Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

41


Jimin.

Me arrodillé a un lado de la cama de Hye Ri mientras tomaba la mano que había estirado hacia mí y la pegué contra mis labios mientras escondía mi rostro para que ella no me viera llorar.

— Has despertado —Dije por lo bajo como si aquello fuera lo mejor que me había pasado en mis veintitrés años de vida —Estás de vuelta.

— La trasladaron hoy en la mañana, despertó a eso de las nueve —Repuso Nam Joon tras de mí —Yo estaba aquí cuando sucedió...

— Jimin —La voz de Hye Ri afloró de su garganta como un suave susurro que logré escuchar debido a la poca distancia a la que me encontraba de ella.

— Dime —Me apresuré a levantarme del suelo y a acercarme a su rostro —¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Necesitas que...

— Despacio Jimin —Dijo Nam Joon —Aún está débil.

Yo tenía el corazón acelerado y la observaba minuciosamente, su rostro pálido y aún con los esbozos de las heridas y magulladuras la hacían ver frágil. Sin embargo, no quería reparar en lo vulnerable que lucía y sólo me repetía a mí mismo una y otra vez que estaba viva y que no era un sueño.

— Estoy bien —Dijo Hye Ri entrecortado mientras intentaba sentarse en la cama.

— ¿Qué haces? —Pregunté yo alarmado tomándola por las manos para intentar hacerle el trabajo de sentarse más fácil —Hyung ¿tiene permitido sentarse?

— Sí puede sentarse y mañana debería empezar a tratar de caminar despacio. Eso dijo el doctor hace un rato —Dijo Nam acercándose para ayudarme a sentarla.

Nam Joon me explicó que el doctor le contó a Hye Ri que había estado en coma durante una semana a causa de las lesiones y que sus músculos estaban débiles por falta de uso durante ese tiempo, así que pronto debería empezar a caminar y moverse dentro de sus posibilidades para recuperar su total funcionamiento.

— ¿Puedes pasarme el agua? —Me pidió ella señalando un vaso sobre la mesilla de noche, su voz estaba ronca.

— Está ronca porque estuvo entubada en terapia intensiva, no tienes que preocuparte —Me consoló Nam al ver que estaba con el ceño fruncido cuando la escuché hablar.

Le pasé el agua a Hye Ri y me senté a su lado. La miraba despacio y detalladamente, no hacía más que observar todos sus movimientos, muecas y gestos porque tenía miedo que en cualquier momento volviera a caer dormida y no volviera a despertar.

Tenía miedo porque ahora estaba aquí a mi lado y no podía permitirme sufrir por su ausencia de nuevo.

— ¿Ya te han hecho todas las pruebas? —Me dirigí a ella —¿Qué dijo el doctor después de evaluarla? —Miré a Nam Joon en busca de respuestas.

— Dijo que por los momentos no hay de qué preocuparse, incluso su brazo... —Paseó la mirada por Hye Ri —Está bien, la bala no dañó ningún nervio.

Miré el rostro de Hye Ri buscando algún gesto de sorpresa por lo que acababa de decir Nam Joon sobre el disparo pero supuse que él ya le había contado lo sucedido porque no reaccionó en absoluto, sólo clavó la mirada en el suelo.

— Ya lo sé, Jimin —Murmuró ella como si hubiese adivinado mis pensamientos —Nam Joon me lo ha contado... Lo del disparo, el coma, lo de mi brazo —Musitó con tristeza mientras subía su mirada hasta mi rostro —Pero estoy bien —Alzó el brazo y lo movió lentamente de un lado al otro para que yo lo viera.

Aguanté las ganas de abrazarla y llorar sobre su hombro de felicidad y tan sólo le regalé una sonrisa mientras tomaba su mano libre y la llevaba de nuevo a mis labios.

— Lo sé, eres muy fuerte —Repliqué suavemente —Eres realmente fuerte.

Nam Joon se aclaró la voz haciendo que ambos reparáramos en él.

— Voy a avisarle al desastroso —Dijo sacudiendo su teléfono —Vuelvo en un momento —Salió de la habitación y nos dejó solos.

— ¿Qué es eso? —Preguntó Hye Ri señalando con la barbilla hacia la puerta.

Se refería a los almuerzos que había traído para Nam y para mí pero que solté de golpe cuando vi que ella estaba despierta.

— ¡Ah! Lo siento, era el almuerzo de hyung y el mío —Dijo avergonzado recogiéndolos y colocándolos en la mesa de la habitación para luego volver a su lado en la cama.

— Se habrán revuelto —Bromeó ella riéndose despacio cosa que le produjo dolor porque en su rostro se dibujó una mueca de dolor.

— Igual sabrán bien —Respondí tomando el vaso de agua de una de sus manos y colocándolo en la mesa al lado de la cama —¿Te ayudo a acostarte?

Ella no respondió y sólo se quedó mirándome como si estuviese a punto de decirme algo pero no se atrevió.

— ¿Hye Ri?

Sus ojos se nublaron de lágrimas. Comenzó a llorar en silencio y su rostro se congestionó de dolor porque reprimir el llanto le dolía.

— No llores. Te va a doler más y no quiero que... —Pedí casi suplicando mientras yo también me quebraba —Te he extrañado tanto —Solté de imprevisto unido a su llanto.

— Fue horrible —Musitó aún con la voz ronca mientras recostaba su cabeza en mi pecho —Creí que Eric me iba a matar.

Y por poco lo logró.

— Ese hotel y los golpes... Mamá y Lucas...

— Ellos están bien —Le acaricié el cabello con suavidad —Y él ya está lejos, muy lejos.

Se me rompió el corazón al verla así destrozada mientras recordaba las peores cuarenta y ocho horas de su vida.

— Ahora lo que queda es que te recuperes, tienes que salir de aquí y volver a las clases —Recordé lo del concurso pero eso era algo que aún no me atrevía a decirle —Todos están preocupados por ti, Suga, Jin, Sunhari... Incluso mi madre —Continué —No sabes lo feliz que se pondrán cuando les digas que estás de regreso.

Ella se incorporó con dificultad en la cama y se recostó del respaldar sin decir nada, sin mirarme siquiera. Sentí que decir que había regresado la había puesto así de pensativa.

— Hye Ri... —Llamé intentando hacer que me mirase pero ni se inmutó —Quisiera haberte encontrado antes, quisiera tener una varita mágica y hacer que todo eso que te ocurrió desapareciera pero no puedo.

Deslicé mis dedos por la manta que cubría sus piernas y la subí hasta la mitad de su cuerpo porque me pareció que el aire acondicionado estaba muy fuerte y podría tener frío. Ella siguió con la mirada todos mis movimientos mientras me escuchaba.

— Y aunque sé que no es el momento tengo que decirte que casi muero por ti cuando no despertabas —En ese momento ella clavó sus ojos en mí preocupada e intentó hablar pero yo la callé acercando mi dedo índice a sus labios —¿Te contó Nam Joon lo del disparo?

Hye Ri asintió. Yo me pasé hacia el otro extremo de la cama y me acosté a su lado rodeando sus hombros con uno de mis brazos.

— ¿Y te contó lo horrible que fue para todos verte casi muerta y llena de sangre?

— No, sólo me dijo que Eric me disparó. Recuerdo que yo corrí de la habitación y...

— Boom —Interrumpí yo —Te desplomaste y en ese momento sabía que te había perdido —Recosté mi cabeza sobre la suya sin poner todo mi peso en ella —Yo te recibí en mis brazos pensando que estabas muerta.

— Jimin —Comenzó con su voz ronca —No quisiera hablar de eso ahora.

Sentí una puñalada en el pecho y aunque sabía que lo que menos quería era escucharme decirle todo lo que había pasado sentí por un momento que ella debía escuchar mi dolor, mis miedos pero estaba siendo egoísta sometiéndola a eso.

— Está bien —Dije dándole un beso en la cabeza —Lo siento.

Escuchamos un leve ajetreo tras la puerta y enseguida ésta se abrió dejando ver a un Taehyung muy preocupado que casi se le tiró encima a Hye Ri.

— ¡Kim Taehyung! —Gritó Nam Joon tras él un poco sudado. Al parecer lo había seguido hasta la habitación.

Taehyung miraba a Hye Ri como si se tratara de un fantasma, tenía la boca abierta, el ceño fruncido y el rostro pálido.

— No puedes correr así en un hospital —Lo reprendió Nam Joon.

— Déjennos solos —Pidió él cayendo de rodillas frente a la cama.

— ¿Taehyung? —Llamé yo preocupado levantándome de la cama —¿Qué ocurre?

— Por favor —Volvió a pedir cabizbajo —Necesito estar a solas con Hye Ri.

Nam Joon y yo intercambiamos miradas de preocupación. Luego de ello accedimos a su petición.

— Iremos a la cafetería, Jimin toma los almuerzos —Pidió Nam.

Salimos de la habitación y caminamos hasta la cafetería para sentarnos a almorzar y hablar.

***


Hye Ri.

Haber despertado era el mayor regalo que la vida me pudo haber dado y aunque no recordara nada luego de escuchar detonar al arma de Eric, Nam Joon me había dejado claro cuando desperté que estuve a pocos segundos de morir.

Y también me dejó claro que Jimin y él estaban dispuestos a seguirme cosa que no me hubiese perdonado.

A pesar de que había estado inconsciente por una semana tan pronto como recobré la conciencia vinieron a mí todas las imágenes horribles de lo que había pasado con Eric. Mi mente recreaba cada grito, cada golpe y cada insulto en cámara lenta y mi cuerpo sufría arcadas de tan sólo pensar en aquello.

Ver a Nam Joon en la mañana y a Jimin por la tarde había hecho que recuperara las ganas de vivir y entendiera que lo peor había pasado y que ahora sólo me quedaba esperar a que mi cuerpo sanara de todas sus heridas.

Para volver a casa, a la universidad y a los brazos de las personas que tanto amo.

Otra de las cosas de la que me había informado Nam Joon era que Jimin ya sabía todo. Y con eso se refería a lo de Mary Lee y que él y yo éramos mejores amigos.

— Te lo estoy contando por si ves que Jimin no se pregunta qué estoy haciendo yo cuidándote o Tami —Me explicó por la mañana.

Y aunque el mundo se me vino abajo porque seguramente ante los ojos de Jimin yo era una grandísima mentirosa no quise ahondar más en ese tema. Todo tendría su tiempo.

— Hye Ri... —Taehyung arrodillado frente a mí me desconcertaba.

Le había pedido a Jimin y a Nam Joon que lo dejaran a solas conmigo.

— Levántate Tae —Pedí intentando levantarme yo de la cama. Nada más al ver aquello brincó y me recostó de nuevo del respaldar.

— No te levantes, ¿estás loca? ¿qué tal si te caes y te desmayas? —Dijo apresuradamente.

Fue entonces cuando vi que sus mejillas estaban empapadas y sus ojos enrojecidos.

— Taehyung ¿Por qué estás llorando? —Pregunté con el corazón arrugado.

La última vez que lo había visto habíamos peleado y él me había dicho cosas horribles que me hirieron profundamente. Pero eso había quedado en el pasado y hoy no podía sentirme más feliz. Tras ver a Jimin y a Nam Joon, Taehyung también había aparecido.

— ¿Por qué lloras? —Insistí. 

Aquella pregunta detonó a Tae quien empezó a llorar sonoramente mientras se cubría el rostro con un brazo.

— ¡Yo tuve la culpa de todo lo que te pasó! ¡Casi te mueres por mi culpa Hye Ri!

— ¿De qué hablas Tae? No digas eso —Intenté calmarlo pero él se zafó de mis manos que intentaba sujetar su brazo.

— Si yo no te hubiese hecho salir de Morezt esa noche...

— Taehyung eso no ha sido culpa tuya, Eric me estaba cazando a propósito.

— ¡Pero yo lo vi cuando te llevó! Me estaba devolviendo para pedirte perdón cuando vi el auto y a ti en frente. Pensé que era Jimin pero me di cuenta tarde que ese no era su auto.

Mi cuerpo tembló de miedo cuando recordó aquella escena que daría inicio a una pesadilla de cuarenta y ocho horas.

— Y no hice nada —Dijo con la voz agudizada —Nada... Yo tengo la culpa.

Me levanté de la cama lentamente y aunque él intentó que no lo hiciera lo detuve con la mano y lo abracé.

— Nada de esto fue tu culpa —Me mareé un poco por haberme puesto de pie —Y si sigues diciendo que eres el culpable no volveré a hablarte más nunca.

— Hye Ri —Dijo él estupefacto sin atreverse a moverse.

— Sólo prométeme que volveremos a ser amigos como antes y que esa pelea quedará en el pasado.

— Pero...

— ¡Pero nada Kim Taehyung! —Chillé —¡Promételo y ya! —Demandé haciendo que él asintiera repetidas veces.

— Lo prometo, lo prometo —Dijo con prisa mientras me abrazaba de vuelta —Somos amigos y siempre lo seremos.

— Eso espero, tarado —Musité con suavidad acurrucada al desastroso más tierno del mundo —Espero que cumplas esa promesa o te patearé hasta morir.

***


Jimin.

Nam Joon y yo estábamos en la cafetería del hospital hablando sobre Hye Ri y poniéndome al día sobre lo que pasó cuando ella despertó.

— ¿Por qué no me avisaste? —Fue lo primero que le pregunté.

— ¿Recuerdas cómo te sentiste cuando te enteraste de que la habían trasladado a una habitación? —Me preguntó él.

— No podía creerlo.

— Exactamente. Así me sentí yo cuando el doctor me avisó que había despertado, perdí la noción del tiempo y todo parecía irreal —Dijo abriendo la caja de su almuerzo que se había revuelto a causa de la caída —Olvidé escribirte por completo. Sólo me quedé ahí viendo como la trasladaban y como recobraba los sentidos.

— ¿Cómo... cómo fue?

— ¿A qué te refieres?

— ¿Cómo reaccionó cuando despertó? —Pregunté tímidamente. Me hubiese encantado estar ahí con ella.

— No decía nada, sólo se movía incómoda en la cama de un lado al otro con el rostro congestionado. Parecía que pensaba que aún estaba en aquella pesadilla.

— Qué horrible debió haber sido todo —Suspiré pesadamente —No puedo imaginarme lo que les hizo ese animal.

— Cuando intenté preguntarle luego de que estuviera completamente consiente me ha dicho que no quiere hablar de eso.

— Lo mismo me dijo a mí —Dije preocupado.

— Es normal Jimin. Hablar de eso implica recordar todo lo que pasó una y otra vez y te aseguro que ella no deja repetir en su cabeza esos dos días. Es egoísta de nuestra parte querer saber todo ahora mismo cuando acaba de despertar.

— Tienes razón. Ahora —Dije recordando la actitud de Tae —¿Fue prudente dejar a Taehyung allí adentro con ella? Lo digo por él, seguramente va a pedirle perdón mil veces.

— Lo sé, ese mocoso se siente culpable por lo que pasó pero debemos dejarlo hacer lo que lo haga sentir mejor. Si no saca todo lo que acumuló estos últimos días va a explotar.

— Es cierto —Musité con tristeza —Pero Hye Ri no lo va a culpar.

— Eso no es lo que piensa Taehyung, él cree que quizás ella lo odie.

— ¿Eso te dijo?

— Sí. Así que es bueno que ella misma le diga que no tiene que sentirse culpable.

— Está bien.

Nam Joon me miró pensativo antes de seguir comiendo.

— ¿Por qué tienes esa cara? —Preguntó —¿Qué te pasa ahora?

Se refería al hecho que desde hacía un rato había recordado lo del concurso de Hye Ri y que me sentía realmente mal porque la habían eliminado.

— Fui hoy a la universidad porque el profesor de Hye Ri me citó. Con todo lo del secuestro y el estado de Hye Ri olvidé que tenía el concurso nacional y... La eliminaron porque no entregó el manuscrito a tiempo —Me pasé las manos por el cabello.

— No me jodas, ¿es en serio? ¡Demonios! —Dijo entre diente dando un golpe seco a la mesa —¿No puede usar uno viejo que ya esté completo?

— Intenté todo pero va contra las reglas. Les envié la parte del manuscrito que Hye Ri alcanzó a escribir a ver si la consideran pero... —Bajé la cabeza avergonzado conmigo mismo por haber fallado como tutor —No creo que lo hagan.

— No vayas a decírselo aún Jimin —Me advirtió Nam con tono serio —Acaba de salir de terapia intensiva, no puedes darle una noticia como esa.

— Lo sé —Dije con tristeza —Hablaré con ella de eso luego cuando ya esté en casa.

— Maldición, Hye Ri de verdad quería ganar ese concurso —Dijo con amargura.

Pero ya no hay nada que podamos hacer.

— Sé que suena egoísta de mi parte y aunque me siento muy mal por eso... La verdad es que ahora mismo no me importa nada más que tenerla de vuelta —Dije con toda la vergüenza del mundo.

— En eso no te quito la razón.

— Por cierto, ¿el doctor dijo algo acerca de darle de alta o...

— Aún falta que le hagan unos estudios pero lo más seguro es que en una semana la manden a casa, eso fue lo que dijo.

— No puede quedarse en el apartamento. Es mejor que se quede contigo o conmigo una vez que le den de alta.

— Tami y yo podemos hacernos cargo de ella aunque mi casa es algo pequeña —Dijo con preocupación.

— Puede quedarse conmigo entonces. Yo la cuidaré lo mejor que pueda, además tenemos un cuarto extra donde podrá estar muy cómoda.

— No quiero que te cause problemas con tu familia.

— No, Hye Ri es mi problema desde que me enamoré de ella. Yo velaré por su bienestar, no pude hacer nada con lo de Eric así que por favor déjamelo a mí —Pedí —Por favor...

— ¿Podemos ir a visitarla al menos?

— ¡Claro que sí! En mi casa siempre serán bienvenidos.

— Gracias Jimin —Nam Joon suspiró aliviado.

— No me tienes que agradecer nada, hyung.

— No, lo digo en serio. Gracias por ser tú quien esté al lado de nuestra Hye Ri.

— Tendría que ser yo el que de las gracias aquí.

Porque irónicamente si no hubiese sido porque Nam Joon se metió en problemas con aquellos deudores entonces no habría conocido a Mary Lee aquella noche en la calle de Suga.

Y por ende nunca hubiese podido estar al lado de Hye Ri.

***


[1 semana después]


La recuperación de Hye Ri iba muy bien y eso nos tenía contentos a todos. Comía en pequeñas cantidades porque se llenaba muy rápido pero del resto todo estaba funcionando bien en su organismo. El doctor le había dicho que mañana por la tarde podría irse a casa.

— Tendrás que seguir una dieta que te daré por un tiempo —Dijo el doctor en una ocasión —Y tomar reposo por unas semanas hasta que te sientas tan fuerte como antes.

Me prometí en silencio que estaría todas esas semanas a su lado cuidándola pero al parecer no fui el único que hizo algún tipo de promesa. Taehyung iba todos los días después de clases al hospital y se encargaba de darle el almuerzo a Hye Ri y velar porque caminara en el jardín del hospital para recobrar la fuerza en sus músculos.

Nam Joon también pasaba un buen rato con nosotros y Tami lo acompañaba. Ella hacía que Hye Ri sonriera con más frecuencia que lo que lo hacíamos nosotros.

Hoy por suerte para mí Taehyung se sentía un poco mal del estómago y no había podido venir en la tarde para caminar junto a Hye Ri por la jardinera del hospital.

Pero estaba Suga.

— ¡Pareces una tortuga Lee Hye Ri! —Chilló mi amigo caminando a un lado de Hye Ri —Vamos, sígueme el paso —Dijo mostrándole como caminar con rapidez. 

Ella no hacía más que reír con los comentarios del obstinado Suga que no dejaba de repetir que era tan lenta como una tortuga pero que él en cambio era veloz como un conejo.

— Y tan tierno como uno —Bromeé yo —O eso dice Sunhari.

— ¡Ya, de tierno nada! —Se quejó Suga apretando los labios.

— Eso sólo te hace ver más adorable —Intervino Hye Ri entre risas mientras se sostenía de mi brazo.

Suga le había contado a Hye Ri días atrás cuando la visitó por primera vez luego de que despertara que Taehyung había aprobado su relación con Sunhari luego de que el chico se presentara en la casa de su novia para conocer a sus padres formalmente.

Por otro lado ni Taehyung ni Hye Ri nos quisieron contar a ninguno lo que habían hablado ellos dos el día que ella despertó y como supusimos que era algo realmente importante para ambos dejamos de insistir luego de un par de veces.

— Mañana sales de esta basura —Dijo Suga rascándose la nariz —Es decir, gracias a los doctores y todo eso pero tú no eres una chica que deba estar en un hospital.

— Bonita manera de decirle lo mucho que la quieres —Bufé yo para hacerlo molestar.

— Cállate, estoy hablando con ella —Dijo dándome la espalda haciendo que yo riera —Tú debes estar en la universidad haciendo lo tuyo, escribiendo y esas cosas —Siguió diciéndole.

Bajé la mirada avergonzado intentando evitar a toda costa el contacto visual con Hye Ri.

Los jueces me habían respondido el correo que les había enviado y pasó lo que me temía: Habían dicho que no, por lo que Hye Ri estaba totalmente fuera del concurso.

Por supuesto que ella no lo sabía y parecía haber olvidado el tema del concurso tras el incidente del secuestro.

— Gracias Suga —Dijo ella —Yo también pienso que es un alivio que ya me pueda ir de aquí —Sonrió levemente con tristeza.

— Bueno, bueno. Yo ya tengo que irme porque quedé con Sunhari —Repuso él rascándose la nuca –Había venido a dejarte esto —Sacó un llavero en forma de bala de su bolsillo y se lo entregó.

— ¿Qué demonios hyung? —Pregunté yo alarmado.

Hye Ri lo tomó y lo miró con detenimiento.

— Es para recordarle a esta chica que las balas no pueden hacerle nada —Dijo él con un tono de orgullo —Eres jodidamente a prueba de balas, Lee Hye Ri.

Y en ella pareció encenderse una chispa tras escuchar aquellas palabras.

Suga se fue luego de que termináramos el recorrido en la jardinera y nos sentáramos en un banco. Hye Ri estaba un poco exhausta porque el día estaba más caluroso de lo habitual así que me ofrecí a traerle un jugo de naranja de la cafetería.

— ¿Quieres volver a la habitación?

— ¿Qué? ¡No! Si vuelvo allí caeré en coma voluntariamente —Bromeó.

— No juegues con eso —La miré con desaprobación.

— Lo siento. Olvido que te pones muy sensible cuando toco ese tema —Bufó indiferente rehuyendo mi mirada.

— No me culpes, he intentado decirte lo difícil que fueron esos días para mí pero tú...

— No hablemos de eso por favor.

Otra vez le huía a la conversación, otra vez me sentía aniquilado por aquella frase con la que culminaba todo sin siquiera haberme dejado empezar.

— Está bien —Busqué su mano y entrelacé nuestros dedos —Mañana te dan de alta y podrás volver a casa.

— Uh —Murmuró algunas cosas que no alcancé a entender.

El viento sopló golpeando su cabello que ahora no estaba tan corto como de costumbre y le llegaba un poco más debajo de los hombros.

— ¿Hye Ri? ¿Puedes mirarme un momento? Quiero hablarte de algo.

— ¿De qué cosa? —Preguntó girando su rostro hacia mí con el semblante serio.

Hacía unos momentos estaba sonriendo junto a Suga y ahora mismo sólo parece que aborrece mi presencia.

Traté de ignorar aquellos pensamientos y me dispuse a hablarle acerca de que se quedaría en mi casa hasta que se recuperara por completo.

— He hablado con Nam Joon sobre algo. Mañana te dan de alta y ambos quedamos en que lo mejor es que te quedes en mi casa.

— ¿Estás bromeando, no es así? —Respondió a la defensiva —Me quedaré en mi apartamento.

— Allí no estarás tan cómoda, mi casa es grande además no tienes...

— Iré a Morezt entonces.

— Hye Ri por favor, deja de ser tan irracional —Pedí.

— Tú estás siendo irracional, ¿cómo pretendes que me quede en tu casa con tu madre y tú hermano allí? ¡Sólo estorbaré! —Bufó —Una completa extraña metida en su casa.

— ¡No eres una extraña, eres mi novia! —Dije alzando la voz —Lo siento, no quise —Me disculpé tan pronto como noté la forma en la que le había hablado —Eres mi novia y eso significa que eres parte de mi familia. Mi mamá y Jin ya saben que irás a casa así que por favor... —Llevé su mano a mis labios —Ven conmigo a casa, yo te cuidaré hasta que estés completamente recuperada.

Ella me miró con el ceño fruncido y luego de escrutarme con la mirada unos segundos se levantó del asiento tras soltar un suspiro que no supe interpretar.

— ¡Hye Ri! —Llamé tras ella confundido.

¿Por qué se comporta así conmigo? ¿Por qué está siendo así?

— Déjame sola Jimin —Pidió cuando la seguí.

— ¿Por qué estás siendo así? ¿He hecho algo mal? Te juro que en mi casa te recibirán muy contentos, eres mi novia y ellos te consideran parte de mi familia —La tomé por un brazo pero se zafó del agarre con brusquedad.

— Te dije que me dejaras —Repitió —Tan sólo déjame en paz.

Y aunque luché contra mis piernas que querían correr tras ella y suplicarle una explicación del por qué estaba actuando de esa forma hice lo que me pidió y la dejé en paz. La perdí de vista a través de la jardinera y cuando me di cuenta que por primera vez las palabras de Hye Ri estaban lastimando mi corazón sin ninguna razón tuve que aguantar las ganas de gritar.

***


Hye Ri.

¿Por qué Jimin actuaba como si nada pasara? Yo le había mentido, le había ocultado mi otra identidad, había negado conocer a Nam Joon y a Tami y él actuaba como si nada.

No había hecho el intento de hablar de eso ni me había pedido una explicación, parecía no importarle en lo más mínimo o fingía que le resbalaba el asunto pero estaba segura que no era así. Lo más probable es que estaba guardando esa conversación para cuando yo me recuperara y así podría reclamarme todas las farsas que le dije.

Me sentía mal conmigo misma, era una terrible novia que le había mentido desde el principio y él estaba fingiendo que todo era perfecto. Que yo era perfecta cuando no era así y eso sólo hacía que me molestara con él.

¿Estaba buscando acaso que explotara? En parte sí.

Merecía ser castigada por él, no adulada.

— Hye Ri, tienes visita —Dijo Nam Joon cuando estaba por entrar a mi habitación —Estaba a punto de ir a buscarte.

— ¿Visita? ¿Quién es? —Dije abriendo la puerta de la habitación.

— ¡Jiri! —Gritó Lucas saltando de las piernas de mi madre para darme un abrazo.

— Con cuidado Lucas, tu hermana está débil —Dijo mi madre haciendo que el pequeño me abrazara por la cintura con suavidad.

— Hola campeón, tiempo sin verte —Dije yo regalándole una sonrisa —Perdona que no pueda cargarte.

— Él lo sabe, ¿cierto hijo? —Le repitió mi madre haciendo que Lucas asintiera.

— Mamá —Me acerqué hasta ella y le di un abrazo —¿Qué haces aquí?

— Perdona por no venir antes Hye Ri —Miró por encima de mi hombro hacia Nam Joon que aún estaba de pie en la puerta.

— Hey pequeñín, ¿quieres ir por alguna chuchería? —Preguntó Nam a Lucas quien afirmó energéticamente.

Ambos salieron de la habitación y nos dejaron a solas.

— No vine antes porque no quería que Lucas te viera tan mal y no tenía a nadie con quien dejarlo —Se disculpó.

— No te preocupes mamá, entiendo.

— Nam Joon me ha avisado ayer que has despertado y vine tan rápido como pude... —Su voz se quebró —Oh, Hye Ri —Me abrazó de nuevo y soltó un par de lágrimas —Perdóname por haberte metido en esto, por haber traído a Eric a nuestras vidas —Se lamentó.

Eric. El desalmado de Eric.

— ¿Has venido a hablarme de él? —Pregunté yo nerviosa —Si es así...

— No sólo he venido a hablarte de él hija, también he venido a darte esto —Mi madre sacó un sobre de su cartera —Es la herencia de tu padre, está a tu disposición cuando quieras ir a cobrarla. El banco sólo necesita tu firma y... Los demás detalles están en el documento.

Observé el sobre blanco con detenimiento y luego lo coloqué encima de la mesa junto a la cama.

Por aquel documento Eric casi nos había matado a los tres y nos había torturado, maltratado y humillado durante dos días.

— Luego lo revisaré mamá. No hay prisa con eso —Dije suavemente —¿Cómo estás tú? ¿Cómo está Lucas después de...

— Él parece estar bien, durante estos días ha ido a terapia con un psicólogo infantil pero el especialista me ha dicho que Lucas borró muchos recuerdos de esos días como mecanismo de defensa —Dijo ella con una leve sonrisa —En su cerebro todo aquello fue un sueño o algo muy extraño de entender, es porque todavía es muy pequeñito para darse cuenta que su padre es una bestia.

— Ya veo. Dentro de todo eso es algo bueno para él —Dije con cierto alivio —Es mejor así, que todo eso quede aniquilado de su memoria. ¿Y tú?

— Bueno —Suspiró con pesadez —Es muy difícil ¿sabes? No puedo dormir por las noches porque me imagino a Eric entrando a matarme con aquel revólver. Desde entonces ni siquiera hemos dormido en la casa, he contactado a una empresa de bienes raíces para ponerla en venta...

— ¿En venta? —Pregunté sorprendida —Es decir, ¿nos desharemos de ella?

— Sé que aquel lugar está lleno de recuerdos para ti Hye Ri —Me acarició el rostro —Pero ya tu no vives allí y yo... —Calló por unos segundos —De eso es justamente de lo que venía a hablarte en primer lugar.

— ¿Qué es mamá?

— Me iré con Lucas a España dentro de cinco días.

La noticia me cayó como un balde de agua fría y aunque traté de evitarlo abracé a mi madre con todas mis fuerzas mientras apretaba los ojos en un intento por no llorar.

— Creo que es lo mejor —Dijo ella con la voz entrecortada —Yo tenía tiempo queriendo irme de Corea y... He ganado la tutela de Lucas. El gobierno me la ha cedido así que lo llevo a vivir conmigo y mi hermana.

— ¿Con la tía? —Mi mamá tenía una única hermana con la que siempre se había llevado bien y que tenía unos veinte años viviendo en España. Yo nunca había sido muy unida a ella pero nos llamaba todas las navidades y nos preguntaba cuando la visitaríamos.

— Así es. Estaremos con ella un tiempo hasta que yo logre buscar algo más con el dinero de la venta de la casa.

— Entiendo —Dije separándome de ella —Entiendo...

Era algo que tenía que pasar. Mi madre buscando un mejor lugar y donde quizás por fin fuera feliz.

— No te pido que vengas conmigo porque sé que sería muy egoísta de mi parte. Yo nunca fui la madre que te merecías Hye Ri, siempre fui muy exigente, muy distante y fría contigo y aun así tú nunca me decepcionaste y siempre me cuidaste a tu manera —Dijo con algunas lágrimas resbalando por sus mejillas.

Yo callé porque en realidad todo lo que estaba diciendo era cierto.

— Y cuando quise reparar mi error tu padre se fue y drené toda la rabia y la frustración contigo. Luego llegó Eric y parecía que nuestra relación nunca iba a sanar y huí como una cobarde. Preferí seguir siendo esa madre que no te merecías en lugar de decirte lo mucho que te amaba.

— Ya mamá, todo eso ya pasó —Musité con suavidad mientras mi corazón dolía y se entristecía.

En una siguiente vida quizás las cosas serían diferentes pero en esta vida ya no había nada que hacer. No podíamos cambiar el pasado.

— Sé que aquí eres feliz, tienes amigos y un lugar donde vivir. Además amas tu carrera y yo no podría pedirte que comiences una nueva vida conmigo en un país extraño porque aunque yo me sienta como una extranjera en mi propio país sé que tú sí tienes una vida aquí. Así que... —Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano —Sé feliz y haz lo que mejor sabes hacer. Brillar —Me acarició el rostro.

— Gracias mamá —Dije entrecortadamente abrazándola.

— Sé que es tarde para decirte esto.

— Aunque sea tarde lo dijiste. Ve a España y vive tu vida. Cuida a Lucas y consigue a alguien que te quiera y te respete.

Ella asentía con cada cosa que le decía.

— Y si decides regresar yo estaré aquí. No tengo nada que perdonarte ya.

— Gracias Hye Ri —Dijo apretándome contra ella para luego separarse —Lo último que venía a decirte es que el juicio de Eric será dentro de dos semanas. Para esa fecha ya no estaré aquí pero tú sí. Tiene suficientes cargos para tener pena de muerte si este país lo permitiera.

— ¿Lo incriminaron por todo?

— Todo. Yo misma me encargué de dar cada uno de los detalles de lo que pasó e incluso de muchas cosas más que tú no sabías de él. Cosas en su trabajo y de su pasado.

— Así que... Si lo enjuician no sabremos más nunca de él ¿verdad? —Pregunté nerviosa buscando la aprobación de mi madre.

— Más nunca Hye Ri. Se va a pudrir en la cárcel el resto de su vida —Sonrió con una victoria en sus labios.

— Gracias al cielo —Suspiré aliviada.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió, Jimin se sorprendió al vernos a ambas y empezó a disculparse por interrumpirnos.

— No, pasa —Dije yo haciéndole señas para que entrara.

Él nos miró con timidez y se acercó a nosotras haciendo una reverencia.

— Mamá, él es Park Jimin.

Jimin me miraba confundido como si no supiera lo que estaba haciendo.

— Mucho gusto, Jimin —Respondió ella.

— Mucho gusto señora Lee —Dijo él con respeto.

— Jimin es mi novio mamá. Llevamos casi sesenta días saliendo —Jimin abrió la boca sorprendido y me miró alarmado por lo que acababa de decir.

Su expresión hizo que mi madre comenzara a reírse.

— Soy el novio de su hija, Park Jimin —Repitió él haciendo una reverencia.

— Ya lo dijiste —Comentó mi madre entre risas.

— No podía dejar que te fueras a España sin que lo conocieras. Es el mejor chico que alguien pueda tener en la vida —Dije orgullosa —Así que quería que supieras que conseguí a un hombre respetuoso, atento y responsable.

Jimin seguía con la misma expresión incrédula en su rostro.

Ella escrutó a Jimin con la mirada y luego suspiró terminando con una sonrisa.

— Gracias por cuidar de Hye Ri. Me voy sabiendo que la he dejado en las mejores manos así que... Ámala Jimin. Hazlo como su padre hubiese querido.

— L-lo haré señora Lee —Volvió a hacer una reverencia —Es una promesa.

— No me lo prometas a mí, muchacho. Prométeselo a ella —Dijo refiriéndose a mí.

Jimin me miró por unos segundos y asintió antes de entrelazar sus dedos con los míos.

No hacía falta que lo prometiera porque con promesas o no, Jimin me amaba y yo lo sabía. Lo sentía en cada minúscula parte de mi cuerpo y de mi alma.

Y su amor era lo justo y más de lo necesario para darme ganas de vivir.

Viviría con él por el resto de mi vida si es que eso era posible y lo amaría de la misma forma en la que él me amaba.

Libre e incondicionalmente


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro