras doradas. El hombre abrió la puerta y me indicó que entrara

— El gerente estará contigo en un momento. Por favor, siéntate y espera aquí —dijo, señalando hacia una silla frente a un escritorio elegante

me dejé caer en la silla con alivio, agradecido de poder descansar mis piernas doloridas. La espera continuaba, pero al menos había avanzado un paso más hacia la posibilidad de conseguir un trabajo

un fuerte rugido volvió a salir de mi estomago pero esta vez venia con un fuerte dolor incluido haciendo que me agarrarme con fuerza el estomago mientras me retuerzo un poco. no se cuanto podre durar así pero es seguro que no mucho pero al menos intentare soportar

inmediatamente sentí la puerta detrás de mi abrirse lo que me hizo enderezarme en la silla rápidamente y luego voltee a para ver entrar al mismo hombre de antes que me trajo aquí pero esta vez acompañado por un otro hombre bastante más mayor como unos 60 mínimo, el hombre mayor tampoco parecía tener una cara de muchos amigos 

me levante con dificultad de mi asiento para darme la vuelta y mirar a los dos hombres y ofrecerle al mayor como un saludo cordial —un saludo, me llamo Ryan — el hombre solo miro mi mano por un momento para después mirarme a mi analizándome, supongo que esa es la forma de saludar para esta gente 

después de unos segundos el hombre paso de largo directo al escritorio frente a la silla en la que estaba sentado siendo seguido por su acompañante... en serio estoy dando todo de mi por siquiera esbozar una sonrisa

El hombre mayor se sentó detrás del escritorio con una expresión impasible, mientras su acompañante permanecía de pie a un lado. Me quedé de pie frente al escritorio, sintiendo la incomodidad y la tensión aumentar con cada segundo de silencio. trataba de mantener la compostura pese al hambre  y al cansancio 

me senté en la silla frente al escritorio y note como el hombre mayor se puso a leer unos documento y su compañero parado a su lado preparo su garganta para hablar —bueno joven Ryan por que crees que debes trabajar aquí— 

me puse a pensar un momento en lo que iba a decir y prepare mi garganta para no sonar cansado — bueno y- — fui interrumpido inmediatamente  por el hombre mayor que alzo su mano para que me detuviera y hablar el

— olvídalo niño... eres inútil para esto— el hombre hablo de forma contundente sin ni siquiera dejarme hablar, el nunca saco la vista a los documentos en sus manos como si no le importara realmente  

me quede congelado apenas esas palabras salieron de su boca y empecé a sudar frio ante la idea ¿tanto para nada?  ¿Cómo puede decir eso si ni siquiera me dejo hablar?  rápidamente intente levantar la voz para defenderme, pero las palabras se quedaron atascadas en mi garganta. Miré al hombre mayor con incredulidad, tratando de comprender su evaluación tan rápida y despectiva.

El hombre mayor continuó sin levantar la mirada de los documentos, como si mi presencia ya no fuera relevante. Su acompañante permaneció en silencio, observándome con una expresión neutral.

— Pero... —intenté decir, pero las palabras apenas salieron en un susurro.

— No hay necesidad de continuar. Hemos perdido suficiente tiempo ya —dijo el hombre mayor, finalmente levantando la vista para encontrarse con mi mirada.

Me quedé boquiabierto, sin saber qué decir o hacer. La humillación y el rechazo me golpearon con fuerza. Traté de recoger mis pensamientos, pero mi mente estaba nublada por la fatiga y el hambre.

— Lo siento, pero... —comencé a balbucear, pero el hombre mayor levantó la mano para interrumpirme de nuevo.

— No hay discusión. Por favor, retírate —sentenció, volviendo su atención a los papeles y su compañero volteo a verle parece que sentía algo de pena por mi situación por la que estaba pasando en este momento

—señor... creo que podríamos darle una oportunidad— su voz era suave y compasiva... bueno al menos alguien se puso de mi lado hoy pero para este punto dudo que cambie algo de lo que pase 

el hombre volteo a ver su compañero algo enojado —por supuesto que no! este chico ni siquiera tiene los estudios necesarios para estar aquí ni hablar de la experiencia y aun con eso se cree con el derecho de venir aquí a solicitar trabajo y hacernos perder nuestro tiempo —

sus palabras cayeron sobre mi como si fuese un balde de agua fría, un nudo se hizo sobre mi estomago y mi sueño se hicieron menores frente a lo que me hizo sentir sus palabras... lo peor es que sabia que era verdad 

— y-yo lo sien... — trataba de sacar las palabras de mi boca pero era imposible, como si mis palabras se atascaran en mi garganta y creí que eso me gano la mirada de los dos  

— ahórrate las disculpas niño y vete antes de que nos hagas perder aun mas el tiempo — el hombre mayor se volteo a su compañero —trae al siguiente y llévate a este niño de aquí — 

su compañero asintió y se dirigió a la puerta de la oficina marcándome la salida, me levanté de la silla con torpeza, sintiendo un nudo en la garganta y un vacío en el estómago. Mis esperanzas se desvanecieron mientras caminaba hacia la puerta, ignorando la mirada de lástima del acompañante del hombre mayor.

mi caminata a la salida fue lenta no estaba muy lejos de arrastrar los pies por el suelo, mi cabeza estaba por explotar tenia mis pensamientos nublados para este punto solo quería llegar a la mierda que llamo hogar, acostarme en mi cama y dormir

hasta que de fondo escuche un relámpago... levante mi cabeza para ver la salida del edificio, por... que... mierda... es... de noche? no pude estar aquí tanto tiempo... verdad!? y para rematar una tormenta tan fuerte que parecía inundar las calles... de puta madre ¡DE PUTISIMA MADRE! ¿¡algo mas Arceus!?

ahora que? voltee a ver la recepcionista, era una diferente a la que me tope esta mañana y esta ni se dio cuenta de mi presencia en el lugar estando ocupada en sus asuntos... ya para que? solo pase de largo saliendo del edificio empezando a empaparme todo 

trate de correr a un lugar seguro pero la oscuridad no me dejaba ver por dónde iba. Tropecé varias veces con los charcos formados por la lluvia torrencial, mi ropa empapada se pegaba a mi piel y mi visión se nublaba con cada relámpago que iluminaba el cielo oscuro

Mientras corría sin rumbo, sentí un tirón repentino en mi melena. miré hacia atrás para ver a mi hijo, empapado y temblando, en el suelo, su pequeño cuerpo cubierto de barro y agua sumando su mirada de terror. El corazón se me detuvo por un momento, el miedo y la culpa se apoderaron de mí. Me acerqué a él rápidamente, me agache para levantándolo con cuidado entre mis brazos temblorosos

— perdón perdón perdón perdón... — repetía constantemente sin parar mientras lo acercaba a mi pecho en un inútil intento de cubrirlo de la tormenta que nos azotaba... un llanto de mi hijo asustado se empezó a escuchar incluso con los fuerte relámpagos 

estoy perdido, empapado, con frio, hambriento, cansado y con un niño en brazos ya no se que hacer de repente siento mis ojos arder levemente... empecé a llorar, toda esta mierda me podía y lo único que hago es abrazar a mi hijo, por favor arceus... solo te suplico un poco de ayuda... solo un poco no puedo yo solo, no lo hagas por mi hazlo por mi niño... no es su culpa 

— ¡joven!— una voz femenina se escuchaba entre medio de toda la tormenta, levante mi cabeza buscando el origen de la voz pero me era casi imposible ver algo entre tanta oscuridad y la lluvia 

pero supongo que no necesite verla cuanto sentí que la tormenta paraba de golpearme de repente haciéndome mirar arriba con sorpresa, logre ver un paraguas siendo sostenido a dos manos por una mujer, no podía verla muy bien debido a las lagrimas en mis ojos que nublaban mi vista pero llegue a escuchar mi voz nuevamente

— joven tiene que levantarse! la tormenta puede hacerle daño— aun seguía perplejo pero intento levantarme del suelo y supongo que al hacerlo ella logro divisar a mi niño sacándole el aire de la sorpresa y seguidamente agarro mi mano con fuerza —tiene que acompañarme—

la mujer me llevo con ella intentando taparme a mi niño y a mi con el paraguas mientras ella me llevaba yo intentaba agarrar con fuerza a mi niño con mi brazo libre aferrándolo a mi pecho

 resulto que adonde nos llevaba no era a mas de dos calles de distancia siguiendo recto por donde estaba y parecía ser una cafetería que aun tenia sus luces encendidas, ella nos hizo pasar rápidamente al lugar, estaba cálido en el interior pero igual mi hijo y yo estamos temblando de frio por andar empapados

— Ana trae toallas rápido! — la mujer que nos trajo empezó a gritar a alguien que no parecía estar en el lugar, ella nos llevo  una mesa y nos hizo sentarnos en la silla para después irse yo aun tenia a mi niño temblando en mis brazos... todo esto es mi culpa, lo abrase con fuerza para pasarle al menos algo de calor

al momento volvió la mujer que nos trajo aquí, ahora que si la podía ver bien traía un uniforme de camarera supongo que trabaja aquí, ella me paso una toallas para mi y mi hijo tenia una expresión preocupada en su rostro

me apresure en tomar las toallas para empezar a secar y tapar a mi hijo rápidamente, le tuve que sacar su trapito que le ate en el cuello ya que se empapo y ensucio todo de barro. una vez ya lo vi seco lo arrope entre las toallas que me dieron para después acunarlo entre mis brazos mientras acariciaba levemente su carita. el aun sufría unos espasmos por haber llorado tanto y el frio 

— toma esto — voltee a ver al frente para ver a esa mujer, su expresión era de preocupación y simpatía. vi que ella me trajo lo que parecía ser un chocolate caliente   

aparte la mirada avergonzado —n-no puedo pagarlo...— mi voz salía entrecortada por el frio que hacia temblar mi cuerpo pero logre divisar de reojo como ella acercaba la taza más a mi haciéndome voltear a verla por curiosidad 

— no te preocupes por eso, joven va a cuenta de la casa— ella dio una sonrisa tranquilizadora invitándome a tomar de la taza 

lentamente lleve mi mano libre a la taza para después tomar un sorbo de esta, era dulce pero no al punto de ser empalagoso estaba en el punto justo era extremadamente sabroso, inmediatamente  vi como gotas empezaron a caer sobre el chocolate caliente... estaba llorando de nuevo, la mujer me vio confundida seguro por no entender mi llanto 

— s-se lo agradezco mucho... de corazón — trataba de hablar sin que la voz me temblara tanto al gesticular mis palabras, solo pude agachar la cabeza por vergüenza que alguien me viera así de vulnerable la mujer solo me vio con pena en su mirada

 de repente se escucho como alguien pasaba por el lugar y al levantar mi mirada para ver era una Gardevoir que traía un delantal, el mismo que traía la mujer que me trajo aquí supongo que era a la persona a la que le grito porque en sus manos traía unas cuantas toalla

—aquí están las toallas que me pediste — la Gardevoir me miro por un momento y supongo que asumió que por mi pelaje empapado las toallas eran para mi por lo que me las pasa rápidamente para secarme

tome las toallas agradecido y empecé a secarme lentamente sin soltar a mi niño de mi brazos al mientras las dos mujeres compartían miradas confusas entre ellas para luego volver a verme  y la Gardevor dio un paso al frente para hablar

— Dígame, joven ¿cuál es su nombre...? —preguntó con amabilidad, su voz suave y tranquilizadora en medio de la atmósfera cálida de la cafetería.

Al escuchar su pregunta, me sentí un poco más tranquilo. Respiré profundamente antes de responder, tratando de encontrar la fuerza para hablar con claridad.

— Soy Ryan... Ryan Klein —respondí mirando a la Gardevoir y luego a la mujer que me había llevado aquí

la gardevoir solo asintió mientras se sentaba al lado de su compañera frente a mi acomodándose una poco mientras miraba la tormenta en la ventana al lado de nosotros, supongo que pensaba en su siguiente pregunta

— y dígame ¿que hacia con su hermanito en medio de esta tormenta?— mis ojos se encontraron con los de ella, pude ver su curiosidad en sus ojos y por una ves no me hizo sentir juzgado, inhale profundo para después soltar la bomba 

—n-no es mi hermano... es mi hijo— hable de forma suave mientras trataba de hablar con este nudo en mi garganta para después tomar otro sorbo del chocolate mientras miraba a mi hijo acomodarse un poco entre mis brazo

pude ver la sorpresa en la expresiones de las mujeres mientras compartían una mirada entre ellas para luego volver a verme a mi, esta vez la mujer humana fue la que se preparo para hablar acomodándose en su asiento apoyando los codos en la mesa 

—entiendo... y como llegaron ahí — su mirada se veía preocupada casi ansiosa por saber lo que ocurría... no se que veían de interesante en mi pero supongo que contarles es lo mínimo que podía hacer para agradecerles 

— no tengo mucha comida para mi ni para mi niño... asi que hoy decidí salir a buscar trabajo en el centro... supongo que apunte muy arriba y perdí el tiempo...— baje la mirada hacia mi hijo que aun temblaba de frio, pude escuchar como su estomago rugía con todo lo que paso y termine peor de como empecé 

la humana que me trajo volteo a ver a su compañera para susurrarle algo a su compañera recibiendo un asentimiento de esta, después la gardevoir se levantara y fuera detrás del mostrador donde se atendían los clientes supongo que en dirección a la cocina del lugar, pero no se a que fue exactamente

— entonces... ¿Cómo se llama? — la voz de la mujer me saco de mis pensamientos, volteando a verla esta tenia una cara de curiosidad, no había entendido su pregunta y supongo que ella descifro eso de mi cara de confusión —tu hijo... como se llama? — 

al escuchar la pregunta me incomode bastante devolviendo ala mirada a mi niño y me quede pensando un rato largo ¿Cómo le digo que no tiene nombre? pensara que lo secuestre o algo así. me quede mirando el rostro de mi niño poniendo mi cabeza a trabajar con las pocas energías que me quedaban hasta que una idea paso por mi cabeza

— Ángel... es mi Ángel — repetí, acariciando suavemente la cabeza de mi hijo mientras él me miraba con curiosidad, la mujer miro con ternura la interacción de mi hijo y yo riéndose levemente 

— un lindo nombre para un niño tan lindo tan lindo, se nota que eres un buen padre— sus palabras me llenaron con calidez, sorprendente que un comentario tan simple me haga sentir tan bien

en un momento la gardevoir volvió al lugar con un baso lleno de leche que dejo en la mesa —es para tu niño, no es lo mas proteico pero es lo mejor que tenemos— me paso el baso de leche cerca de mi mientras me miraba con una sonrisa amistosa

 mire a la gardevoir con gratitud al tomar el baso note que la leche ya estaba tibia— muchas gracias pero... no puedo darse así nada mas puede ahogarse— me rasque la nuca algo incomodo, siento que solo estoy abusando de su amabilidad

—no te preocupes por eso — la gardevoir mi dio una sonrisa y extendió su brazo en dirección al baso y su mano se lleno de una energía morada, la leche del bazo empezó a levitar en pequeñas burbujas que se movían en dirección a mi hijo  que vio las burbujas con curiosidad, unas de estas burbujas se acerco a su boca y este por curiosidad y abrió la boca para para tomar la burbuja y tragarla

— impresionante... — veía divertido como mi hijo veía las burbujas  e intentaba comerlas sacándome unas risitas en el proceso a mi y a las otras dos mujeres — pocas veces veo a un psíquico usar su habilidades—

—muchos dicen que el mundano usarlas de esta manera yo lo veo como algo gracioso— la gardevoir me respondió con una risita leve disfrutando de la confusión de mi hijo 

— ahora que lo pienso no pregunte por sus nombres... — dije con una duda evidente, ya no tenia que esforzarme tanto al hablar de forma decente, supongo que lograron hacerme sentir cómodo en este lugar y supongo que mi hijo de cierta forma también lo andaba disfrutando

—mi nombre es Ana— la gardevoir señalo a su compañera para después hablar —ella es Mari y supongo que intuyes que trabajamos aquí— 

asentí levemente a la gardevoir sonriéndole —de nuevo gracias por su amabilidad...— volteé a ver a la ventana, en todo este tiempo la tormenta no había cedido ni un poco ¿Cómo iba a volver a casa?

— puedo llevarte si lo deseas— al voltear sorprendido veo que Mari me veia preocupada —tenemos que cerrar pero si quieres puedo llevarte en mi auto — que arceus bendiga a estas dos mujeres de amabilidad pura

— estas... segura? n-no nos conocemos de nada— la mire confundido por toda esta ayuda que me esta dando sin motivo alguno ¿Cómo alguien puede ser tan amable? sobre todo con alguien que no conoces 

— Claro que sí, Ryan. No te preocupes, estamos aquí para ayudarte —dijo Mari con una sonrisa tranquilizadora mientras se ponía de pie.

Me sentí abrumado por la generosidad de estas dos mujeres que acababa de conocer. Era difícil para mí aceptar tanta ayuda de desconocidos, pero en ese momento, no tenía muchas opciones

— No puedo agradecerte lo suficiente por esto, Mari. Estoy realmente agradecido —respondí con sinceridad, sintiendo un nudo de emoción en la garganta nuevamente, realmente no sabia como agradecerles

 Ana sonrió levemente supongo que mis palabras la enternecieron — Es lo mínimo que podemos hacer. Vamos a preparar todo y saldremos en cuanto estemos listas —dijo ofreciéndonos su apoyo

Mientras esperábamos, me aseguré de que Ángel estuviera cómodo y seguro en mis brazos. miré a las dos mujeres que nos estaban ayudando y sentí una profunda gratitud por su amabilidad y comprensión en un momento tan difícil para nosotros

Poco después, Mari regresó con unas llaves en la mano y se despidió de sus compañeros de trabajo nos dirigimos juntos hacia la salida de la cafetería, protegidos por el paraguas que Ana sostenía sobre nosotros

— Vamos a mi auto, está estacionado cerca —dijo Mari mientras caminábamos hacia la puerta

Caminamos hacia el auto de Mari y nos subimos, protegidos del frío y la lluvia. Mientras el auto avanzaba por las calles mojadas, me pregunté qué depararía el futuro para Ángel y para mí. Pero en ese momento, estaba agradecido por el refugio y la ayuda que nos ofrecían estas dos almas bondadosas

.

.

.

.

El viaje fue largo y sobre todo incómodo. No hubo ningún sonido aparte de la lluvia golpeando el auto de Mari y las indicaciones que le daba de vez en cuando para guiarla a mi "casa". Ángel se mantenía tranquilo en mis brazos, aún con señales de cansancio después de todo lo que había pasado esa noche.

Finalmente, el auto se detuvo frente a un viejo edificio abandonado. Miré por la ventana y vi las paredes agrietadas y las ventanas rotas, un lugar que apenas podía llamarse hogar. Me sentí avergonzado de traer a estas mujeres aquí, pero era todo lo que tenía.

— Llegamos, Ryan —dijo Mari, con una expresión preocupada en su rostro al mirar el edificio.

Me giré hacia ellas, sintiendo la tensión en el ambiente. Quería agradecerles nuevamente y despedirme, pero antes de que pudiera abrir la boca, Ana habló con una mirada determinada en sus ojos.

— Ryan, escucha. Entendemos que las cosas no son fáciles para ti en este momento. Te hemos visto en una situación difícil hoy, pero creemos que podrías usar algo de estabilidad. ¿Qué tal si consideras trabajar con nosotros en la cafetería? Podrías empezar mañana mismo, y podrías traer a Ángel contigo si lo necesitas —propuso Ana, su voz suave pero firme.

Me quedé atónito ante su oferta. Trabajar en la cafetería parecía una oportunidad increíble, pero también sentía una oleada de dudas y miedos. Sin embargo, el deseo de asegurar un futuro mejor para Ángel superaba cualquier reserva que tuviera.

— Ana, Mari, no sé qué decir... —comencé, luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar mi gratitud y mi incertidumbre.

— no tienes que decir nada ahora, solo consúltalo consúltalo con la almohada— Mari me sonreía desde espejo retrovisor  — ahora ve antes de que esta tormenta empeore 

Asentí, sintiendo un nudo en la garganta ante la generosidad de estas mujeres. Me volví hacia Ángel, acariciando suavemente su cabeza mientras él me miraba con curiosidad. ¿Qué futuro nos esperaba en este lugar abandonado? No lo sabía, pero Ana y Mari me habían ofrecido una oportunidad que no podía ignorar

— Gracias, de verdad. Lo pensaré — respondí con sinceridad, sintiendo un leve atisbo de esperanza en medio de la tormenta que había sido mi vida últimamente

con cuidado, salí del auto con Ángel en brazos, sintiendo el frío de la lluvia golpeando mi rostro miré una vez más a Ana y Mari a través de la ventana del auto, agradeciéndoles con la mirada antes de dirigirme hacia la entrada del edificio

pase por los polvorientos pasillos hasta llegar a la puerta rota de mi departamento, al abrirla para lo primero en encontrarme una gotera en la mera entrada... hogar dulce hogar, me moví hacia la cocina del departamento buscando entre todo el desorden 

— Aguanta un poco más, Ángel — susurré, como si mi hijo pudiera entender mis palabras. Lo abracé con fuerza mientras buscaba entre los objetos desordenados de la cocina, tratando de mantener una sensación de normalidad en medio del caos que nos rodeaba

Finalmente, encontré una olla vieja y oxidada. La coloqué con cuidado debajo de la gotera, observando cómo el agua comenzaba a acumularse en su interior con un sonido monótono y persistente. Era solo un pequeño gesto, pero era lo mejor que podía hacer para mantener seco nuestro pequeño refugio

Después de asegurarme de que todo estuviera en orden por el momento, caminé con Ángel hacia nuestro dormitorio, buscando un lugar relativamente seco y seguro donde pasar la noche, me acosté en la cama con Ángel en mis brazos

me puse de costado viendo directamente a Ángel en mi pecho, también fue un día agotador para el y se notaba por como era su carita de cansancio 

— Ey, Ángel — susurré con voz suave, mirando a mi hijo con ternura mientras sus ojitos adormilados se posaban en los míos. Su rostro angelical me recordó por qué seguía luchando, a pesar de todas las dificultades que enfrentábamos juntos. Tragué saliva, sintiendo un nudo en la garganta antes de continuar

— Tengo que decirte algo... — repetí, buscando las palabras adecuadas mientras acariciaba suavemente su cabecita. Ángel parecía escucharme con atención, como si entendiera la gravedad de mis palabras.

— Quiero que sepas que... lamento mucho haberte hecho pasar por esto. No es justo para ti, Ángel. Te mereces mucho más, un hogar cálido y seguro, comida suficiente y... y un futuro mejor — dije con sinceridad, luchando contra las lágrimas que amenazaban con caer.

Ángel simplemente me miraba con curiosidad, como si tratara de comprender mis palabras. Me mordí el labio inferior, sintiéndome abrumado por la culpa y la impotencia de no poder ofrecerle más a mi propio hijo.

— Hoy no fue un buen día para ti, y es culpa mía... soy un imbécil — admití, dejando escapar un suspiro entrecortado. Ángel hizo un pequeño gesto con sus manitas como si intentara consolarme, y eso solo hizo que mi corazón se partiera aún más.

— Pero, Ángel, prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para darte un mejor futuro. Voy a trabajar duro... — continué, buscando alguna forma de aliviar la carga emocional que sentía en ese momento.

Ángel dejó escapar un bostezo y cerró los ojitos lentamente, como si la tormenta y todo lo demás se disiparan en su sueño. Lo abracé con más fuerza, sintiendo un torrente de emociones encontradas mientras veía a mi pequeño descansar en mis brazos.

— Descansa, mi Ángel... mañana será otro día — susurré, dejando que mis propios ojos se cerraran lentamente, abrumado por la esperanza y la incertidumbre del mañana

.

.

.

.

Fin del cap

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro