Capítulo 3: Punto de no retorno
Su cuerpo relajado sobre la cama, su cabeza descansaba sobre aquella almohada y su cabello verdoso disperso y desordenado.
Se movió un poco y su mano rozó el abdomen de Katsuki, el cual seguía durmiendo. Con cansancio y con sus ojos pesados, se separo del calor que este desprendía.
Sentado en la cama volteo la mirada hacia el cuerpo que yacía ahí. El rubio cenizo le daba la espalda, su media silueta estaba expuesta por lo que al levantarse lo arropo y paso su mano sobre aquel suave cabello.
Busco algo de ropa en su armario y a medida que avanzaba, recogió la suya y la del omega.
Se puso unos pantalones deportivos y miró hacia la ventana, la lluvia intensa no había cesado. Camino unos pasos más y un dolor en su espalda baja se hicieron presentes.
Recordó que en la noche, el contrario quiso penetrarlo y lo hizo, jugó con su trasero tanto como quiso, algo que se lo devolvió más tarde.
Mientras se dirigía a la cocina a preparar algo, ya que su estomago rugía, paso a dejar sus prendas a la lavadora.
Había sido una noche agotadora y placentera. Pero lo más importante fue que había marcado a Kacchan y temía la reacción de su antiguo compañero.
Un escalofrío recorrió su cuerpo y quiso gritar, el temperamento de Katsuki era de temer, no negaba que un gran miedo empezaba a brotar de su interior.
Suspiro e intento mantener la calma, al mismo tiempo que ponía a funcionar la cafetera mientras prendía la televisión. En el aparato puso las noticias, en donde la reportera relataba que las estaciones estaban cerradas por las fuertes lluvias y por la inminente tormenta que se acercaba.
Revisó sus cajones para cerciorarse que estaba abastecido de todos los productos y comestibles, se alegró al comprobar que sí.
Cuando se sumergió en la preparación del desayuno, en la habitación el oji-rubi despertaba poco a poco.
Somnoliento se incorporó en la cama y no reconoció en donde se encontraba.
Los recuerdos lo golpearon en un instante, miró su cuerpo desnudo debajo de las sábanas y después llevó una mano a su cuello, en donde al contacto sintió un leve dolor.
-¡Maldito hijo de perra! -grito bajando de la cama y tropezando a los pocos centímetros de la puerta- Mierda -gruñó y buscó algo que ponerse antes de enfrentarse al pecoso que era obvio que lo había escuchado.
Ya con unos pantalones cortos deportivos de Izuku, salió del cuarto con decisión.
Los pasos fuertes hacían temblar como gelatina al pecoso, quien no sabía dónde esconderse.
- ¡Tú! -lo apuntó el omega al verlo detrás de la mesa- ¡Maldito! -se acercó con rapidez al cuerpo ajeno para darle un buen golpe.
-K-Kachan -nombró el contrario deteniendo su ataque.
-¡Deku! -grito este con rabia- ¡Suéltame para darte tu merecido!
- N-No -tartamudeó.
-¿Como que no? -preguntó incrédulo con un tic en su ojo.
- Por favor -dijo suplicando- Cálmate -pronunció aún sujetando al más alto.
-¡Deku! -gritó zafándose- ¡Me marcaste maldita mierda! -respiro- ¡Tú! Un maldito nerd -lo apunto- ¡Sabes las consecuencias de esto! -gritó.
Si bien los omegas tenían su lugar en la sociedad, al ser marcados por un alfa, pasaban a ser su pareja. Algo que le pertenecía al otro, eso significaba entablar una relación en donde dos individuos formaban una familia.
Para algunos eso significaba estabilidad económica, protección y seguridad. Sin embargo, para el oji-rubi sólo eran cadenas que no lo dejaban ser libre y hacer lo que él quisiera.
- Pero Kacchan -dijo jugando con sus dedos- Tengo un buen trabajo y es bien remunerado, se hacer las cosas del hogar, como cocinar, limpiar, lavar la ropa -lo miro con sus ojos esmeraldas- No sé que me encuentras de malo -increpó con un puchero.
-Tú... -hablo sin saber como la conversación que debía haber sido una paliza, terminó hablando de su situación como alfa. La sociedad repudiaba a los omegas que estaban enlazados y que por alguna razón sus parejas los dejaban, más si un alfa los rechazaba- Me importa una mierda -gruñó sintiendo un calor subir por su cuerpo.
- ¿Kacchan? -nombró preocupado- ¿Te encuentras bien? -preguntó viendo el color de las mejillas de Katsuki.
- Aléjate -murmuró el rubio cenizo que empezaba a sentir la sensibilidad de su cuerpo al contacto con el contrario.
El aroma comenzó a llenar la cocina, por más que se resistiera sus instintos le decían que se acercara más a aquel alfa.
Como si este supiera lo que pasaba por su cabeza, lo tomó por la cintura y lo impulso para sentarlo en la encimera.
Tenía que admitir que aunque no lo pareciera, el pecoso tenía fuerza.
Sus miradas de conectaron, Katsuki era aprisionado a ambos lados por los brazos ajenos. El dueño de los estremecimientos de su cuerpo, se acercó para saborear sus labios en un demandante y apasionado beso.
Con ansias de más profundidad, se aferró a los hombros desnudos del alfa y se aproximo, dejando su miembro bajo la ropa rozar al ajeno.
Aquellas manos que antes lo aprisionaban, se colaron por la única prenda que traía y se desviaron para tocar aquel punto que lo hacía perder la cabeza.
Al sentir como unos dedos se introducían su interior, gimió separando sus labios y dejó su cabeza descasar en el hombro de Izuku.
El interior del omega estaba cálido y húmedo, sus dedos de podían mover y expandir con facilidad. A medida que los llevaba más adentro, escuchaba los jadeos de Kacchan y como este lo mordía en su hombro para intentar callar aquellos sonidos. Atrajo más el cuerpo que gemía por sus toques, dejó unos dedos en el interior mientras que con la otra mano le quitaba los pantalones.
Una mano cálida masajeo su miembro sobre la ropa, miró hacia el lado y vio los ojos rubí cargados de deseo. Se mordió el labio para intentar contenerse, pero era demasiado tarde.
Katsuki tuvo que afirmarse del borde de la encimera para poder mantener sus caderas firmes ante la penetración del peliverde.
En aquella posición rodeo la cadera de Izuku y lo atrajo más a él. Su cuello era asediado por besos que le provocaban escalofríos en la espalda, su vientre era atravesado por un calor sofocante que lo hacía jadear.
Sus bocas se juntaron, mezclando sus salivas y sus lenguas.
Deku aferró sus manos en los muslos del rubio cenizo al sentir que ya estaba llegando a su clímax, por su parte, Katsuki llevó su mano a su miembro y empezó a masturbarse.
Con un gemido ronco el pecoso llegó al orgasmo, saliendo del interior para venirse en la pierna ajena. El omega lo siguió a los pocos segundos, vertiendo su semen en su propio cuerpo.
Quedaron mirándose, jadeando y acalorados.
Había algo, una atracción casi palpable en la estancia que sus cuerpos reaccionaban a ella. Buscándose y complaciéndose.
- ¿Qué haremos? -murmuró el peliverde pasando su mano por su cabello.
El oji-rubi quería responder que no sabia, pero apretó tus labios y guardo silencio. Todo esto se había complicado, solo debía ser un aventura de una noche, pero en cambio parecía que iban a estar juntos por mucho mas tiempo.
Aunque no sabían la solución a su problema, eso no significaba que no podían disfrutar de él.
Continuará...
Hola lectores!!! como les habia dicho, en casi todos los caps habra algo de lemon👌👌👌 el porque de esto es que me dieron ganas jajajja respuesta siemple 😂😂😂
Espero que les guste 😄😊 y gracias a todos por esperar mis actualizaciones 💃💃
No olviden darle a la estrellita🌟🌟 y dejar su comentario si les parecio aceptable el cap 👍👎
Byeee! 💓
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