〝↢【Jose Cristo x Focus】↣〞
-( kskskskajakhdj )-
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❝「Jose Cristo es un príncipe heredero al trono que ama salir a cazar a caballo.

Un día su caballo pierde el control, por lo que cae al duro suelo donde pierde la conciencia, al abrir sus ojos después de horas, puede ver un hermoso rostro preocupado por él.」❞
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Un joven príncipe caminaba por los largos pasillos del castillo en búsqueda de su padre.

Al llegar finalmente en el último lugar donde podría estar, la puerta fue abierta para darle el paso a los calabozos del palacio.

Al entrar, fue escoltado hasta ver a su padre frente a una de las celdas, mirando a un preso frente a él que era golpeado por uno de los guardias reales.

–Padre–

Se inclinó ante él, pues apesar de ser su padre, era el rey.

–Jose Cristo, ¿Sucede algo?–

Preguntó sin verlo, haciendo al joven simplemente hacer una mueca que no fue vista por nadie.

–Vengo a informarle que saldré a cazar como siempre–

Habló mirando finalmente a su padre dirigirle una mirada de reojo.

–Está bien, no pierdas de vista el sendero, no quiero enviar a la guardia real por tí de nuevo–

Jose Cristo asintió aún ante la mirada de reojo que su padre le daba, para verlo nuevamente prestar su vista al preso que parecía realmente no querer hablar a las órdenes del rey.

Sin más fue escoltado nuevamente a las puertas del calabozo, donde los guardias con una reverencia le despidieron.

Jose Cristo es el príncipe heredero al trono, hijo único, su madre murió al dar a luz, su padre después de ello lo despreciaba al verlo como quien había asesinado a su amada, fue criado por nodrizas y educado por los mejores profesores.

Pero su padre nunca lo volteó a ver, y ni lo hará jamás, era algo con lo que tenía que vivir.

Caminó con dirección a los establos donde los cuidadores de los caballos al verlo rápidamente se apresuraron a preparar su caballo para salir de caza.

Salir de caza era lo único que lo hacía sentir vivo, que le hacía olvidarse de que era el príncipe, y que su padre le odiaba.

Segundos después una mujer se acercó entregándole sus armas de caza que había pedido antes de dirigirse con su padre.

Y una vez equipado con caballo listo, se subió a él para galopar hasta las compuertas del castillo.

Una vez abiertas, se dirigió rumbo al bosque.

[•••]

Galopaba con rapidez detrás de un venado, apuntando con su arco y flecha hacia el animal que intentaba escapar corriendo entre árboles, pero aún así a vista de Jose Cristo.

Dejó ir la flecha, dando justo en una de las patas del animal, tumbandolo al suelo.

Sonrió victorioso para jalar de la rienda del caballo haciéndolo detenerse.

–Hoy si que cazamos algo grande amigo–

Dió un par de palmadas en el cuello de su compañero de caza, para hacerlo avanzar con dirección al venado que después enviaría de forma anónima al comedor del pueblo.

Pero antes de poder llegar, el caballo comenzó a relinchar, negándose a avanzar.

–¿Qué ocurre?–

No sabía porque su caballo actuaba así, pero cada vez se descontrolaba más.

Jaló de la rienda con fuerza intentando apaciguarlo, pero fue inútil.

Cuando menos se dió cuenta, estaba cayendo al suelo, siendo su cabeza duramente golpeada contra este.

Miró a su caballo correr por dónde habían venido, y su mirada poco a poco comenzaba a nublarse.

[•••]

El olor a infusiones lo hicieron despertar, arrugando su nariz por el fuerte aroma.

Al abrir por completo sus ojos, pudo ver un bello rostro frente a él que denotaba preocupación.

–Estas despierto, menos mal–

Escuchó hablar al desconocido, que dejaba de lado la infusión que había acercado a su nariz.

–¿Dónde estoy?–

–En mi hogar–

Dijo de forma simple, colocandose de pie, pues se encontraba sentado a su lado sobre la cama.

Intentó levantarse pero rápidamente fue detenido por la mano de aquel chico.

–No hagas movimientos bruscos y no intentes levantarte, iré por algo de comer para tí–

Rápidamente aquel chico salió de la habitación donde se encontraba, dejándolo solo mirando con curiosidad su alrededor.

Parecía ser una cabaña bastante bonita y ordenada, una ventana en una de las paredes donde podía ver el bosque.

Se sentó lentamente sobre la cama recargando su espalda en la cabecera.

Después de unos minutos, nuevamente aquél chico entró por la puerta.

–Espero te guste lo que hice–

Se acercó con una bandeja en manos, colocándola en un mueble al lado de la cama.

–¿Cuál es tu nombre?–

Preguntó Jose Cristo con genuina curiosidad, mirando atentamente a cada movimiento del contrario.

Pudo notar rápidamente su piel nívea, un par de bellos ojos color carmesí y un sedoso cabello tan negro como la misma noche.

Era una obra de arte.

–Soy Focus–

Dijo ofreciéndole de aquél plato de sopa que había traído.

–Mi nombre es Jose Cristo, príncipe heredero del reino–

Se presentó, esperando algún tipo de reacción en el contrario.

Pero nada.

Simplemente asintió y comenzó a alimentarlo como si de un niño pequeño se tratase.

[•••]

–¿¡Cómo que por tres días completos!?–

Preguntó exaltado después de la información que Focus le había dado.

–Así es, creí por un momento que no despertarías, fuiste atacado por un ente del bosque–

Jose Cristo abrió los ojos con sorpresa, ¿Un ente?

–¿Cómo un fantasma?–

–Bueno, algo así, pero gracias a mis infusiones pude echarlo–

Dijo un tanto orgulloso con una bonita sonrisa en su rostro, a lo que el príncipe le miró interesado.

–¿Eres alguna clase de brujo?–

–Bueno, si–

Contestó, para rápidamente esfumar aquella sonrisa.

–Es por eso que vivo aquí, los que practicamos magia no somos bienvenidos–

Jose Cristo lo miró fijamente, notando como rápidamente Focus se ponía nervioso.

–¡Pero no soy malo! Solo creo protecciones y sano a personas con mis métodos de cocina–

–Te creo–

Rápidamente Focus se calmó ante sus palabras.

[•••]

Las semanas pasaron...

Jose Cristo había regresado al castillo donde fue regañado por desaparecer sin dejar rastro, siendo una y otra vez cuestionado sobre su paradero.

Lo único que se le pudo ocurrir para mantener a salvo a aquel bonito brujo fue decir que había estado con una mujer del pueblo.

Después de eso su padre volvió a ignorarlo como de constumbre, por lo que podía seguir yendo a dónde quisiera.

Ya había estado visitando a Focus durante un par de semanas, conociendo más sobre él.

Focus practicaba magia verde y magia de cocina, siendo dos tipos de magias utilizadas con buena intención, y lo había comprobado cuando fue salvado por él al igual que las pequeñas cosas que le fue mostrando.

–¿Porqué debes ser tan descuidado?–

–Es por pensar en tí, todo a mi alrededor se esfuma–

El adorable sonrojo en las mejillas del brujo le hicieron sonreír.

Cierto, el príncipe se había enamorado del pequeño brujo durante este tiempo.

Focus era muy inteligente, amable, razonable, cálido y muy hermoso.

Era imposible que no cayera por él.

–No digas esas cosas–

Reprochó el pelinegro ante la sonrisa galante del príncipe.

–¿No te gusta?–

–No–

Dijo con su ceño fruncido.

Aunque era mentira.

En realidad le gustaba sentirse abrumado por sus alagos y coquetería, pero no lo admitiría.

Focus terminó de cubrir con barro las heridas en las manos de Jose Cristo, quien había tomado hiedra venenosa de entre las cosas de Focus al estar de curioso.

–Listo, no las muevas hasta que seque el barro–

–Y yo que quería enseñarte mis nuevos movimientos con la espada–

Dijo un poco triste, era su momento de mostrar su lado más atractivo y masculino ante los ojos de Focus.

–Puedes hacer eso después, no te preocupes–

Sonrió dejando un beso en la frente del contrario, para levantarse con su cuenco de madera donde tenía el barro fresco.

Jose Cristo solo pudo verlo dirigirse hacia el otro lado de la habitación, dejando el cuenco sobre una mesa donde habían muchos frascos y libros.

La sonrisa boba que se le había formado no se la quitaba nadie, nisiquiera su padre.

[•••]

Las visitas comenzaron a ser más frecuentes apesar de ser casi una hora en caballo hasta donde vivía Focus, a Jose Cristo no le resultaba problema, habían días en que incluso hacía berrinches por no querer regresar al castillo.

Focus no podía creer que un príncipe de 19 años pudiera hacer berrinche como un niño pequeño.

–Debes regresar, no puedes quedarte aquí, se preocuparán por tí–

–Sabes que nadie se preocupa realmente por mí–

Dijo desmotivado.

Focus lo miró por unos segundos para tomarlo del rostro, haciendo que le mirase.

–Yo me preocupo por tí, sería realmente malo que te prohibieran salir por no regresar a tiempo y evadir tus obligaciones–

Jose Cristo sonrió levemente, tenía razón.

–Esta bien, pero vendré mañana de nuevo–

–Pero después de tus clases y el entrenamiento–

El príncipe asintió, para dejar un beso en la mejilla del brujo quien simplemente sonrió.

[•••]

El tiempo pasó realmente rápido.

Cuando menos se había dado cuenta, su padre enfermó gravemente.

Debido a ello no pudo visitar más a Focus, cosa que lo hacía molestar, pues no tenía tiempo para siquiera verlo una vez a la semana al estar inundado en clases para ser un buen rey.

Por suerte, podía enviarle una paloma mensajera cada tres días, donde se escribían pequeñas notitas.

Y así, cuando menos se dió cuenta, su padre murió.

Él ahora tenía 27 años y estaba apunto de tener el título de rey.

Si que pasaba rápido el tiempo.

Focus ahora tendría 25 años.

¿Será incluso más hermoso?

–¡Jose Cristo, nuevo rey del reino Lion!–

–¡Larga vida al rey!–

Los gritos lo sacaron de sus pensamientos, mirando a su pueblo celebrar su coronación.

Sonrió hacia ellos mostrando agradecimiento.

Pero lo único que quería era que todo terminara para tomar su caballo y volver a ver a Focus.

[•••]

Pues no había salido nada como hubiera querido.

Rápidamente las ocupaciones del rey lo golpearon con fuerza.

Y así estuvo tres meses, donde únicamente mandaba una notita cada tres días.

Aunque la última que mandó no fue contestada, eso le comenzó a preocupar.

–Aquí es–

Detuvo a su caballo para atar la rienda en un árbol, para caminar hacia la cabaña de Focus.

Vaya, había cambiado mucho.

–¡Focus, al fin pude venir!–

Tocó tres veces la puerta, esperando impaciente porque fuese abierta.

Cuando la puerta se abrió, fue como si viera a una deidad frente a él.

Si que el tiempo le había favorecido.

–¡Jose Cristo!–

Focus sonrió para abrazarlo con fuerza, haciendo al ahora rey salir de su ensoñación.

–Te extrañé mucho mi pequeño brujo–

Lo cubrió con sus brazos, levantandolo un poco del suelo.

[•••]

–¿Ir al castillo?–

–Si, podrías vivir en el castillo, ahora que soy rey y tengo el poder, nadie te molestaría y podríamos estar juntos, incluso construiría un lugar especial para que practiques tu magia–

Focus desvío su mirada a su taza de té humeante, pensando sobre aquello que el rey le estaba proponiendo.

–No lo sé, sería demasiado repentino, ¿No lo crees? El rey llevando a alguien al castillo, comenzarían a haber rumores–

–¿Rumores cómo cuales?–

Preguntó interesado, sin apartar la mirada del contrario.

–Pues, ya sabes, de esos, de algún tipo de relación–

Hablaba para terminar en pequeños murmuros.

Jose Cristo sonrió para apartar la taza de las manos de Focus, tomando sus manos con las suyas.

–Y si la gente dijera que somos pareja, ¿Te molestaría?–

–No–

–¿Y si te pido ser mi pareja, me aceptarías?–

Focus lo miró a los ojos durante unos segundos, para seguidamente sonreír levemente.

–Si–

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Petición hecha por ୧⁠( kskskskajakhdj )⁠୨

Espero que te gustara ฅ⁠^⁠•⁠ﻌ⁠•⁠^⁠ฅ y les gustara <3

Mi perrito se lastimó una patita :c y cuando ya estaba mejor, se partió una garrita que batallamos mucho para cortarla sin que le doliera.

Esta semana no fue para él u-u

Pero ya está bien, apesar de que no se deja las vendas >:^

Nos veremos en el siguiente pedido<3

Besitos!