OO7.
Por suerte aquel tenso momento con su madre paso rápidamente y una vez todos los trastes estuvieron limpios, pudo regresar a la comodidad de su cuarto, soltando un largo suspiro en un intento de calmar todas las emociones que estaban acumuladas en su sistema, apoyándose en la puerta mientras se deslizaba hasta el suelo para abrazar sus piernas y fijar la mirada en la cerámica del piso, ¿Por qué todo siempre tenia que ser así? Por qué de un momento para al otro la alfa tenía que soltar esos comentarios tan desagradables y acabar con todo ambiente cómodo que hubiera entre ellos.
Quería a su madre, era la única familia que tenia cerca luego de que su otra madre los abandonó cuando apenas tenia 4 años, pero aun con el cariño que sentía hacia su progenitora no podía evitar frustrarse, desear desobedecerla, tener ese momento de rebeldía que otros de su edad tenían y por una vez ser lo que él quisiera ser y no como la alfa le dictaba que tenia que ser.
Quería vestir diferentes prendas que lo hicieran sentir bonito, quería tal vez usar algo de un tono oscuro, alguna ropa ajustada o mostrar un poco de piel.
Quería alzar la cabeza, mirar directo a aquellos alfas que le silbaban al verlo o soltaban esos comentarios desagradables y gritarles que se detuviesen.
Quería divertirse, quería ser el mismo, quería vivir.
Pero ¿Por qué su madre no podía cambiar? ¿Por qué tenía que poner tantas reglas? ¿Por qué no podía dejar de mirar a los demás? Dejar de murmurar comentarios horribles hacia otros omegas, ya sea desconocidos en la calle cuando salían juntos o hasta sus propios amigos.
—Deja de pensar en eso... —se dijo en voz baja, tomando su mochila y levantándose del suelo para caminar hasta su escritorio y comenzar a realizar la tarea que tenia pendiente para el día de mañana.
Removía la comida en su charola, creando círculos en el puré de papa con la cuchara mientras su cabeza rondaba en distintas partes, distraído y apartado de la conversación que tenían sus amigos, quienes se detuvieron y le miraron preocupado al notar su falta de atención.
—¿Todo bien Hyun? —preguntó MinHo, trayendo de vuelta al omega que dirigió su mirada hacia él.
MinHo era una persona maravillosa, sin importar que tanto dijese su madre, él conocía como era aquel omega, sabía que poseía un gran corazón. Era dulce, amable y a veces un tanto dramático, era divertido e increíble. Era uno de sus mejores amigos y la forma en que vistiese no cambiaría lo que él era.
—Si... Solo, he estado discutiendo con mi madre estos días. —confesó suspirando.
—Hey, no pienses tanto en eso Jin, piensa en que hoy es viernes y tendrás tu cita con SeungMin~ —intentó animarlo el beta, obteniendo un sonrojo de su amigo mientras lo codeaba y le guiñaba un ojo.
Es cierto, el tan esperado viernes por fin había llegado luego de una agotadora semana de clases, al fin podría comenzar a relajarse, apartar los comentarios de su madre y las tareas de la escuela de su cabeza y sólo concentrarse en lo divertido que será hoy al salir con SeungMin después de clase.
Una sonrisa se dibujo en sus labios al recodar, había estado tan ansioso y emocionado por este día, su corazón latía rápidamente.
—N-no es una cita cara de ardilla. —le respondió, desviando la mirada de la sonrisa de idiotas que le ofrecían sus amigos.
—Pero te encantaría que lo fuese~ —habló esta vez el pelinaranja y pronto ambos chicos comenzaron a molestarlo, arrullando por sus mejillas tan rojas y las sonrisas divertidas que les ofrecía.
No importa cuanto lo negase, cuantos ‹‹no›› escapasen de sus labios, la idea de esto fuese una cita hacia saltar tanto a su lobo como a él mismo de emoción. Alterando su corazón, sonriendo como el tonto enamorado que era.
Que importa si SeungMin era un omega, su corazón ya había caído por él y no había nada que pudiese cambiar este hecho.
¡Gracias por leer!
—☁️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro