⁵⁸°|[Presa]|°
〝↢【Carola x Focus】↣〞
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Un hombre de cabellos rubios atados a una coleta se encontraba caminando entre el espeso bosque de TortillaLand, conocido por sus criaturas únicas y mágicas.
Desde luego, muchas personas han llegado a merodear por los alrededores con la esperanza de encontrarse con una de esas fantasiosas criaturas para saciar su curiosidad.
Pero esta vez, aquél hombre de cabellos dorados no iba con esa intención.
Oh no, claro que no.
Él era un cazador llamado Carola, se ganaba la vida cazando presas tanto pequeñas como grandes para vender las pieles y la carne, viajado a varios pueblos donde ya era medianamente conocido con una buena reputación por la calidad de su producto.
Y al enterarse sobre aquél mágico lugar, supo identificar rápidamente que era el sitio del que alguna vez escuchó hablar a los vendedores ambulantes, esos que se movían de poblado en poblado con dos llamas acompañándoles con toda la mercancía que tenían por venderte.
Era un lugar nombrado por ellos como "dónde la riqueza abundaba", pues una sola criatura única de aquellas, podían darte una buena bolsa de oro.
Y a él le encantaba el oro.
Así que se preparó con sus mejores herramientas y tomó camino al bosque.
Bosque donde ahora se encontraba.
Tenía esperanzas de encontrarse al menos con un hada, incluso llevaba frascos preparados, pues los pueblerinos decían que era lo que más fácil podías lograr ver.
[•••]
¿Qué era aquello que miraba a la orilla del lago?
Después de un largo caminar había atrapado a un par de hadas desafortunadas, llegando hasta un claro del bosque con un enorme lago.
Y ahí en la orilla, miraba lo que parecía ser una persona tumbada sobre la hierba.
Rápidamente se acercó al creer que se trataba de un aldeano del pueblo.
Pero al notar un par de alas negras, supo que no era un pueblerino.
–Un híbrido–
Murmuró con los ojos tan grandes como platos debido a la sorpresa.
¿Tanta suerte tenía de encontrarse a un híbrido? Y más aún, herido e indefenso.
Rápidamente revisó su pulso, teniendo un ritmo constante, pero las múltiples heridas le decía que debía ayudarlo rápidamente.
Quitó su mochila del hombro teniendo cuidado de no romper los frascos donde tenía capturadas a aquellas dos hadas, para seguido sacar el kit de emergencia que llevaba siempre consigo por si sus días de caza salían mal.
¿Podría lograr llevarlo hasta casa?
[•••]
Unos ojos color carmín se abrieron lentamente, emitiendo de entre sus labios un pequeño quejido por la luz que daba contra su rostro.
Removió lentamente su cuerpo sonre la suave superficie en la cual descansaba.
¿Desde cuándo su nido se sentía así?
Y ahí, abrió los ojos completamente.
No era su nido...
Miró más a detalle el lugar, encontrándose con un techo de madera del cual colgaban algunos faroles que proporcionaban luz, las paredes eran de tablones de madera y troncos.
Una cabaña.
Se sentó rápidamente sobre la cama donde descansaba, emitiendo un quejido adolorido llevando una de sus manos a su cabeza, sintiendo la suave textura de la venda en ella.
–Cierto–
Murmuró suavemente.
Había sido atacado por una criatura hambrienta del bosque.
Es más, debería de estar muerto...
¿Quién lo salvó?
–Veo que ya despertaste, te traje algo de comer, seguro tienes hambre–
Una voz desconocida lo hizo voltear en dirección a ella, encontrándose a lo que ante sus ojos era lo más atrayente del mundo.
El cabello de aquél hombre era realmente brillante.
¿A qué cuervo no le gustaban las cosas brillantes?
–¿Tú me salvaste?–
Preguntó en voz baja, mirando al contrario acercarse con un plato humeante y un vaso con agua.
–Se podría decir que sí, te ví muy mal herido y no podía dejarte así–
La comida fue dejada al lado de la cama donde el híbrido descansaba, mientras el cazador se sentaba en una silla a su lado.
–Muchas gracias–
–No es nada–
Hubo un pequeño silencio mientras el híbrido tomaba con timidez el plato de sopa bajo la mirada azúl del cazador.
–Mi nombre es Carola por cierto–
Interrumpió el silencio al verle comer sus primeras cucharadas.
–Mi nombre es Focus–
[•••]
Carola se encontraba fuera de la cabaña quitándole la piel a un par de conejos que serían la comida del día.
Habían pasado tres meses desde que "atrapó" a Focus.
Y se encontraba realmente confundido...
Su plan era ayudarlo y ganarse su confianza para ofrecerle quedarse con él, y así poder un día venderlo cuando su confianza fuese ciega.
Pero en el momento en que Focus había aceptado quedarse junto a él, comenzó a sentir calidez en su corazón con cada día que pasaba, un sentimiento que hace bastante tiempo no sentía, y sabía lo que significaba.
Se estaba enamorando de su presa.
–¡Carajo!–
Alejó rápidamente su mano del conejo en el que trabajaba.
Por estar distraído, se había cortado la palma de la mano con el cuchillo que estaba utilizando.
Segundos después escuchó la puerta de la cabaña siendo abierta y unos pasos apresurados llegar hasta él.
–¡Carola, que sucedió!–
Llegó Focus tan rápido como escuchó el grito del rubio, para mirarlo con preocupación al notar su mano sangrante.
–Solo me corté, no te preocupes–
Trató de calmar al contrario, aunque apretaba los dientes por el dolor punzante.
Rápidamente y no convencido, Focus lo tomó con cuidado del brazo para llevarlo hasta dentro de la cabaña con dirección a la cocina.
–Te voy a curar, quédate ahí–
Indicó señalando la silla de la cocina, para rápidamente ir a buscar el kit de emergencia de Carola.
El cazador hizo caso, sentándose en esa silla aún apretando un poco su mano debido al dolor.
Momentos después regresó Focus para tratar su mano.
Incluso el dolor que sentía se esfumó al fijarse en el bello rostro preocupado del cuervo al tratar con tanta delicadeza y cariño su herida.
¿Debería dejar de lado la idea de vender a su dulce presa?
De todas maneras, el negocio de las pieles y carne no le iban nada mal...
[•••]
–Carola...–
Un tímido Focus se acercaba hasta donde Carola , quien cortaba leña fuera de casa.
Lentamente sintió sus mejillas calentarse.
¿Debía de cortar la leña sin camiseta?
–Dime Focus–
Dijo secando el sudor de su frente, sonriéndole como solo él sabía hacer para acelerar el corazón del pelinegro.
–¿Puedes prestarme algunas de tus ropas?–
–¿Mis ropas?–
Preguntó confundido, mirando el pequeño asentir de su compañero.
–Bueno, vale, puedes tomarlas de mi habitación–
–¡Gracias!–
Y como si de un rayo se tratase, volvió dentro de casa.
Con una sonrisa de completa felicidad se adentró a la habitación de Carola, tomando algunas de sus prendas limpias que mantenían su olor para llevarlas hasta su habitación.
Al entrar, en su cama se encontraba un nido formado con sus almohadas y sábanas, pero le faltaba algo, necesitaba algo más para poder estar cómodo y tranquilo en sus días de calor.
Y eso era el olor de Carola.
Sí, Focus es un ave macho, pero la naturaleza híbrida te podía dejar boca abierta.
Sobre todo cuando eres de los pocos en tu especie.
[•••]
Carola entró en la cabaña secando su cabello con una toalla, pues después de preparar las pieles que vendería y cortar la leña, había quedado oliendo fuerte por lo que tomó un baño en el río.
El sonido proveniente de la habitación de Focus hizo llamar su atención, por lo que curioso por el ruido, tocó la puerta.
El ruido se detuvo, para seguido escuchar los pasos del cuervo acercarse a la puerta, abriendo esta lo suficiente para asomar sus ojos.
–Hola, ¿Terminaste allá afuera?–
–Si, he terminado, ¿Está todo bien? Escuché demasiado ruido–
Dijo curioso, pues Focus nunca hacía tanto ajetreo como ese.
–Es mi nido, lo he estado construyendo...¿Te gustaría verlo?–
Preguntó con un suave brillo en sus ojos carmesí, abriendo un poco más la puerta.
Carola por supuesto no se negó, por lo que asintió.
¿Un nido? No sabía que Focus hacía nidos.
–Adelante...este es mi nido–
Señaló lo que era un montón de sábanas y prendas acomodadas sobre la cama de manera que hacían una especie de barricada.
Y al ver con más detalle, no pudo evitar sonreír ladino al ver sus prendas siendo parte de lo que Focus le había mostrado como su nido.
–Ya veo, así que para eso querías mi ropa–
Focus asintió levemente mientras sus mejillas se tornaban de color rosado.
–Se ve muy cómodo, no sabía que hacían nidos como un pájaro real–
Dijo con la intención de acercarse, siendo su mano tomada por la de Focus.
–¿Te gustaría entrar? Te prometo que es igual de cómodo a como se ve–
–Claro, solo dime cómo entrar sin desarmarlo–
[•••]
Carola se encontraba vendiendo las pieles y carne que había preparado el día anterior en un poblado cercano.
Pero se sentía algo decaído, Focus no salía de su habitación por alguna razón y rechazaba cualquier tipo de comunicación con él.
¿Habrá hecho algo mal?, ¿Será por la almohada que tumbó al salir del nido ayer?
–¡Criaturas mágicas, conozca todo sobre las criaturas mágicas, hadas, ninfas, elfos, híbridos y más!–
Miró hacía el vendedor que pasaba frente a él con sus dos llamas mostrando un libro de aspecto curioso.
–¿Cuánto por el libro?–
Preguntó desde su puesto, atrayendo la atención del vendedor.
–Treinta esmeraldas, es información reciente de un investigador de TortillaLand, la tierra de la magia–
–Lo compro–
Tal vez era la curiosidad, o si es que en él podría haber alguna respuesta de porque Focus lo comenzaba a evitar.
Al encontrar la sección de información de los híbridos, comenzó a buscar a las aves como Focus.
Sus ojos se abrieron en sorpresa por lo que había encontrado.
El nido que Focus había hecho era para pasar un ciclo de calor que las híbridas hembras tenían, dando permiso de entrar solo a su pareja o posible pareja con el fin de poder engendrar.
Esperen...¿Porqué Focus había hecho un nido entonces?, ¿Y porqué lo dejó entrar a él?
Será posible que...
–¡Es todo por hoy queridos clientes, se ha acabado la mercancía!–
Rápidamente comenzó a guardar sus cosas bajo la mirada de un par de personas que se habían acercado a mirar, con una sola intención en mente.
Ir con Focus.
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Hola holaaa! Muy buen día a todos <3
He aquí el one shot de Carola x Focus que espero y les haya gustado ฅ^•ﻌ•^ฅ
Nos veremos en el siguiente one shot con la continuación de Vacío ^^
Besitos!
Pd: me volví a viciar al Minecraft, de repente me da por jugar mucho JSJS
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