〝↢【Carola x Focus】↣〞
_______________________________________

El patio del instituto estaba casi vacío, si no fuera por algún que otro alumno que caminaba hacia sus salones de clases o por el grupito de amigos en las gradas que estaban por proponer su siguiente diversión.

–¿Qué opinas Carola, le entras a una apuesta como la anterior?–

El alfa de coleta rubia volteó a ver a sus amigos, sonriendo ladino dejando de lado su termo con el que camuflajeaba vino.

–Sabes que sí Destri–

El omega sonrió con maldad, pues estaba seguro que no podría hacerlo ésta vez y podría recuperar su dinero.

–Conoces a Focus, ¿Cierto?–

–¿El amigo de Pol?–

–Ese mismo–

Carola sabía por dónde iba todo.

–Chico astuto, pero aún así lo haré–

Destri rió, mirando a los otros dos a su lado.

–Jose, Ampeter, ¿Apuestan?–

–Pero por supuesto, dinero fácil–

Dijo Ampeter, pues también conocía a ese chico, era muy difícil.

–Qué poca fé me tienen–

Los tres chicos rieron.

–¿Te parece una semana?–

Habló Jose Cristo con una sonrisa ladina.

–Me sobran días–

[•••]

Resulta que había sido el reto más difícil que le habían puesto sus amigos.

Les gustaba apostar entre ellos para saber en cuanto tiempo podrian llevarse a alguien a la cama.

Su récord personal había sido de tres horas, pero ésta vez, el engatusar a Focus era sumamente difícil, y solo quedaba un día para que la semana de la apuesta terminase.

–¿Te gustaría tomar algo?–

Preguntó con su encantadora sonrisa, mientras miraba al chico sentarse en uno de los sofás de su casa.

–Agua está bien–

Carola caminó hacia su cocina, donde tomó un vaso donde poner agua.

Durante la ya casi semana, se había acercado a Focus gracias a Pol que era buen amigo del pelinegro, siendo el resultado de que ahora estaba en su casa un sábado por la tarde, pues lo había invitado a jugar videojuegos, al parecer le gustaban mucho.

Debía admitir que el omega era difícil de proponerle algo indecente, pues rápidamente se ponía a la defensiva o algo agresivo.

–Aquí tienes–

Focus agradeció tomando el vaso con agua, para dar paso a la tarde de juegos que tendrían.

Durante las próximas tres horas estuvieron jugando con consola en la gran televisión de la casa del alfa, teniendo maravillado al pelinegro, pues los juegos de shooters le encantaban.

–¡Cenamos pollo!–

Gritó animado Focus, a la vez que Carola soltaba un grito medio extraño en clara señal de victoria.

[•••]

Carola no sabía cómo lo había hecho, pero ahora mismo tenía finalmente, a Focus acorralado en el sofá, finalmente besándolo, y si seguía así podría finalmente llegar a su objetivo.

–¿Cuánto?–

Preguntó Focus separándose del beso, mirando fijamente a Carola.

–He, ¿Cómo?–

Focus sonrió ladino, acariciandole una mejilla con suavidad.

–Pol me contó sobre las apuestas que haces con tus amigos, es obvio que soy uno más–

Carola lo miró sin saber que decir, aún los dos en el sofá.

–Solo dime cuanto fue la apuesta–

–He, 100 dólares–

Hubo un pequeño silencio, el cual el rubio sintió eterno.

–Me das 80 dólares y lo hacemos, quedas como puto amo con tus amigos y te quedas 20 dólares, eso a nada es algo–

Carola quedó perplejo, ¿De verdad el chico se estaba ofreciendo?

–Pero, entonces no te importa que yo- –

Fue interrumpido por una risita coqueta, un dulce sonido que le cautivó seguido de un seductor olor a chocolate.

–Siempre quise tener sexo pero mi familia me cuida demasiado para poder hacer algo, es la primera vez que me dejan ir a la casa de alguien que está completamente a solas, y solo porque dije que eras un omega–

Confesó pasando sus manos por los hombros del chico.

–¿Trato?–

Carola sonrió, no había nada que pensarse, pues verdaderamente le tenía ganas independientemente de la apuesta que hizo con sus amigos.

–Trato–

–Bien, follame tan duro como puedas–

Un beso desesperado se dió paso, donde Carola comenzó a quitar prendas del cuerpo ajeno, mientras Focus intentaba lo mismo con el contrario.

Los besos bajaron donde el cuello de Focus fue atacado con un par de mordidas, teniendo cuidado de la glándula, dónde iba la mordida alfa, dejándo marcas que en un futuro no muy lejano le traerían problemas.

–Ya estás mojado–

Dijo Carola que apretaba los glúteos carnosos de Focus.

–C-callate y sigue–

Dijo con su respiración agitada, pues cada beso, toque y mordida dadas por Carola se sentían extremadamente bien en su cuerpo inexperto.

El rubio continuó con lo suyo disfrutando de la piel pálida, quedando en cuestión de minutos ambos completamente desnudos en el sofá.

De un movimiento el pelinegro se encontraba sentado sobre el miembro semierecto de Carola.

–Respira profundo bonito–

Focus se alertó posando sus manos sobre los hombros de Carola.

–¿No se supone que antes va la preparación?–

Preguntó impidiendo que entrara, quería tener sexo pero no salir lastimado en el proceso, quería gemir cómo perra no chillar de dolor.

–Créeme, estás muy bien lubricado por tí mismo–

Dijo burlón, apreciando el ceño fruncido del contrario.

–De verdad he–

Minutos después, los gemidos y jadeos de ambos inundaban la habitación de la casa, donde el televisor aún se mantenía prendido y la puerta con seguro, aunque los padres de Carola no llegarían temprano a casa.

[•••]

–¿Te imaginas y ahora pase como en los clichés que se enamoran y así?–

Dijo risueño Carola, acariciando el cabello del pelinegro que estaba agotado sobre su pecho, ambos semi vestidos.

–Qué asco–

Ambos rieron, y Focus se acomodó mejor.

–Entonces, ¿Dejaremos de ser amigo?–

Preguntó cerrando sus ojos para descansar.

–No tiene porqué–

–Entonces, ¿Amigos con derechos?–

Preguntó Focus con una sonrisa traviesa.

–Dalo por hecho precioso–

–Y así, conocí a su mami, después de que sus abuelitos y tíos casi me mataron porque mami terminó preñado, nos volvimos una pareja por voluntad propia–

Terminó de contar a su vez que veía a su hijo, quién se mantenía escuchando a su padre sentado sobre un tepetito, pues aún era un bebé, y a su hija mayor de trece años que no podía creer lo que su padre le contó.

–¡Carola, que le contaste a los niños!–

Gritó Focus saliendo de la cocina con un biberón en mano y su vientre abultadito, haciendo saltar a su alfa del sillón.

–¡Nada mi amor, nada!–

__________

Creo que me mame un poco en esta mini historia JAJAJA que les pareció? xD