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Extra Final 1/2

Después de su celo, que fueron tres días, llamaron a sus padres para contarles la noticia de su compromiso, en donde tanto Mitsuki como Inko se ofrecieron para ayudarlos a planear la boda. No querían algo tan extravagante, simplemente una boda tranquila con los familiares y amigos más cercanos, además tenía que efectuarse pronto porque el pecoso estaba de vacaciones y no quería celebrar la boda cuando estuviera trabajando.

Sus madres habían hecho maravillas, no solo consiguieron un sitio ideal en una de las fechas más solicitadas, sino que además estaba a un muy buen precio. Se trataba de un hotel a las afueras de la ciudad, a unos cuarenta y cinco minutos, estaba rodeado de un hermoso paisaje, su arquitectura era de lo más elegante y tenían todo lo necesario para un matrimonio.

Ya con eso listo, comenzó la ardua tarea de elegir la decoración, comida, vestimenta, música y una infinidad de otras cosas que Katsuki no quería ni saber. Estaba distante de en una conversación sobre qué color de manteles y centros de mesa debían utilizar, su madre prefería colores más oscuros mientras que su suegra unos más claros. Miro a Izuku que se debatía entre salir corriendo o entrar en pánico, este intentaba decidir cual preferían, ya que Kacchan le había dicho que escogiera cualquiera.

Luego de toda esa platica sobre la decoración, pasaron al siguiente punto de la lista, elegir que se servirían sus invitados. Por lo menos en esta ocasión podía degustar cada platillo, algo que alegro al rubio cenizo ya que su estomago crujía, tenia más hambre de la normal.

Una semana antes de la ceremonia todo quedo perfecto, nadie creería que se planeo en menos de dos meses y cuando el día especial llego, los invitados habían llegado en la mañana, ya que se quedarían hospedados hasta el día siguiente, mientras que por la tarde los novios contraerían matrimonio.

El pecoso estaba nervioso, eso era decir poco, no dejaba de hablar infinidades de palabras y dar vuelta en su habitación. Su madre intentaba calmarlo pero solo lo seguía por el lugar con la corbata rojiza en sus manos. Cuando al fin su hijo se detuvo, solo la miro con miedo.

- ¿Y si se arrepiente? -preguntó poniendo una cara de pánico.

- No creo que eso ocurra -comentó la mujer con una sonrisa colocando la corbata alrededor del cuello.

- Pero... -murmuró su hijo.

- ¡Nada de peros! -dijo Inko decidida- Mantén la calma, este es un día especial, debes sonreír -hablo con cariño.

En otro cuarto, Katsuki estaba abotonando su camisa para luego comenzar a atar la corbata verde. Había sido una idea de su madre que cada uno tuviera puesta una corbata con el color de los ojos de su pareja. No le parecía mala idea, le quedaba bien el color verde que contrastaba con su camisa blanca y el traje negro.

Camino hacia la ventana y miro hacia el exterior, la gente ya estaba tomando sus lugares, Izuku ya debía haber bajado para saludar a los familiares y amigos, lo imaginaba nervioso y sin poder pronunciar una oración coherente.

Sonrió y pasó su mano por su cabello intentando que los mechones no se salieran de su lugar. Suspiro y se recargo en el sofá, le dolía un poco la cabeza, debían ser los nervios y el estrés, hace días que su estómago no estaba de lo mejor.

Tocaron la puerta y su madre entro seguida por su padre.

- Ya está todo preparado -se acerco para acomodar la corbata de su hijo.

El peliverde observaba inquieto como todo comenzaba. Primero el silencio y después la suave música flotaba por el aire y cuando lo vio, su mundo se detuvo. Aquellos ojos rubí conectaron enseguida con los suyos, quería llorar de la felicidad pero le había prometido a su omega no hacerlo, sonrió como un bobo enamorado mientras este se acercaba a él escoltado por sus padres.

Al tenerlo a su lado no pudo dejar de mirarlo.

- Quita esa sonrisa de tu cara -murmuró el rubio cenizo con una mueca. Izuku no respondió solo paso su mano por la mejilla ajena, fueron unos segundo de su tacto, para luego voltearse para mirar al frente.

Los invitados escucharon atentos el inicio de la ceremonia, el significado que esta tenía ante la pareja y de como esos sentimientos eran tan profundos para querer pasar toda su vida uno al lado del otro. El padrino, que era Kirishima, se acerco con los anillos sonriéndole a Izuku y Katsuki. El alfa fue el primero el tomar uno y decir sus votos.

- Yo Midoriya Izuku prometo amarte y respetarte, estar a tu lado en los buenos y malos momentos -tomo con delicadeza la mano ajena- Ser lo que tu necesites, mimarte y entregarte todo mi cariño por el resto de mis días -deslizo la argolla por el dedo ajeno con una sonrisa y los ojos brillantes.

- Yo Katsuki Bakugou -tomo el anillo y miro hacia los ojos esmeraldas- prometo amarte por el resto de mi vida, escribir una nueva página de nuestra vida cada día, semana y año, hasta completar la historia de nuestro amor -mencionó mientras al alfa se le deslizaban algunas lágrimas.

Cuando el juez de la ceremonia declaro finalizada la unión, fue el omega quien atrajo a su pareja para propinarle un suave beso en los labios, quedando con ganas de mas. Con aplausos de fondo y con gritos de sus amigos, la fiesta en la sala de eventos dio inicio.

Los invitados disfrutaron de la abundante comida y la música acorde, mientras que el pecoso comía con tranquilidad miro a su esposo que estaba algo pálido. Al preguntarle que le ocurría este solo dio un pequeño gruñido y le hecho la culpa al estrés de los últimos dos meses.

Todo fue risas y diversión, al momento de lanzar el ramo por parte del omega, que fue obligado por su madre entre tanto el peliverde se reía desde su asiento. Mas fueron las risas cuando las flores fueron atrapadas por Eri, la pequeña comenzó a dar saltitos de felicidad mientras sus padres intentaban aclararle que todavía no tenía la edad para casarse.

Ya por la noche y con sus maletas en mano, los recién casados dieron inicio a su luna de miel que sería en un complejo turístico cerca del mar. Ambos estaban cansados, en el avión se quedaron dormidos sin darse cuenta, al aterrizar fueron llevados hasta el hotel, que era enorme, hasta su habitación que tenía varias rosas rojas de decoración.

- Esta debió haber sido idea de mi madre -comento el rubio cenizo arrastrando su maleta hacia el interior y sentándose para descansar.

- Es un lindo detalle -hablo el pecoso viendo la hora, eran las tres de la madrugada. Debían dormir para salir al día siguiente a disfrutar de las maravillas del lugar, pero todo esos planes se hicieron añicos cuando Katsuki se saco la playera que llevaba puesta con la escusa que hacía mucha calor.

Y hacia, el clima tropical lo estaba mareando. Sin embargo, el calor que subía por el cuerpo del pecoso era uno completamente distinto. Sin pensarlo tomo a su omega por la cintura y poso sus labios en los ajenos, hundiendo su lengua en la cavidad hasta saborear cada rincón.

Lo llevo hasta la cama y lo tumbo, ahí entre los pétalos de rosas desparramados alrededor del cuerpo, le hizo el amor con ternura y pausadamente, pero cuando el oji-rubi exigió una segunda y una tercera ronda, la pasión y la excitación cobraron control de su anatomía.

Al día siguiente, dormía con tranquilidad en la enorme cama, se giro entre las sabanas buscando el cuerpo del omega pero al no encontrarlo abrió sus ojos acostumbrándose a la luz que entraba por las enormes ventanas.

-¿ Kacchan? -nombro saliendo de la cama desnudo, camino hacia la puerta del baño donde se escuchaba el agua de la ducha. Sonrió y busco el teléfono para pedir servicio al cuarto.

Katsuki se había despertado con unas terribles nauseas, al cabo de unos minutos estas se calmaron pero al darse cuenta que no podía volver a conciliar el sueño prefirió darse un baño y sacar todo el sudor de la noche anterior.

Al salir vestido con una bata, encontró a Izuku vestido solo con unos pantalones cortos, al verlo este le sonrió y señalo el desayuno. Al ver aquello algo en su estomago se revolvió, pero él no era débil, no iba a sucumbir ante esa incomodidad.

Durante el día salieron a explorar, el clima era húmedo y caluroso, pero la vista del mar y la brisa calmaba un poco los mareos del omega, quien tomado de la mano de Izuku recorrían los distintos puestos de artesanía.

Estuvieron a las afueras hasta el anochecer y al llegar al cuarto el primero el tumbarse boca abajo en la cama fue Katsuki.

- ¿Estas bien? -preguntó el pecoso sentándose en el borde y acariciando los cabellos ajenos.

- El clima me está afectando -pronunció levantando la mirada, estaba algo pálido.

- Pediré la cena, me recomendaron que probara los platillos del lugar -comentó abrazando a su pareja- ¿Estas de acuerdo? -preguntó hundiendo su cabeza en el cuello ajeno.

- Pide lo que quieras -pronunció un cansado omega.

Al cabo de unos treinta minutos, la cena había llegado a su habitación. Cuando el peliverde lo llamo para que se acercara y pudo percibir el olor de la comida, tuvo que salir corriendo al baño.

- ¡Kacchan! -dijo el pecoso preocupado siguiéndolo.

Toda su dignidad se fue como su almuerzo por el inodoro. El alfa le había dado suaves golpes en la espalda mientras que el intentaba no marearse más de lo que estaba.

- Ya estoy mejor -comentó lavándose los dientes.

- Estas muy pálido -comentó su esposo acercándose a tocarle la mejilla con preocupación. 

- Te estoy diciendo que estoy bien -volvió a repetirlo pero al salir del baño un mareo repentino hizo que se tambaleara. Si no fuera por el pecoso se había dado un fuerte golpe sobre el suelo, intento soltarse pero su cuerpo estaba mas débil de lo que recordaba.

- Iremos al hospital -dijo su alfa con un tono autoritario.

Ambos tomaron un taxi hasta el centro de salud más cercano, ahí el omega, bajo la visita del pecoso, relato sus síntomas al médico que los atendía.

Tuvieron que esperar por lo menos una hora para que el profesional volviera con los resultados.

- ¿Mi esposo está bien? -preguntó Izuku al lado de Katsuki quien se encontraba en una camilla con una intravenosa.

- Lo estará -comentó con una sonrisa- Felicidades su omega esta embarazado, serán padres -hablo viendo como la pareja se miraba y luego a él, para volver a mirarse- Tengo que hacerle una ecografía -hablo acercándose a la pareja.

- ¡Vamos a ser padres! -dijo el alfa emocionado viendo la cara de sorpresa de Katsuki, quien estaba realmente impactado- ¿Kacchan? -preguntó al verlo tan callado.

- Un hijo -murmuró para luego bajar la mirada y sonreír.

Llegaron a la conclusión y gracias a ayuda de la ecografía, que el embarazo se debió haber efectuado hace unos dos meses y medio, cuando al rubio cenizo le había llegado su celo repentinamente cuando le pidió matrimonio. 

Al ver aquel ser por la pantalla algo creció en sus corazones, Izuku no podía dejar e llorar mientras que Katsuki lo regañaba con el anhelo de tener pronto a su bebé en sus brazos. 

Continuará...

It's happening!!!! Kacchan esta embarazado!!!! ♥️♥️♥️ Ajjaja luego de varios cap por fin xD

Les gustó el cap?? 👍🏻👎🏻

Ya solo queda una parte mas y estaríamos listos con esta historia, supuestamente debia ser este el final pero me deje llevar un poquitos 🤣🤣🤣

Nos vemos en el siguiente, byeee ♥️♥️

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