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Por suerte aquel tenso momento con su madre paso rápidamente y una vez todos los trastes estuvieron limpios, pudo regresar a la comodidad de su cuarto, soltando un largo suspiro en un intento de calmar todas las emociones que estaban acumuladas en su sistema, apoyándose en la puerta mientras se deslizaba hasta el suelo para abrazar sus piernas y fijar la mirada en la cerámica del piso.
¿Por qué todo siempre tenía que ser de esta forma? Por qué de un momento para al otro la alfa tenía que soltar esos comentarios tan desagradables y acabar con todo ambiente cómodo que hubiese entre ellos.
Quería a su madre, era la única familia que tenía cerca luego de que su otra madre los abandonó cuando apenas tenía 4 años, pero aún con el cariño que sentía haca su progenitora no podía evitar frustrarse, desear desobedeserla, tener ese momento de rebeldía que otros de su edad tenían y por una vez ser lo que él quisiera ser y no como la alfa le dictaba que tenía que ser.
Quería vestir diferentes prendas que lo hicieran sentir bonito, quería tal vez usar algo de un tono oscuro, alguna ropa ajustada o mostrar un poco de piel.
Quería alzar la cabeza, mirar directo a aquellos alfas que le silbaban al verlo o soltaban comentarios desagradables y gritarles que se detuviesen.
Quería divertirse, quería ser el mismo, quería vivir.
Quería conocerse a si mismo.
Pero ¿por qué su madre no podía cambiar? ¿Por qué tenía que poner tantas reglas? ¿Por qué no podía dejar de mirar a los demás? Dejar de murmurar comentarios horribles hacia otros omegas, ya sea desconocidos en la calle cuando salían juntos o hasta sus propios amigos.
—Deja de pensar en eso... –se dijo en voz baja–. De nada sirve hacerlo –tomó su mochila y se levantó del suelo, caminando hasta su escritorio y comenzando a realizar la tarea que tenía pendiente para el día de mañana.
Removía la comida en su charola, creando círculos en el puré de papa con la cuchara mientras su cabeza rondaba en distintas partes, distraído y apartado de la conversación que tenían sus amigos, quienes se detuvieron y le miraron preocupados al notar su falta de atención.
—¿Todo bien Lix? –preguntó Hyunjin, trayendo de vuelta al omega que dirigió su mirada hacia él.
Hyunjin era una persona maravillosa, sin importar que tanto dijese su madre, él conocía como era aquel omega, sabía que poseía un gran corazón. Era dulce, amable y a veces un tanto dramático, era divertido e increíble, le gustaba dibujar, el baile y también la moda. Era uno de sus mejores amigos y la forma en que vistiese no cambiaría lo que él era, Hyunjin siempre sería Hyunjin, el omega que lo defiende de otros alfas cuando Felix no puede hacerlo.
—Si... Solo, he estado discutiendo con mi madre estos días –confesó suspirando.
—Hey, no pienses tanto en eso Lix, piensa en que hoy es viernes y tendrás tu cita con Jeongin~ –intentó animarlo el beta, obteniendo un sonrojo de su amigo mientras le codeaba y guiñaba un ojo.
Es cierto, el tan esperado viernes por fin había llegado luego de una agotadora semana de clases, al fin podría comenzar a relajarse, apartar los comentarios de su madre y las tareas de la escuela de su cabeza y sólo concentrarse en lo divertido que será hoy al salir con Jeongin después de clases.
Una sonrisa se dibujo en sus labios al recodar, había estado tan ansioso y emocionado por este día, su corazón comenzó a latir rápidamente y estaba seguro que si tuviese una cola, ahora mismo se estaría moviendo de un lado a otro por la emoción.
—N-no es una cita cara de ardilla –le respondió, desviando la mirada de la sonrisa de idiotas que le ofrecían sus amigos.
—Pero te encantaría que lo fuese~ –habló esta vez el rubio y pronto ambos chicos comenzaron a molestarlo, arrullando por sus mejillas tan rojas y sonrisas tímidas.
No importa cuanto lo negase, cuantos "no" escapasen de sus labios, la idea de esto fuese una cita hacía saltar tanto a su lobo como a él mismo de emoción. Alterando su corazón, sonriendo como el tonto enamorado que era.
Que importa si Jeongin era un omega, su corazón ya había caído por él y no había nada que pudiese cambiar este hecho.
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